13 Ago

Contexto Cultural del Pensamiento Platónico

El pensamiento de Platón se desarrolla, como el de Aristóteles, a lo largo del siglo IV a.C., un periodo marcado por el enfrentamiento de Esparta y Atenas durante treinta años (la Guerra del Peloponeso). Ambas representaban dos modelos opuestos. Atenas era una democracia burguesa donde florecieron el comercio, la industria, el arte y la cultura, mientras que Esparta estaba dominada por una aristocracia agraria y conservadora. La aristocracia ateniense apoyaba a Esparta con la esperanza de recuperar los territorios perdidos a causa de la democracia.

La derrota de Atenas supuso la instauración de un gobierno oligárquico, el de los Treinta Tiranos, impuesto por los vencedores espartanos, al mando de los cuales se hallaba Critias, pariente cercano de Platón.

Esta tiranía llevó a cabo una represión muy dura, revocando todas las libertades conseguidas y enviando a muchos demócratas al exilio. La reacción no se hizo esperar y, un año más tarde, los Treinta Tiranos fueron derrocados en una revuelta militar que logró reinstaurar la democracia.

Pero este nuevo gobierno, según Platón, hizo bueno al anterior, cometiendo todo tipo de tropelías, entre las que destacó la condena a muerte de Sócrates. Este episodio marcaría radicalmente los ideales políticos de Platón, convenciéndole de la necesidad de asentar la política sobre nuevas bases.

A partir de este momento, su interés fundamental se orientó hacia la educación. Platón entendió la política como una ciencia que perseguía formar ciudadanos virtuosos y justos. Esto solo podía lograrse a través de un conocimiento que permitiera distinguir lo bueno de lo malo.

En su examen de la Atenas de su tiempo, Platón encontró dos defectos fundamentales:

  • La incompetencia e ignorancia de los políticos.
  • La lucha entre grupos de tendencias oligárquicas y democráticas, que hacían que los intereses de grupo prevalecieran sobre los del Estado, dando lugar a la inestabilidad de los gobiernos de las ciudades-estado.

Contexto Filosófico y Crítica Platónica

En este contexto debe entenderse la lectura de La República que hemos llevado a cabo. En ella, Platón se desmarca de las teorías de enseñanza de los sofistas, quienes habían defendido el uso del poder en beneficio propio:

  • Habían convertido el lenguaje en un instrumento de manipulación política y no en un verdadero vehículo de expresión de la verdad.
  • Habían hecho de los valores morales y de las leyes políticas el resultado de un simple acuerdo o convención entre los hombres.
  • Habían caído en un relativismo y escepticismo en lo referente al conocimiento.

En este punto, Platón siguió a su maestro Sócrates: los valores y las leyes debían ser inmutables, válidos para todos los hombres y basados en las Ideas. De la misma manera, Platón defiende el intelectualismo moral socrático, convencido de que solo quien conoce la verdad puede ser virtuoso y un buen ciudadano.

En el primer libro de La República, reacciona contra la idea de justicia de los sofistas, fundamentada en la idea de naturaleza, que justificaba el dominio del más fuerte sobre el más débil o que el injusto fuera más feliz que el justo; en el libro VI reacciona contra ellos por confundir el Bien y el placer.

Platón critica los métodos de enseñanza de los sofistas, ya que entendían por educación «poner ciencia en el alma».

Para Platón, el alma posee por sí misma el poder de conocer. Los sofistas no eran maestros en sentido estricto, pues no tenían conocimiento cierto del Bien, sino una opinión, como consecuencia de basar el conocimiento en la percepción de lo sensible. (Recordad que la filosofía platónica había supuesto un rechazo de la idea de devenir de Heráclito y un seguimiento de la idea de Ser de Parménides).

Los sentidos no son fuente de conocimiento; solo la razón está capacitada para alcanzar el verdadero conocimiento.

Platón reaccionó del mismo modo a la manera de entender la política en la democracia ateniense. Rechazó el sistema democrático por el trato ofrecido a Sócrates, convencido de que el pueblo ignorante no está capacitado para tener leyes justas. Él soñaba con una polis ideal, gobernada por los ricos en sabiduría y no en oro. Solo ellos gobernarían con miras al Bien, y solo ellos serían capaces de aportar verdad, justicia y virtud a quienes no habían logrado salir de la caverna.

El Mito de la Caverna en La República (Libro VII)

Este es un fragmento del libro VII de La República de Platón, donde se habla fundamentalmente de cómo lograr una ciudad justa y perfecta, inspirada en su maestro Sócrates. Su contenido es utópico-político y trata de su concepción acerca de la metafísica, la antropología, la ética y la política.

Las ideas más importantes de este fragmento residen en la comparación realizada entre la educación y la experiencia del hombre, a través de la comparación de las mismas con la vida de un prisionero en una caverna, conocido como el «Mito de la Caverna».

En esta comparación destacan una serie de símbolos que dotan de sentido al fragmento:

  • La luz del sol: Idea del Bien
  • Las cadenas: cuerpo
  • El prisionero: alma
  • La cueva: mundo sensible
  • El exterior: mundo de las Ideas
  • El interior de la misma: mundo sensible

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