09 Ago
La Obra de Rafael Alberti
La producción literaria de Rafael Alberti se divide en cinco etapas:
Primera Etapa: Influencia Popular y Andalucismo
En todos los libros de poemas de esta primera etapa se nota la influencia de la lírica popular, recogiendo también cancioncillas populares, sobre todo andaluzas.
- Marinero en tierra (1924): Escrita desde Madrid, su tema principal son los recuerdos de la tierra gaditana y, sobre todo, del mar. Formalmente, predomina el uso del color.
- La Amante (1925): El paisaje gaditano es lo más importante. Fue escrita durante un viaje a Castilla con su hermano.
- El Alba de Alhelí (1925-1926): El tema cambia, abordando la temática taurina.
Segunda Etapa: Vanguardia y Barroco en «Cal y Canto»
Cal y Canto (1927): Se imprime la influencia del barroco a través de las estrofas utilizadas, donde predomina el soneto. También incluye poemas vanguardistas, pero siempre con una inclinación popular.
Tercera Etapa: La Crisis Existencial en «Sobre los Ángeles»
Sobre los Ángeles (1927): Escrita en una de las etapas de crisis que sufre el autor, donde sus creencias se tambalean. En esta obra, Alberti realiza un viaje ficticio desde el paraíso, de donde es expulsado, y vaga por un mundo caótico, donde todo es destrucción a su alrededor. Sin embargo, aparecen unos seres que le ayudan a entender ese mundo: los ángeles. En cuanto a la métrica, el autor utiliza el verso corto.
Cuarta Etapa: Poesía Civil y Compromiso Político
A partir de 1931, la obra de Alberti entra en una etapa más política, conocida como poesía civil. La obra más importante de este periodo es El Poeta en la Calle (1931), donde los poemas se convierten en documentos para reivindicar su postura política.
Quinta Etapa: Exilio y Dedicación a la Pintura (1936-Muerte)
Esta etapa abarca los poemas escritos durante el exilio. La obra más importante de este periodo es Poemas del Destierro y de la Espera, que trata temas del mundo en el que vive. Una segunda obra destacada es A la Pintura (1945-1952). En los últimos años de su vida, Alberti se dedicó más a la pintura que a la escritura.
Federico García Lorca: Vida y Obra
Vida de Lorca
Federico García Lorca fue una figura central de la Generación del 27. Entre sus actividades destacadas, fundó y dirigió La Barraca, un grupo teatral universitario con el que recorrió los pueblos de España representando obras clásicas.
En 1933, realizó un viaje triunfal a Buenos Aires, donde sus dramas obtuvieron un gran éxito. De regreso a España, se dedicó intensamente a sus obras dramáticas. Su labor le granjeó la máxima admiración y numerosos homenajes, pero también envidias. Su creciente acercamiento al pueblo le atrajo odios que, lamentablemente, condujeron a su asesinato a comienzos de la Guerra Civil (1936).
Obra Poética de Lorca
La personalidad de Lorca ofrecía un doble rostro: por un lado, su vitalidad arrolladora y simpática; por otro, un íntimo malestar, un dolor de vivir y un sentimiento de frustración, como un presagio de su trágico destino.
Este malestar y frustración laten en toda su obra, junto a manifestaciones de una creación bulliciosa, llena de gracia y juguetona. El tema del destino trágico y la imposibilidad de realización son el elemento que da unidad profunda a su producción poética. Su actitud ante la creación poética era rigurosísima, dando lugar a una de las literaturas más asombrosas. En su obra conviven la poesía de la pasión y la perfección, lo humano y la estética pura. A esto contribuyen sus palabras profundas y sus raíces populares. Lo popular y lo culto van hermanados en su obra: la vida y las canciones del pueblo unifican su creación.
