13 Ago
La Ilustración y el Imperativo Kantiano: ¡Sapere Aude!
Debemos comenzar señalando la importancia filosófica de este movimiento político, social y cultural que surgió en Europa a mediados del siglo XVIII: la Ilustración. Es un movimiento que reivindica las luces de la razón (de ahí el nombre de Ilustración) contra las tinieblas de la ignorancia. El espíritu de dicho movimiento queda perfectamente expresado con el lema que Kant utiliza en ¿Qué es la Ilustración? (1784): Sapere aude!, «¡Atrévete a saber!» o «¡Atrévete a pensar!». La Ilustración y gran parte del espíritu kantiano del fragmento que vamos a analizar se basan en esta primacía de la razón sobre la autoridad: atrévete a pensar por ti mismo, sobre todo si eso conlleva desafiar lo que tan dogmáticamente han tratado de inocular en nuestras mentes las instituciones religiosas y las monarquías absolutas desde hace siglos. La razón de uno mismo, nuestro pensamiento crítico, siempre debe estar por encima del dogmatismo.
Influencias Filosóficas en el Pensamiento de Kant
Algunos de los filósofos que influyen en el pensamiento kantiano son los siguientes:
- Descartes (1596–1650): Fundador del racionalismo moderno, influye en Kant sobre todo en la idea de que la razón humana es un poderoso instrumento para fundamentar todo nuestro conocimiento.
- Leibniz (1646-1716) y Wolff (1679-1754): Racionalistas alemanes que influyen sobre todo en la aplicación de la lógica como base del saber.
- Locke (1632-1704) y Hume (1711-1776): Empiristas británicos. Locke subrayó especialmente la relevancia de la experiencia sensible para formar ideas. No hay ideas en nuestra mente si no hay experiencia sensible previa (tesis de la tabula rasa: la mente es una hoja en blanco que se rellena con las ideas formadas por la experiencia sensible). Hume despertó a Kant de su «sueño dogmático» mediante el escepticismo humeano (la negación del principio de causalidad: percibimos que a toda causa le sucede un efecto posterior no por una conexión necesaria, sino por el hábito o la costumbre de verlo ocurrir siempre de esa manera), de manera que Kant cuestiona la propia razón sugiriendo que hay límites, cosas que jamás podremos conocer en su totalidad (fenómeno vs. noúmeno).
- Rousseau (1712–1778): Filósofo francés, máximo exponente de la Ilustración francesa. Tuvo un impacto profundo en la visión moral y política de Kant. De Rousseau toma la defensa de la libertad y la dignidad humana, que complementa con su propio concepto de autonomía moral.
La Mayoría de Edad Intelectual según Kant
La tesis fundamental del texto es que la Ilustración consiste en que cada individuo abandone voluntariamente su minoría de edad intelectual —es decir, la incapacidad de pensar por sí mismo y dejarse guiar siempre por otras autoridades— y que dicha dependencia solo persiste por falta de «resolución y valor» (opuestas a la «pereza y cobardía» del siguiente fragmento), no por una carencia real del entendimiento. El lema Sapere aude! («¡Atrévete a saber!») expresa esta llamada a tener el valor de ejercer autónomamente la propia razón. Kant, siendo él mismo un ilustrado, nos anima a cambiar radicalmente nuestra actitud frente a las imposiciones arbitrarias de las autoridades imperantes, casi proclamando un levantamiento ideológico contra un Antiguo Régimen que todavía sigue en pie.
Este fragmento es el que define más clara y directamente lo que sería la «mayoría de edad» para Kant: la capacidad de una persona para pensar y razonar por sí misma, con autonomía, sin depender de la guía o tutela de otros. Quien es un menor de edad no posee una razón autónoma, sino heterónoma: una razón que no se rige por sus propios principios, sino por los principios de otros. Al ser la Ilustración un movimiento que aboga por el progreso humano, está claro por qué el concepto de «mayoría de edad» es tan especialmente relevante en este artículo de Kant: la sociedad que avanza hacia el futuro debe ser una sociedad cuyos ciudadanos y ciudadanas sean mayores de edad. Solo aquellos que sigan el lema Sapere aude! y se atrevan a pensar por sí mismos serán capaces de crear un mundo mejor.
Comparaciones del Concepto de Mayoría de Edad en Kant
Kant vs. Aristóteles: Madurez Racional vs. Virtuosa
La comparación entre Kant y Aristóteles sobre la mayoría de edad revela dos concepciones distintas de la madurez: mientras que Kant la entiende como la autonomía racional y moral, Aristóteles la concibe como el desarrollo pleno de la virtud a través de la educación y la experiencia.
Para Kant, alcanzar la mayoría de edad significa atreverse a pensar por uno mismo y actuar de acuerdo con principios racionales universales. Sostiene que el ser humano deja la minoría de edad cuando abandona la tutela de la autoridad externa y usa su razón de manera independiente. En el ámbito moral, esta madurez se traduce en obedecer el imperativo categórico, es decir, actuar conforme a normas éticas que puedan aplicarse universalmente. La educación y el pensamiento crítico son esenciales para este proceso, ya que permiten liberar al individuo de la ignorancia y la obediencia ciega.
