08 Mar

Publicada en 1986, la acción de esta novela del escritor español Eduardo Mendozatranscurre en la ciudad de Barcelona («la ciudad de los prodigios» del título) entre las dos Exposiciones Universales de 1888 y 1929. Los cambios urbanísticos, sociales y económicos de la ciudad acompañan a un campesino que en 1887 abandona su aldea en los Pirineos y llega a Barcelona con la intención de hacer fortuna. Las andanzas en la ciudad de Onofre Bouvila, como un nuevo pícaro del siglo de Oro, se inician cuando baja de esa «Cataluña agreste, sombría y brutal» y entra en una Barcelona que está en plena fiebre de renovación.

Onofre se instala en la pensión de Braulio, cuya hija, Delfina, le será de gran ayuda. Lo primero que hace Onofre al día siguiente es salir en busca de un trabajo; no deja ni una puerta sin llamar: puede realizar los trabajos más extraños, como cigarrero, marmolista, pocero, hacer barquillos; lo que sea. Necesita dinero, porque el señor Braulio le cobrará la habitación. Allí Onofre piensa en su padre, que emigró a Cuba cuando él era niño y ya no habían vuelto a saber de él. Cuando más ensimismado está en sus pensamientos, se abre la puerta de la habitación y aparece Delfina. Su novio pertenece a un grupo formado por hombres valientes y generosos que están decididos a terminar con todas las injusticias y la miseria que los rodea. Si Onofre quiere, pueden darle trabajo. Y así, el joven Onofre pasa a integrarse en un grupo anarquista.

Eduardo Mendoza, por boca de Delfina, introduce al lector en los orígenes del movimiento anarquista en Barcelona, entonces en auge en Francia y en Italia, que se extendió a finales del siglo XIX sobre todo por el barrio obrero de Pueblo Nuevo, próximo a la ciudad. Gracias a la ayuda de la hija de su casero, Onofre consigue un trabajo de repartidor de panfletos de propaganda anarquista. Y deberá repartirlos en las proximidades de la Ciudadela, donde en 1888 se celebrará la Exposición Universal. Mendoza describe la historia del Parque de la Ciudadela y de la Ciudadela misma, cómo se formó,


cuándo y por qué: la ciudad de Barcelona es el telón de fondo ante el que se mueve el joven recién llegado. La ciudad se transforma a medida que avanzamos en la lectura, como también se transforma su protagonista.

Cuando llega Onofre, el recinto del parque de la Ciudadela está rodeado por una empalizada que lo aísla de los curiosos. Se están construyendo los edificios de la Exposición, abundan los obreros y es un buen lugar para repartir su propaganda. A pesar de estar prohibida la entrada, Onofre encuentra un hueco por el que introducirse en el interior. Una vez allí observa a los albañiles y a los carpinteros, y tras estudiar el terreno se pone manos a la obra. Y lo hace tan bien que los panfletos se le van de las manos y ha de ir a buscar más suministros. El muchacho, que sólo tiene trece años, está sorprendido de su éxito.

Poco después se le ocurre que si tiene tanta fortuna repartiendo panfletos quizá también la tenga vendiendo crecepelos. En el negocio necesita un ayudante y lo encuentra; desde ese momento Efrén Castells estará a su lado hasta el final de sus días. Introducido en este mundo de pícaros y pequeños delincuentes, Onofre «contrata» a un grupo de niños ladrones que le consiguen los suministros que necesita para la venta del crecepelo, además de objetos robados cuando su negocio se diversifica.

Una vez se inaugura la Exposición, Onofre tiene un golpe de suerte. En su vida aparece don Humbert Figa y Morera, un hombre de oscuro pasado y brillante presente, que le ofrece trabajo. O acepta trabajar para él o va a la cárcel. Onofre no tiene alternativa. Aquel hombre conoce todas sus actividades.


Bajo los auspicios de Humbert Figa el joven empieza a conocer una Barcelona que antes desconocía, la Barcelona de los cabarets, de la vida nocturna, de los burdeles. Onofre se gasta mucho dinero en vestir y se relaciona con proxenetas, prostitutas, traficantes de drogas, policías…, pero también empieza a participar en algunos buenos negocios gracias a su patrón. Decide invertir en terrenos, hipoteca la casa del pueblo y hace una buena inversión. Barcelona está cambiando y el joven quiere subirse al carro de los ganadores. Y el negocio inmobiliario le parece adecuado para empezar. Al mismo tiempo, Onofre decide que ha llegado el momento de casarse. Un día, de visita en la magnífica casa de campo que posee su jefe, conoce a la hija de éste. Onofre no cejará hasta casarse con ella. El narrador sigue combinando con una absoluta naturalidad la ficción con la realidad. Se mezclan acontecimientos históricos e imaginarios como la visita de los zares de Rusia y de Rasputín y la recepción que dan las autoridades en su honor, o el paso de Mata Hari por la ciudad. Asciende al trono Alfonso XIII, se inician los preparativos para la Exposición de 1929. Se derriban muchos edificios de la ciudad y se construyen otros nuevos. La montaña de Montjuïc se cierra al público y cientos de obreros trabajan poniendo los cimientos de lo que luego serán los palacios y pabellones de las exposiciones.

