06 Mar

La novela desde principios del siglo XX hasta 1939

La transición del siglo XIX al XX se caracteriza en Europa por una honda crisis espiritual, se produce un rechazo a la sociedad y el arte burgueses, lo que se añade a la conciencia del atraso económico, científico y cultural. En España, a esto se suma la derrota en Cuba frente a Estados Unidos. Por ello, en los primeros años del siglo XX se produce el regeneracionismo que pretende encontrar una solución a los ‘males de la patria’. En ese ambiente, una serie de autores y autoras, la denominada Generación del 98, manifiestan, junto a angustia existencial y su protesta y afán de reformas, las costumbres decadentes de la sociedad española y un deseo de modernidad y europeización.

Las características literarias más importantes de sus obras narrativas y en prosa en cuanto a temática son:

  • La preocupación social, reflejada en su interés por el llamado ‘problema de España’, con una intención crítica e influjo regeneracionista, y una visión centrada en Castilla como símbolo de España.
  • Las inquietudes religiosas y existenciales, así como el conflicto fe-razón, el paso del tiempo, la lucha por la vida…

Hay, por tanto, una renovación de la novela, que supera el modelo realista y naturalista, por lo que adopta un antirretoricismo, método impresionista, lenguaje sobrio y asequible, sencillez y claridad, etc.

Unamuno (Niebla, San Manuel Bueno, mártir) trata temas como la tradición, la intrahistoria, la conciencia trágica de la existencia y el conflicto entre fe y razón. Sus ‘nivolas’ se caracterizan por la sobriedad narrativa, la importancia del diálogo y la ausencia de trama o hilo argumental.

Baroja (El árbol de la ciencia) es el novelista por excelencia del grupo, cuyas novelas son una mezcla entre el pesimismo existencial más radical y el vitalismo individualista de algunos de sus personajes. En sus novelas desarrolla generalmente un esquema de aprendizaje vital de los protagonistas.

Azorín (La voluntad) tiene un estilo minucioso, lento, casi impresionista. Sus novelas presentan un desarrollo fragmentado, con gran abundancia de descripciones y un cierto tono lírico; la trama argumental es mínima.

Valle-Inclán presenta también en el género narrativo la misma evolución de su obra dramáticas: una etapa de modernismo inicial (Sonatas), una fase de transición y la definitiva etapa esperpéntica, con el ciclo de novelas de ‘El ruedo ibérico’, entre las que destaca Tirano Banderas.

Carmen de Burgos destaca más como periodista que como novelista, su pensamiento va dirigido hacia una postura regeneracionista (La misión social de la mujer, Puñal de claveles).

Concha Espina comienza su andadura en el periodismo también y en la narrativa más tarde, cuya novela está impregnada de lirismo y rigor estético (Altar mayor).

Hacia 1914 se percibe el agotamiento de la Generación del 98, y un nuevo grupo toma el relevo: la Generación del 14 o Novecentismo.

La poesía española desde 1900 hasta 1939

A finales del siglo XIX España está sumida en una profunda crisis, una crisis que hace que hubiera un país enfermo que se manifiesta en un pesimismo, desorientación, debilitamiento prolongado, corrupción política y malestar generalizado. La crisis provoca un atraso económico y educativo, inestabilidad política, conflictos obreros, atraso social, cultural y económico, nacionalismo catalán y vasco y un aumento del analfabetismo.

Por esta crisis España se ve obligada a hacer un regeneracionismo del país. Esto provoca un movimiento intelectual, modernización económica, social y cultural y un cambio general del país.

La poesía a principios del siglo XX sufre una ruptura métrica de lo hecho hasta ahora, aparece el modernismo con Rubén Darío. En España se desarrolla la poesía de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez y aparecen diferentes tipos de vanguardias.

El modernismo es el fruto de la crisis espiritual del siglo XIX y empieza con Rubén Darío en Nicaragua. Este movimiento poético es una ruptura total de la poesía y tiene dos etapas, una con culto a la forma influenciada por el parnasianismo y otra más profunda y personal que se caracteriza por el simbolismo. El modernismo se caracteriza por su exotismo, individualismo, la búsqueda de nuevas formas expresivas, posee un vocabulario muy rico con abundancia de adjetivos y utiliza una métrica renovadora, con silvas, sonetos, alejandrinos y utilizan el verso libre.

Rubén Darío es el que inicia el modernismo y el que lo difunde por Hispanoamérica y Europa. Sus poemas reflejan a la perfección las características del modernismo y sus obras más significativas son Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza.

Por otro lado, el modernismo español es más intimista y no tan formal, sigue la segunda etapa del modernismo, la más profunda, inspirada en Bécquer, se centra en el interior del poeta y busca una mayor profundidad. Los autores más importantes en España son Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

Antonio Machado evoluciona desde un modernismo intimista hasta unas posturas de la generación del 98. En sus poemas intimistas muestra emociones íntimas y el dolor de los recuerdos. Le da mucha importancia al tema del tiempo y el amor utilizando símbolos como el agua y la tarde. Su estilo es sencillo y utiliza la silva-romance. Su obra más importante en esta etapa son Soledades. Galerías. Otros poemas.

