21 Oct

La Monarquía Hispánica: Reyes Católicos y el Imperio de los Austrias (Siglos XV-XVII)

Los Reyes Católicos: Construcción de un Estado Moderno

Los Reyes Católicos fueron el primer ejemplo de monarquía autoritaria en la península. Construyeron las instituciones y organismos del Estado moderno, logrando que su poder político se impusiera por encima de la nobleza y el clero.

La Unión Dinástica

Con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, apareció una nueva entidad política: la Monarquía Hispánica. Esta se entiende como una unión dinástica de las dos Coronas, en la que cada reino siguió rigiéndose por sus propias leyes e instituciones. Se formó así un estado plural, aunque no totalmente autoritario en sus inicios.

  • Las leyes, monedas e instituciones estaban diferenciadas.
  • Las nuevas leyes eran firmadas por representantes de ambos reinos.

El mayor peso territorial, demográfico y económico de Castilla dio lugar a una creciente castellanización de la propia monarquía y a una consecuente pérdida de poder político en la Corona de Aragón.

Construcción de la Monarquía Autoritaria

Reforzamiento del Poder Real

Los monarcas buscaron imponerse ante la nobleza y el clero, que se oponían al poder real. Primero vencieron a la nobleza por las armas y recuperaron parte del patrimonio real. Para asegurar la lealtad, fortalecieron los privilegios jurisdiccionales de los nobles y eclesiásticos. Por otro lado, las Leyes de Toro generalizaron la institución del mayorazgo, que unía las tierras a los grandes títulos nobiliarios, asegurando la perpetuidad de su patrimonio.

Las Instituciones de la Monarquía

Una vez que habían dominado a la nobleza y al clero, organizaron una serie de instituciones para afirmar la autoridad real. Crearon:

  • Un ejército permanente.
  • Un cuerpo de embajadores.
  • La figura de los corregidores, que eran delegados del poder real en los municipios.

A su vez, los Reyes Católicos reorganizaron otras instituciones clave:

  • El Consejo Real: Apartaron a la alta nobleza y nombraron secretarios que pertenecían a la baja nobleza o a la burguesía.
  • Las Cortes: Utilizadas principalmente para recaudar recursos financieros.
  • La Audiencia de Valladolid: Para la administración de justicia.

En la Corona de Aragón se creó el cargo de lugarteniente (o virrey), monarcas que ejercían la autoridad real en ausencia del rey. También se mantuvo la figura del Justicia Mayor, con la función de ejercer como árbitro entre el rey y sus súbditos.

Los Reyes Católicos se desplazaban por todo el territorio para impartir justicia y reforzar su autoridad, sin establecer una «capital fija» de los reinos.

Unificación y Expansión Territorial

La Unificación del Territorio Hispánico

Tras la unión de las dos Coronas, los Reyes Católicos buscaron completar la unificación territorial de los reinos hispánicos:

  • El Reino de Granada: Castilla, con ayuda aragonesa, se impuso contra el último reducto musulmán. El reino de Granada fue unido definitivamente a la Corona en 1492.
  • El Reino de Navarra: Fernando de Aragón invadió e incorporó Navarra a Castilla en 1512.
  • El Reino de Portugal: Los Reyes Católicos prepararon también la unión de Portugal a la Corona mediante una activa política matrimonial.

La Política Internacional

Los Reyes Católicos dedicaron grandes esfuerzos a la política exterior, destacando:

El sistema de alianzas y la política matrimonial

Formalización de alianzas con diversos reinos europeos, especialmente con el Imperio Alemán, Inglaterra y Portugal.

Los enfrentamientos con Francia e Italia

Se recuperaron los territorios de Rosellón y la Cerdaña. Fernando II venció a los franceses y consiguió consolidar el dominio de la Corona de Aragón sobre Nápoles.

La expansión en el Norte de África y el Atlántico

Los Reyes Católicos querían frenar el avance musulmán y llevaron a cabo conquistas que les aseguraron el dominio de plazas africanas. El apoyo de comerciantes andaluces permitió la ocupación de las Islas Canarias.

Las relaciones con Portugal

La pacificación con Portugal se llevó a cabo mediante tratados, destacando el Tratado de Alcáçovas (control de la costa africana) y el Tratado de Tordesillas (que permitió el control del actual Brasil).

