16 Sep

Desde Principios del Siglo XX hasta 1939

El Teatro Triunfante en España

  • Teatro continuador del realismo del siglo XIX: Su principal representante es Jacinto Benavente. Su primera obra, El nido ajeno, fue bien recibida por los jóvenes intelectuales, pero mal por la burguesía. Ante esto, Benavente se limita a censurar vicios, sin hacer críticas totales. Recibió el Premio Nobel.

  • Teatro poético en verso: Mezcla de Romanticismo y Modernismo, conservador y tradicional, con alusiones a las pérdidas del Imperio español. Es un teatro histórico.

  • Teatro cómico: Su intención es hacer pasar un buen rato. Es muy reiterativo en las formas de conseguir el humor. Destacan los hermanos Álvarez Quintero, Carlos Arniches y el gaditano Pedro Muñoz Seca, inventor de un nuevo género, el «astracán», una parodia en verso.

El Teatro Innovador

Los mejores autores son Valle-Inclán y Federico García Lorca. Otros autores relevantes incluyen:

  • Unamuno: Escribe un teatro de ideas, donde lo fundamental es el texto y el conflicto de los personajes. Hay poca acción y ausencia de elementos escénicos. Un ejemplo es Fedra.

  • Jacinto Grau o Ramón Gómez de la Serna: Plantean experiencias renovadoras.

  • Pedro Salinas y Rafael Alberti: Autores de la Generación del 27, escriben un teatro interesante. El segundo destaca como autor y como director teatral.

  • Jardiel Poncela y Mihura: Son los máximos exponentes de la Generación del 27, realizando una renovación en el teatro humorístico español. Alcanzan su máxima consideración tras la Guerra Civil.

  • Valle-Inclán: Un autor riguroso y extravagante. Se inició en el Modernismo con novelas de la serie de las Sonatas, donde conviven la elegancia y la provocación amoral. Continuó con una etapa intermedia, con las Comedias Bárbaras, donde aparecen extraños personajes violentos. Estas son difícilmente representables debido a su gran longitud y constantes cambios de escenario. Su última etapa es la de los esperpentos; sobresale Luces de bohemia. La tragedia es un género demasiado noble. El fundamento del esperpento es «el sentido trágico de la vida española con una estética sistemáticamente deformada».

  • Federico García Lorca: Representa las más altas cumbres de la dramática española moderna. Su obra supone un intento de búsqueda de la pureza original de la palabra sin olvidar su función comunicativa. Como dramaturgo, muestra un concepto renovador del arte escénico. El teatro de Lorca parte de tres principios: depurar el teatro poético, incorporar tendencias vanguardistas y acercar el teatro al pueblo. La mujer es la protagonista que representa el ansia de libertad en una sociedad patriarcal y machista. Sus obras representan la tragedia de toda persona condenada a la frustración en sus deseos más íntimos. Amor imposible, conflicto entre deseo y realidad, lucha por la libertad; el tema de la frustración es una constante, como en Bodas de sangre (amor frustrado) y La casa de Bernarda Alba. También cultiva un teatro puramente innovador.

El Teatro desde 1939 hasta Nuestros Días

Las condiciones de la posguerra afectaron a la creación literaria, y la producción teatral no se vio libre de dificultades. El teatro vivió una crisis general: los autores escasean y padecen censura, el público y los empresarios no están dispuestos a la innovación. Además, aparece un competidor: el cine. El teatro triunfante propone una continuidad con los temas dramáticos anteriores a la Guerra Civil. Se trata de una serie de autores que conciben el espectáculo teatral a la manera de Benavente: José María Pemán, Claudio de la Torre, etc. La alta comedia benaventina no trata de innovar ni presenta disposición a la ruptura. Es un subgénero basado en el diálogo.

Teatro de Humor

El panorama dramático muestra una tendencia al teatro de humor. Jardiel Poncela busca el humor en situaciones absurdas. Siempre trató de acomodar sus argumentos a la lógica final y a las condiciones técnicas del teatro y del escenario. Malogró ideas que podrían haber sido geniales. La evolución literaria de Miguel Mihura está marcada por la imposibilidad de representar Tres sombreros de copa. Contiene tal poder crítico que se impidió su representación hasta que el TEU la representó con enorme éxito.

Teatro Realista

En los años 50 surge un teatro social, comprometido con los problemas del ser humano. Buero Vallejo y Alfonso Sastre son autores sobresalientes. Se habla de posibilismo e imposibilismo. El posibilismo (Buero Vallejo) plantea un teatro moderadamente crítico, un teatro arriesgado, pero no temerario. Para Sastre no hay un teatro imposible, sino imposibilitado. El autor escribe lo que piensa y siente, sin censuras, aunque implique que sean censuradas. De Buero Vallejo destaca su teatro de inmersión, en el que el espectador observa la historia desde el punto de vista del personaje: La Fundación. Sastre concibe el teatro como medio de agitación. Actúa como si no existiera un teatro imposible de estrenar; hay que actuar como si hubiera libertad. Propone investigar la condición del ser humano actual y examinar sus relaciones sociales y, en torno a esto, elabora un teatro trágico, de protesta y que invita a reflexionar sobre un cambio social. Escuadra hacia la muerte o La sangre y la ceniza son sus principales piezas dramáticas. A partir de los años 60, continúa esta línea más tradicional de teatro, basado en el diálogo, con nuevos autores como Antonio Gala o Fernando Fernán Gómez.

Teatro Vanguardista

Fernando Arrabal se da a conocer con Los hombres del triciclo, rechazada por el público. Decidió mudarse a Francia, donde ha vivido, escrito y publicado. Hoy en día posee un alto prestigio internacional como renovador de la escena dramática. Cultiva el absurdo, el esperpento y es conocido por la creación del teatro pánico: conciliar lo absurdo con lo cruel. Posteriormente, su teatro adquiere tonos políticos de lucha: Teatro de guerrilla. Estuvo prohibido en España hasta la democracia.

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