25 Abr
Novela Española de 1939 a 1975
Tras la Guerra Civil, la novela española entra en una etapa de ruptura y búsqueda, marcada por el aislamiento internacional de España, el exilio de numerosos escritores y la férrea censura impuesta por el régimen franquista.
Narradores en el exilio
Entre los narradores que desarrollaron su obra fuera de España, destacan figuras como Ramón J. Sender, con su extenso conjunto autobiográfico Crónica del alba, que abarca su vida hasta la Guerra Civil. Max Aub, en El laberinto mágico, y Francisco Ayala, en Muertes de perro, abordan temas como la libertad perdida y la degradación de los valores humanos, a menudo mediante un uso innovador de las técnicas narrativas y reflejando sus vivencias y compromiso social.
Años 40: Existencialismo y Tremendismo
En la España de los años 40, surge una novela de gran calidad que refleja la angustia existencial de la posguerra. Carmen Laforet, con su obra Nada, plasma un ambiente sórdido y depresivo. Camilo José Cela inaugura la corriente del tremendismo con La familia de Pascual Duarte, centrada en la brutalidad y la violencia como expresión de la miseria vital. Por su parte, Miguel Delibes publica La sombra del ciprés es alargada, donde critica la hipocresía social y religiosa y la opresión de los débiles con un estilo sobrio y preciso.
Años 50: Realismo Social
La década de los 50 ve el auge del realismo social, con novelas que buscan reflejar las injusticias, la vida cotidiana y las aspiraciones colectivas. Obras como La zanja de Alfonso Grosso, La mina de Armando López Salinas o Central eléctrica de Jesús López Pacheco muestran la dureza del trabajo en el campo y la industria. La colmena de Cela representa un hito, retratando la vida colectiva de Madrid como un presente estancado, sin esperanza ni cambio. Delibes denuncia la miseria rural y el caciquismo en Las ratas. Rafael Sánchez Ferlosio, con El Jarama, reproduce la realidad de una excursión juvenil mediante largos diálogos triviales, imitando el lenguaje oral con objetividad extrema y sin emitir juicios explícitos. Ignacio Aldecoa, en El fulgor y la sangre, describe la asfixia moral y económica de la sociedad de posguerra.
Años 60: Renovación Formal
Durante los años 60, la novela española se moderniza incorporando técnicas narrativas innovadoras, influidas por autores europeos y americanos. Se experimenta con estructuras no lineales, el monólogo interior, la perspectiva múltiple y los cambios de narrador. Luis Martín Santos, con Tiempo de silencio, combina crítica social y existencialismo con un estilo complejo, variado e irónico, mostrando la miseria y la rutina de la sociedad española. Juan Benet, en Volverás a Región, crea un espacio simbólico (Región) que refleja la degradación y ruina de España. Delibes publica Cinco horas con Mario, un extenso soliloquio de una viuda que, a través de sus reproches al difunto marido, revela involuntariamente la hipocresía y la mentalidad conservadora de la sociedad provinciana. Juan Marsé, en Últimas tardes con Teresa, utiliza la parodia y una visión crítica para abordar las tensiones entre clases sociales en Barcelona.
La Novela Española desde 1975
La muerte de Franco en 1975 marca el inicio de una nueva etapa para la cultura y la literatura españolas. El fin de la dictadura y la llegada de la democracia traen consigo la desaparición de la censura, el regreso de escritores exiliados y una mayor proyección internacional de la literatura española. El crecimiento económico y la mejora educativa favorecen la expansión del mercado editorial, convirtiendo el libro en una industria cultural de primer orden y aumentando el número de lectores.
Características y Tendencias
En este nuevo contexto, muchos escritores rechazan la experimentación formal de la década anterior y apuestan por el placer de narrar historias. Se enfocan en tramas bien construidas y a menudo más accesibles, personajes sólidos y ambientaciones realistas, frecuentemente urbanas. Se revitalizan y popularizan diversos subgéneros narrativos:
- Novela negra y policiaca
- Novela histórica
- Novela intimista y lírica
- Metanovela
- Novela de reflexión intelectual
- Novela romántica
- Novela fantástica
Autores y Obras Destacadas
La obra que simbólicamente marca este giro hacia la narratividad es La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza, que fusiona elementos de novela histórica, policiaca y testimonio social. Mendoza continuará una exitosa carrera con títulos como La ciudad de los prodigios o la saga paródica protagonizada por un detective anónimo, iniciada con El misterio de la cripta embrujada y El laberinto de las aceitunas.
En la novela negra, destaca la figura de Manuel Vázquez Montalbán y su icónico detective Pepe Carvalho. Le siguen otros autores de éxito como Lorenzo Silva (con la pareja de guardias civiles Bevilacqua y Chamorro) y Alicia Giménez-Bartlett (con la inspectora Petra Delicado).
La novela histórica gana gran popularidad. Sobresalen autores como Santiago Posteguillo (centrado en la Antigua Roma), Miguel Delibes (con El hereje, sobre la Reforma protestante en Valladolid) y Arturo Pérez-Reverte (con la exitosa serie de El capitán Alatriste). La Guerra Civil sigue siendo un tema recurrente, abordado en obras como Luna de lobos de Julio Llamazares, Soldados de Salamina de Javier Cercas o La voz dormida de Dulce Chacón.
La metanovela, que reflexiona sobre el propio proceso de escritura y la naturaleza de la ficción, es cultivada por autores como Juan José Millás y Enrique Vila-Matas.
