06 Ago
El Esperpento de Valle-Inclán: Características y Significado
El esperpento, según Ramón María del Valle-Inclán en Luces de bohemia, es una forma de ver la realidad de manera deformada y exagerada, reflejando su visión crítica de la cultura y el arte español. Para ilustrarlo, Valle-Inclán utiliza el ejemplo de los espejos deformantes del callejón del Gato, que distorsionan las figuras humanas, mostrándolas de forma grotesca y ridícula. La palabra «esperpento» proviene del lenguaje popular y se refiere a lo feo, lo ridículo, lo grotesco o incluso lo monstruoso. Según el personaje Max Estrella, esta manera de ver el mundo es la única capaz de revelar la verdadera esencia de la realidad española.
Los Pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán: Naturalismo y Comentario de Fragmento
Características Naturalistas de la Novela
Se considera una novela naturalista porque su autora, siguiendo los principios teóricos de Émile Zola, la concibe como un experimento científico. Su objetivo es demostrar hasta qué punto el comportamiento y el carácter humanos están marcados, o incluso determinados, por condicionantes externos como la herencia, el medio y el ambiente. Así, el carácter de Pedro Moscoso está marcado por su origen irregular (herencia), el medio degradado en que se desenvuelve y los ambientes que frecuenta, que lo condicionan a ser un depredador insensible, con comportamientos eventualmente bestiales. Lo mismo sucede con su amante, Sabel, cuyos limitados objetivos vitales están determinados por su crianza y herencia paterna, o con el hijo de ambos, Perucho. Por otro lado, el capellán Julián y Nucha, criados y educados en un ambiente diferente, acabarán sucumbiendo a las hostilidades de aquel medio. En el caso de Nucha, esto la lleva a la muerte, y en el del capellán, a un exilio en la montaña: un medio distinto cuya influencia le permitirá madurar.
Comentario Detallado de un Fragmento
Introducción: Autora y Obra
Emilia Pardo Bazán (1851-1921) fue una escritora, periodista y ensayista gallega que destacó por introducir y adaptar el naturalismo en España, aportando una visión propia, más espiritual y crítica. Su novela Los pazos de Ulloa, publicada en 1886, denuncia la decadencia de la nobleza rural gallega, la hipocresía social y los conflictos entre civilización y barbarie, todo ello desde una mirada científica y determinista propia del naturalismo.
Estructura Externa e Interna
Desde el punto de vista de la estructura externa, Los pazos de Ulloa se compone de 23 capítulos organizados en una narración lineal, con un narrador omnisciente en tercera persona que ofrece descripciones detalladas, diálogos y análisis de los personajes. El fragmento analizado pertenece al capítulo V, cuando Julián, recién llegado al pazo, comienza a adaptarse al entorno y a relacionarse más con sus habitantes.
En cuanto a la estructura interna, este fragmento se organiza como una escena de evolución psicológica. Tiene dos focos:
Por un lado, la transformación interior del capellán Julián, que deja atrás su devoción religiosa inicial para mostrar una caridad más terrenal, interesándose por los seres más vulnerables.
Por otro lado, se presenta el estado degradado de Perucho, el hijo ilegítimo del marqués, que vive en condiciones casi animales.
Ambas líneas están unidas por una progresión narrativa que resalta el contraste entre ambos personajes y pone en práctica los principios del naturalismo: la influencia del ambiente en el desarrollo humano. El episodio combina descripción, narración de acciones (enseñanza del abecedario) y comentario indirecto del narrador, que guía la interpretación crítica del lector.
Temática de la Obra
Entre los temas centrales de la novela destacan: la decadencia de la nobleza rural, el enfrentamiento entre naturaleza e intelectualidad, el peso de la herencia y el medio, la desigualdad social y la crítica al sistema político y religioso. En este fragmento se refleja claramente el determinismo naturalista, mostrando cómo el ambiente puede moldear o destruir la personalidad.
Estilo y Lenguaje
El estilo de Pardo Bazán se caracteriza por una prosa rica, precisa y elaborada. Utiliza descripciones muy visuales y un lenguaje que alterna entre lo culto y lo popular, dependiendo del personaje o del contexto. En este fragmento, predominan las imágenes sensoriales (“chillidos de estornino preso”, “hundido en el estiércol”) y un tono narrativo reflexivo, con cierta ironía, que permite tanto la crítica como la ternura. La autora no se limita a contar: juzga, observa y describe con intención.
Explicación del Fragmento
El fragmento desarrolla el contraste entre la humanización del capellán y la animalización de Perucho, una de las claves naturalistas de la novela. Julián, que al llegar al pazo era un sacerdote ingenuo y piadoso, empieza a transformarse por influencia del entorno: desarrolla una sensibilidad hacia el sufrimiento de los más indefensos y decide educar a Perucho. Sin embargo, el niño, criado sin normas, muestra una conducta salvaje, marcada por la ausencia de educación y afecto. Vive como un animal y rechaza todo lo que representa cultura o civilización. Esta oposición ilustra cómo el medio puede elevar o rebajar a los personajes, según sus circunstancias de origen.
Conclusión
Este fragmento es representativo del proyecto naturalista de Emilia Pardo Bazán. A través del contraste entre Julián y Perucho, la autora demuestra cómo la herencia y el ambiente condicionan profundamente al ser humano. El texto ilustra tanto la crítica social como la intención experimental de la novela, en la que se muestran los efectos del entorno sobre los personajes. Además, el estilo detallado y expresivo refuerza la carga simbólica y emocional del pasaje, convirtiéndolo en una pieza fundamental dentro de la obra.
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