23 Abr

1. El Método Cartesiano

Se trata de la distinción entre método y sistema:

  • Método filosófico: Es el procedimiento basado en unas reglas definidas por el cual se pretende avanzar hacia la verdad filosófica. El problema del método surge a partir del surgimiento de la ciencia moderna, cuando la filosofía hace de la cuestión del método un asunto central, pues asume que afecta al valor y al alcance del conocimiento humano.

  • Sistema filosófico: Es el conjunto de verdades filosóficas obtenidas mediante el empleo de un determinado método. El sistema también se conoce como doctrina, es decir, la exposición de la realidad que lleva a cabo un autor mediante la aplicación del método de pensamiento propuesto.

La obra de Descartes, Discurso del Método, se dividió en capítulos de acuerdo a este escrito.

Los Supuestos del Método Cartesiano

Descartes se propuso unificar todas las ciencias en una a la que llamó scientia mirabilis (ciencia maravillosa o admirable). Se trataría de una ciencia elaborada con un mismo método para todas las disciplinas del saber. El sistema de la nueva ciencia contendría en un cuerpo único todo el conocimiento accesible al ser humano, con vistas a la obtención y disfrute de los bienes del mundo. La idea de Descartes se apoyó en:

  • La razón humana está capacitada por naturaleza para alcanzar la verdad.
  • La educación recibida y la tradición cultural no aseguran la verdad de las creencias.
  • Al confiar en la capacidad natural de la razón, es necesario hacer un examen crítico.
  • No todos pueden ni deben acometer ese examen crítico de todas las creencias recibidas. Descartes insiste en que no pretende cambiar las creencias generales, sino que se limita a presentar el resultado de sus propias opiniones.
  • Un método adecuado asegura el acierto en el uso de la razón, puesto que esta, naturalmente apta para conocer la verdad, necesita un método riguroso sometido a reglas y destinado a robustecer el uso de la razón natural. La razón no se equivoca a menos que se emplee de forma errónea.

Operaciones Naturales de la Mente

Descartes se vale de dos operaciones naturales, de dos modos fundamentales de conocer:

  • La intuición: Es el conocimiento intelectual inmediato. Descartes denomina a una naturaleza simple, Descartes llama ideas claras y distintas. Una idea es clara cuando resulta manifiesta para la mente atenta y es distinta cuando somos capaces de precisar con exactitud lo que contiene.

  • La deducción: Es la operación de la mente que hace posible que una verdad se derive de otra. No se alcanza la verdad de manera inmediata, sino a través de una mediación, un paso o un proceso. Las reglas del método se refieren al procedimiento a seguir en el uso de estas dos operaciones de la mente. La palabra método alude al camino correcto que debe seguirse para llegar al lugar propuesto.

Las Reglas del Método

Descartes expuso en la segunda parte del Discurso del Método las 4 reglas que componen su procedimiento filosófico. Estas son:

  1. 1ª Regla, la evidencia: A partir de ella se deriva la duda metódica y universal. Descartes se refiere al empleo correcto de la intuición. Descartes considera que una verdad es evidente cuando presenta dos rasgos fundamentales: Claridad y distinción. La primera regla prohíbe la precipitación y la prevención, y exige eliminar toda posible duda en cuanto a lo evidente.

  2. 2ª Regla: El análisis: La segunda regla ordena dividir lo complejo hasta que no se pueda dividir más, obteniendo lo elemental. Descartes denomina a lo elemental naturalezas simples. Una naturaleza simple puede ser intuida.

  3. 3ª Regla: La síntesis: Se trata de reconstruir lo complejo a partir de lo simple. Solo reconstruyendo lo complejo se consigue demostrar que se conoce, ya sea en geometría o en cualquier ciencia.

  4. 4ª Regla: El repaso: Consiste en revisar lo hecho para cerciorarse de que no se ha cometido ningún error. Hay dos tipos de repaso:

    • Enumeración: Se trata de hacer un recuento de las naturalezas simples obtenidas en el análisis, para comprobar que no falta ni sobra ninguna.
    • Revisión: Por medio de ella repasamos la síntesis realizada, para asegurar que la memoria no falle.

    Las reglas segunda y tercera son complementarias entre sí, puesto que cada una ordena hacer lo inverso que la otra: Primero se descompone lo complejo para, después, reconstruirlo.