Primeros Libros
Sus primeros poemas quedan recogidos en el Libro de Poemas (1921), compuesto entre los 18 y los 22 años. Se aprecian influjos de Bécquer, del Modernismo, de Machado y de Juan Ramón Jiménez. El contenido es muy variado; junto a cantos gozosos, ya domina un hondo malestar: es frecuente que evoque con nostalgia su infancia y que hable de un corazón dolorido. Una tremenda crisis juvenil atraviesa al poeta: frente a sus antiguas inocencias, surge la angustia de profundas contradicciones vitales.
En 1931, aparece Poema del Cante Jondo, un libro lleno de dolor, muerte y quejas. Su significado es profundo: Lorca expresa su propio dolor de vivir a través del sufrimiento que rezuman los cantos «hondos» de su tierra. Su lenguaje poético alcanza aquí la plena identificación entre lo popular y la elaborada estilización culta.
«Romancero Gitano»
Escrito entre 1924 y 1927, se publica en 1928 y alcanza un resonante éxito que acabará por abrumar al poeta. Lorca canta fraternalmente a esa raza marginada y perseguida, elevando el mundo de los gitanos a la altura de un mito moderno, paralelo al de los grandes mitos clásicos.
El significado es evidente: ilustra el destino trágico que late en toda la obra de Lorca. Los personajes que aparecen son seres al margen de un mundo convencional y hostil, marcados por la frustración o abocados a la muerte. A pesar de ello, en el libro se manifiestan unas tremendas ganas de vivir que, sin embargo, topan con la imposibilidad de realización.
Con el Romancero Gitano, Lorca alcanza un lenguaje inconfundible. Es el punto más alto de la recurrente fusión de lo culto (incluso vanguardista) con lo popular.
«Poeta en Nueva York»
La estancia de Lorca en Estados Unidos (1929-1930), precisamente en el momento dramático de la caída de la Bolsa neoyorquina, es un hito crucial en su vida. Su contacto con Nueva York, un ejemplo de civilización industrial, fue una sacudida violenta. En aquel mundo, Lorca se rebela.
El poder del dinero, la esclavitud del hombre por la máquina, la injusticia social y la deshumanización son los temas centrales de este libro.
Los poemas son desgarrados gritos de dolor y de violenta protesta. La soledad, la frustración y la angustia no son solo del poeta, sino de miles de personas y corazones que sufren.
Formalmente, la conmoción espiritual y la protesta encuentran un cauce adecuado en la técnica surrealista: el versículo amplio y la imagen alucinante le sirven para expresar ese mundo ilógico y absurdo, para construir visiones apocalípticas y coléricas. Con este libro, Lorca consigue renovar el lenguaje poético. Lo componen 35 poemas.
Últimos Poemas
Tras Poeta en Nueva York, Lorca se dedicará preferentemente al teatro, donde vierte todo su talento. Sin embargo, también escribe sus poemas íntimos y doloridos del Diván del Tamarit, un libro inspirado en ciertas formas de la poesía arábigo-andaluza.
En 1935, compone Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, una elegía por aquel torero que fue gran amigo de los poetas del 27. En esta obra, vuelven a combinarse lo popular y lo culto: el ritmo del romance alterna con el verso largo, y la expresión directa con las más audaces imágenes de aire surrealista.
Entre 1935 y 1936, Lorca emprende un Libro de Sonetos o Sonetos de Amor Oscuro, que en buena parte han permanecido inéditos hasta hace poco. Los once sonetos que hoy conocemos son otra de las cimas de su producción y sitúan al poeta entre los grandes sonetistas de nuestra lengua. La gloria y el dolor del amor alcanzan en estos poemas expresiones muy hondas.
Lorca es el ejemplo más profundo de esa trayectoria que va del «yo» al «nosotros». Y lo prodigioso es que su desbordamiento de humanidad y su apertura a los demás no supusieron el menor descenso de exigencia estética.
Su arraigo popular y su hondura trágica no dejan de conmovernos, ni su arte de admirarnos. Su fama es universal.
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