Onofre Bouvila ha mandado construir una misteriosa máquina voladora en el mayor de los secretos. Tiene también un proyecto entre manos que todo el mundo ignora, hasta la interesada, María Belltall, la hija del ingeniero que se la está construyendo.


La noche anterior a la inauguración de la exposición, Onofre la manda llamar y pasa la noche con ella. Previamente le ha enseñado el diamante Regent, el más limpio, el más hermoso, el más grande de los que existen. Con la venta del diamante se puede vivir toda una vida como un rey, le dice, y luego se lo guarda en el bolsillo.

El día de la inauguración, Onofre desaparece junto a María en su máquina voladora cuando están sobrevolando el mar ante millares de asistentes a quienes el accidente deja anonadados. Se inician las tareas de búsqueda en el mar del cuerpo de Onofre y el de la joven que lo acompaña, pero todos los esfuerzos resultan vanos. Los buzos no los encuentran. Al poco tiempo aparecen biografías de Onofre Bouvila. Todos coinciden en que la ciudad ha perdido a un gran hombre. El hombre que empezó a despuntar durante la Exposición Universal de 1888 y que se ha perdido en las profundidades del mar en la de 1929. Desde su desaparición Barcelona se encuentra en franca decadencia.

Cuando llega el desastre del hundimiento de la Bolsa de Nueva York, ese mismo año, en Barcelona corre la voz de que Onofre Bouvila en realidad no murió en el accidente de aviación, porque su cuerpo no se encontró nunca. Hasta se sospecha que podría estar detrás del desastre mundial que ha producido el hundimiento de la Bolsa. Como no se puede probar, todo queda en rumores, aunque la idea no parece descabellada. Además se llevó con él el Regent. Dicen que vive en medio de todos los lujos con María en un lugar tranquilo y alejado.


OPINIÓN PERSONAL

Es una novela muy entretenida, llena de humor y conocimiento de la ciudad y su historia. Entremezcla de una forma muy entretenida a los personajes reales de la época con los ficticios. Así, aparecen reyes, zares, ministros, dictadores, generales, espías (Mata Hari), y todos ellos en algún momento del libro se relacionan con el protagonista o sus allegados. De algún modo, el autor hace del protagonista un mago que maneja a su antojo a los personajes y el entorno en su propio beneficio. A pesar de hacer daño a la gente que lo quiere y ser un “mafioso”, Onofre es un personaje entrañable que nos conduce a lo largo de la novela por una ciudad que va creciendo y modernizándose.

Su protagonista, Onofre Bouvila, abandona su Bassora natal (pueblecito perteneciente a la Cataluña profunda) para buscar fortuna en Barcelona. Cuando llega se instala en una vieja pensión y empieza repartiendo octavillas anarquistas entre los trabajadores de la Expo de 1898. A partir de aquí, y por medios no del todo lícitos, comenzará a ascender socialmente hasta convertirse en el hombre más rico de España. De repartir propaganda pasará a convertirse en un matón a sueldo, un especulador inmobiliario, vendedor de armas y empresario cinematográfico.
Es a través de este personaje cómo Mendoza nos muestra un fresco, no del todo real, de la Barcelona de la época; una Barcelona que, gracias a la industria textil, aumenta su población considerablemente y empieza a expandirse.
Además, gracias a este personaje nos introduciremos en todo tipo de ambientes y nos codearemos con todo tipo de personajes, muchos de ellos reales como: Picasso, Gaudí, Primo de Rivera…

Por tanto, esta novela nos hace un recorrido desde la Exposición de 1898 hasta la fallida Exposición de 1929



En algunos aspectos, esta novela recuerda a la de Savolta, empezando por el escenario, Barcelona, que servirá para la mayoría de sus novelas. Ambos protagonistas también comienzan participando del anarquismo.

En esta novela se observa un trabajo minucioso de investigación y documentación llevado a cabo por el autor. Como él mismo cuenta en una entrevista que os dejaré al final «no le costó tanto debido al placer que le produce introducirse en las bibliotecas y abrir libros polvorientos que no ha abierto nadie en décadas».


