05 Jul
Documentos Históricos Clave del País Vasco
TEXTO 21: «Pacto de Bayona» (31-03-1945)
Las organizaciones políticas y sindicales de Euzkadi en Francia, que unidas en torno al Gobierno de Euzkadi lucharon heroicamente contra el movimiento insurreccional dirigido por Franco, sin renuncia ni hipoteca para el futuro de sus particularidades ideológicas, manifiestan:
- Ratificar la unión de sus fuerzas respectivas en la obra común iniciada el 18 de julio de 1936, con motivo de la sublevación militar, unión que se plasmó en forma orgánica al constituirse, el 7 de octubre de 1936, el Gobierno de Euzkadi, de acuerdo con el Estatuto votado por las Cortes Republicanas, presidido por el Excmo. Sr. Don José Antonio de Aguirre.
- Afirmar su confianza a dicho Gobierno y prestarle la colaboración necesaria como representación legítima del pueblo vasco, siempre que recoja sus aspiraciones políticas y sociales.
- Respetar y defender, una vez restablecida la normalidad democrática, los deseos del pueblo vasco, que los expresará libremente.
- Constituirse en organismo consultivo que asesore, prepare y secunde la labor a desarrollar por el Gobierno de Euzkadi, una vez lograda la caída del régimen antidemocrático por el que han sido expulsados temporalmente del territorio vasco a consecuencia de la guerra. El funcionamiento de este organismo será regulado por una reglamentación adecuada.
- Continuar al lado de los pueblos, partidos políticos y organizaciones sindicales de la península en la lucha, en todos sus órdenes, contra el Gobierno de Franco, la Falange y cualquier otro régimen dictatorial, así como contra todos aquellos intentos antidemocráticos y de restauración monárquica que pudieran surgir.
TEXTO 22: Homilía del Obispo de Bilbao: Antonio Añoveros (24-02-1974)
Uno de los problemas que más seriamente dañan la convivencia ciudadana en el País Vasco y que afecta igualmente a la buena marcha de nuestra Iglesia diocesana es el, así llamado, problema vasco. ¿En qué consiste dicho problema? Reduciéndolo a lo esencial, puede expresarse de esta manera: mientras unos grupos de ciudadanos, aunque con matices distintos, afirman la existencia de una opresión del pueblo vasco y exigen el reconocimiento práctico de sus derechos, otros grupos rechazan indignados esta acusación y proclaman que todo intento de modificar la situación establecida constituye un grave atentado contra el orden social. (…) El pueblo vasco tiene unas características propias de tipo cultural y espiritual, entre las que destaca su lengua milenaria. Esos rasgos peculiares dan al pueblo una personalidad específica dentro del conjunto de pueblos que constituyen el Estado español actual. El pueblo vasco, al igual que los demás pueblos del Estado español, tiene el derecho de conservar su propia identidad, cultivando y desarrollando su patrimonio espiritual, sin perjuicio de un saludable intercambio con los pueblos circunvecinos, dentro de una organización sociopolítica que reconozca su justa libertad. Sin embargo, en las actuales circunstancias, el pueblo vasco tropieza con serios obstáculos para poder disfrutar de este derecho. El uso de la lengua vasca, tanto en la enseñanza en sus distintos niveles como en los medios de comunicación (prensa, radio, TV), está sometido a notorias restricciones. Las diversas manifestaciones culturales se hallan también sometidas a un control indiscriminado. La Iglesia, para anunciar y hacer presente la salvación de Cristo en esta situación concreta de la diócesis, tiene que exhortar y estimular para que se modifiquen convenientemente las situaciones en nuestro pueblo. Antonio Añoveros, «El cristianismo, mensaje de salvación para los pueblos», homilía leída en las iglesias de Bizkaia el 24 de febrero de 1974.
Contexto Histórico y Protagonistas del País Vasco
PNV, ETA, Juicio de Burgos y Caso Añoveros
El PNV (Partido Nacionalista Vasco) fue una de las principales fuerzas opositoras al franquismo, aunque su reacción fue lenta debido a la represión, la pérdida de apoyo internacional y las divisiones internas. En 1959, en este contexto, surgió ETA (Euskadi Ta Askatasuna), una escisión del PNV formada por jóvenes nacionalistas que consideraban insuficiente la estrategia política del partido y apostaban por la lucha armada para lograr la independencia del País Vasco. ETA llevó a cabo atentados y acciones de sabotaje, lo que provocó una fuerte respuesta del régimen franquista.