En la segunda etapa de Machado el autor evoluciona a una postura del 98. Los temas que destacan son la preocupación por España, la muerte de Leonor y las características de la generación del 98. La obra más importante es Campos de Castilla.

La última etapa de la vida de Machado muestra una poesía breve y sentenciosa con carácter filosófico y la obra más importante es Nuevas Canciones.

En España el otro autor destacado es Juan Ramón Jiménez, que también tiene tres etapas. Juan Ramón Jiménez busca la belleza y el conocimiento y tiene una tendencia a la melancolía profunda.

La primera etapa es la poesía sensitiva, que se caracteriza por su sencillez. Los temas son la soledad, la belleza, la muerte y el amor y sus obras más importantes son Almas de violeta, Ninfeas, La soledad sonora y Sonetos espirituales.

En la segunda etapa, poesía intelectual, muestra una poesía pura dirigida a la minoría y utiliza elementos vanguardistas. Sus obras destacadas son Diario de un poeta recién casado y Eternidades.

La última etapa es la poesía suficiente o verdadera. Esta poesía muestra la verdad absoluta buscando a Dios en la naturaleza y utiliza formas tradicionales. Sus obras son Animal de fondo y Dios deseado y deseante.

Las vanguardias surgen a principios del siglo XX y significan una ruptura total con la literatura anterior y tienen una duración muy corta. Las características generales de las vanguardias son la provocación. el juego y el humor.

Hay diferentes movimientos vanguardistas de los que destacan el futurismo, el cubismo, el dadaísmo, el ultraísmo. el creacionismo y el surrealismo. El más influyente fue el surrealismo, que es una liberación total del individuo mediante la liberación del lenguaje y es una influencia para la generación del 27.

La poesía del grupo poético del 27

A finales del siglo XIX España está sumida en una profunda crisis, una crisis que hace que hubiera un país enfermo que se manifiesta en un pesimismo, desorientación, debilitamiento prolongado, corrupción política y malestar generalizado. La crisis provoca un atraso económico y educativo, inestabilidad política, conflictos obreros, atraso social, cultural y económico, nacionalismo catalán y vasco y un aumento del analfabetismo.

Por esta crisis España se ve obligada a hacer un regeneracionismo del país. Esto provoca un movimiento intelectual, modernización económica, social y cultural y un cambio general del país.

En 1927 un grupo de poetas se reunieron en Sevilla para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora, y comienza lo que podemos llamar el grupo poético de la generación del 27.

Este grupo poético está relacionado no solo por tener características literarias compartidas, sino que también hay una gran amistad entre ellos. Casi todos conviven en la Residencia de Estudiantes de Madrid, participan en actos comunes, proyectos culturales y colaboran en las mismas revistas y además todos se ven influenciados por Juan Ramón Jiménez, que es su modelo a seguir.

La principal característica de la generación del 27 es que no rechazan la poesía anterior, a esta generación la define el equilibrio entre vanguardias y tradición, utilizan movimientos literarios como la poesía pura, sentimental y humanizada.

Además son capaces de combinar lo culto y lo popular, lo universal y lo español y la tradición y la innovación.

Entre todos los autores hay características comunes y todos evolucionan más o menos en la misma línea, por ello se pueden destacar tres etapas.

La primera etapa es la que abarca desde los inicios hasta 1927 y sus características más destacables son la influencia de Bécquer y el postmodernismo, la poesía pura de Juan Ramón, el futurismo y el ultraísmo, estrofas tradicionales y la diversidad.

La segunda etapa es la que define a este grupo y va desde 1927 hasta que estalla la guerra civil. Es una poesía que vuelve a humanizarse y liberarse influenciada por el surrealismo, que aborda los sentimientos más profundos y las inquietudes sociales y políticas.

Una vez acabada la guerra civil comienza la tercera etapa, caracterizada por la disgregación. Lorca muere asesinado y el grupo se dispersa, algunos se quedan en España y los demás en el exilio pero hay algo común que los une aún estando separados. El tema principal de los poetas exiliados es la nostalgia y los que se quedan cultivan una poesía existencialista y pesimista.

Por último cabe destacar algunos autores de esta generación. Pedro Salinas es el poeta del amor y la poesía intelectual, utiliza una métrica sencilla, sin rima y versos cortos. Jorge Guillén representa la poesía pura con un lenguaje elaborado y su tema principal es el canto amoroso a la vida. Gerardo Diego refleja tanto poesía vanguardista como tradicional y temas como los toros y la religión. Vicente Aleixandre utiliza el estilo surrealista y fusiona el hombre con la naturaleza. La poesía de Rafael Alberti es neopopular, vanguardista-surrealista y social y política.

Federico García Lorca fusiona la tradición y las vanguardias expresando la frustración y el destino trágico del hombre mediante símbolos y metáforas. Luis Cernuda utiliza un estilo sencillo con tono coloquial y su tema central es el amor insatisfecho, fruto de su deseo homosexual y la realidad. Concha Méndez evoluciona desde las vanguardias a la poesía humanizada con los temas de la vejez y la nostalgia y Carmen Conde tiene una obra poética muy extensa con temas como el amor y el erotismo.

