28 Feb

producción se distinguen tres etapas. La etapa realista (años 40-50) es una crítica de la sociedad española del momento.
Historia de una escalera muestra, a través de la vida de varias familias que comparten el mismo bloque de vecinos, la falta de esperanza y de oportunidades de la clase media trabajadora. En la ardiente oscuridad es una obra más simbólica: el protagonista ingresa en una institución para invidentes, a los que contagia su pesimismo. La ceguera se convierte en un símbolo del inconformismo humano ante las propias limitaciones. En las parábolas históricas (años 60) compone obras ambientadas en los siglos XVII y XVIII, en las que las acciones del pasado explican el presente, con referencias directas al poder y al modo en que este se ejerce. Un soñador para un pueblo recrea los acontecimientos vividos durante el motín de Esquilache. La etapa de renovación formal (años 70) propondrá la disposición de diferentes espacios sobre el escenario que se alternan ante los ojos del espectador por medio de la iluminación y la decoración y que pueden ofrecer simultaneidad en las acciones. Destaca también el uso de los llamados “efectos de inmersión”, que buscan introducir al espectador en la obra: el ruido del tren en El tragaluz refleja los remordimientos de los personajes; en El sueño de la razón, el espectador puede escuchar las voces que Goya percibe en el interior de su mente. Alfonso Sastre considera que el escritor debe actuar como si no existiera un teatro imposible de estrenar. Su primera obra, Escuadra hacia la muerte (1953), plantea una propuesta antimilitarista debajo de una situación existencialista. Sastre trata algunos de sus temas más importantes: la opresión y la rebelión, los remordimientos y la expiación de la culpa. Sus obras posteriores tratan problemas sociales: La mordaza cuenta la historia de un déspota que tiene atemorizada a su familia. La obra trata encubiertamente el tema de la censura, la represión y la dictadura. En los años setenta compondrá sus “tragedias complejas”, con las que intenta analizar el presente mediante la revisión de un momento histórico en el que el individuo vivía sometido a las injusticias del poder.

 Poco a poco, la influencia de vanguardistas y el teatro del absurdo llega a los autores españoles. Los nuevos dramaturgos abandonarán el Realismo con un teatro que prima los aspectos dramáticos y escenográficos y que no tiene mucho éxito comercial. Este teatro se caracteriza por la preocupación por temas sociales (la injusticia, la soledad, la incomunicación), la presencia de personajes simbólicos (el poder, la dictadura…), la importancia de los elementos no verbales en la representación (luz, proyecciones audiovisuales, mímica, música…), el uso de un lenguaje simbólico y la participación del espectador en la representación. Francisco Nieva ha realizado algunos de los montajes más vanguardistas del teatro español. El mismo Nieva ha establecido una clasificación de su producción dramática: un “teatro de farsa y calamidad”, de corte más tradicional; su “teatro furioso”, dramas cercanos al esperpento con un lenguaje Barroco, con personajes que no son individuos sino prototipos (Pelo de tormenta, 1961); y las “reóperas”, modalidad de teatro breve, que pueden ser ampliadas por el director. Entre sus temas destacan el sexo y la religión, las convenciones sociales, el humor, los mitos y la muerte, siempre tratados desde un punto de vista crítico. Fernando Arrabal se separó a finales de los años cincuenta de la estética realista y se exilió en París, donde su producción es más conocida que en España. Pic-nic (1952), su primera obra, es un alegato contra la guerra, pero no será hasta la creación de El triciclo cuando tome postura a favor de la estética de vanguardia. Su teatro implicaba una revolución total, al negar toda realidad o Naturalismo. A partir de su estancia en París y de la fundación del “teatro pánico”, su obra se vuelve onírica, cruel y crítica con cualquier régimen político.

En los años setenta aparecen importantes grupos teatrales independientes, herederos de los grupos de teatro universitario, como Tábano, Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels Baus… Este teatro independiente se caracteriza por la representación de conflictos trascendentes; el uso del lenguaje solo como un apoyo del espectáculo;
La superioridad del trabajo colectivo frente al individual; el espectador es un elemento más en la creación del espectáculo.

3. CONCLUSIÓN: EL TEATRO A PARTIR DE 1975 Tras la muerte de Franco, cambia el panorama social y cultural en España: desaparece la censura, se incrementan los premios literarios y los festivales de teatro, aumentan las subvenciones a los espectáculos teatrales, se revitalizan los teatros nacionales y se recuperan numerosas salas teatrales. En líneas generales, se huye del experimentalismo y se vuelve a la tradición teatral.
Conviven espectáculos de grupos independientes, autores experimentales como Nieva, y los nuevos autores dramáticos, que se inclinan a la comedia neorrealista. El teatro se concibe como un espectáculo, el director de escena cobra gran relevancia y se rescatan obras prohibidas de autores españoles y europeos.

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