17 Jun

La Novela Española: De la Posguerra al Franquismo (1936-1975)

La Novela del Exilio

A finales de los años 30, tras la Guerra Civil, el exilio de muchos intelectuales republicanos provocó un empobrecimiento cultural en España y dio lugar a la llamada novela del exilio. Max Aub escribió el ciclo El laberinto mágico, centrado en la contienda, y creó la biografía ficticia del pintor Jusep Torres Campalans, que tuvo gran éxito. Ramón J. Sender trató los orígenes morales de la guerra y destacó con Crónica de alba, donde unió sus memorias con la figura de un soldado republicano. Francisco Ayala abordó temas políticos y morales universales en obras como El jardín de las delicias, y también trató la guerra en La cabeza del cordero. Estas obras muestran el desarraigo del exilio, pero también su riqueza intelectual.

La Novela del Bando Nacional y la «Novela Heroica»

Desde el bando nacional, el nuevo régimen franquista impulsó una cultura que miraba al pasado glorioso de los Siglos de Oro, reivindicando figuras como Garcilaso. Este enfoque se reflejó en la poesía de los años cuarenta, especialmente en la revista Garcilaso, que difundía los valores ideológicos del franquismo. En narrativa surgió la llamada «novela heroica», de tono propagandístico y belicista, aunque con escasa relevancia literaria. Entre las pocas destacadas están Madrid, de Corte a Checa de Agustín de Foxá y Los cipreses creen en Dios de J. M.ª Gironella.

La Novela Existencial de Posguerra (Años 40)

Tres novelas marcan la ruptura con la literatura oficial de posguerra y muestran una realidad desoladora: La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, Nada de Carmen Laforet y Mariona Rebull de Ignacio Agustí. Surgen autores que renovarán la narrativa, como Camilo José Cela, cuya primera novela inicia el tremendismo, con un lenguaje crudo y una visión oscura del ser humano. La Colmena, su obra más destacada, retrata la degradación de la España de los 40 con un protagonista colectivo y estructura abierta. También escribió Viaje a la Alcarria, San Camilo 1936 y Mazurca para dos muertos. Fue Premio Nobel en 1989.

Miguel Delibes abarca diversas tendencias literarias, desde el tono existencialista de La sombra del ciprés es alargada hasta las innovaciones de Cinco horas con Mario con monólogo interior. Sus temas incluyen la muerte, la infancia y la naturaleza, y sus ambientes varían entre lo rural (El Camino, Las Ratas) y lo urbano (El príncipe destronado). Su estilo es sobrio, sencillo y con un gran dominio del léxico.

Nada (1945) de Carmen Laforet refleja la novela existencial de los años cuarenta, con personajes frustrados y desorientados, y una ciudad decadente que critica a la burguesía catalana. Andrea, la protagonista, enfrenta dificultades para ver un futuro mejor. Gonzalo Torrente Ballester, autor prolífico, abarca diversos temas en obras como Los gozos y las sombras, Don Juan y La saga/fuga de J.B..

La Novela Social Española (Años 50)

A mediados de los cincuenta surge la «Generación del Medio Siglo«, un grupo de novelistas como Miguel Delibes, Luis Romero, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, entre otros. Nacidos entre los años veinte y treinta, vivieron la guerra de niños y comenzaron a publicar en la década de 1950-1960. Compartían una visión similar de la literatura y establecieron vínculos amistosos y profesionales, escribiendo en las mismas revistas y publicando en editoriales comunes.

Los escritores de la «Generación del Medio Siglo» adoptan técnicas del objetivismo norteamericano y se orientan hacia el compromiso social. Sus obras reflejan la realidad y denuncian injusticias sociales, con un lenguaje sencillo, frases cortas y un protagonista colectivo. Tratan temas como la soledad, la incomunicación y la crítica a la cultura de la época. El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio es su obra cumbre. Otros autores importantes son Ignacio Aldecoa, Ana M.ª Matute, Jesús Fernández Santos y Carmen Martín Gaite, quien, con Entre visillos (1958), se centró en la vida de provincias y las perspectivas limitadas de las jóvenes de clase media.

