23 Jun

Libertad

Libertad: Capacidad de los seres racionales para determinarse a actuar según leyes que son dadas por su propia razón; la libertad equivale a la autonomía de la voluntad. La razón teórica no puede demostrar la existencia de la libertad; sin embargo, desde la perspectiva de la razón práctica, cabe la defensa de la existencia de la libertad: si en sus acciones las personas están determinadas por causas naturales, es decir, si carecen de libertad, no podemos atribuirles responsabilidad, ni es posible la conducta moral. De este modo, la libertad es la condición de la posibilidad de la moralidad, a la vez que la moralidad es la que nos muestra o da noticia de la libertad.

Llamamos autónomo a un sujeto cuando se da a sí mismo sus propias leyes y es capaz de cumplirlas. La autonomía de la voluntad describe la circunstancia de que cuando un sujeto se comporta moralmente, él mismo se da las leyes a las que se somete, pues dichas leyes tienen su origen en la naturaleza de su razón. Esta tesis kantiana es una consecuencia de las ideas de la Ilustración.

Imperativo

Imperativo: Principios prácticos objetivos que describen cómo debemos actuar. Cuando utilizamos la razón para dirigir nuestra conducta, obtenemos mandatos. Kant los denomina «principios prácticos». Son objetivos porque aspiran a servir para todo sujeto racional. Kant distingue entre imperativos hipotéticos e imperativos categóricos.

Los imperativos hipotéticos prescriben una acción como buena porque esa acción es necesaria para conseguir algún propósito. Su forma general es «debes hacer X si quieres conseguir Y». Las éticas materiales solo pueden fundamentarse en mandatos hipotéticos, pero nunca en mandatos categóricos. Son particulares y contingentes frente a los imperativos categóricos.

Los imperativos categóricos prescriben una acción como buena de forma incondicionada; mandan algo por la propia bondad de la acción, independientemente de lo que con ella se pueda conseguir. Para Kant, solo este tipo de imperativo es propiamente un imperativo de la moralidad. Su forma general es «debes hacer X» o «no debes hacer X», siendo mandatos universales y necesarios. Es categórico todo comportamiento cuya voluntad se guíe única y exclusivamente por amor al deber.

Racionalismo y Empirismo

El Racionalismo es un movimiento filosófico de la Europa continental de los siglos XVII y XVIII. Son racionalistas Descartes, Spinoza, Malebranche y Leibniz. Se opone al Empirismo, que en esta misma época tuvo éxito en las islas británicas.

Los rasgos que definen al racionalismo moderno son los siguientes:

  1. La tesis de que todos nuestros conocimientos acerca de la realidad proceden del entendimiento mismo.
  2. El conocimiento puede ser construido deductivamente a partir de unos primeros principios.
  3. Los primeros principios del conocimiento se encuentran ya en el entendimiento: el innatismo de las ideas.
  4. Consideración de la deducción y de la intuición intelectual como los métodos adecuados para el ejercicio del pensamiento.
  5. Consideración de las matemáticas como ciencia ideal.
  6. Reivindicación del argumento ontológico para la demostración de la existencia de Dios.
  7. La apreciación optimista del poder de la razón: esta no tiene límites y puede alcanzar todo lo real.

El Empirismo clásico o empirismo inglés se caracteriza por:

  1. Los autores más importantes nacieron en las islas británicas, entre los siglos XVII y XVIII, y son John Locke, George Berkeley y David Hume.
  2. El objeto de conocimiento son las ideas.
  3. El origen del conocimiento está en los sentidos.
  4. Rechaza las ideas innatas.
  5. La experiencia es el criterio de validez y el límite del conocimiento.
  6. Acepta solo la intuición empírica, la intuición sensible.
  7. Acepta la deducción solo para la lógica y las matemáticas, y cree que para el conocimiento del mundo solo es adecuada la inducción.
  8. Toma como modelo de ciencia la ciencia natural.
  9. Da explicaciones psicológicas: reduce los distintos ámbitos de objetividad a mecanismos, procesos y actividades psicológicas.
  10. Apoya los ideales éticos y políticos de la Ilustración.

Ilusión Trascendental

Ilusión Trascendental: Es el error en el que cae la razón cuando intenta conocer objetos que están más allá del límite de la experiencia; es decir, cuando intentamos aplicarles las categorías, incurriendo en antinomias, paralogismos o sofismas.

Así, la metafísica es imposible que se convierta en ciencia, pues sus objetos de estudio carecen de datos sensibles que provean de contenido a las categorías del entendimiento. Sin embargo, según Kant, con el afán de buscar leyes cada vez más generales, tenemos una tendencia natural e inevitable a preguntarnos por esos «incondicionados» o noúmenos (el alma, el mundo y Dios). Estas ideas se emplean legítimamente cuando se hace un uso regulativo de ellas; esto es, cuando son tomadas como un objetivo ideal para perfeccionar nuestro conocimiento.

Contrato Social

Contrato Social: En las diversas teorías contractualistas, esta expresión alude al pacto, acuerdo o contrato mediante el que, hipotéticamente, las personas decidimos crear el estado civil (social, legal, pacífico), para salir del estado natural y semisalvaje en que se supone que vivíamos antes de este hecho.

En el caso de Kant, el contrato social fue, probablemente, la primera obligación (moral) que nos trazamos las personas hace mucho tiempo: salir del estado de naturaleza y buscar paz, la justicia y la libertad (moral y legal), que solo son posibles en estado civil. Otras teorías contractualistas son las de Hobbes, Rousseau, Locke, etc.

El contrato social implica la sumisión absoluta de los individuos a una autoridad, lo cual acerca el pensamiento kantiano a Hobbes, pero al mismo tiempo supone que el individuo es colegislador, esto es, que ninguna ley puede ser aprobada sin su consentimiento y que, por tanto, el gobernante tiene que dictar leyes como si emanasen de la voluntad general, lo cual aproxima el pensamiento de Kant a Rousseau. Si una persona o grupo de personas somete y se impone a otras por la fuerza, no se considerará que ha mediado un pacto o contrato social, sino que se ha impuesto la fuerza bruta. De este poder impuesto sobre los demás por la fuerza no puede surgir ningún tipo de derecho.

Giro Copernicano

Giro Copernicano: Revolución filosófica propuesta por Kant para entender cómo es posible el conocimiento sintético a priori.

Kant explica el cambio que supone su filosofía de la concepción del conocimiento basándose en una analogía con la revolución copernicana. Kant considerará que en filosofía es preciso una revolución semejante a la copernicana: la filosofía anterior a Kant suponía que en la experiencia de conocimiento el sujeto cognoscente es pasivo y que el objeto conocido influye en el sujeto y provoca en él una representación fiel y exacta (realismo ingenuo).

Kant propone darle la vuelta a la relación y aceptar que en la experiencia cognoscitiva el sujeto cognoscente es activo; en el acto de conocimiento, el sujeto cognoscente modifica la realidad conocida. Son las cosas las que se someten a nosotros para poder ser conocidas. El caos de sensaciones que viene de fuera de la mente ha de ser ordenado y unificado mediante las condiciones a priori de la sensibilidad, que son el espacio y el tiempo, y mediante los conceptos puros del entendimiento o categorías.

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