03 Sep

La Revolución Liberal en España: Cortes de Cádiz y Constitución de 1812

La Revolución Liberal llegó a España en las Cortes de Cádiz de mano de los ilustrados en un contexto bélico, como fue la Guerra de Independencia. Buscaba acabar con el Antiguo Régimen e instalar un sistema constitucional basado en los principios traídos por la Ilustración y llevados a cabo en la Revolución Francesa. Los principales objetivos eran la separación de poderes, acabar con la sociedad estamental y la igualdad ante la ley. Las Cortes de Cádiz supusieron un cambio de régimen por medio de diputados en la ausencia del monarca, aunque no todos pretendían un cambio tan drástico. El avance del ejército francés había obligado a la Junta Suprema Central a trasladarse a Cádiz, ciudad de más fácil defensa y libre de ocupación francesa. El desastroso reinado de Carlos IV y el gobierno omnipotente de Godoy justificaban la necesidad de introducir reformas y suprimir abusos, manteniendo la autoridad absoluta del Rey. Otros pensaban que había que efectuar cambios radicales en las instituciones y en la sociedad.

Convocatoria a Cortes

El Consejo de Regencia convoca a Cortes en 1810 en unas condiciones muy difíciles. Los partidarios de la reforma acabaron por imponer su visión, y las Cortes se convocaron formadas por unos diputados elegidos por sufragio universal, acabando con las Cortes por estamentos. Las Cortes se declaran en su primera sesión, el 24 de septiembre de 1810, depositarias de la soberanía nacional. Este hecho y el objetivo de redactar una Constitución fue el hecho revolucionario.

Composición de las Cortes

En Cádiz se congregaron unos 300 diputados de las clases influyentes, reflejo de la sociedad de la época. Entre otros, se encontraban miembros del clero, militares, juristas, catedráticos… Por el contrario, la presencia de la nobleza fue escasa, al igual que la del alto clero. Hay dos tendencias ideológicas que marcan el siglo XIX:

  • Liberales: Defendían las libertades, una sociedad estructurada en la igualdad ante la ley y el fin de la monarquía absoluta.
  • Absolutistas (llamados serviles): Partidarios de la continuidad de la monarquía absoluta.

Principios de la Constitución de 1812

  • Afirmación de la soberanía nacional.
  • División de poderes:
    • Ejecutivo: Rey.
    • Legislativo: Cortes y Rey.
    • Judicial: Tribunales.
  • Proclamación de la monarquía constitucional: El monarca ya no era el titular de la soberanía y quedaba limitado por la Constitución.
  • Cortes: Eran unicamerales y elegidas por sufragio universal indirecto de los varones mayores de 25 años. Para ser candidato a diputado, era necesario tributar a la Hacienda una cierta cantidad.
  • Igualdad de los ciudadanos ante la ley: Fin de las diferencias estamentales y de los privilegios fiscales, militares y jurídicos.
  • Reconocimiento de los derechos y libertades individuales, pero no de libertad religiosa.
  • La Constitución acababa con la antigua división en reinos, estableciendo una nueva división de España en provincias.

La Desamortización en España: Mendizábal y Madoz

Contexto y Concepto de la Desamortización

Este mapa es de carácter económico, ya que, aunque presenta división política, predomina la representación sobre la venta de bienes del clero, mostrando los millones de reales ganados en función del territorio. Se trata de una fuente secundaria, puesto que este mapa se ha realizado en la actualidad y representa unos acontecimientos con posterioridad a la época de estudio, en este caso, los años 1886-1887. La idea principal y conclusión es que la desamortización eclesiástica fue una de las medidas que adoptó el Estado liberal de Mendizábal para liberar las tierras acumuladas por la Iglesia. Sin embargo, tuvo poca eficacia, ya que, además de no rentabilizar demasiado su venta, los grandes beneficiarios fueron los burgueses y los nobles que las adquirieron, y la Iglesia no perdió en exceso su influencia social.

Contexto Histórico de la Desamortización

La desamortización se produjo en medio de la Primera Guerra Carlista, un conflicto por los derechos sucesorios al trono. Fernando VII, mediante la promulgación de la Pragmática Sanción en 1830, permitió a su hija Isabel heredar el trono. Su esposa, María Cristina, asumía la regencia. Tras la muerte de Fernando VII, se produjeron levantamientos a favor de Carlos María Isidro. Sin embargo, el ejército y los altos cargos de la Iglesia se pusieron del lado de Isabel, iniciándose así la Primera Guerra Carlista (1833-1840).

La necesidad de luchar contra el carlismo obligó a la regente María Cristina a nombrar presidente a Martínez de la Rosa, un moderado y jefe de gobierno durante el Trienio Liberal. El resultado fue la aprobación del Estatuto Real. Mendizábal no ocupó cargos políticos durante el siguiente Trienio Liberal, pero su significación le obligó a exiliarse cuando los Cien Mil Hijos de San Luis restablecieron el absolutismo en España. La medida más significativa que adoptó fue la llamada Desamortización de Mendizábal, un proceso de nacionalización de los bienes del clero regular para venderlos en pública subasta, cuyo objetivo era dinamizar la economía agrícola del país.

La Desamortización de Mendizábal (1837-1844)

La desamortización eclesiástica de Mendizábal se llevó a cabo principalmente entre 1837 y 1844. Se desconoce con exactitud el número de hectáreas vendidas, pero se estima que se obtuvieron 4.000 millones de reales de ingresos.

La Desamortización General de Madoz (1855-1867)

La Desamortización General de Madoz se llevó a cabo con altibajos e interrupciones entre 1855 y 1867. En esta fase se vendieron las tierras amortizadas de la Iglesia que habían quedado pendientes en la fase anterior y un gran número de hectáreas amortizadas de los municipios, suponiendo unos ingresos totales de unos 5.000 millones de reales.

Resultados Económicos

El resultado económico fue la extensión de la superficie cultivada y el aumento de la producción. Esto trajo como consecuencia la bajada de los precios de los productos agrícolas durante la primera mitad del siglo.

Resultados Sociales

A nivel social, las consecuencias fueron:

  • La burguesía compró tierras y unió sus intereses a los de la nobleza terrateniente.
  • Como no hubo reparto de tierras, los campesinos se convirtieron en jornaleros, y su situación era muy precaria, produciéndose frecuentes revueltas rurales.
  • La bajada de precios llevó a la ruina a los pequeños campesinos, muchos de ellos acabaron emigrando a las ciudades u otros países.

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