02 Ago

La Literatura Española Contemporánea: Poesía y Teatro (1936-1975)

La pérdida de grandes figuras literarias durante la dictadura franquista, la represión y la censura marcaron la producción literaria: existencial en los años 40, social y dominada por el realismo en los 50, y experimental en los 60.

La Poesía Española de Posguerra

En poesía, Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso) abren la línea desarraigada, pesimista y angustiada, también cultivada por Blas de Otero en Ángel fieramente humano. Frente a ella, la poesía arraigada de Luis Rosales (La casa encendida, 1949), entre otros, se aferra a temas intimistas, religiosos y familiares.

La poesía desarraigada dará paso en los años 50 a la Poesía Social, sencilla, coloquial y con intención transformadora. Destacan Blas de Otero y Gabriel Celaya (Cantos Iberos, 1955).

Al comienzo de los años 60, la Generación del 50 se aleja de la anterior, cargando su poesía de autobiografismo y lenguaje conversacional e intimista: Ángel González o Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo, 1975) son algunos ejemplos. Este alejamiento se consolida con los Novísimos, más culturalistas, decadentistas y barrocos (Ana María Moix y Leopoldo María Panero). A partir de los años 80, se renueva el interés por lo íntimo, la experiencia cotidiana (Luis García Montero en Habitaciones separadas, 1994) y el erotismo (Ana Rossetti).

El Teatro Español de Posguerra

En cuanto al teatro, la crisis tras la guerra y la censura condicionan el teatro evasivo de los años 40, por un lado, ideologizante —José María Pemán (La viudita naviera, 1960)—, y humorístico por otro —Miguel Mihura (Tres sombreros de copa, 1932) y Enrique Jardiel Poncela—.

En los años 50 surge un nuevo teatro inconformista y comprometido socialmente, pero que oscila entre el posibilismo (se prioriza la representación sobre la crítica mordaz) de Historia de una escalera (1949), de Antonio Buero Vallejo; y el imposibilismo (sin autocensura), de Escuadra hacia la muerte (1953), de Alfonso Sastre.

A finales de los años 60 aparecerá el teatro experimental, más surrealista, en torno a la temática de la dictadura y la falta de libertad. Destacan aquí tanto los grupos independientes (Els Joglars y Els Comediants) como Fernando Arrabal (El cementerio de automóviles, 1965).

Con la llegada de la democracia en 1975 desaparece la censura y las obras se centran en personajes marginados y desencantados en la sociedad moderna de la Transición (Bajarse al moro, de José Luis Alonso de Santos). Los autores contemporáneos tienden a crear un «teatro pobre» de temática social: Paloma Pedrero y Juan Mayorga (Reikiavik) son la prueba de que la evolución de nuestra historia escénica muestra una riqueza que augura un futuro interesante para nuestras tablas.

La Novela Española a partir de 1975: Renovación y Pluralidad

A partir de 1975, con la muerte de Franco y el inicio de la Transición democrática, España vive un período de gran libertad creativa. La desaparición de la censura y la integración en la Unión Europea favorecen una profunda renovación cultural, reflejada especialmente en el ámbito de la narrativa. En este contexto, la novela española experimenta un giro significativo: se rechaza la experimentación formal de las décadas anteriores y se apuesta por la sencillez expresiva y el retorno a la narración tradicional. Uno de los hitos fundacionales de esta etapa es la publicación de La verdad sobre el caso Savolta (1975), de Eduardo Mendoza, que recupera el interés por la trama y marca el inicio de una narrativa más accesible. A esto se suma la proliferación de premios literarios, el auge del sector editorial con sellos como Visor o Hiperión, y un potente aparato de promoción que incluye ferias del libro, listas de los más vendidos y eventos con autores. También destaca la conexión entre literatura y periodismo, pues muchos escritores como Juan José Millás, Elvira Lindo, Rosa Montero o Antonio Muñoz Molina colaboran activamente en la prensa.

