27 Jul
¿Quién Soy Yo? La Composición del Ser Humano
Cuerpo y Alma: La Visión Mítica
Contexto Prefilosófico:
Antes de que existiera la filosofía, se explicaba el mundo mediante mitos o religiones.La Visión Mítica del Ser Humano:
Los mitos describen al ser humano como formado por dos partes:El cuerpo: hecho de materiales disponibles, parte material y extensa, que se puede percibir con los sentidos.
El alma: algo inmaterial (a veces se la describe como una chispa de fuego o aire) que comparte características con un ser superior.
Ejemplo Destacado:
Se menciona el mito del carro alado, que ilustra esta división fundamental.
Cuerpo y Alma: Perspectivas Filosóficas
Los filósofos antiguos también sostenían que la persona está compuesta de cuerpo y alma, pero cada uno ofrece una visión distinta sobre sus características y su unión.
Los Presocráticos
Anaxímenes:
Considera que el alma es el aliento vital; es decir, la vida depende de la respiración, similar al aire.Pitágoras:
Ve el alma como un espíritu divino que da vida al unirse al cuerpo. Además, cree que el alma reencarna en otro ser tras la muerte.Heráclito o Anaxágoras:
Plantean que el alma es una chispa de la inteligencia universal, encargada de dirigir la vida del ser humano.Demócrito:
Sostiene que el alma está compuesta de átomos muy sutiles, diferentes a los del cuerpo, y que se disgrega al morir la persona.
Los Filósofos Dualistas: Platón y Descartes
Platón:
El cuerpo es solo un envase que utiliza el alma.
El alma es de carácter divino y, por haber cometido un fallo en el Mundo de las Ideas, se reencarna.
La misión del ser humano es favorecer el desarrollo del alma para alcanzar un estado superior.
Descartes:
Define al cuerpo como “sustancia extensa” y al alma como “sustancia pensante”.
El cuerpo funciona como una máquina regida por leyes físicas, mientras que el alma es libre y se encarga de las funciones psicológicas.
Propone que ambos se unen en la glándula pineal para poder trabajar coordinados.
Los Filósofos Monistas: Aristóteles
Sostiene que la persona es una unidad en la que se pueden distinguir dos aspectos:
Materia (cuerpo): el elemento físico y biológico.
Forma (alma): lo que da vida, personalidad y la tendencia a realizarse como persona.
En esta visión, cuerpo y alma están íntimamente ligados y forman un solo ente.
El Sistema Nervioso y el Cerebro: Fundamentos Biológicos
La Neurona y su Funcionamiento
La neurona:
Es la unidad funcional del sistema nervioso y se compone de:Cuerpo celular: Contiene el núcleo de la célula.
Dendritas: Cortas extensiones que reciben estímulos.
Axón: Una prolongación larga encargada de transmitir los impulsos nerviosos.
Tipos de Neuronas:
Sensoriales (o aferentes): Transmiten la información desde los receptores del organismo hasta el cerebro.
Motoras (o eferentes): Llevan la respuesta desde el cerebro a los músculos.
Definición del Sistema Nervioso
Conjunto de nervios, incluido el cerebro, encargado de recibir información del exterior e interior del organismo, procesarla y generar respuestas (ya sea de forma refleja o mediante procesos complejos).
División del Sistema Nervioso
Sistema Nervioso Central (SNC):
Ubicación: Encerrado en el cráneo y la columna vertebral.
Componentes:
Encéfalo:
Cerebro:
Órgano principal para funciones superiores (percepción, aprendizaje, pensamiento).
Está formado por dos hemisferios (derecho e izquierdo), divididos en cuatro lóbulos (frontal, parietal, temporal y occipital) y conectados por el cuerpo calloso.
Cerebelo:
Fundamental para la coordinación de movimientos y el mantenimiento del equilibrio.
Tronco Encefálico:
Controla funciones vitales y vegetativas.
Médula Espinal:
Prolongación del bulbo raquídeo, transmite información entre el cerebro y el cuerpo, y es responsable de los reflejos.
Sistema Nervioso Periférico (SNP):
Función: Conectar el SNC con el resto del organismo y el mundo exterior.
Componentes:
Sistema Nervioso Somático:
Controla las actividades voluntarias, especialmente la acción de los músculos esqueléticos.
Sistema Nervioso Autónomo (SNA):
Regula las funciones internas involuntarias de las vísceras.
