28 May

El Desarrollo Moral: Un Vínculo entre Filosofía y Psicología

El desarrollo moral de un individuo es un proceso consciente y libre. Depende del conocimiento y la voluntad de cada sujeto. Dicho de otra manera, lo que motiva el esfuerzo de la acción humana puede variar subjetivamente, y esto es lo que estudia la Psicología. La filosofía moral, en este campo, establece cuáles son los criterios para considerar una conducta buena o mala. Por lo que podríamos decir que la Psicología estudia nuestros diferentes criterios y conductas, y la Filosofía selecciona y juzga cuáles son los mejores.

Se han propuesto muchos esquemas sobre el desarrollo moral como criterio para juzgar la madurez moral. Uno de ellos se debe a Lawrence Kohlberg, quien postuló una correlación entre el desarrollo intelectual y el desarrollo moral. El respeto a la realidad, a los demás y a la propia conciencia serían criterios de desarrollo e integración de la inteligencia pragmática y la inteligencia moral. Esto implica que el juicio moral se distingue en niveles de bondad o conducta correcta.

Etapas del Desarrollo Moral según Kohlberg

Lawrence Kohlberg propuso una teoría de seis etapas del desarrollo moral, agrupadas en tres niveles, que describen cómo las personas razonan sobre dilemas éticos. Estas etapas son universales y se correlacionan con el desarrollo cognitivo.

Primer Nivel: Preconvencional

En este nivel, las normas sociales se representan atendiendo únicamente a sus consecuencias directas para el individuo.

  • Estadio 1: Orientación al Castigo y la Obediencia
    • Contenido: Lo correcto es la obediencia literal a las normas.
    • Razón para hacer lo correcto: Evitar el castigo.
    • Perspectiva social: Egocentrismo.
  • Estadio 2: Orientación Pragmática (Individualismo e Intercambio)
    • Contenido: Lo correcto es atender a las necesidades propias y de los demás, en intercambios imparciales.
    • Razón para hacer lo correcto: Servir a los intereses propios.
    • Perspectiva social: Individualismo. Intercambio instrumental de servicio.

Segundo Nivel: Convencional

En este nivel, se intenta cumplir bien el propio rol, respondiendo a las expectativas de los demás y del sistema social.

  • Estadio 3: Orientación hacia la Concordancia (El Buen Chico/a)
    • Contenido: Lo correcto es lo que gusta o ayuda a los demás y es aprobado por ellos.
    • Razón para hacer lo correcto: La necesidad de ser considerado bueno.
    • Perspectiva social: Haz a los demás lo que quieres que hagan contigo.
  • Estadio 4: Orientación hacia la Ley y el Orden
    • Contenido: Lo correcto se considera que cada uno cumpla con su deber y mantenga el orden social.
    • Razón para hacer lo correcto: Mantener el orden social.
    • Perspectiva social: Se adopta el punto de vista social colectivo.

Tercer Nivel: Postconvencional (Autónomo o de Principios)

En este nivel, hay un esfuerzo por definir valores y principios de validez universal, más allá de la autoridad o las expectativas sociales.

  • Estadio 5: Orientación Legalista del Consenso Social (Contrato Social)
    • Contenido: Lo correcto se define de acuerdo con los derechos reconocidos a todos después de un examen crítico y una aceptación constitucional y democrática.
    • Razón para hacer lo correcto: Defender unos derechos y leyes que uno ha asumido libremente.
    • Perspectiva social: Se otorga prioridad a la sociedad y a los derechos.
  • Estadio 6: Orientación por Principios Éticos Universales
    • Contenido: Lo correcto y justo se define por la decisión de la conciencia según principios éticos universales.
    • Razón para hacer lo correcto: Ver la validez de los principios por uno mismo y comprometerse con ellos.
    • Perspectiva social: El orden social se basa en principios morales, especialmente el respeto a los demás.

