06 Dic

Comente los aspectos más relevantes de la obra del Siglo XVIII que haya leído en relación con su contexto histórico.

El sí de las niñas es la obra cumbre de Moratín y del teatro del siglo XVIII. En ella se aplican las reformas neoclásicas que expuso Luzán en su Poética. Por ejemplo, la obra respeta las tres unidades clásicas, que durante el Barroco habían sido despreciadas. La obra tiene unidad de espacio ya que se desarrolla en el descansillo de una posada, un espacio muy reducido que, sin embargo, permite la salida y entrada de los personajes gracias a las cuatro puertas que dan a las habitaciones. Los objetos que configuran el decorado son también escasos: una silla, una mesa y una ventana, cada una con su función dramática concreta: la mesa permite apoyar la luz y la jaula del tordo y la ventana permite la entrada de la carta de don
Carlos desde el exterior. Igualmente, la obra presenta unidad de tiempo: la acción se  desarrolla en diez horas con una estructura clásica de presentación, desarrollo y resolución del conflicto. Son continuas las alusiones a la luz, que evoluciona conforme avanza la historia. El tratamiento de la luz adquiere un carácter simbólico ya que la escena de mayor confusión en la obra ocurre en total oscuridad, mientras que según va haciéndose de día, la luz inunda la escena, resolvíéndose el conflicto en el momento en el que triunfa “la luz del entendimiento”, la razón del personaje que refleja las ideas del autor: don Diego. Una única acción hace que no se disperse la atención del espectador y, como era preceptivo en la época, la obra es un espejo de costumbres: los personajes dialogan de forma natural y representan temas importantes para la sociedad del momento, como es el tema de los matrimonios concertados en los que existe mucha diferencia de edad entre los cónyuges, el tema de la educación de los jóvenes o el principio de autoridad en los padres. En este sentido, Moratín quiere dejar clara su postura a través del personaje de don Diego, para de esta forma educar al espectador y llevar a cabo la finalidad didáctica del teatro: la autoridad no impide escuchar las opiniones de los hijos y los matrimonios deben ser deseados por las dos partes, ya que no contemplar estos principios puede provocar muchos males a la sociedad.


Comente los aspectos más relevantes de la obra del Siglo XIX que haya leído en relación con el contexto histórico y literario.

Ángel de Saavedra, más conocido como el duque de Rivas, vivíó los comienzos del Siglo XIX, una época histórica marcada por una profunda crisis social.
Don Álvaro o la fuerza del sino, junto con Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, supuso el triunfo del drama ROMántico y la reacción contra el teatro neoclásico del Siglo XVIII, que representaba el equilibrio y cumplimiento de las normas clásicas, ya que en el Romanticismo la libertad debía regir no solo la vida, sino también el arte, y esta libertad se muestra en todos los aspectos de la obra. Rompe la obra, al igual que Don Juan Tenorio, con la división neoclásica en tres actos. Está dividida en cinco jornadas, que suelen comenzar con una escena costumbrista que rompe con la unidad de acción. Se busca siempre que la tensión dramática vaya creciendo hasta llegar al final de la jornada, cuando el público será sacudido por la emoción: la jornada primera termina con la muerte del marqués de Calatrava (que maldice a su hija); la segunda con el ingreso de Leonor en la cueva como penitente, la tercera con la salvación de don Álvaro y la decisión de don Carlos de venganza, la cuarta con el ataque por sorpresa de las tropas enemigas, evitándose así la ejecución de don Álvaro. La escena quinta concentra, ya al final de la obra, la máxima intensidad dramática (la catarsis en la tragedia griega) al acumular muertes, quejas y horrores. La unidad de espacio también se rompe, ya que la acción sucede en quince lugares diferentes: espacios abiertos (plaza de un pueblo, selva, valle) y espacios cerrados (interiores de casas, el convento, un mesón…) Otra carácterística típicamente ROMántica es la mezcla de verso y prosa. Podemos decir que, en general, las escenas más dramáticas están en verso, mientras que se suele utilizar la prosa para escenas costumbristas, aunque hay excepciones, como las escenas finales de la primera y última jornada. En la obra  aparecen más de veinte personajes, muchos de ellos ejemplos de tipos populares en el Siglo XIX: el padre Guardián, preciosilla, el hermano Melitón, los soldados… Doña Leonor es la típica heroína ROMántica, dulce y apasionada, que duda entre el amor hacia don Álvaro y el respeto a la autoridad paterna. Para don Álvaro es “Ángel consolador del alma mía” “Mi bien, mi Dios, mi todo” Doña Leonor decide apartarse del mundo para evitar la venganza de sus hermanos. Don Álvaro es el modelo de héroe ROMántico, bueno, generoso y apasionado. Tiene tanta fuerza, que en la obra el destino debe emplear todo su poder para vencer al héroe. En la escena primera, escena costumbrista que ocurre en el puente de barcas de Triana, diversos personajes presentan con sus comentarios al protagonista, contribuyendo así al misterio en el que aparece envuelto.  Para ser justos con la obra es fundamental no separarla de contexto histórico del Romanticismo, ya que las carácterísticas analizadas, la convierten en un ejemplo de esta estética en todos sus aspectos.

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