La novela lírica, caracterizada por un cuidado especial del lenguaje y un tono poético, tiene exponentes como Paco Umbral (Mortal y rosa) y Julio Llamazares (La lluvia amarilla).
La novela intelectual, que fusiona narrativa y ensayo, es defendida por figuras como Javier Marías (Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí) y Antonio Muñoz Molina (El jinete polaco, Sefarad), ofreciendo propuestas más exigentes para el lector.
Últimas Generaciones y Nuevos Formatos
En los años 90 surge la llamada Generación X o del Kronen, influida por el realismo sucio estadounidense, con Historias del Kronen de José Ángel Mañas como obra emblemática.
A finales del siglo XX y en las primeras décadas del XXI, destacan nuevos narradores como Jesús Carrasco (Intemperie), Sara Mesa (Cara de pan, Un amor) y Ricardo Menéndez Salmón (La ofensa).
La narrativa infantil y juvenil también florece con gran éxito comercial y de crítica, con autores prolíficos como Jordi Sierra i Fabra y fenómenos como Laura Gallego.
Además, la novela gráfica y el cómic para adultos ganan reconocimiento y popularidad. Surgen también nuevas formas de narrar ligadas a la tecnología, como el podcast narrativo y la narrativa transmedia. La literatura española vive, en definitiva, una etapa de gran diversidad temática, estilística y formal.
Conceptos Lingüísticos Fundamentales
Sinonimia: Fenómeno lingüístico que consiste en que varios significantes (palabras) compartan el mismo o muy similar significado (ej.: rey y monarca; veloz y rápida).
Antonimia: Fenómeno lingüístico que consiste en que una palabra tenga un significado opuesto o contrario a otra. Pueden ser:
- Graduales: Admiten grados intermedios (ej.: caliente y frío, entre los que está tibio).
- Complementarios: La afirmación de uno implica la negación del otro (ej.: vivo y muerto).
- Recíprocos o Inversos: Un término implica al otro desde una perspectiva opuesta (ej.: pagar y cobrar; comprar y vender).
Polisemia: Fenómeno lingüístico que consiste en que a un único significante (palabra) le correspondan varios significados relacionados entre sí (ej.: banco puede ser una entidad financiera, un asiento o un conjunto de peces).
Homonimia: Fenómeno lingüístico que consiste en que dos palabras etimológicamente distintas coincidan en el significante (la forma), ya sea escrita (homografía) o hablada (homofonía). Ejemplos:
- Llama (verbo llamar), llama (masa de gas en combustión, del latín FLAMMA) y llama (animal, del quechua) son palabras homógrafas (y homófonas).
- Hola (saludo) y ola (onda de agua) son palabras homófonas (suenan igual) pero no homógrafas (se escriben diferente).
Hiperonimia e hiponimia: Relación de inclusión semántica. El hiperónimo es la palabra que tiene un significado genérico que incluye a otras voces más específicas, que son sus hipónimos (ej.: fruta es un hiperónimo en relación con pera, manzana o naranja, que son sus hipónimos).
Estructura del Texto Argumentativo
- Introducción: Presenta el tema destacando su importancia y anuncia tu tesis (postura a favor o en contra).
- Argumento 1: Relaciona tu tesis con un argumento de hechos (basado en datos, estadísticas, noticias actuales) o de autoridad (cita de experto).
- Argumento 2: Incluye un argumento de causa-efecto (explica las consecuencias de un hecho) o de comparación/analogía (establece similitudes o diferencias, por ejemplo, pasado-presente).
- Argumento 3: Utiliza un argumento de ejemplificación (presenta un caso concreto, personal o cercano, que ilustre tu tesis).
- Conclusión: Reafirma tu tesis inicial (puedes reformularla), resume brevemente los argumentos, plantea una posible solución o reflexión final e invita a la acción o a la reflexión del lector.
Conectores Textuales (Ejemplos por Función)
Para ejemplificar:
- Por ejemplo
- Concretamente / en concreto
- Así
- Como muestra
Para introducir un tema o aspecto nuevo:
- En cuanto a
- Con relación a
- Por lo que respecta a
- Por otra parte
- Acerca de
Para aclarar o explicar:
- Es decir
- O sea
- Esto es
- En otras palabras
- Dicho de otro modo
Para ordenar el discurso:
- Antes de nada / En primer lugar
- Para empezar / Primero
- Luego / Después / En segundo lugar
- Finalmente / Para terminar / Por último
- Por un lado… por otro lado…
Para indicar finalidad:
- Para (que)
- A fin de (que)
- Con el fin de (que)
- Con la intención de (que)
- Con el objetivo de (que)
Para añadir ideas:
- Además
- Asimismo
- También
- Igualmente
- Por otro lado
- Así pues
Para indicar hipótesis o probabilidad:
- Es posible / Es probable
- Posiblemente / Probablemente
- A lo mejor
- Tal vez / Quizás
Para indicar oposición o contraste:
- Pero
- Sin embargo
- No obstante
- Por el contrario
- En cambio
- Aunque
- A pesar de (que)
Para resumir:
- En resumen
- En pocas palabras
- En síntesis
- En definitiva
- En suma
Para indicar consecuencia:
- Por esto / Por eso
- Por (lo) tanto
- En consecuencia
- Como resultado
- Por lo cual
- Así que
- De modo/manera que
Para indicar causa:
- Porque
- Ya que
- Puesto que
- Como (+verbo en indicativo)
- Debido a (que)
- Gracias a (que)
- A causa de (que)
Para concluir:
- En conclusión
- Para concluir
- Para finalizar
- Por último
- En definitiva
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