La Llegada a América

Desde la conquista de las Canarias se habían abierto rutas en el Atlántico, aunque los portugueses dominaban las rutas marítimas hacia Oriente.

Cristóbal Colón, navegante genovés, presentó primero en la corte portuguesa una propuesta basada en la esfericidad de la Tierra, consistente en abrir una nueva ruta hacia el oeste para alcanzar tierras asiáticas. Tras el rechazo portugués, hubo un contrato entre Colón y los Reyes Católicos (las Capitulaciones de Santa Fe, 1492), donde se establecían los beneficios que la empresa le daría por el descubrimiento de la nueva ruta.

El 3 de agosto de 1492, tres naves salieron de Huelva y llegaron a tierra el 12 de octubre. Las riquezas esperadas por el descubrimiento hicieron que el segundo viaje constara de 17 barcos y 1200 hombres. Colón inició un tercer viaje para alcanzar las costas del continente americano. Murió en 1506.

El Gobierno de los Austrias (Siglos XVI y XVII)

A la muerte de Isabel, heredó la Corona de Castilla su hija Juana. Debido a su prematura muerte y enfermedad mental, Juana cedió el título a su primogénito Carlos I, quien también heredó la Corona de Aragón cuando murió su abuelo Fernando el Católico. Cuando murió su abuelo, el emperador Maximiliano, Carlos I heredó el título de emperador con el nombre de Carlos V de Alemania.

La Dinastía de los Habsburgo

La Corona era el punto de unión de diversos reinos, conservando estos sus leyes e instituciones. La preeminencia la tuvo siempre Castilla, a la que se incorporaron Navarra y los dominios de América.

El modelo de los primeros Austrias era el de la monarquía autoritaria, heredado de los Reyes Católicos, pero a lo largo de los siglos XVI y XVII se desarrollaron formas más absolutas.

Había diferencias entre la Corona de Castilla y Aragón: en Castilla el poder del monarca fue mayor, mientras que en la Corona de Aragón se resistieron más a la pérdida de fueros y privilegios.

El Gobierno de la Monarquía

El sistema de gobierno se fundamentaba en:

  • El Rey: Era la cabeza del reino y la administración. Contaba con sus secretarios, quienes le ayudaban más directamente y tomaban decisiones.
  • Los Consejos: Ayudaban al monarca y se ocupaban de territorios determinados (Consejo de Aragón, Italia, Flandes) o de asuntos específicos. El Consejo Real de Castilla tenía un papel importante. Se estableció el Consejo de Indias para ocuparse de los asuntos de los territorios de América. Existían otros consejos especializados en asuntos propios de la administración, como el de Hacienda.
  • Las Cortes: El clero y la nobleza dejaron de asistir prácticamente, ya que no estaban obligados a pagar tributos, y se redujeron a los representantes de las ciudades.

Fuera de Castilla, algunas instituciones siguieron conservando su vigencia, como el Consejo de Ciento o la Generalitat. Navarra también conservó instituciones como la Cámara de Comptos. En la Corona de Aragón se conservaron los fueros.

Otras Instituciones

El gobierno municipal siguió unido a los concejos o cabildos, formados por alcaldes y corregidores. La justicia tenía a las audiencias como órganos fundamentales. También tuvo gran importancia el Tribunal de la Inquisición.

El poder supremo en los siglos XVI y XVII fuera de Castilla lo tuvo el virrey. Los virreinatos se extendían por Europa y América, y estos nombraban gobernadores que ejercían el poder en su nombre. El poder real se completaba con un poderoso ejército compuesto por soldados alemanes, italianos, etc., formando la fuerza principal, los «tercios» de infantería. Sin embargo, el problema de mantener todo el sistema administrativo y militar era que la Hacienda Real carecía de dinero, por lo que banqueros extranjeros controlaron la hacienda y concedieron préstamos constantes.

Expansión Imperial Europea en el Siglo XVI

Carlos I y Felipe II: La Defensa del Imperio

Carlos I heredó el título de emperador en circunstancias difíciles. Se acababa de producir una rebelión religiosa y política de protestantes en Europa Central. Carlos I entendió que tenía una misión histórica: mantener una monarquía cristiana y universal.

En 1556, el emperador abdicó en su hijo Felipe II y le cedió todos sus territorios, menos los dominios del Archiducado de Austria y los derechos del título imperial, que fueron cedidos a su hermano Fernando.