Por otro lado, Aristóteles concibe la mayoría de edad no solo como el desarrollo del pensamiento racional, sino también como la capacidad de vivir una vida virtuosa. Para él, la madurez se alcanza cuando el individuo logra un equilibrio entre la razón y las pasiones, desarrollando hábitos de virtud a través de la práctica y la experiencia. La educación es clave, pero no basta con el pensamiento crítico: se requiere la guía de la comunidad y el ejercicio constante de la virtud. La madurez, en este sentido, no es solo intelectual, sino también ética y social.
Kant vs. Empirismo y Racionalismo: Síntesis del Conocimiento
La comparación entre Kant y las corrientes del empirismo y el racionalismo revela enfoques divergentes sobre la naturaleza del conocimiento y la mayoría de edad.
El racionalismo, representado por filósofos como Descartes y Leibniz, sostiene que la razón es la principal fuente del conocimiento. Para estos pensadores, la mayoría de edad se asocia con la capacidad de pensar de manera lógica y deducir verdades universales a través de la razón. El conocimiento, en este contexto, se construye a partir de ideas innatas y principios racionales que permiten al individuo alcanzar la autonomía intelectual.
Por otro lado, el empirismo, defendido por figuras como Locke y Hume, argumenta que el conocimiento se deriva de la experiencia sensorial. Desde esta perspectiva, la mayoría de edad implica aprender a partir de la observación y la experiencia directa del mundo. El empirismo destaca la importancia de la educación y la formación práctica, considerando que el ser humano adquiere conocimiento a medida que interactúa con su entorno.
Kant busca unificar estos enfoques en una síntesis conocida como idealismo trascendental. Sostiene que el conocimiento es el resultado de la interacción entre la experiencia sensorial y las categorías de la razón, que estructuran nuestra comprensión del mundo. Para Kant, la mayoría de edad implica el uso autónomo de la razón, donde el individuo no solo acepta datos empíricos, sino que también aplica principios racionales para formular juicios. La madurez se logra al integrar la experiencia y la razón, permitiendo al individuo pensar críticamente y actuar moralmente.
Kant vs. Nietzsche: Autonomía Racional vs. Voluntad de Poder
La comparación entre Kant y Nietzsche sobre el concepto de mayoría de edad revela dos visiones filosóficas opuestas sobre la autonomía, la moralidad y la naturaleza del individuo.
Para Kant, la mayoría de edad se define como la capacidad de pensar y actuar de manera autónoma, guiado por la razón. Kant argumenta que alcanzar la madurez implica liberarse de la tutela externa y utilizar la razón para tomar decisiones morales basadas en principios universales. Para él, la madurez no solo es un estado de independencia intelectual, sino también un compromiso con la moralidad, reflejada en su imperativo categórico, que exige actuar de acuerdo con normas que puedan ser universalizadas. En este sentido, la mayoría de edad es un proceso de emancipación en el que el individuo se convierte en un ciudadano responsable que actúa éticamente.
En contraste, Nietzsche critica la visión kantiana y rechaza la idea de que la razón y los principios morales universales sean suficientes para alcanzar la madurez. Nietzsche sostiene que la verdadera mayoría de edad se logra al superar las normas impuestas por la sociedad y crear un nuevo sistema de valores a partir de la voluntad de poder. Para él, la madurez es un acto de rebelión y autoafirmación en el que el individuo se convierte en el legislador de su propia vida, desafiando las convenciones morales que limitan su libertad. Nietzsche ve la mayoría de edad como un proceso de creación personal, en lugar de conformidad con normas universales.
Kant vs. Simone de Beauvoir: Razón vs. Liberación Existencial
La comparación entre Kant y Simone de Beauvoir sobre el concepto de mayoría de edad revela dos enfoques distintos respecto a la autonomía y la liberación del individuo.
Para Kant, la mayoría de edad se define como la capacidad de pensar y actuar de manera autónoma mediante el uso de la razón. Argumenta que la madurez implica liberarse de la tutela externa y emplear la razón para guiar las acciones conforme a principios morales universales, expresados en su imperativo categórico. La educación y el pensamiento crítico son esenciales en este proceso, ya que permiten al individuo actuar de manera ética y responsable en la sociedad.
En contraste, Simone de Beauvoir ofrece una visión existencialista y feminista de la mayoría de edad. En El segundo sexo, sostiene que la madurez no es solo un acto intelectual, sino un proyecto existencial que implica asumir la propia libertad y responsabilidad. Critica que las mujeres, en particular, han sido históricamente condicionadas por estructuras sociales que las infantilizan y limitan su autonomía. Para Beauvoir, alcanzar la mayoría de edad significa liberarse de estos roles impuestos y definirse por sí misma.
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