Mecanismos de Defensa Psicológicos

Los mecanismos de defensa son estrategias psicológicas inconscientes puestas en juego por el yo para hacer frente a la realidad y mantener la autoimagen. A continuación, se describen algunos de los más comunes:

  1. Racionalización: Justificarse a sí mismo de manera lógica, pero engañosa, para ocultar motivos inaceptables.
  2. Proyección: Atribuir a los demás aquellos rasgos de nuestra conducta o carácter que consideramos indeseables en nosotros mismos.
  3. Identificación: Atribuirse a sí mismo cualidades valiosas de otros, asimilando sus características o logros.
  4. Represión: Consiste en la ocultación inconsciente de impulsos, pensamientos o recuerdos que resultan inaceptables o dolorosos.
  5. Sublimación: Transformar la energía correspondiente a impulsos y deseos rechazables, empleándola en actividades y objetos de carácter superior o culturalmente aceptables.
  6. Desplazamiento: Cuando una emoción o impulso no puede dirigirse contra el objeto apropiado, se desplaza hacia otros objetos o personas menos amenazantes.
  7. Vuelta contra uno mismo: Se rechaza la agresividad contra los demás y se dirige contra uno mismo, creando sentimientos de culpabilidad y autohumillación.

Falacias Lógicas: Errores Comunes en el Razonamiento

Las falacias son argumentos que parecen válidos, pero no lo son. Se dividen en formales e informales.

Falacias Formales

Las falacias formales son errores en la estructura lógica del argumento, independientemente del contenido.

  • Falacia de la Afirmación del Consecuente: Es una falacia que ocurre cuando se asume que si una condición es verdadera y su consecuente también lo es, entonces el antecedente debe ser necesariamente verdadero, ignorando otras alternativas.
  • Falacia de la Negación del Antecedente: Se comete cuando se asume que si una condición es verdadera y se niega el antecedente, entonces el consecuente debe ser falso.
  • Falacia de la Generalización Incorrecta: Se basa en una inducción incompleta y apresurada, que toma la parte por el todo.
  • Falacia de la Composición: Toma también infundadamente la parte por el todo, asumiendo que lo que es cierto para las partes lo es para el todo.
  • Falso Dilema o Falacia del Tercio Excluso: Consiste en presentar al interlocutor solo dos alternativas como si estas fuesen las únicas posibles, cuando en realidad existen más opciones.

Falacias Informales

Las falacias informales son errores en el contenido o el contexto del argumento, más que en su estructura lógica.

  • Argumento “Ad Hominem”: Se basa en el ataque a alguna cualidad de la persona que es oponente en la discusión y no a su argumento.
  • Círculo Vicioso o Petición de Principio (Petitio Principii): Cuando lo que debe demostrarse en la conclusión se incluye explícita o implícitamente como verdadero en las premisas, se incurre en argumentación circular.
  • Falacia de la Causa Falsa o “Post Hoc, Ergo Propter Hoc”: Consiste en afirmar, de dos sucesos que ocurren de forma consecutiva o simultánea, que uno es causa del otro sin evidencia suficiente.
  • Falacia de Pregunta Compleja: Es una expresión sin estructura argumentativa, pero que obliga al interlocutor a asumir lo que se afirma al responder.
  • Argumento “Ad Ignorantiam”: Consiste en sostener que una afirmación es verdadera porque aún no se ha demostrado que sea falsa, o viceversa.
  • Argumento del Bastón o “Ad Baculum”: Hace hincapié más en la razón de la fuerza que en la fuerza de la razón y, por tanto, esconde en la argumentación una amenaza.
  • Argumento de Autoridad o “Ad Autoritatem”: Consiste en afirmar que algo es verdad solo porque así lo ha afirmado alguna autoridad o especialista en la materia, sin presentar pruebas adicionales.
  • Argumento “Ad Populum”: Recurso típico de la demagogia política y la publicidad engañosa, esta falacia consiste en apelar a las emociones o a la popularidad de un hecho, confundiéndolas con una razón justificada.
  • Argumento “Ad Misericordiam”: Intenta apelar a la piedad o al favor del interlocutor para conseguir algo, en lugar de presentar argumentos lógicos.

Universalismo Crítico: Superando el Relativismo Cultural

Según el relativismo, somos prisioneros de nuestra propia cultura; no podemos ir más allá de ella, ni nos es posible alcanzar una perspectiva transcultural desde la cual someter a crítica y juzgar moralmente valores y conductas culturalmente vigentes.

Sin embargo, existen instancias que cabe considerar como transculturales, las cuales son:

  1. La propia naturaleza humana, que posee unas necesidades e impone unas exigencias que han de ser satisfechas culturalmente.
  2. El punto de vista de la naturaleza humana nos permite considerar como transculturales, en cierto sentido, aquellos valores que promueven la satisfacción de las necesidades y las demandas del ser humano.

Se trata de valores relacionados con el respeto a la dignidad humana, entre los cuales ocupan un lugar destacado la libertad y la igualdad y, en general, todos los valores que han cristalizado en la idea de los Derechos Humanos.

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