División del SNA:
SN Simpático:
Prepara al organismo para la acción o situaciones intensas (estimula la atención, la actividad, eleva la presión sanguínea y puede suspender funciones como la digestión).
SN Parasimpático:
Favorece la recuperación, la relajación y el sueño.
Neurotransmisores:
Adrenalina en el sistema simpático y acetilcolina en el parasimpático.
Funciones del Cerebro
Coordinación General:
El cerebro procesa todos los datos sensoriales y coordina las respuestas del organismo.Organización Funcional:
Cortical vs. Subcortical:
La corteza (cortical) se encarga de procesos mentales superiores (lenguaje, aprendizaje, etc.).
Las zonas subcorticales controlan funciones vegetativas (respiración, digestión, etc.).
Anterior vs. Posterior:
El cerebro anterior (lóbulo frontal) planifica, evalúa y controla las acciones del cuerpo.
El cerebro posterior procesa la información que llega de los sentidos.
Derecho vs. Izquierdo:
Cada hemisferio controla la parte opuesta del cuerpo.
El hemisferio izquierdo se asocia con la racionalidad, el lenguaje y la lógica.
El hemisferio derecho se relaciona con lo emocional, artístico y la percepción global.
Cerebro y Mente: Enfoques Científicos Actuales
En la actualidad, en lugar de hablar de cuerpo y alma (términos con fuerte carga religiosa), se estudia la relación entre el cerebro (parte material) y la mente (todas las funciones psicológicas):
Postura Monista:
Afirma que la mente es producto del funcionamiento del cerebro.
Ejemplo: El científico F. Crick defiende esta visión.
Postura Dualista:
Considera que el cerebro y la mente son elementos independientes.
Dos variantes dentro del dualismo:
Independentismo o Autonomismo: El cerebro y la mente actúan de forma separada y libre.
Interaccionismo: La mente se relaciona con el funcionamiento del cerebro, pero la conciencia es algo irreducible.
Ejemplo: El científico J. Eccles defiende esta postura.
Postura Emergentista:
Propone que lo mental surge de los procesos cerebrales, pero adquiere características propias y no se puede reducir solo a lo físico.
Representantes: Popper y Laín Entralgo.
Reflexiones sobre la Conciencia y la Identidad
En esta sección se abordan cuestiones esenciales sobre la identidad y la existencia personal:
La Conciencia:
Es la capacidad de ser conscientes de uno mismo y de lo que sucede en el momento.
Aunque muchas funciones mentales se pueden localizar en zonas específicas del cerebro, la conciencia, la identidad y la intencionalidad no se reducen a una sola parte material.
¿Soy un Robot?:
Se plantea la duda a partir de que el sistema nervioso funciona mediante impulsos eléctricos y la actividad de las neuronas, similar a como una máquina utiliza electricidad.
Se menciona el Test de Turing (1950), en el que se evaluaba si se podía distinguir la respuesta de una máquina de la de una persona, lo que lleva a cuestionar:
Si las máquinas pueden pensar, ¿en qué se diferencia un ser humano de una máquina biológica?
Mi Biografía: El Viaje de la Identidad Personal
El Origen de la Persona: Filogénesis y Ontogénesis
Al nacer se condensa una larga historia:
Filogénesis: La evolución de la especie a lo largo de millones de años.
Ontogénesis: El desarrollo individual desde la concepción hasta la salida al mundo.
La persona que nace reúne dos grandes elementos:
a. El cuerpo: resultado de la unión de la herencia genética de los antepasados y del cuidado recibido (alimentación, deporte, afecto, etc.).
b. La personalidad:
Temperamento: la parte heredada, las tendencias innatas que se reciben de la familia.
Carácter: lo adquirido a través de la educación y la socialización en una sociedad determinada.
La unión de cuerpo y personalidad hace que cada ser humano sea único, digno e insustituible.
Características Físicas Humanas: La Hominización
El proceso evolutivo (filogénesis) nos ha dado rasgos físicos que nos diferencian de los animales:
Posición Erecta (Bipedalismo):
Alargamiento significativo de las extremidades inferiores.
Pie abovedado que ayuda a mantener el equilibrio y a caminar.
Pelvis corta y ancha que soporta el peso del cuerpo y lo transmite a las piernas.
Columna vertebral con dos características: mantiene la cabeza en posición vertical y presenta una curva en forma de S que le da flexibilidad.
Características de la Mano:
La mano se vuelve más corta y ancha, con un pulgar oponible, lo que facilita el uso y la fabricación de herramientas.
