David Hume: Empirismo, Conocimiento y Crítica Filosófica
David Hume, una figura central del empirismo británico, revolucionó la filosofía con su enfoque en la experiencia como fuente primordial de todo conocimiento. Su obra desafió las nociones tradicionales sobre la causalidad, la metafísica y la moral, sentando las bases para el escepticismo y el pensamiento moderno.
1. El Conocimiento en la Filosofía de Hume
1.1. Empirismo: La Experiencia como Fundamento
El empirismo es la corriente filosófica que sostiene que todo conocimiento proviene de la experiencia. Para Hume, nuestra mente es una «tabla rasa» que se llena a través de las percepciones.
1.2. Impresiones e Ideas: Los Componentes del Conocimiento
- Impresiones: Son percepciones mentales fuertes e intensas, producidas por la sensibilidad. Se originan cuando vemos, oímos, sentimos, o bien cuando deseamos, nos emocionamos y experimentamos pasiones. Son los datos inmediatos de la experiencia.
- Ideas: Son copias o representaciones de las impresiones, menos fuertes e intensas. Una idea solo será verdadera si podemos encontrar la impresión que la ha generado. En caso contrario, será ficticia o falsa. Las impresiones son, por tanto, el fundamento del conocimiento humano.
1.3. Tipos de Conocimiento Racional
Hume distingue entre dos tipos de conocimiento racional:
- Conocimiento de relaciones entre ideas: Proposiciones evidentes racionalmente cuya verdad puede establecerse sin recurrir a la experiencia. Su contrario es lógicamente imposible. Este es el conocimiento propio de la lógica y las matemáticas.
- Conocimiento de cuestiones de hecho: Es el conocimiento que trata sobre la realidad, del cual solo podemos conocer algo a partir de la experiencia. Todo conocimiento sobre la realidad parece basarse en la relación causa-efecto.
1.4. La Crítica al Principio de Causalidad
El principio de causalidad postula que todo fenómeno que observamos empíricamente es el efecto de una causa. Tradicionalmente, se creía que, conociendo el fenómeno, podíamos remontarnos a la causa que lo produjo, y dada la causa, podíamos deducir el efecto que produciría. Dado que el conocimiento se limita a impresiones y no podemos tener impresiones del futuro, nuestro conocimiento futuro se basa en una inferencia causal: proyectamos la relación causa-efecto observada en el pasado hacia el futuro, fundamentándonos en la idea de una conexión necesaria entre causa y efecto.
Sin embargo, Hume critica este principio. Argumenta que la idea de «conexión necesaria» no se basa en ninguna impresión. Lo único que observamos es una sucesión temporal constante entre impresiones en el pasado, pero esta constancia no implica una necesidad inherente. Por ello, no podemos tener certeza racional de la relación causal en el futuro. La conexión necesaria está más allá del conocimiento humano, ya que no se deriva de ninguna impresión.
1.5. Consecuencias del Escepticismo Humeano
Como consecuencia de esta crítica, Hume concluye que el conocimiento sobre el mundo y las leyes naturales solo nos proporcionará verdades probables y cambiantes, y no verdades necesarias y universales. Con esto, introduce el escepticismo en el campo de la filosofía. La inferencia causal será legítima cuando se aplique a dos impresiones sensibles, siempre que reconozcamos su carácter solo probable. Pero la inferencia causal es ilegítima cuando la aplicamos a objetos o conceptos que están más allá de nuestras impresiones.
2. Crítica de la Metafísica
Hume extiende su empirismo a la metafísica, cuestionando la existencia de entidades que no se derivan de impresiones:
- Realidad exterior: Critica la idea de un mundo externo como realidad objetiva. Las ideas solo son válidas cuando se corresponden con alguna impresión, y las impresiones son, en última instancia, contenidos o representaciones mentales. No podemos tener una impresión de la «sustancia» del mundo exterior en sí misma.
- Dios: A la idea de Dios no le corresponde ninguna impresión sensible. Por lo tanto, su existencia es indemostrable. Tampoco podemos aplicar el principio de causalidad para intentar su demostración, ya que esto iría más allá de nuestras impresiones. Cuestionarse el origen de nuestras impresiones nos lleva más allá de los límites del conocimiento humano.
- El Yo (Sustancia pensante): La idea de un «yo» sustancial e inmutable también es indemostrable. Necesitaríamos una impresión que fuese constante durante todo el tiempo de nuestra vida, pero las impresiones son cambiantes y se suceden ininterrumpidamente unas a otras. Al no haber impresiones invariables y fijas, la idea de un yo como sustancia no puede demostrarse. Proviene, más bien, de la memoria y la asociación de ideas.
Tras la crítica de las sustancias (mundo, Dios, yo) y del principio de causalidad, nos encontramos con que no podemos saber nada con certeza absoluta acerca del mundo externo, ni de Dios, ni de un yo sustancial.
3. La Moral en Hume: El Sentimiento como Fundamento
Hume critica el racionalismo moral, que sostiene que los juicios acerca de lo bueno y lo malo se basan en la razón. Para él, la moral no se fundamenta en el conocimiento racional, sino en el sentimiento subjetivo. Esto acerca a Hume al relativismo moral, pero él busca evitarlo al constatar que la naturaleza humana es común y que las pautas que regulan el sentimiento moral son más o menos generales y comunes a todos los seres humanos.
Un elemento común en todas las valoraciones morales es la utilidad. Esta utilidad es el origen de la opinión común de todos los hombres hacia virtudes universalmente reconocidas, como la justicia o la amistad. Con ello, Hume busca garantizar que el sentimiento moral no sea puramente individual y subjetivo, sino que pueda tener cierto valor universal al basarse en un sentimiento moral característico y común a todos los hombres.
4. La Política según Hume: Empirismo y Utilidad
Hume aplica su esquema empirista al análisis de la política, basándose en la observación de los hechos. La política no se fundamenta en grandes principios abstractos, ya que el análisis concreto y particular de cada caso demuestra que no existen fórmulas políticas generales. Los sistemas políticos deben adaptarse a las características específicas de cada sociedad o nación particular y concreta.
En general, el origen del gobierno y de las formas políticas se encuentra en la utilidad que los ciudadanos encuentran en la existencia de las instituciones políticas. La sociedad natural, como la familia y la unión de familias, surge de manera natural, basada en instintos sexuales y reproductivos. Sin embargo, las instituciones políticas existen en función del interés y la utilidad que reportan a los miembros de la sociedad, garantizando el orden y la seguridad.
Etiquetas: Causalidad, Conocimiento, empirismo, Filosofia, Hume, Metafísica, Moral
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