El teatro desde principios del siglo XX hasta 1939

A finales del siglo XIX España está sumida en una profunda crisis, una crisis que hace que hubiera un país enfermo que se manifiesta en un pesimismo, desorientación, debilitamiento prolongado, corrupción política malestar generalizado. La crisis provoca un atraso económico y educativo, inestabilidad política, conflictos obreros, atraso social, cultural y económico, nacionalismo catalán y vasco y un aumento del analfabetismo.

Por esta crisis España se ve obligada a hacer un regeneracionismo del país. Esto provoca un movimiento intelectual, modernización económica, social y cultural y un cambio general del país.

En el teatro español en el siglo XX hubo muy poca renovación con respecto al europeo y mundial de esta época, salvo por las figuras de Valle-Inclán y García Lorca.

En esta época se dan dos grandes tendencias teatrales, el teatro comercial y de éxito y el teatro renovador y marginado.

El teatro comercial es un teatro burgués con gran éxito entre el público y presenta leves toques críticos, humor y sentimentalismo. Jacinto Benavente da con la clave del éxito con obras de crítica leve y repite esa fórmula sin descanso. Sus obras presentan problemas poco conflictivos y diálogos ingeniosos, como por ejemplo Los intereses creados.

Dentro de este teatro comercial se da la comedia costumbrista, que mezcla diálogos con partes musicales. Este grupo está cultivado por Carlos Arniches, sus obras están escritas en un ambiente castizo y achulado de Madrid (La señorita de Trevélez), los hermanos Álvarez Quintanero que sus obras están ambientadas a una Andalucía irreal (Malvaloca) y Pedro Muñóz Seca, que con el astracán busca la comicidad a toda costa (La venganza de don Mendo).

Y por último se da un teatro poético escrito en verso, cultivado por Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa, José María Pemán…

El teatro renovador no goza del favor del público y muchas obras no son estrenadas. En la generación del 98 Unamuno utiliza el drama para reflejar los problemas que le obsesionan y Azorín es autor teatral con obras muy estáticas.

En el grupo de la generación del 27 se incorporan formas de vanguardia y acercan el teatro al pueblo. Salinas escribe casi todo en el exilio. Alberti escribe teatro vanguardista pero su obra más importante es en el exilio. Miguel Hernández escribe teatro social en verso a la manera de Lope (El labrador de más aire)

Alejandro Casona desarrolla su teatro en España con La sirena varada y en el exilio escribe La dama del alba, en el que combina humor y lirismo.

Max Aub es muy renovador y su obra más importante va sobre el nazismo o la guerra (San Juan, No)

El primer gran autor de teatro en esta época fue Valle-Inclán que hace teatro de una forma muy original ya que crea un género propio. Evoluciona de una forma contraria al resto, empieza siendo revolucionario y se va radicalizando, presenta una incansable búsqueda artística. Por su innovación

fue teatro para leer y crea el esperpento. Valle-Inclán tiene tres etapas teatrales:En la primera etapa escribe teatro modernista que se caracteriza por tres rasgos fundamentales; la evasión, el estilo brillante y una actitud rebelde. La obra más destacada es El Marqués de Bradomin.La segunda etapa es el ciclo mítico, ambientado en la Galicia rural y mítica poblada por personajes dominados por las pasiones más primitivas. Se caracteriza por las acotaciones, ambiente tétrico, crítica religiosa y animalización. La obra más importante es Divinas palabras.La tercera y última etapa es el esperpento. Dentro de este grupo se encuentran las farsas, que son una crítica a la situación Española, las obras más importantes son Farsa italiana de la enamorada del rey y Farsa y licencia de la reina castiza.El primer esperpento es Luces de Bohemia que es la obra cumbre del esperpento.Luces de Bohemia es una crítica de la sociedad de la época y cuenta la historia en la que un poeta camina durante toda la noche acompañado de su lazarillo por Madrid. El esperpento es una crítica a la situación de la sociedad española de una manera grotesca, utiliza el humor, las acotaciones, riqueza de lenguaje, y continuos cambios de espacio.El otro gran autor de esta época fue García Lorca, escribió un teatro verdaderamente poético ya que muchas obras están escritas en verso, repletas de lírica. El tema fundamental es el deseo imposible y la frustración.García Lorca en sus inicios escribió piezas menores y teatro para guiñol. Presenta los temas de la insatisfacción y el amor desigual, en esta etapa escribió MarianaPineda y La zapatera prodigiosa entre otras.Luego escribió teatro vanguardista, que coincide con su crisis personal provocada por su homosexualidad. Escribe El público, donde pretende acusar a los que lo criticaban y condicionaban, criticar a los que permanecen en silencio y proclamar que cualquier amor es lícito.Por último busca la plenitud, Lorca crea una barraca para acercar su teatro al pueblo, escribe Bodas de Sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. Donde los rasgos comunes eran que la mujer era la protagonista, estaba ambientada en Andalucía y tenía un final trágico. Sus obras presentaban símbolos como el agua, caballos, fuego, sangre y la lun

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