2. El Sistema Cartesiano

Descartes encontró en su famosa frase «pienso, luego existo» el principio de su filosofía. A partir de aquí y a través de la demostración de la existencia de Dios, recuperará el resto de las realidades de cuya existencia había dudado. La estructura del sistema cartesiano divide lo real en tres sustancias:

  1. El yo o la sustancia pensante.
  2. Dios o la sustancia perfecta e infinita.
  3. El mundo o la sustancia extensa.

El Discurso del Método se estructura de acuerdo con el sistema escolástico de la distinción entre la esencia, aplicado a cada una de las siguientes sustancias:

  • 1. Yo (sustancia) soy una sustancia pensante (esencia) / pienso, luego existo (existencia).
  • 2. Dios (sustancia) / Dios es el ser perfecto (esencia) / existe el ser perfecto (existencia).
  • 3. El mundo (sustancia) / el mundo es una sustancia extensa (esencia) / Dios garantiza la existencia del mundo concebida como extensión (existencia).

2.1 La Duda Metódica

Descartes estaba seguro de que existía una verdad cierta y practicó la duda como medio para alcanzarla. En el Discurso distinguió dos ámbitos:

  1. El de la verdad práctica, en el que es preciso actuar sin estar del todo seguro, porque de no ser así nunca se haría nada.
  2. El de la verdad teórica o filosófica, donde se necesita una seguridad completa. Para alcanzarla, Descartes propone la duda metódica.

La duda metódica es el empleo de la duda como método, es decir, como procedimiento de averiguación filosófica. El objetivo final es encontrar una verdad cierta, libre de cualquier sospecha. La duda metódica es consecuencia de la aplicación de la primera regla del método, la evidencia, por la que se intenta encontrar una verdad intuitiva.

Características de la Duda Metódica:

  • Voluntaria: Se duda porque se quiere.
  • Libre: La duda manifiesta la libertad del sujeto, en relación incluso con aquello que conoce.
  • Teórica: Se duda para encontrar una verdad indudable.
  • Fingida: Se duda de las cosas de las que no resulta normal dudar.
  • Universal: Se duda de todo aquello de lo que se pueda imaginar un motivo.
  • Problemática: Lo dudoso es falso; solo lo indudable es verdadero.

Extensión de la Duda:

Descartes siguió un proceso en el que la va extendiendo como si fueran capas. Los motivos de duda fingidos afectan progresivamente a la realidad de los objetos de conocimiento, naturalmente dados, empezando por los más externos. La duda se extiende a:

  1. Todo aquello que es conocido por los sentidos. La duda sobre los sentidos se basa en su posibilidad de incurrir en errores; si los sentidos pueden engañarnos, no debemos confiar nunca en ellos.
  2. A los razonamientos, es decir, la deducción, puesto que es posible cometer errores lógicos.
  3. A la realidad de cuanto conocemos o percibimos. La realidad experimentada ¿no podría ser sino un sueño? Si lo que soñamos no es real, ¿por qué ha de ser verdad lo que percibimos cuando estamos despiertos?

Resumen de la Extensión de la Duda:

  • 1. Sentidos (potencia afectada); errores ocasionales (motivo de duda); datos sensibles (realidad suprimida).
  • 2. Razón (potencia afectada); razonamientos incorrectos (motivo de duda); conocimiento científico (realidad suprimida).
  • 3. Todas (potencia afectada); reconocimiento de lo soñado como real durante el sueño (motivo de duda); objetos físicos del mundo exterior al sujeto (realidad suprimida).

La Duda Hiperbólica: El Genio Maligno

En las Meditaciones Físicas, Descartes finge la hipótesis de que el ser humano ha sido creado por un ser poderoso pero malvado, un ser que ha diseñado la mente de tal modo que nos lleve a equivocarnos. Así, nuestra mente se equivocaría incluso en las cosas que nos son evidentes. La duda no solo afecta a los razonamientos matemáticos, sino a las mismas intuiciones con las que se percibe de modo inmediato una verdad evidente. La duda hiperbólica tiene importancia porque exigirá más adelante la prueba de la existencia de un Dios bueno, con objeto de asegurar que las ideas claras y distintas se corresponden con la realidad.

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