04 May
Las ligas de mi morena
El documento es una viñeta publicada en la revista pro-republicana La Flaca, el 16 de enero de 1873, y titulado “Las ligas de mi morena”. Es una fuente historiográfica secundaria, de autor colectivo y destinatario público. Es de interés político desde un doble punto de vista: la tendencia, por una parte, de la clase política decimonónica al establecimiento de una República como sistema de gobierno en España, y la importancia del proceso emancipador de las colonias que adquiere a lo largo de este siglo y cómo culmina dicho proceso en 1898.
Idea Principal y Secundarias
Como idea principal, la imagen transmite el deseo de establecer una república en España y de conseguir el fin de la esclavitud en las colonias de Cuba y Puerto Rico, todo ello personificado en la figura central de la imagen, alegoría de la república y la libertad portando la bandera de España. Las ideas secundarias las relacionamos con la observación de un grupo de individuos a ambos lados de la alegoría republicana. A la derecha, civiles de tendencia progresista, demócrata y republicana (gorro frigio) que se muestran a favor de la libertad, la igualdad y el fin de la esclavitud, están quitando las cadenas a la figura femenina. A la izquierda, otras que intentan encadenar a la alegoría, son personajes ataviados con ropajes militares de épocas pasadas, incluso uno vestido con armadura. Son carlistas (gorra roja) y militares que representan a aquellos sectores más conservadores de la sociedad española de la época, portando incluso una bandera a favor de la esclavitud.
Contexto Histórico
Durante el Sexenio Democrático (1868-1874) en España, la esclavitud seguía siendo un tema central, especialmente en las colonias de Cuba y Puerto Rico. A pesar de que España adoptó una monarquía democrática con sufragio universal en 1869, la esclavitud persistió en estas colonias, esenciales para la economía, con unos 300.000 esclavos en Cuba y 100.000 en Puerto Rico. Los políticos conservadores defendían la esclavitud por el temor a perder las colonias, mientras que los republicanos federales abogaban por su abolición total, siendo acusados de apoyar a los rebeldes cubanos.
En 1870, el gobierno progresista aprobó la ley de «libertad de vientres», que liberaba a los hijos de los esclavos nacidos después de esa fecha, pero no resolvía completamente la cuestión. La Primera República logró abolir la esclavitud en Puerto Rico en 1873, pero no en Cuba, lo que representó una victoria parcial para los abolicionistas. La abolición total en Cuba no se lograría hasta 1880, durante la Restauración Borbónica, tras la Paz de Zanjón de 1878, cuando el general Martínez Campos comprometió la abolición.
Sin embargo, este cambio llegó demasiado tarde. La frustración de los negros liberados y la creciente influencia del capital estadounidense a favor de la independencia cubana, junto con una política ineficaz por parte de la Restauración, contribuyó a la guerra de independencia de Cuba, que culminaría en la independencia de la isla a finales del siglo XIX.
La carga
La obra que comentar es la titulada “La carga”, pintada por Ramón Casas i Carbó en 1899. Es un óleo sobre lienzo, ejemplo de pintura modernista del siglo XIX. Está expuesto en el Museo Comarcal de la Garrocha en Olot (Gerona). Estamos ante una fuente historiográfica o secundaria de contenido político-social y destinatario público. Esta obra es de especial interés pues es reflejo del desarrollo del movimiento obrero en la España de finales del siglo XIX, unido al desarrollo industrial en Cataluña, País Vasco y Madrid, comienzo de la lucha obrera y el reflejo de esta nueva conciencia en las protestas obreras que se desarrollarán a partir de este momento y que adquirirán mayor importancia.
