04 Jul
Realismo Simbólico en Buero Vallejo: Características y Ejemplos
Sus primeras obras presentan verosimilitud, un espacio escénico que es reproducción de lugares reales. Los caracteres de los personajes, bien perfilados a través del diálogo, dejan ver los conflictos que encarnan; el tiempo es un fluir continuo dentro de cada acto. Este realismo de Buero no debe confundirse con el que se impuso en la década de los 50, porque el suyo se combina con el simbolismo y tiene a Ibsen como modelo, del que toma también el gusto por el teatro de ideas. En este periodo, Buero aborda distintos ámbitos con temas oníricos, míticos o literarios, aunque lo más habitual era que se centrara en el enfoque directo de la realidad contemporánea, como ocurre en Historia de una escalera.
Quiso introducir innovaciones técnicas que afectaban al espacio escénico, ya que buscó lugares insólitos para desarrollar conflictos, como una escalera, o la implicación total del espectador en la obra. Con el objetivo de que aquel viviera de manera más eficaz la experiencia de la falta absoluta de luz, se obligaba a apagar todas las luces del teatro.
El Teatro Histórico de Buero Vallejo: Evolución y Temáticas
Buero da un giro a su producción a partir de 1958 al estrenar Un soñador para un pueblo. Con ella, abre su etapa de teatro histórico: las obras ya no pretenden la reproducción de la realidad, la discontinuidad temporal se impone y el lugar escénico se convierte en un espacio abstracto, una yuxtaposición de varios lugares posibles. La utilización de dos niveles separados por unos peldaños permite al espectador distinguir cada uno de los ambientes.
Las obras Un soñador para un pueblo y Las Meninas exponen un debate entre dos maneras diferentes de entender la historia de España: una progresista y otra reaccionaria. Aparte del estudio del pasado histórico del país, este distanciamiento le sirve a Buero para enunciar el destino del pueblo en una sociedad injusta. La censura de la época no habría permitido a nuestro autor presentar esta cuestión en otros términos más actuales.
La Última Etapa de Buero Vallejo: Subjetividad y Experimentación
Entre esta etapa y la anterior, dos obras funcionan como transición: La doble historia del doctor Valmy y El tragaluz. Ambas presentan construcciones por la existencia de personajes intermediarios entre la trama y los espectadores; cada obra no es más que la visualización de lo que estos narradores saben y cuentan.
Sus obras El sueño de la razón, La llegada de los dioses, La fundación y La detonación suponen un paso adelante respecto a las dos anteriores, pues logran una conjunción mucho mayor entre personaje, narrador y la historia desarrollada. Va a suprimir estos personajes intermediarios y opta por una estructura de modo que el espectador no vea la realidad, sino la versión que de ella tiene un determinado personaje tarado o disminuido.
- En El sueño de la razón, se hace vivir la sordera de Goya: solo se oye lo que él oye.
- En La llegada de los dioses, la ceguera.
- En La fundación, Tomás es la figura omnipresente: vemos lo que este ser trastornado cree ver; esta «fundación» se irá convirtiendo en una lóbrega celda de una prisión.
- En La detonación, se contemplan los pensamientos que pasan por la mente del protagonista antes de suicidarse.
Este punto de vista subjetivo también se utilizará en las obras Jueces de la noche y Caimán.
Argumento de Historia de una escalera
La obra cuenta la vida de tres generaciones de familias humildes que viven en una misma casa. En su escalera, durante tres décadas, estos habitantes coincidirán para mostrar sus anhelos y fracasos, sus encuentros y desencuentros, sus sentimientos solidarios y envidias, sus esperanzas y desilusiones, amores y celos. La escalera será el marco en el que se presentarán los conflictos del ser humano consigo mismo y con la sociedad en la que habita.
Temas Centrales en Historia de una escalera
El tema fundamental es el fracaso individual y colectivo, repetido a lo largo del tiempo. Por esa escalera suben y bajan durante 30 años generaciones de personajes en busca de unos proyectos e ilusiones que acaban en frustraciones y desengaños. Las razones de estos fracasos se deben al determinismo del medio en el que viven y a su falta de coraje y voluntad para luchar por sus anhelos.
El amor es un sentimiento que queda convertido en desengaño, celos y rencor. En otros casos, es el afán de cumplir los sueños lo que se convierte en estos sentimientos, pero también aparece la esperanza de la solidaridad posible entre tanta miseria física y moral.
Género y Estilo de Historia de una escalera
Del sainete toma la ambientación, el lenguaje, las situaciones típicas y el carácter arquetípico de los personajes. Sin embargo, Buero supera este modelo haciendo que muchos de los personajes trasciendan lo arquetípico y destaquen en su individualidad para convertirse en personajes de la tragedia. La obra es una tragedia, pero nunca descarta la esperanza y lo que parece un final cerrado nunca lo es.
Estructura Dramática de Historia de una escalera
Presenta tres actos que corresponden al planteamiento, nudo y desenlace. Cada acto se forma por un conjunto de escenas no numeradas, pero que el lector puede distinguir por la entrada y salida de personajes del escenario. El Acto I sirve para la presentación de los personajes y de los diferentes motivos temáticos; el Acto II desarrolla los motivos anunciados y transcurre 10 años después; el Acto III se sitúa en invierno de 1949. A pesar de la fragmentación y de los saltos temporales, existe un perfecto equilibrio constructivo. El lector percibe claramente el transcurso del tiempo; en realidad, nada cambia: asistimos a un eterno retorno.
Acto I: Presentación y Conflictos Iniciales
En el Acto I, aparece un cobrador de luz que va a desempeñar su función y a cuya llamada acuden los vecinos, quienes con sus intervenciones se caracterizan a sí mismos. La segunda escena se centra en la discusión entre Urbano y Fernando, ambos con visiones diferentes y enamorados de Carmina. La tercera escena es entre Fernando y Elvira, escena que adelanta lo que será su relación tormentosa; Paca y Generosa dejan entrever sus propias existencias miserables. La cuarta escena corresponde a las promesas amorosas de Fernando a Carmina.
Acto II: Frustración y Desengaño
Está dominado por la frustración y la aniquilación. La primera escena presenta el fallecimiento de Gregorio; aparece un diálogo entre Juan y Trini sobre Rosa que da paso a la solidaridad. La segunda escena guarda paralelismo con la última del acto anterior porque contiene una declaración amorosa y un engaño. La tercera escena materializa esa solidaridad apuntada en la primera porque Trini le da a Rosa los ahorros de su padre. En la cuarta escena, Fernando, Elvira, Urbano y Carmina muestran un comportamiento hipócrita que demuestra la vida frustrada que llevan.
Acto III: El Eterno Retorno y la Catarsis
Se abre con una escena que contrasta a Paca envejecida y a los inquilinos (el joven bien vestido y el señor bien vestido). En la segunda escena, aparece la nueva generación de personajes: los hijos. Solo Trini y Rosa aceptan resignadas su fracaso. La tercera escena presenta la primera parte del final: Carmina destapa sus reproches retenidos durante 30 años; Elvira manifiesta su desprecio de clase por sus vecinos; Urbano reconoce su frustración y Fernando su falta de carácter, habiendo así un reconocimiento individual y colectivo abocado a la catarsis. La cuarta escena es paralela a la escena de cierre del Acto I, pues es la escena de amor entre Fernando y Carmina (hijos), donde él promete lo mismo que en su día prometió su padre.
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