27 Jul

Introducción a la Teoría de las Ideas

La Teoría de las Ideas, columna vertebral de la filosofía platónica, surge, siguiendo la línea marcada por Sócrates, para ofrecer un fundamento objetivo a los valores morales que ha de sostener el hombre.

Desarrollo de la Teoría Platónica

El Dualismo Ontológico: Mundo Inteligible y Mundo Sensible

Platón afirma la existencia de dos mundos (dos tipos de realidad): el mundo inteligible y el mundo sensible.[1]

El Mundo Inteligible: Ideas y Objetos Matemáticos

El mundo inteligible está constituido fundamentalmente por las Ideas o Formas y los objetos matemáticos: los números y las figuras.

Las Ideas son realidades. Las Ideas platónicas no son actos o contenidos del pensamiento, son correlatos objetivos de nuestros conceptos. Las Ideas se caracterizan por ser absolutas, eternas, inmutables; son, asimismo, simples e inmateriales, solo captables por el entendimiento.

Los números y figuras matemáticas son copias de las Ideas y tienen, por tanto, un grado menor de realidad.

El Mundo Sensible: Copias Imperfectas

Al mundo sensible pertenecen las cosas materiales (seres naturales y artificiales) y, con menor grado de realidad, sus imágenes, sombras y reflejos.

La relación entre ambos mundos, entre las Ideas y las cosas del mundo sensible, es la participación: cada individuo particular es lo que es porque participa de una Idea determinada.

Las cosas materiales y sensibles no tienen ser verdadero; son copias, sombras o imágenes imperfectas de los verdaderos seres, que son las Ideas.

Por esto, para Platón, el mundo inteligible es la auténtica realidad, mientras que el sensible es el mundo de la apariencia.

El Papel del Demiurgo en la Creación

Platón recurre a la figura del Demiurgo, el cual forma las cosas del mundo sensible a partir de una masa, la materia, tomando como modelos a las Ideas. El Demiurgo es un ser eterno, invisible, inteligente, bueno y poderoso, feliz y sin envidia, que quiso difundir su propio bien y el de las Ideas comunicándolo todo lo posible; para ello, actuó sobre la materia, con el fin de llevarla a un estado de orden y belleza. Las imperfecciones que hay son producto de la propia materia.

La Naturaleza del Bien: Analogía con el Sol

Platón explica la naturaleza del Bien en el libro VI de la República por medio de su analogía con el Sol. Comienza recordando la distinción entre mundo sensible y mundo inteligible. Los puntos de semejanza son dos:

  1. Al igual que el sol permite a los ojos ver y a los objetos ser vistos, y él mismo es visible, el Bien, sin ser la ciencia ni la verdad sino algo superior a estas, es causa de ambas, en el sentido de que permite a la inteligencia entender y a las Ideas ser entendidas, y él mismo es inteligible.
  2. De la misma manera que el sol no solo hace a las cosas visibles, sino que es responsable de su generación y crecimiento sin que él mismo sea estos procesos, así también, el Bien no solo hace a las formas inteligibles.

El Mito de la Caverna: Simbolismo de la Realidad

La caverna simboliza el mundo sensible y el exterior el mundo inteligible. Las sombras en el muro terminal representan las imágenes. Las sombras y reflejos de hombres y animales del exterior de la caverna representan los entes matemáticos y, por último, los hombres y otros seres de la tierra y el cielo, las Ideas.

Críticas y Funciones de la Teoría de las Ideas

Aspecto Epistemológico y Objeciones

En la República se aborda el tema desde varios ángulos, pero se desarrolla sobre todo el aspecto epistemológico (conocimiento) de la teoría.

La Teoría de las Ideas se somete a crítica en el Parménides y a revisión en el Sofista.

Las objeciones que Platón planteó en el Parménides a la Teoría de las Ideas fueron fundamentalmente dos:

  1. No está claro qué tipo de Ideas hay que admitir.
  2. Hay problemas a la hora de establecer qué relación hay entre las Ideas y los seres del mundo sensible. Si un hombre es semejante a otro porque ambos participan de la Idea de Hombre, puesto que hay un parecido entre un hombre y la Idea, debe de haber una Idea más allá de las que el hombre y la Idea de Hombre participen. A este argumento se le conoce como argumento del tercer hombre.

En El Sofista, Platón llega a la conclusión de que las Ideas están totalmente separadas del mundo sensible. Se concluye que algunas de ellas pueden relacionarse estrechamente entre sí, mientras que otras no pueden unirse en absoluto.

Funciones Esenciales de la Teoría de las Ideas

Es necesario hacer una referencia al aspecto matemático de la Teoría de las Ideas. Esta teoría cumple, además, tres funciones:

  1. En primer lugar, una función ética: superar el relativismo moral de los sofistas. Platón defiende el carácter absoluto de los valores morales al considerarlos Ideas.
  2. En segundo lugar, una función política: superar el convencionalismo de las leyes de los sofistas. Los gobernantes han de ser filósofos que se guíen no por su ambición política, sino por ideales (las Ideas) trascendentes y absolutos.
  3. En el mito de la caverna, el prisionero que ha logrado ver los seres reales en el mundo exterior y el mismo Sol regresa al interior de la caverna.
  4. Platón critica la democracia ateniense, ya que los políticos discuten las leyes o constituciones que son justas o injustas. El estado o ciudad ideal ha de ser gobernado, según Platón, por los filósofos. El filósofo que ha alcanzado la inteligencia de las Ideas y el Bien conoce la Justicia en sí y es así como ha de ser la verdadera política.
  5. Por último, una función científica: superar el escepticismo de los sofistas. El conocimiento solo puede versar sobre objetos estables y permanentes. Si queremos hacer ciencia, esos objetos han de existir.

El Alma y los Grados de Conocimiento

La Reminiscencia y la Inmortalidad del Alma

Según Platón, el conocer es relativo cuando hablamos de cosas relativas (las cosas del mundo sensible). El conocer es absoluto cuando hablamos de cosas absolutas (las Ideas). Lo sensible, que es mezcla de ser y no-ser, no puede ser objeto de ciencia, solo de opinión.

En el Menón, Platón afirma que el alma es inmortal y que, antes de estar en nuestro cuerpo, vivió muchas veces en este mundo y ha aprendido todas las cosas, pero al reencarnarse las olvida, aunque las recuerda poco a poco.

En el Fedón, el lugar donde el alma ha aprendido ha sido exclusivamente el Hades y lo que ha aprendido son las Ideas. Al encarnarse las olvida y ahora la percepción de sus instancias físicas nos las recuerdan. Sostiene Platón que hemos debido conocer la Igualdad absoluta antes que la relativa, pues al percibir la relativa sabemos ya que no es absoluta.

En el Fedro, el alma recuerda lo que ha aprendido en su vida en el Hades, pero no aporta ninguna idea nueva.

La Línea Dividida: Niveles de Realidad y Saber

Platón explica los grados de conocimiento de forma acabada en el libro VI de La República, donde nos muestra de forma gráfica su concepción de la realidad y del conocimiento: dividiendo una línea en dos segmentos desiguales, conforme al menor o mayor grado de realidad.

La Ciencia que se ocupa de las Ideas es el más elevado de los saberes, es el saber del filósofo. El ascenso del prisionero tras ver las figuras y el fuego, su ascenso al exterior para ver las sombras y reflejos y luego las cosas mismas, los astros y el Sol simboliza el ascenso cognoscitivo humano desde la imaginación hasta la inteligencia suprema del Bien.

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