27 Jul
Goya: Iconos del Arte Español y su Impacto Histórico
Explora las icónicas pinturas de Francisco de Goya, desde sus enigmáticos retratos hasta sus poderosas representaciones históricas. Descubre el contexto, las interpretaciones y las innovaciones técnicas que definen su legado artístico en el siglo XIX.
La Maja Desnuda y La Maja Vestida (1800)
Francisco de Goya | Inicios del siglo XIX | Etapa Neoclásica
Estas dos obras, realizadas en óleo sobre lienzo, son retratos enigmáticos que han generado diversas teorías sobre su encargo y significado. Una hipótesis muy extendida sugiere que ambas Majas fueron encargadas por Manuel Godoy para decorar su despacho, junto a otras pinturas de desnudos femeninos. La postura provocativa de La Maja Desnuda, su mirada pícara y atrayente, podría sugerir la representación de una cortesana. En aquella época, los poseedores de este tipo de obras eran perseguidos, pero Godoy, al ser valido del Rey, no tenía nada que temer. Sin embargo, la Inquisición mandó que Goya compareciera ante los tribunales por pintar esta y otras obras de estilo similar, aunque el caso fue sobreseído.
Otra teoría sostiene que la Maja es la Duquesa de Alba, con quien Goya mantenía una buena relación. Si bien es cierto que el rostro no se corresponde con el de las Majas, estos son estereotipados para evitar su reconocimiento.
Una tercera interpretación considera que La Maja Desnuda simboliza el amor sagrado y celestial, y su desnudez sería un símbolo de pureza. El estilo, en este caso, es sublime, con un acabado perfecto que logra una calidad excepcional en los colores sobre la piel nacarada de la Maja, cuya carne resalta sobre el blanco de los cojines y el azul del sofá. Así, se establece una armonía dentro de la gama fría de los colores. Por su parte, La Maja Vestida representa el amor terrenal, al que corresponde un tratamiento también terrenal de la pincelada, que es suelta y ligera, con un predominio de la gama cálida.
Existe un contraste notable en el tratamiento técnico de ambas obras: mientras que en La Maja Desnuda se aprecia un acabado más pulcro y detallado, en La Maja Vestida la pincelada es más suelta y ligera, casi precursora del impresionismo. En esta última, la pincelada suelta permite una riqueza de matices de luces y sombras. Pictóricamente, destacan los tonos verdes, que contrastan con los blancos y rosas. Estos retratos, por su sensualidad y orientación placentera, se relacionan con el modelo Rococó.
La Familia de Carlos IV (1800)
Francisco de Goya | Inicios del siglo XIX | Etapa Neoclásica
Nos encontramos ante un retrato colectivo de la Familia Real española, realizado en óleo sobre lienzo. Goya había pintado una serie de retratos de familias de la nobleza madrileña, lo que le permitió adquirir el prestigio necesario para pintar a la Familia Real.
Como podemos apreciar, Goya se incluye en el cuadro, al igual que hizo Velázquez en Las Meninas, obra a la que se rinde homenaje en este retrato a través de varios elementos:
- Los cuadros colgados en el muro.
- La semejanza en la disposición de los personajes.
- La figura de la reina, grotescamente vulgar, colocada de manera similar a la infanta Margarita de Velázquez.
Sin embargo, también existen diferencias significativas con Las Meninas. Frente a la sensación de espacio de la obra de Velázquez, en esta hay una sensación de ahogo, al situar a todos los personajes en hilera y en un único plano. Además, esta obra no parece ser una instantánea, sino que la pose es fría y calculada.
El retrato no está idealizado; lo representado es la verdad física y psicológica de los personajes. Tanto es así que Goya retrata a la reina María Luisa con un realismo cruel y la centra en la composición para mostrar que era ella quien de verdad mandaba. Por su parte, Carlos IV aparece con un rostro carente de autoridad. El propio Goya se representa en penumbra, en un segundo plano y alejado del grupo.
La obra está dotada de una gran riqueza cromática. Presenta una rica paleta de colores, como dorados, azules y rojos, que generan un fuerte contraste. La iluminación es lateral y proviene de la izquierda; toda la Familia está iluminada, excepto Goya, que permanece en penumbra.
El 2 de Mayo de 1808 o La Carga de los Mamelucos (1814)
Francisco de Goya | Siglo XIX | Etapa Romántica
Esta obra es un óleo sobre lienzo de temática histórica que representa un episodio ocurrido en Madrid el 2 de mayo de 1808, cuando el pueblo español intentó impedir que el hijo menor del rey de España, Carlos IV, se fuera a Francia. Es el momento en que se inicia el levantamiento contra los franceses. La escena, cargada de rabia y violencia, representa el ataque del pueblo español contra los mamelucos, soldados egipcios bajo las órdenes de los franceses.
El centro de la composición lo marca el soldado mameluco muerto que cae del caballo, al que un español apuñala. El resto de la composición muestra otras figuras que acuchillan a jinetes, mientras que el ejército francés se retira de la refriega. En los rostros de los españoles se aprecia rabia e indignación, mientras que en los de los franceses se vislumbra miedo.
En la escena predominan el dinamismo y el dramatismo, con movimientos exagerados y violentos. Para representar este movimiento, el artista emplea pinceladas rápidas, sueltas y en manchones. Los colores destacan por su brillantez y el uso predominante de un rojo que tiñe toda la escena.
Con todo, esta obra es un poderoso alegato antibelicista, realizado con más de cien años de adelanto respecto a las corrientes contemporáneas que también siguen este estilo.
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