12 Jul

Contexto Histórico y Cultural de la Lírica Española (1939-1975)

Desde 1939 hasta la transición democrática, la vida española estuvo marcada por el control y la ideología del régimen franquista. En los primeros años imperaron el silencio y el terror a la delación, hasta que en 1950, económicamente, se atisbaba una cierta recuperación con la progresiva incorporación de España al contexto internacional, aunque la mayoría de la población seguía padeciendo penurias.

Tendencias Poéticas Posteriores a 1936

La Generación del 36 estaba formada por poetas que padecieron la Guerra Civil, siendo el más destacado Miguel Hernández.

Los Años 40: Revistas y Caminos Poéticos

En estos años, la poesía se desarrolló en torno a tres revistas principales:

  • Escorial
  • Garcilaso
  • Espadaña

Si dejamos de lado la figura de Miguel Hernández, nos encontramos con que los poetas de la Generación del 36 continuaron sus obras desde el exilio. Los que permanecieron en España tomaron dos caminos diferenciados:

Poetas Arraigados

Se encontraban en la órbita ideológica de los vencedores de la guerra y escribían principalmente en la revista Escorial. Estos poetas tomaron a Garcilaso de la Vega como modelo y escribieron una poesía heroica, religiosa o amorosa, abordando temas tradicionales como el amor, el paisaje, etc., junto a un firme sentimiento religioso. Expresaban una visión del mundo optimista y esperanzada, sin que la penosa y dura realidad tuviera cabida en sus versos.

Poetas Desarraigados

En 1944 se dieron tres hitos fundamentales en esta tendencia:

  • La publicación de Hijos de la ira de Dámaso Alonso, que sirvió como grito de protesta contra los garcilasistas.
  • La publicación de Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre, un libro con rasgos neorrománticos y surrealistas que lo relacionan con la Generación del 27.

Esta poesía se caracteriza por el agrio tono trágico que enfrenta un mundo caótico, invadido por el sufrimiento y la angustia. En ella existe una profunda preocupación por el hombre, con un humanismo dramático y desgarrado. A diferencia de la poesía arraigada, la desarraigada está más apegada al mundo y a sus problemas. En cuanto a su forma, se trata de una poesía con un estilo más sencillo y menos preocupado por cuestiones estéticas, con el empleo del verso largo y no clásico.

La Poesía Existencial

Dentro de la poesía existencial surgen diferentes tendencias:

  • Poesía Realista: Adoptan una actitud ética o de compromiso existencial y huyen del esteticismo formal.
  • Poesía Metafísica: Poetas más interesados en buscar lo esencial del ser humano.

La Poesía Social (A partir de 1955)

Hacia 1955 se consolida en todos los géneros el llamado «realismo social». En esta etapa, poetas como Blas de Otero y Gabriel Celaya superan en su interior una etapa de angustia existencial para situar los problemas humanos en un marco social. Esta poesía, saltando del «yo» o «nosotros», pretende convertirse en un arma capaz de transformar el mundo, para lo que el poeta debe tomar partido de los problemas del mundo que le rodea, haciéndose un poeta más comprometido.

En cuanto a la temática, hay que destacar la gran proporción que alcanza el tema de España desde un punto de vista político. Dentro de la preocupación general por España y el propósito de un realismo crítico se sitúan la injusticia social, la alienación del hombre moderno, el mundo del trabajo y el anhelo de libertad. Esta poesía tiene un lenguaje claro y de tono coloquial, ya que se dirige a la mayoría.

Blas de Otero: De la Angustia a la Conciencia Social

Su trayectoria poética presenta una evolución que lo lleva de la poesía desarraigada a la poesía social, buscando sacudir las conciencias y compartir con el resto de la humanidad su tragedia viva, que puede residir en la propia conciencia o en la vida en sociedad. En su canto, dos vocablos se convierten en claves: la palabra, que permite a todo hombre gritar su protesta, y la paz, para que España pueda vivir sin la presencia de la muerte y la injusticia.

Los Años 50: La Poesía de la Experiencia

En esta década, los poetas pasan del «yo social» al «yo poético e íntimo», generando una poesía de la experiencia, sin dejar de lado los temas sociales. Buscan una mayor elaboración del lenguaje poético y un desplazamiento de lo colectivo a lo personal. Consideran que la poesía social no ha conseguido sus objetivos políticos y desarrollan una poesía más subjetiva. Para ellos, el poema es un instrumento que permite al ser humano y al poeta conocer el mundo y a sí mismo.

Se puede establecer una temática común a todos ellos: la reflexión sobre el paso del tiempo, el amor como cauce del erotismo y la amistad, la familia y la reflexión sobre la creación poética. Su estilo es muy visible, con un voluntario alejamiento de la poesía social. Siguen un estilo conversacional, antirretórico, sin ocultar la labor de depuración y de concentración de la palabra, mezclando registros lingüísticos. Utilizan tanto el verso libre como estrofas tradicionales y enfocan sus obras desde una perspectiva íntima e irónica.

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