Ontología de Aristóteles: La Realidad y el Ser
A pesar de su formación platónica, Aristóteles desarrolla una crítica a la teoría de las Ideas de Platón, argumentando que duplicar el mundo para explicarlo también duplica el problema. La Metafísica, o filosofía primera, trata de lo más universal que existe: el ser.
El Ser y las Categorías
La Ontología aristotélica, que aborda el ser sin determinaciones específicas, postula que, aunque existen múltiples acepciones del ser, todas remiten a un término único. Las diversas formas del ser se refieren a una primordial: la sustancia. Sin embargo, la sustancia no es única; existen muchas sustancias (muchos seres). La sustancia y los accidentes son los géneros supremos del ser, conocidos como categorías. Estas categorías permiten ordenar el pensamiento y la realidad, siendo las clases más amplias de predicados que pueden afirmarse de un sujeto. En total, Aristóteles identifica 10 categorías: una sustancia y nueve accidentes (cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, estado, posición, acción y pasión).
La Teoría Hilemórfica: Materia y Forma
Con la teoría hilemórfica, Aristóteles se opone a Parménides (quien no admite el cambio en el ser) y a Platón (para quien la esencia está separada de la cosa). Aristóteles, en cambio, sostiene que el individuo se compone de materia y forma. El individuo está sometido a cambios, mientras que la materia y la forma son eternas, pero no existen independientemente, sino en el compuesto formado por ambas.
- La forma es la esencia, aquello que hace que la materia sea una sustancia específica y no otra. Es también la Naturaleza (principio de actividad) y el principio de inteligibilidad (universal).
- La materia es el sustrato del cambio, lo que permanece en el devenir y recibe una forma u otra. Carece de forma y es indeterminada. No puede existir si no es bajo la determinación de una forma, pero es el principio de individualización.
Teoría de las Cuatro Causas de la Naturaleza
- La causa formal responde a la pregunta: ¿Qué es la Naturaleza? Aristóteles la define como el principio y causa de movimiento y reposo, es decir, el cambio que significa el paso de la potencia al acto. Si este cambio se da según la sustancia, hablamos de cambio sustancial; si se da según los accidentes, de cambio accidental.
- La causa material responde a: ¿De qué está hecho? La materia del movimiento en el mundo sublunar son las cuatro raíces de Empédocles (tierra, agua, fuego y aire), que dan lugar al movimiento rectilíneo. En el mundo supralunar, la materia es el éter, que origina el movimiento circular.
- La causa eficiente responde a: ¿Quién o qué lo ha hecho? Es el principio de movimiento; todo lo que se mueve es movido por otro (agente o motor). Aristóteles concluye que no podemos encontrar una causa eficiente única para la Naturaleza en su totalidad.
- La causa final responde a: ¿Para qué? Se postula la existencia de un motor inmóvil que mueve el objeto sin necesidad de moverse él mismo. Este motor es inmóvil porque es acto puro, sin potencia, y está excluido de todo cambio por ser forma inmaterial. Es pura forma, ya que la materia es privación.
Teología Aristotélica: El Motor Inmóvil
La Teología aristotélica es el estudio del ser más excelente, el ente que es acto puro, pura forma y causa de todo movimiento: Dios. Aristóteles afirma la existencia de un ente inmaterial e inmóvil que es la forma pura y suprema, el cual mueve todas las cosas como causa final. Dios es la finalidad, el acto puro que representa la realización de la perfección de la Physis. La Naturaleza se mueve con la finalidad de atracción divina (una concepción teológica de la Naturaleza), lo que se opone a la explicación mecanicista. Los precedentes históricos de Aristóteles en este contexto son Leucipo, Demócrito y Descartes.
Ética de Aristóteles: La Búsqueda de la Felicidad y la Virtud
Aristóteles elaboró dos obras éticas: la Ética a Eudemo, que muestra influencias platónicas, y la Ética a Nicómaco, considerada la versión definitiva de su pensamiento ético. Nos centraremos en esta última. La ética aristotélica es un eudemonismo, es decir, una ética de la felicidad, pero también una ética de la virtud, ya que esta es el medio por excelencia para alcanzar la felicidad.
Principios Fundamentales de la Ética Aristotélica
- La felicidad (eudaimonía) no se basa en una realidad única del bien, sino en la multiplicidad de bienes. La ética no puede abordarse de un modo puramente teórico y científico; debe partir de los hechos, es decir, de la experiencia. Existen tantos tipos de bienes como tipos de seres; para cada ente, su bien y finalidad es el perfeccionamiento de su propio ser, de su esencia.
