23 Ago

El Teatro Español en el Siglo XX: Hasta 1939

Durante el primer tercio del siglo XX, el teatro español no participó de las innovaciones del teatro europeo y su calidad no era muy elevada. La producción se dividía en una línea destinada al gran público, el teatro popular que triunfaba en las taquillas, y otra de superior valor literario, de carácter minoritario.

Teatro Popular

Tendencias del Teatro Popular:

  • Drama burgués: Continuó el realismo del siglo XIX, siendo su mayor exponente Jacinto Benavente, quien destacó por obras como Los intereses creados.
  • Teatro costumbrista: De raíz romántica, buscaba entretener al público. En esta tendencia se encuadran los hermanos Álvarez Quintero, Carlos Arniches o Pedro Muñoz Seca, inventor del «astracán», un teatro para reír, cuya obra más destacada es La venganza de don Mendo.
  • Drama en verso modernista: De ideología conservadora, aludía al pasado imperial español. Marquina y Villaespesa fueron exponentes de esta tendencia.

Teatro del 98 y Novecentismo

Tuvo como máximo exponente a Ramón María del Valle-Inclán, aunque también produjeron autores como Unamuno, Azorín o Gómez de la Serna. Valle-Inclán evolucionó desde comedias modernistas hasta revolucionar el género con la creación del esperpento, un teatro que muestra una visión grotesca y deformada de la realidad para profundizar en ella. La obra cumbre es Luces de bohemia.

Teatro de la Generación del 27

A los autores del grupo poético, como Salinas o Alberti, que también escribieron teatro, hay que añadir otros creadores como Max Aub o los renovadores del teatro humorístico, Jardiel Poncela y Miguel Mihura. El referente principal de esta generación es Federico García Lorca, con una obra variada, plena de elementos líricos y surrealistas a lo largo de tres etapas.

1. Etapa inicial (Años 20)

Durante los años 20, Lorca experimentó con formas y temas que le llevaron a crear obras para guiñol como Títeres de cachiporra, al drama histórico en verso Mariana Pineda o su obra más importante, La zapatera prodigiosa, mezcla de verso y prosa, donde anticipa elementos de su producción posterior.

2. Etapa vanguardista (Primeros años 30)

Desarrollada en los primeros años de la década de los 30, de carácter surrealista, con El público y Así que pasen cinco años.

3. Etapa de plenitud (1933-1936)

Entre los años 1933 y 1936, no solo consiguió el reconocimiento de la crítica, sino también el éxito del público en España y Argentina. Lo logró con Bodas de Sangre (1933) y Yerma (1934), que formarían una probable «trilogía dramática de la tierra española» junto a una obra inacabada. A continuación, abordamos sus tres obras más importantes:

  • En Bodas de Sangre, se aborda la vida y la muerte a partir del crimen de Níjar, en la provincia de Almería. Se consolidan algunos de los símbolos como el puñal, el cuchillo y la navaja, como presagio de la muerte. La tragedia ofrece una visión del amor como sentimiento irrefrenable.
  • Por su parte, Yerma gira en torno al instinto de una mujer por querer ser madre, algo que no puede lograr.
  • Se asocia a estas obras La casa de Bernarda Alba (1936), que se distancia por su dimensión política y social. Bernarda trata de imponer una vida estricta y de luto a sus cinco hijas, ante la amenaza del galán, Pepe el Romano. Para la madre, lo principal son las apariencias en el contexto de la España rural de la época.

El Teatro Español de la Posguerra a la Actualidad (1939-Presente)

El teatro fue el género literario más desfavorecido durante la posguerra, ya que se frenó en seco la renovación iniciada en los años anteriores por Federico García Lorca y Ramón María del Valle-Inclán. Sin figuras innovadoras y con una fuerte censura, los empresarios de las salas de teatro buscaban agradar a las clases más pudientes. La evolución del teatro español después de la Guerra Civil (a partir de 1939) abarca tres etapas:

Años 40: Continuidad y Humor

Tuvo lugar una continuidad de tendencias anteriores en torno al drama burgués, cultivado por autores como Pemán, Calvo Sotelo o Luca de Tena. Los intentos renovadores se centraron en el teatro de humor con Miguel Mihura y Jardiel Poncela. Mihura se anticipó al teatro del absurdo con una intención crítica, destacando su obra Tres sombreros de copa, marcada por la inverosimilitud de la acción. Entre las obras de Jardiel Poncela destaca Eloísa está debajo de un almendro.

Entre 1950 y 1965: La Generación Realista

Se desarrolló la generación realista. Sus autores realizaron una crítica de la sociedad española de su época a través de una estética realista. Desde el punto de vista formal, el teatro no fue muy innovador, pero buscaban una identificación del público con los personajes. Entre sus autores destacan:

  • Antonio Buero Vallejo: Ejecutó una línea de teatro crítico dentro de unos límites que posibilitaron su representación en la España de la censura. Concibió el teatro como un medio de concienciación y agitación que pusiera de manifiesto las relaciones entre individuo y sociedad y la necesidad de un cambio social. Destacan entre sus obras Historia de una escalera y El tragaluz.
  • Alfonso Sastre: Mostró una actitud abiertamente política, lo que provocó que algunas de sus obras fuesen prohibidas. Destaca entre sus trabajos Escuadra hacia la muerte.

A partir de 1965: Renovación y Tradición

Se produjo una renovación dramática y teatral, pero también se mantuvo una línea tradicional basada en la importancia de los diálogos con autores como Antonio Gala (Anillos para una dama) o José Sanchís Sinisterra (¡Ay Carmela!).

Líneas de Renovación:

  • Autores individuales: Como Francisco Nieva, Miguel Romero Esteo y Fernando Arrabal, creador del teatro pánico que une lo absurdo con lo cruel en obras como Pic-Nic.
  • Grupos independientes: Que crearon espectáculos de forma colectiva. Destacaron TEI, Els Joglars, Els Comediants o La Fura dels Baus junto a otros grupos aficionados o del ámbito universitario. A partir de estos grupos despuntaron algunos dramaturgos en el plano individual como Laila Ripoll, una de las autoras más afamadas en la actualidad por abordar temática social en distintos contextos históricos (Guerra Civil, campos de concentración nazi, enfermedad infantil…) junto a la adaptación de obras clásicas.

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