04 Jun

La Guerra Civil Española (1936-1939)

La Guerra Civil Española (1936-1939) comenzó el 18 de julio de 1936, cuando el ejército sublevado entró en la península. El debate historiográfico actual analiza las causas, el desarrollo y las consecuencias del conflicto desde diversas perspectivas.

Durante la guerra, el bando republicano la presentó como un freno al fascismo, mientras que los sublevados la justificaron como una lucha contra el comunismo. En la posguerra (años 40), el régimen franquista adoptó un enfoque religioso, describiendo la guerra como una «cruzada» en defensa de la Iglesia frente al comunismo, lo que llevó al aislamiento internacional de España. En los años 60, se reinterpretó como una guerra civil vinculada al auge capitalista: en España se vio como inevitable para evitar el comunismo, mientras que internacionalmente se consideró el resultado de la polarización ideológica y social, y una etapa previa a la Segunda Guerra Mundial. El revisionismo reexamina la historia, criticando a los republicanos por su sectarismo y violencia, y argumentando que la guerra fue necesaria para evitar un régimen comunista y la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial.

Causas y Detonante del Conflicto

El desarrollo bélico de la Guerra Civil Española (1936-1939) tuvo sus raíces en un clima de violencia y confrontación social desde febrero de 1936, donde surgieron conspiraciones para derrocar a la República. La sociedad estaba dividida: los sectores monárquicos y la derecha se sentían amenazados por el clima convulso, mientras que Alemania e Italia apoyaban a los sublevados por su anticomunismo. El detonante fue el asesinato del líder derechista Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936, lo que aceleró el pronunciamiento militar en Marruecos. Sin embargo, el golpe no triunfó en todo el país, dividiendo España en dos zonas: la controlada por los sublevados (Sevilla, Cádiz, Córdoba, Badajoz y parte de Aragón) y la republicana (centro industrial, Cornisa Cantábrica y Madrid).

Desarrollo Bélico: Fases Clave

La guerra se desarrolló en tres etapas principales:

  1. Primera Fase: La Guerra de Columnas y la Batalla de Madrid (Julio 1936 – Marzo 1937)

    Comenzó con un rápido avance sublevado desde el sur (dirigido por Franco) y el norte (con tropas de Mola), logrando unir la meseta sur y norte. Los sublevados intentaron tomar Madrid mediante bombardeos y la Batalla de Madrid (noviembre 1936 – marzo 1937).

  2. Segunda Fase: La Campaña del Norte y las Ofensivas Republicanas (Abril 1937 – Diciembre 1937)

    Durante este periodo, Franco consolidó su liderazgo. El bando republicano, con graves problemas de suministros, fracasó en sus ofensivas en Brunete y Belchite, mientras los sublevados conquistaban la Cornisa Cantábrica.

  3. Tercera Fase: La Batalla del Ebro y el Fin de la Guerra (1938-1939)

    En 1938, la guerra comenzó con la Batalla de Teruel, donde los republicanos lograron éxitos iniciales, pero Franco recuperó el territorio y trasladó la ofensiva al sur del Ebro, ocupando zonas clave y aislando Cataluña. La Batalla del Ebro, una de las más duras, terminó con la retirada republicana hacia Cataluña. En la etapa final (noviembre 1938 – marzo 1939), los sublevados bombardearon Barcelona y la conquistaron, dejando a los republicanos en una posición desesperada que los llevó a considerar un armisticio. Finalmente, Madrid cayó en marzo de 1939, dando paso a la dictadura franquista.

Consecuencias de la Guerra Civil

Las consecuencias de la Guerra Civil fueron devastadoras en múltiples aspectos:

  • Demográficas: Hubo un descenso poblacional debido a muertes en combate, enfermedades, desnutrición, represión y un exilio masivo (especialmente a Francia y México).
  • Culturales: Se produjo un empobrecimiento intelectual, la destrucción del regeneracionismo, el exilio de artistas y académicos, y el surgimiento de una cultura bajo censura.
  • Económicas: España sufrió la destrucción de infraestructuras, fábricas y campos agrícolas, el descenso de mano de obra y una Hacienda pública endeudada que tuvo que pagar la ayuda militar extranjera con las reservas de oro.
  • Políticas: Se instauró el franquismo, marcado por la represión y la división entre las «dos Españas», perpetuando el odio y la fractura social.