Quedan incluídos en la novela recortes y noticias de la época, la mayoría correspondientes a la Expo de 1898 y otros relacionados con los problemas relacionados con la infraestructura (plan Cerdá), comercio, economía y política de la ciudad. Ya hacia el final nos muestra datos también interesantes relacionados con la invención del cinematógrafo, así como la rivalidad que había entre «los ases del aire».
Todos estos aspectos van empañados también de aspectos irreales que hacen que sea el propio lector el que vaya sacando sus propias conclusiones.


Otro aspecto que ha provocado el éxito rotundo de esta novela es que se observa claramente la cultura literaria de Mendoza.

Por defecto profesional, mientras leía la novela surgían en mi cabeza algún personaje perteneciente a nuestra literatura tradicional, comenzando con El lazarillo de Tormes
: al igual que Onofre, debe buscarse la vida partiendo de cero y utilizando para ello la picaresca más dura. Su sueño es ascender socialmente como sea y, a diferencia de Lázaro lo consigue y ¡de qué manera!.
Además este tono realista que muestra el lazarillo también lo observamos a través del retrato de la Barcelona de comienzos de siglo y la vida de los barceloneses, cogiendo de este modo aspectos relacionados con la novela realista.

En otros aspectos también recuerda a otra de nuestras grandes novelas


El quijote


. Sobretodo en esa mezcla sutil que he comentado antes relacionada con la realidad y la ficción que, en muchas ocasiones, hace incluso dudar al lector.
Además, igual que en la de Cervantes se incluye metaliteratura
; incluye historias como la de la espía Mata-Hari o la que narra el hombre que le enseña a Onofre la mansión de los Rosell, el cual había servido y vivido en esa casa. De esta manera queda incluída una especie de novelita sentimental con final melodramático.

Este modo de narrar recuerda también mucho al de


Las mil y una noches


. El propio Mendoza reconoce que ha querido hacer un guiño a dicha obra llamando al pueblo natal de Onofre Bassora. Éste es el nombre de una cidad que aparece en dicha obra y además coincide que es un nombre catalán.
Alrededor de Onofre se mueven todo tipo de personajes, entre ellos una serie de matones y secuaces gracias a los cuales se observan aspectos relacionados con la novela negra

. Entre ellos destacan Odón Mostaza o su inseparable Efrén Castélls (el gigante de Calella)


Nos vienen a la mente también esas escenas del cine en blanco y negro gracias al momento en que Onofre se convierte en un afamado industrial cinematográfico.


.


En cuanto a los personajes

; comenzaré describiendo a su protagonista:

Onofre Bouvila


. Dicen que Mendoza se inspiró en el malo de la serie Dallas, ya que por entonces se había puesto muy de moda esa serie (1984). Por lo que fuese, a Mendoza siempre le han gustado ese tipo de personajes malvados que según él mismo dice «hacen parecer a uno mejor persona».
Onofre es un personaje totalmente redondo ya que asistimos a su transformación paso a paso. En un principio nadie puede poner en duda que inspire en el lector una cierta ternura. Se presenta en Barcelona como el típico «pardillo» que va a buscarse la vida en la gran ciudad pero enseguida nos vamos dando cuenta de que sus aspiraciones son mucho más altas. Quiere llegar a pertenecer a la burguesía catalana a toda costa y utilizará los medios más mezquinos para conseguirlo.
Su auge llega cuando, al estallar la primera guerra mundial, su negocio como vendedor de armas sube como la espuma, consiguiendo, de esta forma casarse con la hija de un burgués adinerado.
Somos testigos de su evolución; se convierte en un personaje infeliz,mezquino, avaricioso…que parece no tener sentimientos. Ni siquiera muestra aprecio por su propia familia. Tiene tres hijos, el varón presenta un retraso mental y de sus hijas llega a decir que «suponen para él una carga».

Sólo regresa a Bassora cuando necesita dinero o cuando tiene que huir y esconderse. En uno de estos viajes descubre que tiene un hermano pero no le da la mayor importancia.

Por esta novela desfilan todo tipo de personajes,como ya he mencionado antes, pero me voy a detener en los que a mi parecer juegan un papel importante en la vida de Onofre y que además me han resultado de lo más entrañable: don Braulio y su hija Delfina. Ambos ejercerán un papel muy importante en la vida del protagonista ya que son ellos quienes le acogerán a su llegada a Barcelona ya que Don Braulio es el dueño de la pensión donde se aloja Onofre. 
Delfina será la que le proporcione su primer trabajo repartiendo las octavillas y se convertirá en su «primer amor». Además más adelante reaparece y será ella quien se convierta en la estrella principal en la empresa cinematográfica de Onofre.
Don Braulio, sin embargo, es un hombre que lleva una doble vida. Por el día regenta la pensión donde se aloja Onofre y se dedica también a cuidar de su mujer la cual está enferma. Pero por la noche se convierte en un travestido frecuentando los locales más oscuros de la noche barcelonesa. A pesar de parecer un personaje débil, pusilánime,entrañable…da un giro cuando ayuda a Onofre a terminar con la banda rival en la época en la que es un matón a sueldo, contratado por un prestigioso abogado.


