17 Sep
El Modernismo: La Búsqueda de la Belleza y la Renovación Estética
Surgido en la última década del siglo XIX, el Modernismo fue un movimiento impulsado por jóvenes pertenecientes a la pequeña burguesía. Estos artistas se oponían a los modos de vida y a los gustos estéticos de la burguesía decimonónica, buscando la belleza, lo exquisito y lo elitista. Rubén Darío fue una figura clave en su difusión en España.
El movimiento se nutrió de dos corrientes principales:
- Parnasianismo: Caracterizado por el anhelo de perfección formal y la búsqueda de valores sensoriales.
- Simbolismo: Empleaba símbolos para expresar realidades que trascienden lo tangible.
La obra de Bécquer ejerció una influencia decisiva. Los jóvenes modernistas compartían un deseo de evasión de una sociedad y una realidad consideradas mediocres y vulgares. Anhelaban la perfección estética, y su literatura se impregnó de un ambiente de elitismo y exquisitez. Los temas recurrentes incluían la soledad, el desarraigo, la angustia y la tristeza.
La Generación del 98: Reflexión sobre España y la Existencia
La Generación del 98, también activa en la última década del siglo XIX, se caracterizó por un espíritu de libertad y reforma. Sin embargo, su enfoque ante la realidad española fue distinto al del Modernismo.
Sus principales temas de interés fueron:
- La preocupación por España y su identidad.
- Los problemas existenciales del ser humano.
- La soledad y la angustia vital.
Los autores de esta generación sintieron una profunda admiración por figuras literarias como Fray Luis de León, Quevedo y Cervantes.
El Novecentismo: Intelectualidad y Arte Puro
El Novecentismo, también conocido como la Generación de 1914, agrupó a escritores con inquietudes intelectuales comunes. Defendían lo intelectual frente al sentimentalismo y buscaban un arte puro, centrado en el placer estético, en contraposición al elitismo que percibían en movimientos anteriores. La literatura novecentista se dirigía a una minoría selecta.
Los géneros predominantes en esta corriente fueron el ensayo y la novela.
La Generación del 27: Vanguardia y Tradición Poética
La Generación del 27 emergió en la década de 1920, reuniendo a poetas como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. El nombre de la generación proviene de la celebración del tricentenario de la muerte de Góngora en 1927.
Etapas de la Generación del 27:
- Hasta 1927: Se caracterizó por la búsqueda de una poesía pura y deshumanizada.
- Finales de la década de los veinte: La poesía se cargó de sentimientos humanos, influenciada por la convulsa situación de la España de preguerra, incorporando acentos sociales y políticos.
- Tras la Guerra Civil: El grupo se dispersó, especialmente tras el asesinato de Lorca. La poesía se tornó dolorida y nostálgica, marcada por el exilio de muchos de sus miembros.
Juan Ramón Jiménez: La Búsqueda de la Belleza y la Eternidad
Juan Ramón Jiménez, figura cumbre del Novecentismo, se trasladó a Madrid en 1900. Tras un retiro en Moguer y una estancia en la Residencia de Estudiantes, se casó en Nueva York y se estableció en Madrid hasta el inicio de la Guerra Civil. Falleció en Puerto Rico en 1958, tras recibir el Premio Nobel de Literatura.
Su obra se centró en la búsqueda de la belleza, del conocimiento y de la eternidad. Para Jiménez, la poesía era el vehículo para gozar de lo bello, conocer lo esencial de las cosas y alcanzar la belleza y la verdad absolutas.
Etapas de Juan Ramón Jiménez:
- Época sensitiva (hasta 1915): Influenciado por el Modernismo, sus primeras obras, como Jardines lejanos y Baladas de primavera, no obtuvieron gran reconocimiento y el propio autor las relegó en su trayectoria.
- Época intelectual (desde 1915 hasta su exilio): Marcada por la supresión de lo ornamental, se inicia con Diario de un poeta recién casado.
- Época suficiente (desde 1936 hasta su muerte): Su poesía se volvió más introspectiva, expresando preocupaciones íntimas y personales en versos libres con un lenguaje conceptual y hermético, como se evidencia en Eternidades.
Pedro Salinas: La Poesía como Aventura hacia lo Absoluto
Pedro Salinas concibió la poesía como una forma de acceder a la esencia de la realidad y de las experiencias vitales. Él mismo la definía como «la poesía es una aventura hacia lo absoluto». Su acercamiento se basaba en la autenticidad, la belleza y el ingenio, utilizando la inteligencia para profundizar en la realidad y desvelar su esencia. Su estilo se caracteriza por la sencillez aparente, pero con versos rigurosamente trabajados, buscando un lenguaje capaz de expresar lo más profundo y esencial.
Etapas de Pedro Salinas:
- Primera etapa: En obras como Presagios, Seguro azar, Fábula y signo, buscó la poesía pura.
- Época de madurez: Con La voz a ti debida y Razón de amor, el amor se convierte en el tema central.
- Etapa en América: Escribió El contemplado, Todo más claro y Confianza, donde enfrenta su fe en la vida con la angustia ante el mundo.
Federico García Lorca: El Destino Trágico y la Poesía Universal
La estancia de Federico García Lorca en Nueva York marcó profundamente su obra y su relación con los miembros del 27. Vivía dominado por un íntimo malestar, y el tema del destino trágico y la frustración por la imposibilidad de realización personal impregnan toda su producción.
Su poesía logró la convivencia entre la profundidad humana y la perfección formal.
Etapas de Federico García Lorca:
- Primera etapa: Incluye Libro de poemas, Canciones y Romancero Gitano, donde se manifiestan lo popular, lo andaluz y lo gitano.
- Segunda etapa: Dominada por Poeta en Nueva York, poemas que nacen de una profunda crisis personal.
Deja un comentario