05 Jul
Conceptos Fundamentales en Filosofía Moderna
Ley Natural (Tomás de Aquino)
La ley natural, en el pensamiento de Tomás de Aquino, es el conjunto de principios morales universales inscritos en la naturaleza humana y accesibles mediante la razón. Se entiende como una participación en la ley eterna, es decir, el orden divino que rige el universo, lo que permite a los seres humanos reconocer de manera innata lo que es bueno y malo. Así, la ley natural guía la conducta humana hacia el bien común y el cumplimiento del fin último, sin requerir revelaciones divinas específicas.
Experiencia (Hume)
Para Hume, la experiencia es la fuente primordial de todo conocimiento. Según su perspectiva empirista, la mente nace como una «tabla rasa» y todas nuestras ideas se derivan de las impresiones sensoriales que recibimos del mundo. Esto significa que el conocimiento humano está limitado a lo que podemos percibir, y toda nuestra comprensión se construye a partir de la experiencia directa de la realidad.
Causalidad (Hume)
Hume aborda la causalidad como una relación inferida a partir de la observación constante de eventos que se suceden uno tras otro. Aunque notamos que ciertos eventos siempre siguen a otros, no podemos percibir una conexión necesaria en sí misma, sino que atribuimos causalidad por hábito o costumbre mental. Para él, la idea de que una causa produce un efecto surge de la repetición constante y la asociación de ideas, y no de una relación observable de necesidad entre los hechos.
Cogito (Descartes)
El Cogito, resumido en la famosa frase «pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum), es el fundamento que Descartes encuentra tras someter todas sus creencias a la duda metódica. Aunque se pueda dudar de la existencia del mundo material o de los sentidos, el mero acto de pensar —ya sea dudar, imaginar o razonar— confirma de manera indudable la existencia del sujeto que piensa. Este hallazgo se convierte en la base segura sobre la cual reconstruir el conocimiento y la filosofía moderna.
Ideas Innatas (Descartes)
Según Descartes, las ideas innatas son conceptos que la mente posee desde el nacimiento, sin necesidad de haber sido adquiridos a través de la experiencia sensorial. Ejemplos de estas ideas son la noción del yo, de Dios y ciertos principios matemáticos o lógicos, los cuales son evidentes por sí mismos. Estas ideas fundamentales permiten a la mente estructurar y comprender la realidad, sirviendo como pilares seguros para el desarrollo del conocimiento.
Racionalismo y Empirismo: Un Contraste entre Descartes y Hume
Introducción
René Descartes y David Hume representan dos corrientes fundamentales en la filosofía moderna: el racionalismo y el empirismo. Mientras Descartes defiende la primacía de la razón y la existencia de ideas innatas, Hume sostiene que todo conocimiento se origina en la experiencia sensorial. Este estudio contrasta sus posturas respecto al origen del conocimiento, la causalidad y la concepción del yo, resaltando tanto sus puntos en común como sus diferencias.
Origen del Conocimiento
Descartes (Racionalismo)
Sostiene que la razón es la principal fuente del conocimiento. Para él, existen ideas innatas, es decir, conceptos que están presentes en la mente desde el nacimiento (por ejemplo, la noción del yo y de Dios) y que permiten alcanzar certezas mediante el uso de la razón. Su método de duda metódica culmina en el «Cogito, ergo sum», que es indudable porque el acto de pensar confirma la existencia del sujeto.
Hume (Empirismo)
Afirma que todo conocimiento proviene de la experiencia. Según Hume, la mente nace como una «tabla rasa» y se llena a través de las impresiones sensoriales. No existen ideas innatas; las ideas son meras copias o transformaciones de las impresiones recibidas del entorno.
Causalidad
Descartes
Tiende a considerar que, mediante la razón, es posible comprender las relaciones de causa y efecto de manera clara y evidente. La causalidad se enmarca dentro de un orden racional del universo, accesible a la mente.
Hume
Desarrolla un escepticismo radical sobre la causalidad. Argumenta que, aunque observamos la sucesión constante de eventos, no podemos percibir una conexión necesaria entre ellos. La idea de causalidad es, en cambio, fruto de la costumbre y la asociación de ideas, sin una base observable que justifique una relación necesaria entre causa y efecto.
La Naturaleza del Yo
Descartes
Defiende la existencia de un «yo» pensante e independiente del cuerpo, al cual se accede de manera inmediata a través del pensamiento. Este dualismo mente-cuerpo es un elemento central de su filosofía.
Hume
Cuestiona la noción de un yo permanente. Considera que lo que llamamos «yo» es simplemente un conjunto de percepciones en constante cambio, sin una identidad fija o sustancial.
Conclusión
En resumen, mientras Descartes confía en la razón y en ideas innatas para alcanzar certezas fundamentales, Hume pone el énfasis en la experiencia y en la observación empírica, mostrando un profundo escepticismo respecto a conceptos como la causalidad y la identidad personal. Estas diferencias reflejan las dos corrientes filosóficas opuestas que marcaron la transición de la filosofía moderna: el racionalismo cartesiano frente al empirismo humeano.
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