Hasta el final de la novela  Onofre no encuentra la estabilidad emocional enamorándose de la hija de un gran inventor contratado por él para hacer una demostración durante la Expo de 1929 
Logra desaparecer con ella en lo que parece ser un helicóptero o como muchos dicen «una nave espacial» que se introduce en el mar y los hace desaparecer.

Estamos, por tanto, ante un final abierto en el que el lector se pregunta qué será del protagonista



Hasta el final de la novela  Onofre no encuentra la estabilidad emocional enamorándose de la hija de un gran inventor contratado por él para hacer una demostración durante la Expo de 1929 
Logra desaparecer con ella en lo que parece ser un helicóptero o como muchos dicen «una nave espacial» que se introduce en el mar y los hace desaparecer.

Estamos, por tanto, ante un final abierto en el que el lector se pregunta qué será del protagonista

RESUMEN

Onofre Bouvila es un joven de campo que se muda a la ciudad (Barcelona) en busca de trabajo, dinero, nuevas experiencias… en definitiva, de una vida mejor. 
Llega durante los preparativos de la que va a ser la primera Exposición Universal en Barcelona, la del año 1888. 
Empieza su nueva vida hospedado en una pequeña pensión de la Barcelona Antigua, donde conoce los dueños (señor Braulio y señora, y a su hija Delfina) y a los otros huéspedes. 
Después de unos inicios duros sin encontrar trabajo, Delfina (por la cual siente una gran atracción) le ofrece un puesto de repartidor de panfletos anarquistas en el recinto del parque de la Ciutadella, donde se está construyendo la Exposición. Allí conoce a su futuro socio, Efrén Castells, un matón que lo ayudará a explotar su faceta carismática y persuasiva vendiendo productos robados para sacarse sus primeros beneficios en bruto. De este modo, Onofre pronto dejará de colaborar en la campaña anarquista para hacerse un hueco en la sociedad comerciante de Barcelona


La Barcelona del 1888
En 1888, Barcelona contaba con 530.000 habitantes y era la segunda ciudad más importante de España, aunque la más importante en el sector industrial. En aquellas fechas, España estaba experimentando el período de restauración borbónica: el país estaba gobernado por Práxedes Mateo Sagasta bajo la regencia de Maria Cristina de Habsburgo-Lorena (viuda del rey Alfonso XII y madre del futuro rey Alfonso XIII). 
La Exposición Universal de 1888
La exposición universal de 1888 se celebró oficialmente entre el 8 de abril y el 9 de diciembre de ese año en Barcelona. Acudieron aproximadamente 400.000 visitantes procedentes de todas partes del mundo. 
El acto inaugural tuvo lugar el 20 de mayo en el Parque de la Ciutadella y fue presidido por Alfonso XIII (heredero al trono), Maria Cristina (reina regente), María de las Mercedes (princesa de Asturias), la infanta Maria Teresa, el presidente de España Práxedes Mateo Sagasta, y el alcalde de Barcelona Francesc Rius Taulet. 
La exposición es considerada como un reflejo de las buenas relaciones entre la monarquía reciente mente reinstaurada y la poderosa y emergente burguesía industrial catalana, la cual siempre estuvo a favor del regreso de la monarquía en busca de una sociedad tranquila y asentada con la que se favoreciera un buen desarrollo económico. 


La organización de una exposición universal significaba entonces dar a la ciudad que la acogiese una oportunidad mayor para su desarrollo económico, así como un gran prestigio y reconocimiento a escala internacional. 
El recinto que albergaba la Exposición tenía entrada en el Arco de Triunfo y se expandía a lo largo de todo el Parque de la Ciutadella, así como en algunas zonas de la Barceloneta y la Estació de França. Una cuarta parte del recinto lo ocupaban edificios de arquitectos conocidos, donde tenían cabida las diferentes exposiciones, ya sean nacionales o de otros países. 
Pero la Exposición contribuyó no solo a la creación de la zona donde tuvo lugar, también mejoró Barcelona considerablemente. El Parque de la Ciutadella se convirtió en el parque más grande de Barcelona una vez terminada la Exposición, se terminó la urbanización de la costa ubicada entre Ciutadella y las Ramblas con la construcción del paseo Colón y el Moll de la Fusta, se construyó el Gran Hotel Internacional en una zona ganada al mar en el paseo Colón, también el Palacio de las Bellas Artes, el monumento a Colón.

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