Estas modificaciones van acompañadas de:
Menor prognatismo (disminución del hocico y labios).
Reducción de las mandíbulas y desarrollo del mentón.
Cambios en la forma de los dientes.
Desarrollo del Cerebro:
Aumento en tamaño (alrededor de 1.750 cm³) y complejidad, especialmente por la aparición de la corteza cerebral, que alberga cerca de 100.000 millones de neuronas.
Estos cambios han permitido que tengamos el aspecto físico y la capacidad para funciones complejas que nos caracterizan como humanos.
Características Psicológicas y Culturales: La Humanización
Este apartado se refiere a la humanización, un proceso que complementa la hominización:
Uso y Fabricación de Instrumentos:
Gracias a la mano y la inteligencia, el uso de herramientas estimula el desarrollo del cerebro y la razón.
Lenguaje:
La inteligencia permite el uso del lenguaje, que es simbólico y articulado, a diferencia de los sistemas de comunicación animales.
Cultura:
La capacidad de razonar y comunicarse posibilita la adquisición de cultura, considerada como una «segunda naturaleza»:
El ser humano nace inmaduro y depende de los adultos hasta adquirir autonomía.
La humanidad ha colonizado casi todas las regiones, haciendo que cada sociedad tenga su propia cultura.
El Nacimiento y el Inicio de la Vida Personal
El nacimiento marca el comienzo de la vida, reconocido socialmente mediante el Registro Civil.
Con el nacimiento se hereda la vida de los padres y de la especie, y se inicia el proceso de separación de la madre, que conduce a la autonomía.
El niño nacerá con características determinadas por la herencia genética y se formará con la cultura y educación que reciba.
La Construcción de la Personalidad y la Socialización
Al nacer, el niño es completamente desvalido y dependiente de sus cuidadores.
Desde poco después del nacimiento, el niño empieza a vivir las experiencias desde su propio «yo», tomando conciencia de sí mismo.
La construcción de la personalidad se logra con el reconocimiento y trato de los demás, especialmente a través del contacto físico afectuoso (por ejemplo, la caricia de la madre).
Las relaciones sociales favorecen el desarrollo de la inteligencia, la razón y la regulación de los sentimientos, así como la internalización de la cultura (lenguaje, tradiciones, normas y valores).
La Vida Humana como Narrativa y Experiencia
La vida se entiende como un recorrido o drama en el que actuamos según distintos roles, lo que le da un carácter narrativo:
Está compuesta por pasado, presente y futuro.
Se distingue entre:
a. Vida biológica (*zoe*): el aspecto meramente orgánico.
b. Vida humana (*bios*): la vida personal, íntima y única de cada individuo.
Esta dualidad (personal e individual) permite que nuestra vida pueda ser contada y narrada.
Filósofos del siglo XIX y XX (como Dilthey, Heidegger, Ortega, Ricoeur y Julián Marías) han identificado fenómenos básicos en la vida humana:
Relación con la naturaleza: ya sea colaborando para sobrevivir o transformándola mediante el trabajo.
Relación con los otros: desde lo familiar y amistoso hasta lo político o ciudadano.
Relación con los límites: cómo vivimos la enfermedad y la muerte.
Relación con lo posible: la forma en que vivimos el tiempo libre, el juego, el futuro y la creatividad.
La Muerte: Un Acontecimiento Biológico, Cultural y Personal
La muerte llega de manera inesperada y marca el final de la vida.
Se puede analizar desde tres puntos de vista:
a. Hecho biológico: la muerte es la cesación de las funciones orgánicas, reconocida hoy por la interrupción de la actividad cerebral.
b. Acontecimiento cultural: la forma en que se vive y se interpreta la muerte varía según la cultura y las vivencias personales.
c. Acontecimiento personal: cada uno se enfrenta a su propia muerte; para algunos, el reconocimiento de la muerte impulsa una vida más auténtica, mientras que otros la ven como el fin que da sentido a la existencia.
Se distinguen diferentes actitudes ante la muerte:
Actitud agnóstica: evitar pensar o hablar del tema.
Actitud dogmática: aferrarse a creencias sobre la desaparición total o la vida después de la muerte.
Actitud trágica: vivir con constante intranquilidad ante la imposibilidad de encontrar respuestas.
Actitud exploradora y esperanzadora: mantenerse abierto a posibles respuestas y enseñanzas.
La lección final es aprender a vivir la vida de forma intensa y auténtica, tal como propuso Heidegger.
Deja un comentario