El Franquismo (1939-1975)

La dictadura franquista (1939-1975) fue un régimen autoritario en España liderado por Francisco Franco. Basada en la victoria en la Guerra Civil, se mantuvo en el poder durante casi cuatro décadas gracias a la habilidad de Franco para variar sus apoyos políticos y la orientación del régimen. Durante este periodo, el régimen limitó las libertades, promovió el catolicismo y aisló al país internacionalmente, aunque experimentó un desarrollo económico en los años 60. Su fin llegó con la muerte de Franco en 1975, dando paso a la transición democrática.

Características y Fundamentos Ideológicos

Franco estableció un Estado fuerte y centralizado, basado en la unidad de la patria, el mantenimiento del orden social, e inspirado en la doctrina de la Iglesia y en los principios del nacionalsindicalismo falangista. A diferencia de sus contemporáneos Hitler y Mussolini, Franco era ante todo un militar de escasa formación política; por tanto, no se puede hablar de una ideología franquista como tal, sino más bien de un fuerte espíritu de mando y una gran habilidad para adaptarse en cada momento a las circunstancias, con un único objetivo: mantenerse en el poder y ejercerlo sin limitaciones. Franco nunca tuvo un proyecto preciso, pero rechazaba cualquier forma política derivada del pensamiento liberal o democrático.

Los fundamentos ideológicos que definen el régimen franquista son:

  1. Nacionalcatolicismo: La fe católica se impuso como parte esencial de la identidad española, influyendo en leyes, educación y costumbres.
  2. Visión Jerárquica y Autoritaria: Franco fue presentado como una figura casi divina, con autoridad absoluta y omnipresente en la vida pública (su figura estaba presente en monedas, colegios, actos, calles, etc.).
  3. Militarismo: La vida militar se consideraba ejemplo de virtud, y sus valores (honor, obediencia y sacrificio) eran exaltados.
  4. Antiliberalismo: Rechazo a la democracia, los partidos políticos y la división de poderes. El poder del dictador se justificaba por la victoria en la guerra y su defensa del catolicismo.
  5. Anticomunismo: Este término englobaba el rechazo a todos los sectores de la izquierda española.
  6. Nacionalismo Españolista: Defensa de una España unificada bajo la cultura castellana, reprimiendo otras lenguas y culturas regionales.
  7. Manipulación de la Historia: Se glorificaron momentos selectos del pasado (Reconquista, Reyes Católicos, Imperio) para legitimar el régimen.
  8. Control de Medios y «Democracia Orgánica»: Control absoluto de los medios de comunicación, eliminación del pluralismo político y promoción de la llamada «democracia orgánica», basada en estructuras tradicionales como la familia o el sindicato único.

Estructura de Poder y Leyes Fundamentales

Todo el poder estaba en manos de Franco: jefe del Estado, jefe del Gobierno, jefe del Ejército y jefe del Movimiento Nacional. Al ser un régimen personal y cambiante, nunca tuvo un texto constitucional y se rigió por siete Leyes Fundamentales:

  • Fuero del Trabajo (1938)
  • Ley de Cortes (1942)
  • Fuero de los Españoles (1945)
  • Ley de Referéndum Nacional (1945)
  • Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947)
  • Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958)
  • Ley Orgánica del Estado (1967)

Apoyos del Régimen

Los principales apoyos del franquismo fueron:

  • Las familias institucionalizadas: El Ejército ocupó puestos importantes en la administración y el gobierno, se encargó del orden público y se mantuvo siempre fiel a Franco. La Iglesia fue el instrumento de legitimación del Estado a nivel internacional; el nuevo régimen se declaró confesional, recibió plena potestad para controlar la educación e impregnar de carácter religioso todas las manifestaciones de la vida pública. La Falange, aunque perdió influencia con el tiempo, fue clave en los primeros años.
  • Las familias políticas: Incluían a los monárquicos y, a partir de 1959, a los tecnócratas del Opus Dei, profesionales que buscaban la eficacia y la técnica en la gestión y representaban un catolicismo muy conservador.
  • Las bases sociales: Grandes terratenientes, empresarios industriales, financieros, la pequeña burguesía de provincias y el campesinado católico. Con el tiempo, el crecimiento económico de los años 60 hizo que la clase media aceptara las restricciones políticas a cambio de estabilidad económica.