Uno de los momentos clave en esta confrontación fue el Juicio de Burgos (1970), un proceso militar contra varios miembros de ETA acusados de terrorismo y otros delitos. El juicio generó gran controversia tanto dentro como fuera de España, ya que las acusaciones de tortura y la falta de garantías procesales desataron una ola de protestas internacionales. Las condenas a muerte impuestas a algunos de los acusados fueron finalmente conmutadas por la presión internacional, pero el juicio supuso un punto de inflexión que fortaleció la oposición al franquismo y visibilizó el conflicto vasco.
A la par de la resistencia política y militar, también se dio una oposición religiosa y cultural. Un ejemplo de ello fue el Caso Añoveros (1974), cuando el obispo de Bilbao, Antonio Añoveros, pronunció una homilía defendiendo la identidad cultural vasca y denunciando la represión del franquismo. El régimen reaccionó con dureza, ordenando su arresto y deportación, pero la firme oposición del Vaticano y la amenaza de excomunión al gobierno de Franco obligaron al régimen a dar marcha atrás, evidenciando la creciente debilidad del régimen en sus últimos años.
El Caso Añoveros: Tensión entre Iglesia y Franquismo (1974)
El Caso Añoveros se refiere a un episodio de fuerte tensión entre la Iglesia y el régimen franquista en 1974. Antonio Añoveros, obispo de Bilbao, se convirtió en una figura clave cuando, en una homilía, defendió la identidad cultural vasca y denunció la represión política del régimen. Añoveros criticó abiertamente la falta de libertad para el pueblo vasco y defendió su derecho a preservar su cultura e idioma. Esto provocó una reacción inmediata por parte del gobierno franquista, que trató de deslegitimar al obispo y lo acusó de incitar al separatismo. Ante esta situación, se ordenó su arresto y posterior deportación. Sin embargo, el Vaticano, que respaldó al obispo, presionó al régimen de Franco para que lo liberara, lo que obligó al régimen a ceder. El Caso Añoveros evidenció las crecientes tensiones entre el nacionalismo vasco y la dictadura y subrayó la oposición interna dentro de la Iglesia frente al franquismo.
Posición de los Territorios Vascos ante el Golpe de Estado de 1936
Tras el golpe de Estado de 1936, el País Vasco se dividió en dos bloques: Álava y Navarra, con una fuerte influencia de los sectores carlistas y conservadores, se unieron rápidamente al bando franquista. Por el contrario, Vizcaya y Guipúzcoa permanecieron leales a la República y se convirtieron en los principales focos de resistencia contra los sublevados. En estos territorios, especialmente en Bilbao, se vivieron momentos de gran tensión y enfrentamientos. Esta división reflejaba las profundas diferencias ideológicas del País Vasco, donde algunos veían en el franquismo una continuación del orden tradicional, mientras que otros luchaban por la República y el autogobierno vasco. La caída de Bilbao en 1937 puso fin a la resistencia republicana en la región, y el País Vasco pasó finalmente a estar bajo control franquista.
El Movimiento Cooperativo Mondragón: Un Modelo de Éxito Vasco
El Movimiento Cooperativo Mondragón nació en 1956 bajo la iniciativa del sacerdote José María Arizmendiarrieta, en la localidad de Mondragón, en Guipúzcoa. Este movimiento fue una respuesta a las dificultades económicas de la posguerra, con el objetivo de crear empleo y fomentar la solidaridad entre los trabajadores. La primera empresa cooperativa, la cooperativa Ulgor, se fundó en 1959 y, a lo largo de las décadas siguientes, el modelo cooperativo se expandió a otros sectores como la industria, la alimentación y los servicios. La peculiaridad de este modelo radica en su estructura cooperativa, donde los trabajadores no solo son empleados, sino también socios y gestores de las empresas, participando en las decisiones y en los beneficios. Mondragón ha logrado mantenerse como un modelo exitoso, incluso frente a las crisis económicas, gracias a su capacidad de adaptación y a la solidaridad entre sus cooperativas. En la actualidad, el Grupo Mondragón es uno de los mayores conglomerados cooperativos del mundo, con presencia internacional y un importante impacto en la economía vasca. Su éxito ha sido reconocido por ser un ejemplo de cómo el cooperativismo puede generar crecimiento económico y estabilidad social, manteniendo principios democráticos en su organización.