- El ser humano es un animal racional, cuya forma o sustancia segunda es el alma, principio de actividad del cuerpo. El alma desarrolla las funciones vegetativa y sensitiva, propias de todo ser vivo y animal, y, además, la función racional, exclusiva de la especie humana. Aristóteles afirma que la actividad más propia del hombre y la que mayor felicidad le proporciona es la contemplación teórica, es decir, la sabiduría. Así, la felicidad para un ser humano consiste en el ejercicio perfecto de su actividad propia (la actividad racional), y para que sea perfecta, debe ir acompañada por todas las virtudes.
- La virtud es una disposición del alma, una aptitud permanente y preferencial para comportarse de un modo determinado. La virtud requiere también la voluntad y se adquiere por el ejercicio y el hábito. Aristóteles señala que la virtud consiste en un término medio, un equilibrio entre dos extremos igualmente viciosos. Por ejemplo, el valor es un “justo medio” entre el miedo y la temeridad.
Tipos de Virtudes
- Las virtudes morales (éticas): Aristóteles describe detalladamente los tipos humanos que las poseen. Procede al análisis de la acción humana, determinando tres aspectos fundamentales que intervienen en ella: la volición, la deliberación y la decisión.
- Las virtudes intelectuales (dianoéticas) incluyen la prudencia (phrónesis), virtud del hombre sensato, y la sabiduría (sophía), culminación de la vida moral. La sabiduría representa el nivel más elevado de virtud al que puede aspirar el hombre, y Aristóteles la identifica con la verdadera felicidad. La segunda definición aristotélica del hombre como animal político deriva de la primera definición (animal racional). La función racional específica del ser humano solo se desarrolla a partir de la elaboración abstracta de conceptos, los cuales no se desarrollan si no es sobre la base de un lenguaje. El empirismo ético conduce a Aristóteles a una postura ecléctica: la felicidad consiste en unir sabiamente la virtud, la contemplación y los bienes exteriores, siendo función del Estado garantizar las condiciones que lo hacen posible.
Epistemología de Platón: El Camino al Conocimiento Verdadero
Platón (siglo V a. C.) fue un influyente filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles. Su impacto como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía. Fundó la Academia. El conjunto de sus obras más famosas se ha denominado Diálogos. Entre las más importantes se encuentran: La República (donde elabora la filosofía política de un Estado ideal), el Fedro (que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica), el Timeo y el Fedón.
La Crítica a los Sofistas y la Búsqueda del Ser
- Platón, en su crítica a los sofistas, admite, junto con Protágoras, que el conocimiento sensible es relativo. Sin embargo, no acepta que sea la única forma de conocimiento. Por ello, siguiendo a Parménides, cree que existe otra forma de conocimiento propia de la razón, que se dirige a un objeto distinto al que nos presentan los sentidos: las Ideas. El verdadero conocimiento ha de versar sobre el ser, no sobre el devenir.
La Alegoría de la Línea y los Grados del Saber
- En La República, Platón expone su teoría de las clases de conocimiento, basada en la dialéctica y la teoría de las Ideas. Se establece una correspondencia estricta entre los niveles y grados de realidad y los niveles de conocimiento. Platón lo explica mediante la alegoría de la línea, en la que se distinguen dos tipos principales de conocimiento: la doxa (conocimiento sensible) y la episteme (conocimiento inteligible).
Esquema de la Alegoría de la Línea
Mundo Sensible | Mundo Inteligible | ||
---|---|---|---|
Doxa (Opinión) | Episteme (Ciencia) | ||
Imágenes | Cosas, animales | Objetos Matemáticos | Ideas y Relación entre Ideas |
Eikasia | Pistis | Dianoia | Nóesis |
(Imaginación) | (Creencia) | (Conocimiento Discursivo) | (Inteligencia) |
La Doxa: Conocimiento Sensible
- La Doxa (opinión) no cumple las condiciones de un conocimiento universal que pueda guiar la vida humana hacia lo perfecto.
- Eikasia (imaginación): Es el nivel más bajo de conocimiento, donde el individuo vive en un mundo de conjeturas, creyendo lo que le cuentan.
- Pistis (creencia): Conocimiento de las cosas sensibles, que solo muestra un mundo imperfecto, reflejo de lo universal. Son creencias y opiniones sobre lo cambiante.
La Episteme: Conocimiento Inteligible
- Dianoia (conocimiento discursivo): Conocimiento en el que se toman las figuras sensibles como pretexto para pensar en aquello común a ellas, su aspecto matemático.
- Nóesis (inteligencia): Verdadero conocimiento universal y necesario; permite conocer los modelos racionales de la realidad, las Ideas y las relaciones entre ellas. A este conocimiento también se le llama ‘dialéctico’ y le corresponde la función ordenadora de la vida humana.
La Dialéctica Platónica: Ascenso a la Verdad
- La dialéctica es el método que permite ir de lo sensible a lo inteligible y conocer las relaciones necesarias entre las Ideas. Por lo tanto, es el proceso del conocimiento que conduce a la acción: la ciencia se convierte así en una condición de la ética y la política. Supone la liberación de los prejuicios y la ignorancia, y permite la contemplación de la verdad. Sin embargo, el filósofo que ha completado este proceso debe ayudar a los demás también mediante la educación.