A diferencia de su padre, Felipe II fue un monarca dedicado a las cuestiones de su reino, estableció la capital en Madrid y mantuvo el ideal de defensa del catolicismo. También incorporó Portugal a la Corona en 1580.

Los Conflictos en el Exterior

La Lucha contra los Protestantes

La ruptura de la unión católica, causada por la Reforma Protestante, fue el primer problema de la monarquía de Carlos I.

Martín Lutero había pedido la reforma de la Iglesia en sus 95 tesis. Para hacer frente al problema, se convocó la Dieta de Worms, presidida por el emperador, quien pidió a Lutero que se retractara, pero este se negó. Carlos I se enfrentó al protestantismo en dos ámbitos: 1. Político-militar y 2. Religioso.

Los Enfrentamientos con Francia e Inglaterra

Carlos I y Francisco I de Francia se enfrentaron por el dominio de los reinos y ducados de Italia, por el Milanesado y por el control de Flandes y Borgoña. Se produjo la victoria de los tercios españoles en San Quintín y la firma de la Paz de Cateau-Cambrésis. Enrique IV se convirtió al catolicismo y España y Francia firmaron la Paz de Vervins.

Felipe II decidió enfrentarse a Inglaterra y preparó una flota para atacarla, la Armada Invencible, pero fue un desastre y la flota quedó vencida.

El Dominio del Mediterráneo

El Imperio Otomano era una gran potencia del Mediterráneo. Los turcos practicaban la piratería para obtener, sobre todo, esclavos. Durante el reinado de Felipe II, estos amenazaron todo el Mediterráneo, ya que se habían apoderado de Túnez y Chipre. El enfrentamiento tuvo lugar en el golfo de Lepanto, con victoria cristiana.

La Rebelión de los Países Bajos

La guerra de los Países Bajos fue el mayor problema de Felipe II. El descontento se debía a los fuertes impuestos, al surgimiento de un sentimiento nacionalista y al conflicto religioso (protestantismo).

La primera rebelión se produjo en Flandes. Felipe II envió a sus tercios con sus mejores generales, quienes llevaron a cabo una dura represión.

La Explotación y Conquista del Territorio Americano

La colonización del continente americano avanzó hacia el oeste y abarcó todo, excepto el actual Brasil, que quedó en manos de Portugal como consecuencia del Tratado de Tordesillas.

  1. Primera etapa: Fue capitaneada por Hernán Cortés. Salió de la isla de Cuba, entró en tierras mexicanas y se adentró en territorios habitados por los aztecas. Los venció y se apoderó de un territorio que se llamó Nueva España.
  2. Segunda etapa: Fue dirigida por Francisco Pizarro, que salió de Panamá y se dirigió a las costas de Ecuador para empezar la conquista del Imperio Inca. Esta conquista se completó al año siguiente con la toma de la capital del imperio, Cuzco.

Conquista y Colonización de América

La Organización y Explotación del Territorio Americano

Las Indias copiaron la organización institucional castellana, instaurando el municipio y el virreinato. Se fundaron dos virreinatos: el de Nueva España al norte y el de Perú, que se extendía por América del Sur. Los virreyes y gobernadores tenían el máximo poder. Se desarrolló una legislación para la organización de los nuevos territorios: las Leyes de Indias.

Los nuevos territorios supusieron una fuente de ingresos importante para Castilla, que controlaba el tráfico del comercio y se reservaba la quinta parte (el Quinto Real) de todo el metal precioso.

Las tierras y minas fueron la principal fuente de riqueza. Las tierras fueron repartidas entre los colonizadores. Surgieron así las encomiendas: el indígena era «encomendado» al colono, y a cambio de una protección teórica, quedaba obligado a pagar tributos al encomendero. También fue común la mita, un trabajo forzoso de los indígenas mediante sorteos que les obligaban a aportar un grupo de trabajadores.

Las disposiciones de la Corona para evitar los abusos a la población, como las Nuevas Leyes de Indias, fueron incumplidas, a pesar de las denuncias como las del Padre Bartolomé de las Casas. Se aplicaba la máxima: “Obedézcase, pero no se cumpla”.

El Impacto en los Pueblos Indígenas

Hubo consecuencias demográficas desastrosas para la población indígena. En las Antillas, por ejemplo, la población prácticamente desapareció, lo que obligó a impulsar el tráfico de esclavos africanos.