La Guerra Civil y sus Consecuencias en el País Vasco
Fases del Desarrollo de la Guerra Civil en el País Vasco
El desarrollo de la Guerra Civil en el País Vasco pasó por tres fases principales:
Invasión de Guipúzcoa (septiembre de 1936)
Tras el inicio del conflicto, las tropas franquistas avanzaron rápidamente desde Navarra, con apoyo carlista, cortando la frontera con Francia y dejando aislado al País Vasco republicano. El 13 de septiembre, San Sebastián cayó en manos franquistas. Este avance forzó a muchas personas a huir hacia Vizcaya o a cruzar la frontera, especialmente dirigentes políticos, intelectuales y militantes de izquierda. Aunque algunos refugiados regresaron tras la estabilización del frente en la línea del Deva, la presión sobre los republicanos aumentó.
Ofensiva de Villarreal y ataque a Vizcaya (noviembre de 1936 – junio de 1937)
En un intento de cambiar el curso de la guerra, las tropas vascas lanzaron la Ofensiva de Villarreal en diciembre de 1936, con el objetivo de tomar esta localidad en Álava. Sin embargo, la falta de armamento y coordinación llevó al fracaso de la ofensiva. Esto debilitó la defensa republicana y facilitó la ofensiva franquista sobre Vizcaya, iniciada el 31 de marzo de 1937. Con el apoyo de la Legión Cóndor alemana, los franquistas bombardearon varias ciudades vascas, siendo el ataque más devastador el bombardeo de Guernica el 26 de abril de 1937, que se convirtió en un símbolo de la brutalidad del conflicto. Finalmente, el 19 de junio de 1937, Bilbao cayó, marcando un golpe devastador para la resistencia republicana en Euskadi. Tras esta fase, miles de personas huyeron hacia Santander y Asturias, mientras que otras fueron enviadas al exilio en Francia o Reino Unido.
Final de la Resistencia y Pacto de Santoña (agosto de 1937)
Con la caída de Bilbao, la resistencia republicana en el norte se desmoronó. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) intentó negociar una rendición con los italianos en Santoña, esperando obtener garantías para sus combatientes. Sin embargo, Franco rechazó el pacto y los prisioneros vascos fueron entregados a sus tropas. Como resultado, miles de combatientes fueron encarcelados, fusilados o enviados al exilio, sellando la derrota del último foco republicano en el norte de España.
Desplazamientos de Población y Exilio Vasco
Los desplazamientos de población en el País Vasco estuvieron directamente ligados a la evolución de la guerra y a la represión franquista.
Tras la Campaña de Guipúzcoa (septiembre de 1936)
La caída de Guipúzcoa provocó una huida masiva de republicanos, socialistas y nacionalistas vascos hacia Francia, ya que la frontera con Navarra quedó bajo control franquista. Esta primera oleada de exiliados incluyó a dirigentes del PNV y de la izquierda.
Tras la Ofensiva sobre Vizcaya (marzo-junio de 1937)
El bombardeo de Guernica y la entrada de los franquistas en Bilbao causaron un éxodo mayor. Se organizaron evacuaciones de niños (los «Niños de la Guerra») hacia Francia, Reino Unido y la URSS, mientras que muchos combatientes huyeron a Santander y Asturias para continuar la resistencia.
Tras el Pacto de Santoña y la Caída del Frente Vasco (agosto de 1937)
Con la rendición del Ejército Vasco, miles de republicanos y nacionalistas intentaron huir. Algunos fueron capturados y fusilados, mientras que otros lograron exiliarse a Francia. La represión franquista llevó a un exilio duradero, con muchos refugiados que no pudieron regresar hasta la Transición. Esta situación de exilio y represión marcó el surgimiento de ETA años después. El Juicio de Burgos y el Caso Añoveros fueron reflejos del conflicto entre el nacionalismo vasco y el franquismo, que perduró incluso tras la guerra.