Idea Principal y Secundarias
La obra hace alusión a una huelga ocurrida en Barcelona en 1902, aunque en la actualidad se considera que esta obra de Ramón Casas fue realizada en 1899. Por tanto, la idea principal reflejada en esta pintura es la lucha obrera en España a través de las protestas en la zona industrial de Barcelona. En cuanto a las ideas secundarias, las extraemos de la imagen. Destaca la brutalidad de las fuerzas de orden público a la hora de sofocar las protestas, con una violenta carga de la Guardia Civil especialmente representada por los personajes en primer plano, a la derecha del cuadro, con un obrero tendido en el suelo a punto de ser pisoteado por el caballo. La imagen es una mezcla de realismo y dramatismo que se acentúa con el gran espacio vacío de la zona central y al concentrarse la acción dramática al fondo y los laterales, donde la masa obrera es dispersada a golpes. El contexto en el que se desarrollan estas protestas es el descontento de la clase obrera industrial y rural por las malas condiciones de vida, laborales y salariales que sufrían en esta época, acusando a la sociedad burguesa de ser los causantes de esta injusta situación.
Contexto Histórico
A finales del siglo XIX, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902), el movimiento obrero en España ganó importancia, con dos corrientes principales: el anarquismo y el socialismo. El anarquismo, que encontró apoyo principalmente en Cataluña, Levante, Andalucía y en áreas industriales como Barcelona, se desarrolló a pesar de la represión, especialmente tras los atentados de la Mano Negra en Andalucía. Esta organización secreta fue acusada de crímenes, lo que llevó a la detención masiva de anarquistas en Cádiz y Sevilla. A pesar de la represión, el anarquismo continuó defendiendo la destrucción del orden político-social mediante la violencia, lo que culminó en el asesinato del presidente Cánovas del Castillo en 1897.
Por otro lado, el socialismo en España, liderado por Pablo Iglesias, se consolidó con la fundación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879, con un programa marxista que aspiraba a la conquista del poder por la clase trabajadora, ya fuera por vía electoral o revolucionaria. En 1888, el PSOE fundó el sindicato UGT (Unión General de Trabajadores), que tuvo su mayor influencia en las zonas industriales de Madrid, Vizcaya y Asturias. Ambos movimientos, el anarquismo y el socialismo, seguirían creciendo y desempeñando un papel crucial en los eventos políticos de España, especialmente durante la crisis de 1917 y en el contexto de la IIª República Española.
El Buñuelo
El documento es una viñeta publicada en el periódico satírico antimonárquico y anticlerical “El Buñuelo”, en septiembre de 1880, titulado “El turno pacífico de los partidos”. Es una fuente historiográfica secundaria y de carácter político, de autor colectivo y destinatario público. Esta viñeta nos muestra la importancia de este tipo de documento como crítica al sistema establecido a partir de finales del siglo XIX. En este sentido, refleja la crítica a un sistema político, la Restauración, que teniendo como base los valores liberales propios del momento, con motivo de buscar la ansiada estabilidad política entre los liberales conservadores, sienta sus bases sobre un sistema corrupto que será la causa del final del mismo.
Idea Principal y Secundarias
Como idea principal, la imagen transmite cómo la política de la etapa de la Restauración Borbónica se caracterizará por la alternancia en el poder de los dos principales partidos dinásticos, conservador y liberal. Las ideas secundarias las extraemos de la imagen. Muestra un medio rural que relacionamos con España, país eminentemente agrario en la segunda mitad del siglo XIX; un caballo que da vueltas accionando una noria, que se puede relacionar con la política española y la constante evolución que esta experimenta a lo largo de cada etapa; y finalmente, cómo en la noria se suceden, dando vueltas de manera alterna, los mismos personajes políticos, que relacionamos con los líderes de los dos principales partidos dinásticos, el conservador y el liberal.