La Educación en la Polis Ideal
- La educación de los ciudadanos tiene como finalidad promover el alcance de la virtud y la justicia, colaborando en un proceso natural en el que la persona tiende a la virtud y el Estado también. Corresponde al Estado educar a los ciudadanos, evitando el egoísmo y promoviendo el sentimiento de comunidad. A los filósofos les corresponde formar a cada persona para que cumpla su función dentro del Estado.
Ontología de Platón: El Mundo de las Ideas y la Realidad
Platón (siglo V a. C.) fue un influyente filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles. Su impacto como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía. Fundó la Academia. El conjunto de sus obras más famosas se ha denominado Diálogos. Entre las más importantes se encuentran: La República (donde elabora la filosofía política de un Estado ideal), el Fedro (que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica), el Timeo y el Fedón.
La Teoría de las Ideas: Fundamento de la Realidad
La doctrina central de la filosofía platónica es la Teoría de las Ideas, que consiste en la afirmación de que existen entidades inmateriales, absolutas, inmutables y universales, independientemente del mundo físico.
- La cosmología platónica, narrada en el Timeo en forma de mito, explica la constitución del universo físico. En su explicación sobre el origen del cosmos, Platón recurre al Demiurgo (una figura mítica para explicar la acción de las Ideas sobre la materia), quien no crea el universo de la nada, sino que lo configura moldeando la materia preexistente, tomando como modelo las Ideas. El resultado es una materia imperfecta. El Universo se convierte en un cosmos por la acción del Demiurgo. Los cuatro elementos adquieren su consistencia en forma de sólidos regulares: el tetraedro (fuego), el cubo (tierra), el octaedro (aire) y el icosaedro (agua).
- Los antecedentes de la Teoría de las Ideas se remontan a los pitagóricos y su concepción de las matemáticas como formas perfectas; a Parménides y su idea de que la esencia de lo existente no cambia, y de que la verdad no es accesible a los sentidos sino a la razón; y, por otro lado, a Sócrates y sus planteamientos sobre el conocimiento ‘epistémico’, es decir, las definiciones rigurosas de los conceptos morales a través del diálogo.
- Las Ideas no son meros conceptos o modos de pensar, sino la propia realidad universal de la que se deriva el mundo físico.
- Las Ideas tienen una existencia separada de las cosas sensibles. Poseen una realidad trascendente y no inmanente a las cosas.
- Las Ideas son los modelos perfectos de los objetos del mundo físico.
Dualismo Ontológico: Mundo Sensible e Inteligible
- La división de mundos o dualismo ontológico platónico establece que cada Idea es una sustancia (ousía), algo que existe en sí misma, como una realidad trascendente. Como consecuencia de esta teoría, surge la duplicación del mundo, expresada en el mito de la caverna. El interior de la caverna representa el mundo material (mundo sensible), el de las cosas concretas y particulares a las que accedemos por los sentidos. El exterior de la caverna simboliza el mundo de las Ideas (mundo inteligible), el de la verdadera realidad a la que solo se puede acceder por la inteligencia o el pensamiento. La concepción platónica de la realidad es, por tanto, dualista.
- El mundo visible, sometido al devenir, accesible por los sentidos.
- El mundo inteligible, de lo permanente, accesible por la razón.
La Jerarquía de las Ideas y la Idea del Bien
- La relación entre ambos mundos se explica por la Participación (Methexis): las cosas sensibles participan de la Idea. E inversamente, por la Presencia (Parousía): la Idea está, en cierto modo, presente en la cosa. Platón evolucionó desde una concepción inmanente de las Ideas hacia una concepción trascendente. El ontologismo de las Ideas platónicas debe interpretarse en el sentido de que no dependen de las cosas ni de su relación con ellas; las Ideas poseen sus propias propiedades y realidad. En cambio, los seres físicos sí dependen de las Ideas. Por tanto, las Ideas son los modelos (arquetipos) de las cosas. De todo esto se deduce un dualismo ontológico, formado por el mundo de las Ideas, como realidad auténtica, y por el mundo de las cosas. Las Ideas están ‘entrelazadas’, formando lo que Platón llama symploké, un todo organizado y jerárquico. En la base estarían las Ideas de los objetos materiales, después las Ideas matemáticas, por encima de ellas las Ideas de virtudes morales y, en la cúspide, la Idea del Bien, que es comparada con el Sol fuera de la caverna: la Idea del Bien ‘ilumina’ al resto de las Ideas, confiriéndoles la inteligibilidad que nos permite conocerlas.
Etiquetas: Aristoteles, epistemología, Ética, Metafísica, ontología, Platon, Teoria de las ideas
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