El Franquismo en el País Vasco: Ideología, Oposición y Crisis
Las Bases Ideológicas del Régimen Franquista
El franquismo se basó en una ideología autoritaria, nacionalista y conservadora, rechazando cualquier forma de democracia y pluralismo político. La dictadura se apoyó en el catolicismo como pilar fundamental de la sociedad, promoviendo valores tradicionales y un papel subordinado de la mujer. También se impuso un fuerte centralismo, eliminando los estatutos de autonomía y persiguiendo las lenguas y culturas regionales. Otro elemento clave fue el militarismo, ya que Franco, como líder supremo, mantuvo un régimen basado en la disciplina y el orden. La Falange, con su ideal de un Estado corporativista, también influyó en la política del régimen, especialmente en los primeros años. Además, el franquismo se definió por su fuerte anticomunismo y represión contra cualquier ideología opuesta.
El Exilio Vasco tras la Guerra Civil
El exilio vasco comenzó con la Guerra Civil y se intensificó tras la caída de Bilbao el 19 de junio de 1937. Inicialmente, muchas familias huyeron por temor a represalias, pero la gran oleada de refugiados ocurrió con el avance franquista en Guipúzcoa y Vizcaya. Mujeres y niños fueron evacuados a Francia, especialmente tras los bombardeos de Durango y Guernica. En marzo de 1937, se organizó la primera expedición infantil desde Bermeo, en barcos británicos que los llevaron a Francia. Más adelante, el Gobierno Vasco coordinó evacuaciones masivas desde Santurce, Santander y Asturias. En total, se estima que 130.000 vascos se exiliaron en 1937, estableciéndose en Francia, Reino Unido, México y otros países.
La Oposición Antifranquista en el País Vasco
Durante los primeros años del franquismo, la oposición en el País Vasco fue muy débil debido a la represión y el exilio. Sin embargo, a partir de los años 50 comenzó a reorganizarse. Se promovió la infiltración en el sindicato oficial, aumentaron las huelgas y se buscó apoyo internacional. El Congreso Mundial Vasco de 1956 intentó fortalecer la resistencia, pero fracasó por divisiones internas. En 1957, el Gobierno Vasco en el exilio firmó el Pacto de París, renunciando a la República y apoyando una democracia con el fin de unir fuerzas opositoras. Mientras tanto, la Iglesia vasca, aunque en su mayoría aliada del régimen, empezó a acoger sectores críticos en las décadas de los 60 y 70. Algunas organizaciones religiosas como la JOC y la HOAC tuvieron cierto papel en la oposición. El debilitamiento del PNV permitió la aparición de EKIN, un grupo juvenil nacionalista que en 1959 se convirtió en ETA, adoptando una estrategia de lucha armada inspirada en movimientos de liberación como el de Argelia o Cuba.
La Crisis de la Dictadura Franquista en el País Vasco (1970-1975)
Entre 1970 y 1975, el franquismo enfrentó una crisis en el País Vasco debido a la contradicción entre el crecimiento económico y la falta de libertades políticas. A pesar del desarrollo industrial y la mejora en la calidad de vida, el régimen no concedió ninguna apertura democrática, lo que generó una creciente insatisfacción social. Los partidos políticos opositores intentaron reorganizarse, aunque con dificultades. Los republicanos quedaron casi inactivos, los socialistas sufrieron divisiones internas y los comunistas continuaron la lucha clandestina. En el ámbito nacionalista, hubo un relevo generacional dentro del PNV, mientras que ETA ganó protagonismo con atentados y acciones de propaganda, logrando internacionalizar su causa con el Juicio de Burgos en 1970. La Iglesia también se volvió más crítica con el régimen, destacando el conflicto con el obispo de Bilbao, Antonio Añoveros, quien en una homilía defendió el derecho del pueblo vasco a preservar su identidad. Además, el movimiento obrero amplificó las protestas con huelgas y manifestaciones. A sindicatos como CCOO se sumaron UGT, USO y ELA, junto a partidos de izquierda como el PCE y el PSOE. La tensión política y social aumentó en los últimos años del franquismo, preparando el camino para los cambios que llegarían con la Transición.
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