Contexto Histórico
Este texto se encuadra históricamente en la primera fase de la Restauración Borbónica en España, que relacionamos con el breve reinado de Alfonso XII y la posterior regencia de su esposa María Cristina de Habsburgo. Tras el golpe de Estado del general Martínez de Campos en diciembre de 1874 en Sagunto a favor de Alfonso XII, se vuelve a la monarquía constitucional en España. Cánovas del Castillo buscaba asentar la monarquía con la elaboración de una constitución que permitiese gobernar a partidos políticos distintos y acabase con la inestabilidad en la política española. Esto se consiguió con la constitución de 1876, documento ecléctico al reunir influencias de la constitución moderada de 1845 y la democrática de 1869; y con un sistema político bipartidista protagonizado por el partido conservador de Cánovas del Castillo y el liberal de Práxedes Mateo Sagasta, basado en un turnismo pacífico y pactado para ejercer el poder. Así, cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste institucional, el monarca llamaba a formar gobierno al jefe del partido de la oposición y se procedía a disolver las Cámaras y convocar elecciones. Esta alternancia en el poder fue posible gracias a un sistema electoral corrupto y manipulador que utilizaba la compra de votos, la falsificación de actas electorales y medidas de presión contra el electorado por medio de los caciques y alcaldes rurales, para garantizar que el resultado electoral fuera el esperado en cada momento. El turnismo fue ideado por Cánovas del Castillo, inspirado en el parlamentarismo inglés, y buscaba la estabilidad política en España, tras el convulso siglo XIX, que creara un escenario propicio para el desarrollo económico. A pesar de su prolongada vigencia, tuvo opositores desde el primer momento por su carácter antidemocrático y opuesto a la libertad de participación de las distintas fuerzas y grupos sociales en la vida política española de esa época.
Fragmento del Tratado de Paz entre España y Estados Unidos
Nos encontramos ante un fragmento del Tratado de Paz entre España y EEUU, por lo que se trata de un texto histórico de carácter político-jurídico y de fuente primaria. Fue redactado por los gobiernos de Estados Unidos y España y firmado por Eugenio Ríos (partido liberal) y William R. Day (diplomático estadounidense), además de la regente María Cristina en nombre de Alfonso XIII. El destinatario es colectivo; tanto para España, EEUU, las colonias y como el resto de Estados (texto público). Su finalidad es mostrar los acuerdos alcanzados que ponían fin a la guerra entre ambos países y el control de las colonias (Puerto Rico, Cuba, Filipinas, Isla de Guam…) y es de especial interés como colofón del proceso emancipador de las colonias americanas que se había iniciado a principios de siglo.
Ideas Principal y Secundarias
Idea Principal: La idea principal del texto es mostrar los acuerdos alcanzados por EEUU y España para poner fin a la guerra entre ambos países. Ideas Secundarias: Algunos de las ideas secundarias que se pueden encontrar en los artículos son la renuncia española a su dominio (“soberanía y propiedad”) sobre Cuba, pero esta, en cambio, será ocupada por EEUU (art I). Además, España cede Puerto Rico, Filipinas y Guam por una suma de 20 millones de dólares (art II, III). Este gran interés en Cuba y las demás islas es debido a que Estados Unidos era el principal comprador de productos cubanos y las políticas proteccionistas y aranceles no le beneficiaban económicamente (además de su gran interés comercial y estratégico en el resto de islas). En el último artículo encontramos otra idea importante y es que los barcos y mercancías españolas seguirán siendo admitidas en los puertos de las islas Filipinas con las mismas condiciones que los buques americanos (lo que permite el comercio).
Contexto Histórico
Este texto se enmarca históricamente durante la regencia de María Cristina (1885-1902). Tras la Paz de Zanjón (1878) con la que se ponía fin a la guerra de los 10 años en Cuba (“grito de Yara”), los cubanos exigían reformas como el fin de la esclavitud, representación en las Cortes Españolas, fin de las políticas proteccionistas como el arancel de 1891… En 1892, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, lo que provocó el envío de un ejército dirigido por Martínez de Campos que, tras su fracaso, sería sustituido por Valeriano Weyler. Tras el asesinato de Cánovas (agosto de 1897), el nuevo gobierno dirigido por Sagasta intentó seguir una estrategia conciliadora; sin embargo, Cuba y Puerto Rico no querían cesar las hostilidades, ya que contaban con el apoyo de los estadounidenses (debido a que las políticas conservadoras de España no le beneficiaban comercialmente). Paralelamente, en Filipinas se produjo una insurrección que fue duramente reprimida por el ejército. En 1898, EEUU acusó a España del hundimiento de uno de sus buques de guerra, el Maine, en la Habana. Tras cumplirse el ultimátum estadounidense, los americanos intervinieron en Cuba y Filipinas, derrotando rápidamente a las escuadras españolas. En diciembre de 1898, se firma la Paz de París, lo que supuso el abandono de España de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, quedando bajo la influencia y el dominio americano. No hubo crisis políticas ni económicas significativas; la mayor repercusión fue moral y psicológica. Esto dio paso al regeneracionismo (Joaquín Costa) y a la Generación del 98, además de relegar a España a un papel secundario en el contexto internacional.