La mezcla de indígenas, colonizadores y población africana formó un mundo multirracial, compuesto por:

  • Criollos: Descendientes de españoles nacidos en América.
  • Mestizos: Descendientes de europeos e indígenas.
  • Mulatos: Descendientes de africanos y europeos.

Hubo una importante influencia cultural castellana, donde quedó implantada la lengua castellana como idioma común.

Impacto del Comercio Americano

El comercio fue el sector que tuvo más desarrollo.

El monopolio del comercio americano se otorgó al puerto de Sevilla, de donde salían o llegaban los barcos de la ruta americana. La Corona creó la Casa de Contratación de Sevilla para controlar las mercancías y la recaudación de tributos. Los viajes a América se organizaban mediante un sistema de flotas, donde los buques navegaban juntos para darse protección unos a otros.

La plata y el oro fueron las mercancías más importantes para el comercio americano. Aumentó el dinero en circulación, pero sin haber aumentado la producción, lo que produjo la Revolución de los Precios. La Corona se endeudó porque la expansión y el mantenimiento del imperio suponían mucho dinero, y la riqueza se gastó rápidamente. La riqueza fue invertida improductivamente en joyas o bienes de lujo, y en Aragón decayó el comercio.

Una Sociedad Estamental

La sociedad de la época de los Austrias se caracterizaba por la preeminencia de la nobleza y el clero.

  • La Nobleza: Formaba un 5% de la población. Abarcaba desde los Títulos de Castilla y Grandes de España hasta hidalgos y caballeros.
  • El Clero: Constituía entre un 5% y un 10% de la población. Estaba dividido entre el Alto Clero (cardenales, arzobispos) y el Bajo Clero (curas, monjes).
  • Los No Privilegiados (Pecheros): Eran el 80% de la población, incluyendo campesinos y grupos que se diferenciaban por su procedencia étnica o religiosa, como los moriscos y los judíos conversos.

El Siglo XVII: El Declive del Imperio

Los Austrias del Siglo XVII: El Gobierno de los Validos

Los Austrias de este siglo (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) renunciaron a ejercer las tareas directas del gobierno, que pasaron a manos de ministros omnipotentes, conocidos como validos o ministros privados.

  • Felipe III: Su reinado fue pacífico. Las tareas quedaron en manos de su valido, el Duque de Lerma, y más tarde por el Duque de Uceda.
  • Felipe IV: Dejó el poder en manos de un importante valido, Gaspar Guzmán, Conde Duque de Olivares. Su gobierno se caracterizó por el autoritarismo y el intento de unificar el Estado con las mismas leyes e instituciones.
  • Carlos II: La dinastía finalizó con el reinado de Carlos II, un monarca enfermizo conocido como «el Hechizado», que murió sin descendencia. El gobierno fue siempre llevado por validos.

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648)

Este conflicto fue tanto una pugna religiosa entre protestantes y católicos como una lucha política contra el dominio en Europa de los Habsburgo austriacos y españoles.

Los contendientes, agotados por la guerra y con el centro de Europa destrozado, establecieron conversaciones de paz que acabaron en los Tratados de Westfalia (1648). Después de Westfalia, la guerra con Francia continuó y no acabó hasta la Paz de los Pirineos (1659), donde la Monarquía Española cedió a Francia los territorios que tenía al norte de los Pirineos. Se hizo patente la hegemonía francesa y el declive de la Monarquía Hispánica.

Las Revueltas de 1640

La revuelta en Cataluña empezó cuando Olivares, en la Guerra de los Treinta Años, abrió un frente militar contra los franceses en los Pirineos. Se provocó una rebelión en Barcelona con la entrada de segadores armados durante el Corpus de Sangre en 1640. La revuelta se generalizó en Cataluña, y Francia le dio su apoyo, nombrando Conde de Barcelona a un rey francés, Luis XIII.

Se produjo también la rebelión de Portugal. Los portugueses no querían pertenecer a la Corona Hispánica porque esta los había hecho enemigos de Inglaterra y Holanda, y estos atacaban sus tierras. Esta rebelión dio lugar a una guerra muy larga que duró hasta 1668, en la que Portugal logró la independencia de la Corona Castellana.

Deja un comentario