Evolución y Fases del Franquismo

Primeros Años: Carácter Totalitario y Aislamiento (1939-1945)

Entre 1939 y 1945, Franco intentó implantar un régimen totalitario, aprovechando la situación internacional. En agosto de 1939 asumió plenos poderes legislativos. Su gobierno incluía distintas «familias» del régimen, destacando los falangistas. Ramón Serrano Suñer, figura clave de la Falange, promovió leyes como la de Unidad Sindical (1940), creó el sindicato vertical obligatorio y organismos de control social como el Frente de Juventudes y la Sección Femenina. También se intentó redactar una constitución fascista que no prosperó. La Falange controlaba gran parte de la prensa, destacando el diario Arriba. Sin embargo, tras el atentado de Begoña (1942) contra el general Varela, Serrano Suñer fue apartado, y la Falange perdió influencia, reforzada por el giro de la guerra a favor de los Aliados.

En política exterior, España abandonó la Sociedad de Naciones y firmó un acuerdo con Hitler (1939), enviando la División Azul al frente ruso y la Escuadrilla Azul al frente aéreo. Inicialmente neutral, pasó a la «no beligerancia» en 1940. La entrevista entre Franco y Hitler en Hendaya (1940) no tuvo grandes resultados. En 1943, con el avance aliado y presiones de EE. UU. y Reino Unido, España volvió oficialmente a la neutralidad.

Superación del Aislamiento y Reformas (1945-1955)

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las potencias vencedoras sometieron al franquismo a una dura condena y a un aislamiento internacional. España solo contó con el apoyo de la Argentina de Perón y Portugal. Franco reformó el régimen para ganar legitimidad internacional, eliminando rasgos fascistas como el saludo romano y dando más peso a los católicos en el gobierno (1945). Se aprobaron tres leyes clave: el Fuero de los Españoles (1945), la Ley de Referéndum (1945) y la Ley de Sucesión (1947), que declaraba a España como reino y permitía a Franco designar sucesor.

La Guerra Fría favoreció al régimen, que se posicionó como anticomunista. A finales de los 40, el aislamiento comenzó a superarse: Francia reabrió la frontera (1948), la ONU revocó la retirada de embajadores (1950), se firmaron acuerdos con EE. UU. (1953), y España ingresó en la ONU (1955). En 1953, se firmó el Concordato con el Vaticano y el tratado de cooperación mutua con EE. UU., conocidos como los Pactos de Madrid.

Desarrollo Económico y Declive (1957-1975)

En 1957, Franco nombró un nuevo gobierno con ministros tecnócratas del Opus Dei, como Navarro Rubio y Ullastres, que modernizaron la economía y la administración. En 1967 se aprobó la Ley Orgánica del Estado, que separaba los cargos de jefe de Estado y jefe de Gobierno, consolidaba a España como reino, ampliaba las Cortes y permitía asociaciones políticas. La cuestión sucesoria se resolvió en 1969 con el nombramiento de Juan Carlos de Borbón como futuro rey, sin contar con Don Juan, lo que se consideró una instauración, no restauración.

En los años 60 surgió un sector aperturista dentro del régimen, con figuras como Fraga y Solís Ruiz, enfrentados a los tecnócratas y a los inmovilistas. Impulsaron reformas como la ley de prensa, el asociacionismo político y la reforma sindical. El escándalo Matesa (corrupción) debilitó a los tecnócratas. En 1970, la Ley Villar Palasí reformó el sistema educativo y extendió la enseñanza obligatoria hasta los 14 años.

El régimen entró en declive en los años 70: aumentó el terrorismo de ETA, las tensiones internas y el descontento social. En 1973, Carrero Blanco fue nombrado presidente del Gobierno, pero murió ese mismo año en un atentado. Le sucedió Arias Navarro, que intentó una apertura sin éxito debido a la oposición inmovilista. La crisis del petróleo (1973) agravó la economía: subieron precios, aumentó el paro y cayó el turismo. En 1974, la Revolución de los Claveles en Portugal impactó negativamente en el franquismo.

En 1975, con Franco gravemente enfermo, Marruecos impulsó la Marcha Verde sobre el Sáhara Occidental. España firmó los Acuerdos de Madrid, cediendo el territorio a Marruecos y Mauritania, incumpliendo la promesa de un referéndum a los saharauis, lo que originó el conflicto con el Frente Polisario. El 20 de noviembre de 1975 murió Franco y el 22 de noviembre fue proclamado rey Juan Carlos I, marcando el inicio de la Transición a la democracia.