Renovación Narrativa en los Años 60

En los años 60, se percibe un cambio en la novela debido al agotamiento de los modos realistas y la ineficacia de la literatura como herramienta de cambio social. Surge una vertiente estética que incorpora técnicas de escritores innovadores como Proust, Kafka, Faulkner, Joyce y de la novela hispanoamericana tras el Boom. Tiempo de Silencio de Luis Martín Santos marca este cambio, con un tono existencial y simbólico que refleja una realidad vacía. Su innovador uso del lenguaje, con una sintaxis compleja y gran riqueza léxica, y su enfoque narrativo (narrador omnisciente, secuencias, monólogo interior) definen la renovación literaria de la época. Otros autores como Juan Goytisolo, Juan Benet y Juan Marsé también exploran esta línea.

La Literatura Hispanoamericana Contemporánea

Poesía Hispanoamericana Post-Vanguardias

Pedro Henríquez Ureña dividió la poesía hispanoamericana del siglo XX en tres periodos: postmodernista (1910-1920), los “ismos” (1920-1935) y la poesía actual (desde 1940). Nos centraremos en este último.

César Vallejo publicó dos libros durante su vida: Los heraldos negros y Trilce. Un tercer libro, España, aparta de mí este cáliz, quedó sin editar tras su muerte y se conoció como Poemas humanos. Pablo Neruda, Premio Nobel, destacó con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que intentó superar el modernismo, y con Canto general, un proyecto poético sobre la historia de Hispanoamérica. Octavio Paz, importante en la poesía mexicana y contemporánea, comenzó en 1933 con Luna silvestre. Gabriela Mistral, en Lagar, refleja su angustia ante la muerte y la guerra. Alfonsina Storni, tras comenzar en el modernismo, luchó por los ideales feministas. Alejandra Pizarnik abordó su sufrimiento y culpa en su obra, mientras que Ida Vitale es una destacada representante de la poesía esencialista.

La Novela Regionalista Hispanoamericana

La novela regionalista, cercana al costumbrismo realista, aborda el conflicto entre civilización y barbarie, exaltando las culturas americanas y mostrando los espacios naturales y rurales. La Revolución Mexicana inspira Los de abajo de Mariano Azuela. En La vorágine, José Eustasio Rivera presenta personajes que enfrentan la violencia de la selva. Rómulo Gallegos, en Doña Bárbara, narra el conflicto entre la protagonista, símbolo del salvajismo, y Santos Luzardo, que representa la modernidad. Ricardo Güiraldes, en Don Segundo Sombra, cuenta la historia del último gaucho formando a un joven en un mundo campesino que desaparece. Ciro Alegría, en El mundo es ancho y ajeno, muestra la explotación de los trabajadores andinos por parte de un terrateniente.

El Boom de la Novela Hispanoamericana

El Boom de la novela hispanoamericana reunió escritores que combinaron lo fantástico con lo real, creando el realismo mágico, aunque con estilos y temas diferentes. Sus novelas, con estructuras no lineales y técnicas como el monólogo interior, reflejan la realidad de países en procesos históricos traumáticos. Miguel Ángel Asturias, con El señor Presidente, inicia las novelas de dictadores, seguidas por Yo el Supremo de Augusto Roa Bastos y El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez. En Cuba, Alejo Carpentier y José Lezama Lima usan un lenguaje barroco, mientras que en Argentina, Jorge Luis Borges mezcla lo real con lo irreal en obras como El Aleph.

Ernesto Sábato, en Sobre héroes y tumbas, ofrece una visión apocalíptica del mundo marcado por la violencia y la destrucción. Julio Cortázar, en Bestiario y Rayuela, fusiona lo fantástico con lo cotidiano, mientras que su gran novela propone diferentes formas de lectura. Juan Rulfo, en Pedro Páramo, utiliza técnicas vanguardistas para mostrar un mundo donde vivos y muertos conviven, explorando temas como la violencia y la miseria del campo. Carlos Fuentes, en La muerte de Artemio Cruz, reflexiona sobre la historia de México, la Revolución y la pérdida de ideales. Gabriel García Márquez, con Cien años de soledad, crea el mundo de Macondo, que simboliza la historia de Colombia y América Latina. Mario Vargas Llosa, con La ciudad y los perros, y Juan Carlos Onetti, en El astillero, presentan visiones profundas sobre la sociedad y el desarraigo.