La característica principal de esta nueva narrativa es el regreso al realismo, con técnicas heredadas del siglo XIX, aunque también se incorporan recursos modernos como la variedad de narradores, los monólogos interiores o la manipulación del tiempo narrativo, si bien predomina la estructura lineal. Los temas se diversifican y abarcan desde la historia reciente y los problemas sociales hasta la vida cotidiana y los conflictos individuales. La riqueza del panorama literario impide una clasificación cerrada, pero se pueden identificar distintos subgéneros:

  • Novela policíaca y de intriga: como la protagonizada por el detective Pepe Carvalho (creado por Manuel Vázquez Montalbán), mezcla elementos criminales con trasfondo político e histórico.
  • Novela histórica: gana popularidad, con autores como Arturo Pérez-Reverte (El capitán Alatriste) o Almudena Grandes, que reconstruyen con rigor episodios como la Guerra Civil.
  • Novela lírica: caracterizada por su tono introspectivo y cuidado del lenguaje, como Mortal y rosa de Francisco Umbral o Corazón tan blanco de Javier Marías.
  • Metanovela: convierte a la propia literatura en objeto de reflexión, como ocurre en El desorden de tu nombre de Millás.
  • Novela de la memoria, el testimonio y el compromiso: representada por autores como Luis Mateo Díez, Luis Landero o Rafael Chirbes, quienes abordan tanto aspectos individuales como tensiones sociales.
  • Novela de la generación X o neorrealista: retrata el desencanto juvenil, la vida urbana y la contracultura, como en Historias del Kronen de José Ángel Mañas o Sexo, Prozac y dudas de Lucía Etxebarría.

En definitiva, la novela española posterior a 1975 se caracteriza por su pluralidad estilística y temática, combinando técnicas clásicas con enfoques renovadores. A día de hoy, continúa evolucionando, con una convivencia entre la literatura de calidad y la literatura de consumo que refleja la diversidad de lectores y sensibilidades del siglo XXI.

Cuadro Resumen: El Comentario de Texto Expositivo-Argumentativo

Este cuadro resume los puntos clave para realizar un comentario de texto expositivo-argumentativo.

Tema

  • Enunciado de manera concisa, no en una palabra, sino en un sintagma u oración precisa: ejemplo, «triunfo de los exitosos programas de telebasura».

Análisis por Niveles

Nivel Pragmático

  • Elementos básicos de la comunicación: Emisor, receptor, código, canal, contexto —verbal, físico, psicosocial—, intención (cabría aquí la función apelativa y los argumentos).
  • Funciones del lenguaje: Las funciones del lenguaje predominantes en este texto son la expresiva y la referencial, puesto que el autor muestra su opinión en torno a un tema de actualidad o, simplemente, de la realidad. Además, observamos la función:
    • Conativa o apelativa: en la intención de influir en el lector con argumentos a los que aludiremos cuando hablemos de la estructura (ejemplo).
    • Metalingüística: en la observación de la propia lengua (ejemplo).
    • Fática: en el carácter conversacional (ejemplo).
    • Poética: en la deliberada intención de embellecer el mensaje en fragmentos como (ejemplo) o mediante el uso de figuras retóricas que explicaremos en cada nivel lingüístico.
  • Adecuación: El texto se adecúa a un público de X características… (si se dirige a un perfil muy claro, hay que mencionarlo).

Coherencia y Estructura

  • Tipos de estructura: Deductiva / inductiva / doble encuadre, que permite la progresión temática desde la introducción del tema y la exposición de ejemplos en los párrafos, pasando por…
  • Para sostener su tesis a lo largo del discurso, el autor se vale de… (ejemplos).

Cohesión

  • Mecanismos de cohesión: Elipsis / Deixis / Recurrencias.
  • Cabe destacar que el texto está cohesionado gracias al uso de mecanismos como los conectores del discurso, fundamentalmente de ordenación de ideas (En principio, por una parte, en segundo lugar), pero también aditivos (En suma), para agrupar los argumentos expuestos previamente. En esta misma línea observamos que la elipsis nominal ([los niños] Están sobreprotegidos) y verbal (no hay que llevarles la contraria, ni [hay que] permitir), así como las recurrencias semánticas (niños, criaturas, críos, vástagos) contribuyen a la cohesión textual. Observamos si es relevante el uso de deícticos (pronombres y adverbios).

Implicaturas y Tono

  • Aspectos a considerar: Presupuestos, emociones, feminismo, etc.
  • Tono: sarcástico, irónico, educativo, humorístico, grave, etc.

