22 Jun

¿Para qué sirve la Ética?

La Ética como Camino hacia la Justicia y la Felicidad

Según Adela Cortina, la ética sirve para ser justos y felices. Para mí, esta afirmación es correcta, ya que debemos reflexionar sobre nuestros valores (lo cual es la moral) y, con una ética correcta, podemos determinar cómo actuar. Así, la ética nos sirve para poder ser justos y felices, dado que nos permite tomar la elección correcta y forjar nuestras buenas acciones.

La Moral del Camello según Nietzsche y Adela Cortina

Las Tres Transformaciones del Espíritu y la Moral Tradicional

Para comprender la moral del camello según Adela Cortina, es fundamental abordar las tres formaciones del espíritu propuestas por el filósofo Nietzsche. Nietzsche sostenía que existían tres etapas metafóricas en la evolución de los valores humanos: el camello, el león y el niño. Estas figuras ilustran cómo los individuos cambian su antigua moral por nuevos valores.

La primera figura es el camello. En esta etapa, el espíritu se encuentra inmerso en la moral tradicional, particularmente la cristiana. El camello sigue los modelos impuestos y las normas morales; asume la humillación como valor, así como la dedicación a los demás. Por esta razón, Nietzsche le asigna el nombre del camello, ya que este se arrodilla para llevar cargas. Cuando el camello intenta huir de las cargas hacia el desierto, está huyendo de las responsabilidades impuestas por los demás.

De esta manera, se transforma en león, al cual se le considera rebelde por enfrentarse a la moral tradicional. El león manifiesta el «yo quiero» y lucha contra el camello y el dragón (este último, la manifestación del «tú debes») para adquirir nuevos valores.

Al alcanzar la libertad, el león se convierte en niño, lo que representa la mejor posibilidad para crear nuevos valores y conquistar una nueva forma de ver el mundo. El niño adquiere este punto de vista al no quedar rastro de las figuras anteriores; es el espíritu creativo.

Adela Cortina se refiere a la moral del «camello» en el mismo sentido que Nietzsche. Ella aborda cómo la gente fue educada para concebir la moral como un conjunto de prohibiciones y mandatos encargados de «amargar» la existencia; como, por ejemplo, los policías que hace muchos años patrullaban playas «velando» por la decencia de los trajes de baño. Adela ofrece otros ejemplos para enfatizar este punto, como la obra en la que un profesor de ética se escandaliza por el doble sentido que se le podía dar a las palabras.

Definición de Moral y Tipos de Individuos

Principios, Normas y Valores en la Sociedad

Llamamos moral a ese conjunto de principios, normas y valores que cada generación transmite a la siguiente, con la confianza de que se trata de un buen legado de orientaciones sobre el modo de comportarse para llevar una vida buena y justa.

Puesto que cada individuo, en cada sociedad, es un ser distinto y con pensamientos diferentes, no todos nos regimos por esos códigos morales concretos. Es decir, existen:

  • Personas «altas de moral»: Son aquellos individuos que se encuentran en su propio «quicio» y eficacia vital, quienes tienen un control racional sobre la vida. Para ellos, la moral es un adorno bonito que usan ante la gente; es estar en posesión de uno mismo.
  • Personas «desmoralizadas»: Por el contrario, un desmoralizado es como estar enterrado vivo; es decir, vivir sin ganas, no pensar ni querer hacerlo. Es cuando a una persona le falta coraje para vivir.
  • Personas «inmorales»: Mientras que existe esta contraposición (moral-desmoralizado), existe un tercer tipo de ser humano, y es el inmoral. Este es aquel que no respeta las normas morales en sociedad, que está orgulloso de ello y muchas veces no le importa porque no reconoce dichas normas como propias. Es alguien que carece de ideales de justicia o de una vida buena.

La «Moralita» según Ortega y Cortina: Un Explosivo Espiritual

El Potencial Transformador de la Moralidad

La palabra moralita, según Ortega (con quien Adela Cortina está de acuerdo), es un explosivo espiritual tan potente como la dinamita, de donde deriva la palabra.

A diferencia de esta, la moralita no se crea a partir de pólvora, sino a partir de lo que es un hombre en su pleno «quicio» y eficacia vital, utilizando el bosquejo de un comportamiento realmente humano. Entonces, ¿por qué no colocamos potentes cargas de moralita en puntos estratégicos para mejorar nuestra sociedad?

Entre varias razones, esto es porque es muy sencillo desactivar la moralita y quitarle su potencial revolucionario. Es suficiente llamándola «moralina», una moralidad inoportuna, superficial o falsa que está instrumentalizada. Con decir que es una cosa ñoña y empalagosa, propia de las mujeres, pierde su fuerza explosiva.

Se suele decir: «No me salgas ahora con problemas de conciencia; aquí lo que importa…». Lo que importa es conservar el poder, ganar dinero, que entren los de casa y no los de fuera. Para todo lo demás, se pervierten las palabras para que suene a estúpida «moralina».

Pero, al final, la realidad no puede ser refutada y se revela, a pesar de todos los intentos de manipulación. Ya han quedado sin remedio muertos, difamados, excluidos y una sociedad desmoralizada. Por ello, es importante colocar cargas de moralita en nuestra vida personal y social para orientarnos hacia el «quicio» humano y la eficacia creadora.

Aplicación de la «Moralita» en la Sociedad

Un Enfoque en la Educación para la Transformación Social

Primero, se debe identificar el problema en la sociedad y aplicarle moralita para cambiar radicalmente ese problema y llevarlo a ese punto de «quicio», es decir, aplicarlo a una sociedad desquiciada. Yo aplicaría moralita en la educación, ya que los sistemas están muy mal formados, los programas no forman adecuadamente a los alumnos y los envían al mundo laboral sin experiencia.

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