Narrativa Hispanoamericana Post-Boom

Los escritores posteriores al Boom tienen estilos diversos. Isabel Allende, en La casa de los espíritus, mezcla realismo mágico con folletín. Roberto Bolaño, en Los detectives salvajes, aborda el drama del exilio y el fracaso generacional. Mariana Enríquez cultiva el género de terror en sus obras.

Comentario Crítico de Insolación de Emilia Pardo Bazán

La obra objeto de comentario es Insolación, novela publicada en 1889 por Emilia Pardo Bazán, una de las figuras más destacadas del realismo y naturalismo español, en un momento en el que España se encontraba en medio de la Restauración Borbónica, que trajo consigo el fin de la Primera República Española y la recuperación del trono por parte de los Borbones. Esta novela, que aborda temas polémicos como la libertad de la mujer y el deseo, se consideró controvertida en su tiempo debido a la crítica de las normas morales y al papel que desempeñaba la mujer en la sociedad.

En el centro de la trama se encuentra Asís Taboada, una joven aristócrata viuda que, durante una visita a Madrid, se enamora intensamente de Diego Pacheco, un joven andaluz, de clase social inferior, seductor y cosmopolita. A pesar de que la obra posee muchos acontecimientos, la acción se desarrolla en tan solo seis días, lo que lleva a Asís a enamorarse rápidamente de Pacheco. Este argumento evidencia el enfrentamiento entre el deseo y las normas sociales, un tema que Bazán explora mostrando la lucha de la protagonista por aceptar sus sentimientos en un entorno restrictivo.

El estilo de la novela destaca por su narrador, ya que durante la primera parte cuenta la historia de Asís en tercera persona y, a partir del segundo capítulo, la narración pasa a ser en primera persona, a cargo de la protagonista. Además, la obra se divide en:

  • Introducción: donde conocemos a los personajes y su estatus social.
  • Desarrollo: donde tienen lugar todos los encuentros.
  • Desenlace: donde se resuelve la trama con la decisión de los protagonistas de permanecer juntos.

Se utiliza un lenguaje con descripciones precisas y momentos de introspección profunda. Los personajes se dividen en quienes representan la tentación y la modernidad, como Diego, y quienes se enfrentan a las restricciones sociales, como Asís, reflejando de esta manera las tensiones de la época.

Desde mi perspectiva, Insolación es una novela que se adelantó a su época y que merece ser leída por su valiente tratamiento de temas como el conflicto entre el deber y el deseo. A pesar de que las normas sociales han evolucionado, su reflexión sobre estos temas sigue siendo muy importante en la actualidad.

Comentario Crítico de Soldados de Salamina de Javier Cercas

La novela Soldados de Salamina, publicada en 2001 por Javier Cercas, se ha consolidado como una de las obras más representativas de la narrativa española contemporánea. El marco histórico de la obra se sitúa en los últimos días de la Guerra Civil Española (1936-1939). En este contexto, la novela no busca tanto ofrecer una crónica bélica, sino plantear una interrogación moral y humanista. La estructura de la novela se divide en tres partes: Los amigos del bosque, Soldados de Salamina y Cita en Stockton. En la primera parte, el narrador relata su proceso de descubrimiento de una historia olvidada: la huida de Rafael Sánchez Mazas, tras un fallido fusilamiento en los últimos días de la guerra.

La segunda parte reconstruye la historia del propio Sánchez Mazas, su fuga en el bosque y el enigmático gesto de un soldado republicano que, habiéndolo encontrado, decide no matarlo ni delatarlo. Este acto de piedad se convierte en el eje moral y emocional de la novela. Finalmente, el narrador localiza a Miralles, un anciano excombatiente republicano exiliado en Francia, que podría ser el soldado que salvó a Sánchez Mazas. Aunque la identidad del salvador nunca se confirma, Miralles se erige como símbolo del heroísmo silencioso y del sacrificio de los derrotados.