La Transición Española a la Democracia (1975-1982)

La Transición Española (1975-1982) fue el proceso histórico que comenzó tras la muerte de Franco, en el que se desmanteló el régimen franquista y se construyó un nuevo régimen democrático.

Contexto y Alternativas Políticas

Tras la muerte de Franco, se plantearon tres posibles alternativas políticas:

  1. Continuar con el franquismo: Defendido por el sector más inmovilista, conocido como «el búnker».
  2. Una reforma del sistema: Hacia una democracia plena a través de leyes.
  3. Elecciones democráticas: Romper radicalmente con el franquismo.

Finalmente, se optó por la opción de la reforma. El rey Juan Carlos I, quien asumió el mando tras Franco, buscó cambiar el régimen de manera legal, ordenada y pacífica, fomentando el consenso entre todas las ideologías para evitar una nueva guerra.

Etapas Clave de la Transición

  • Gobierno de Arias Navarro (1975)

    Para mantener los pilares del régimen franquista, se estableció como jefe de gobierno a Arias Navarro, que fue incapaz de afrontar la transición. Si bien comenzó algunas reformas, se produjo una fuerte oposición, y los partidos antifranquistas (PCE y PSOE) se unieron en la Platajunta.

  • Gobierno de Adolfo Suárez (1976-1981)

    En 1976, Adolfo Suárez fue nombrado jefe de gobierno. Su objetivo fue acercarse a los grupos antifranquistas. Junto con Fernández Miranda, inició una reforma pausada hacia el sistema democrático. Aprobó la Ley para la Reforma Política, que sentó las bases para desmontar el franquismo. Se legalizaron derechos como reunión, manifestación y asociación. Suárez buscó acercarse a socialistas y comunistas. La Ley de Reforma Política estableció principios fundamentales: soberanía popular (el poder reside en el pueblo, no en el rey), Cortes bicamerales elegidas por sufragio universal, y reconocimiento de derechos fundamentales (libertad, igualdad, propiedad).

  • Elecciones y Proceso Constituyente (1977-1978)

    En 1977, se convocaron elecciones a Cortes y se buscó legalizar los partidos políticos, aunque surgieron tensiones entre derecha e izquierda. En febrero se legalizaron todos los partidos excepto el comunista (PCE), que se aprobó más tarde obligándolo a aceptar la bandera de España y la monarquía. En junio se celebraron las primeras elecciones democráticas, con participación del PCE, PSOE, UCD (Unión de Centro Democrático), Alianza Popular y Democracia Cristiana.

    Comenzó el proceso constituyente para elaborar una Constitución con representación de todos los partidos políticos, caracterizado por el consenso. La Constitución de 1978 estableció un sistema de monarquía parlamentaria con derechos sociales (vivienda, educación), reconocimiento del Estado como unidad indivisible, el castellano como lengua oficial, libertad sindical, derechos políticos (reunión y asociación), las Fuerzas Armadas como garantes de la Constitución, principios del régimen liberal, separación de poderes (legislativo en Cortes bicamerales, ejecutivo en el presidente, judicial en el Tribunal Supremo), y derecho a la autonomía de las regiones.

    Paralelamente, se firmaron los Pactos de la Moncloa para abordar la crisis económica, acordando reformas como una reforma fiscal, control de salarios, devaluación de la peseta y un plan energético para diversificar fuentes de energía. Tras aprobarse la Constitución, se convocaron elecciones legislativas, ganadas por la UCD con Adolfo Suárez, formando el primer gobierno constitucional. En las elecciones municipales, PSOE y Partido Comunista se aliaron y lograron victorias importantes, mientras el PSOE evolucionó hacia una ideología socialdemócrata, alejándose del marxismo.

Desafíos y Consolidación Democrática

Sin embargo, la transición enfrentó desafíos: ETA intensificó su terrorismo contra militares, intentando desestabilizar el proceso democrático, y la UCD sufrió divisiones internas por sus distintas ideologías, llevando a la dimisión de Suárez en 1981 y su sustitución por Calvo Sotelo. El 23 de febrero de 1981 ocurrió un intento de golpe de Estado cuando militares armados irrumpieron en las Cortes, pero el rey Juan Carlos intervino, defendiendo la democracia y obligando a los golpistas a respetar la Constitución, lo que consolidó el proceso democrático.

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