Nivel Morfosintáctico

  • Sustantivos:
    • Concretos / Abstractos: Los nombres concretos son muy frecuentes, así que no se comentan. Los nombres abstractos indican que el tema del texto oscila entre la realidad y la subjetividad que implica la mención de sentimientos o ideas, o que es un texto más reflexivo.
    • Individual / Colectivo: Solo comentamos si es relevante el uso de colectivos.
    • Común / Propio: Los comunes son normales. Llama la atención la cantidad de nombres propios, lo cual indica la especificidad del tema y la referencialidad del texto.
  • Adjetivos:
    • Pospuestos / Antepuestos:
    • Explicativo o Valorativo / Especificativo: Los adjetivos especificativos contribuyen a la objetividad del texto. En el texto hay una tendencia a emplear adjetivos explicativos o valorativos (ejemplo) de manera antepuesta (ejemplo) que refuerzan la intención poética y la subjetividad del autor. Asimismo, se incide en la subjetividad del texto mediante el uso de (pasamos a las personas del verbo si usa la 1ª)…
  • Tiempos y Personas Verbales:
    • Personas: 1ª, 2ª y 3ª (Plural / Singular). La primera persona del singular (ejemplo) deja clara la postura del autor. Esta se combina con la primera persona del plural (ejemplo), con el fin de implicar al lector, haciéndolo partícipe de la situación que se plantea, y la tercera persona del singular (ejemplo), tratando de aparentar objetividad. El uso de la segunda persona en plural o singular apela directamente al lector.
    • Tiempos: Pretérito, presente y futuro. Son numerosos los tiempos en pretérito, como el pretérito imperfecto (ejemplo), y en pasado reciente, como el pretérito perfecto compuesto (ejemplo), para narrar acciones pasadas. Por otro lado, el autor usa el presente de indicativo (ejemplo) para referirse a la realidad.
    • Formas menos frecuentes: La segunda persona de cortesía (saben, miren) demuestra la función apelativa del texto, ya que es una forma de intentar promover la asociación de ideas en el destinatario. Aparecen formas condicionales (ejemplo) y perífrasis verbales de probabilidad (ejemplo) para plantear hipótesis de la autora en relación con el tema del texto.
  • Sintaxis:
    • Simples / Compuestas: El uso de oraciones simples agiliza la lectura del texto (ejemplo). El uso de oraciones compuestas muestra la complejidad de las ideas. Asimismo, el autor favorece la asociación entre ellas mediante relaciones de subordinación (ejemplos).
    • Pasivas / Activas: Las pasivas potencian la objetividad.
  • Modalidad Oracional: Enunciativa, interrogativa, exclamativa, exhortativa, dubitativa, desiderativa.
  • Figuras Retóricas del Nivel Morfosintáctico: Anáfora, anadiplosis, epanadiplosis, etc. Destacan en el nivel morfosintáctico el uso de la ______ (ejemplo del texto y explicación).

Nivel Léxico-Semántico

  • Nivel Léxico:
    • Denotativo / Connotativo: Predomina el léxico connotativo, que refleja la opinión de la autora y deja clara la función expresiva del texto. Para ello, hace uso de adjetivos valorativos (ejemplos) y adverbios de modo (inconscientemente). De manera paralela se observa el uso de lenguaje denotativo, que permite desarrollar el tema del texto, en el uso de adjetivos especificativos (capital social).
    • Culto / Estándar / Coloquial / Vulgar: Se introducen términos coloquiales (ejemplo) para acercar al lector al texto y se mantiene un nivel estándar del léxico. No obstante, podemos señalar la presencia puntual del vulgarismo (ejemplo y explicación si es pertinente).
  • Relaciones Semánticas: Campos semánticos, familia léxica, campo asociativo, antonimia, sinonimia, etc. Se observan varios campos asociativos y semánticos a lo largo del texto que contribuyen, a su vez, a la progresión temática (coherencia): el primer campo semántico, vertebrador del texto, es el compuesto por (ejemplos); a él se suman (ejemplos). De igual manera, se utilizan sinónimos (ejemplos), así como relaciones de hiperonimia-hiponimia (ejemplos) para evitar las repeticiones.

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