En cuanto a los personajes principales, destacan:

  • Javier Cercas (narrador): Actúa como alter ego del autor y representa al intelectual contemporáneo que busca comprender el pasado.
  • Rafael Sánchez Mazas: Figura histórica real, ideólogo de la Falange Española y protegido del franquismo. Cercas lo retrata como un ser humano enfrentado a su propia vulnerabilidad.
  • El soldado republicano anónimo: Su identidad permanece indefinida, se convierte en la encarnación de una humanidad profunda y silenciosa en un contexto de violencia extrema.
  • Miralles: Anciano excombatiente republicano que representa la memoria viva de los derrotados y la posibilidad de encontrar la grandeza en la derrota.

El estilo de Cercas se caracteriza por una prosa clara, sobria y a menudo autorreflexiva. La novela alterna pasajes narrativos con momentos de análisis, entrevistas y digresiones filosóficas. Desde el punto de vista literario, la obra dialoga con la tradición de la novela testimonial, el reportaje literario y el ensayo filosófico. Soldados de Salamina es una novela que, bajo la apariencia de una investigación histórica, plantea cuestiones esenciales sobre la condición humana, el sentido del heroísmo y la necesidad de recuperar la memoria silenciada de los vencidos. La novela no ofrece respuestas cerradas, sino que invita al lector a reflexionar sobre la complejidad de la historia.

Comentario Crítico de La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela

La obra objeto de comentario es La familia de Pascual Duarte, escrita por Camilo José Cela y publicada en 1942, tres años después de finalizar la Guerra Civil. Con esta novela surge el tremendismo, que fusiona un realismo crudo y existencial, marcado por la violencia, la miseria y el pesimismo. Este movimiento surgió a causa de la situación española, con el horror de la guerra y el inicio de la dictadura franquista.

Los principales temas que aborda son:

  • La desgracia del protagonista y su lucha personal.
  • La violencia (física, verbal o psicológica), reflejada en la actitud egoísta y agresiva de Pascual.
  • La familia, abordando la importancia de los vínculos familiares, pero en este caso, lo que les une es la violencia.
  • Otros temas como el odio, el pesimismo, la posguerra y la desigualdad.

La novela está escrita en primera persona; el protagonista es quien narra su historia de forma subjetiva. Se emplea un estilo directo para que la historia llegue de manera más vívida al lector.

En cuanto a los personajes, destacan:

  • Pascual: Un hombre impulsivo y violento debido al entorno en el que vive.
  • Rosario: Su hermana, una persona manipuladora que tiene una relación con el Estirao.
  • El Estirao: Quien se aprovechó de la esposa de Pascual, Lola.
  • Lola: Esposa de Pascual.
  • Esteban Duarte: Padre de Pascual, cruel y agresivo.
  • Madre de Pascual: De carácter frío y distante.

La novela, estructurada en tres partes, narra la confesión de un condenado a muerte, escrita en la cárcel, lo que le confiere un tono muy realista al publicarse póstumamente. En ella, Pascual comienza relatando su infancia, marcada por el abuso. Se casa con Lola, tras la muerte de su hermano menor. Años después, mata al Estirao por haber dejado embarazada a Lola; esta última muere del disgusto, por lo que lo encierran. Al salir, regresa al pueblo, se casa y termina matando a su madre, debido al rencor que le profesaba, y vuelve a huir. En cuanto al tiempo, se podría considerar lineal, ya que explica su historia desde la niñez hasta su actualidad, pero hace alusiones a su presente, lo que introduce elementos de analepsis. El espacio es muy amplio, pero el más destacado es su pueblo, Almendralejo.

Por último, respecto al estilo, los personajes emplean un lenguaje propio de un campesino, es decir, vulgar, popular y rural. Aunque utiliza un léxico complejo, resulta muy fácil de leer. En conclusión, La familia de Pascual Duarte es una obra de gran valor literario y una de las mejores de Camilo José Cela.

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