El mapa y gráfico lineal
El mapa y gráfico lineal que comentar son documentos historiográficos, de carácter secundario, contenido económico-social y destinatario público, en referencia a las huelgas obreras y agrícolas ocurridas en España en el periodo comprendido entre 1905 y 1923 en el caso del gráfico, y entre 1917 y 1921 en relación con el mapa. La importancia que quieren transmitir estos documentos es la gran incidencia y desarrollo espacial de las huelgas de los obreros industriales, mineros y campesinos en España, especialmente durante la crisis de 1917 y en los años posteriores.
Ideas Principales
Si observamos el gráfico, se aprecia cómo el número de huelgas aumenta de manera significativa a partir de 1917, destacando el año 1920 con más de 1000, para posteriormente disminuir hasta aproximadamente la mitad en 1923. Respecto al mapa, vemos cómo los principales focos durante la gran huelga de 1917 serán las principales zonas industriales, mineras o agrarias de Asturias, Vizcaya, Barcelona, Valencia y Alicante, destacando ciudades como Gijón, Oviedo, Bilbao, Barcelona, Tarrasa, Valencia, Villena o Yecla; y otras ciudades y localizaciones como Madrid, Zaragoza o las minas de Rio Tinto. Por otro lado, también cómo las zonas de mayor incidencia de las huelgas agrícolas destacan en las provincias andaluzas de Cádiz, Sevilla, Málaga, Córdoba y Jaén. En conclusión, las huelgas tienen lugar en las zonas donde la influencia de las asociaciones obreras marxistas y anarquistas tenían una mayor implantación.
Contexto Histórico
El contexto histórico general en el que se ubican estos documentos es el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), envuelto en un proceso de crisis del sistema de la Restauración, cuyas bases se van minando lentamente desde la crisis de 1898 y que tienen como punto culminante, previo a la dictadura de Miguel Primo de Rivera, la crisis de 1917. En 1917 se ponen de manifiesto tres graves problemas que dieron origen a una profunda crisis que amenazó la supervivencia del sistema político de la Restauración. De forma consecutiva y sin existir conexión alguna entre ellas, entre junio y agosto, se desarrollan las protestas de los militares mediante la Junta de Defensa; la oposición política a través de la Asamblea de Parlamentarios; y la movilización obrera por medio de la convocatoria de huelga general. Con relación al mapa, debemos profundizar en la movilización obrera que da origen a la huelga general. Así, en 1916, UGT y CNT acordaron trabajar juntos para obligar al gobierno a adoptar medidas contra el alza del coste de la vida y para mejorar las condiciones laborales. Por ello, concluyeron que la huelga general era el mejor instrumento para presionar sobre ello. En marzo de 1917, en reunión conjunta, acuerdan convocar una huelga general indefinida en el plazo más breve posible, y finalmente, el 13 de agosto, se lanza un manifiesto a todo el país, redactado por Julián Besteiro, comenzando la huelga general. La huelga realmente fue un fracaso, al actuar el gobierno con gran dureza, causando numerosos muertos y encarcelados, y por la falta de apoyos, ya que la clase burguesa temía una revolución obrera muy violenta. No obstante, los partidos y sindicatos obreros siguieron desarrollando su labor de defensa de los trabajadores, y las huelgas y movilizaciones se siguieron realizando hasta la llegada al poder del dictador Miguel Primo de Rivera en 1923.
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