22 Ago

Obras Maestras del Romanticismo y Modernismo

La Libertad guiando al pueblo

  • Autor: Eugène Delacroix
  • Localización: Museo del Louvre, París
  • Cronología: 1830. Romanticismo

Identificación y Justificación

Esta pintura es un tema histórico y simbólico de la unión del pueblo contra el absolutismo. En 1830, representa la unión del pueblo con la burguesía contra Carlos X, una monarquía liberal conservadora. La composición es abierta y piramidal, formada por la bandera de la mujer (con gorro frigio revolucionario), símbolo de la libertad, y los moribundos en la base que recuerda a La balsa de la Medusa de Géricault. Observamos un dominio de la perspectiva aérea con la difuminación del color en diferentes planos, como los tonos vaporosos de las torres de Notre Dame en el fondo. Dado el realismo del tema, por el contenido político nacionalista e histórico y por el uso desenfadado del color, la hacen propia del Romanticismo.

La Sagrada Familia

  • Autor: Antoni Gaudí
  • Localización: Barcelona
  • Cronología: 1882-inconclusa (prevista para el 2028)

Identificación y Justificación

Es un edificio religioso de estilo modernista inspirado en el Gótico (neogótico), pero con un uso simbólico sumamente personal. La imagen corresponde a la fachada de la Natividad, la única que concluyó Gaudí. La fachada que vemos incluye parte de las 8 torres de las 18 diseñadas por el arquitecto antes de morir. Esta fachada está profusamente decorada y llena de vida, con una estructura dividida en tres pórticos, y piedra tallada en sillares que incluyen esculturas de tendencia naturalista de la infancia de Cristo, bestiario y otros elementos que aportan al espectador una experiencia casi onírica, derivada de su culto a lo medieval y a la naturaleza. Fue su obsesión durante más de 70 años; incluso vivió en un taller en su interior. Sus recreaciones influenciarán la arquitectura posmoderna.

Francisco de Goya: Denuncia y Vanguardia

Los fusilamientos del Tres de Mayo

  • Autor: Francisco de Goya y Lucientes
  • Localización: Museo del Prado
  • Cronología: 1814

Identificación y Justificación

Esta es una de las primeras pinturas de tema histórico en que el protagonista es el pueblo, lo que influenciaría posteriormente el Romanticismo. Nos relata la represión del ejército invasor francés después del levantamiento del 2 de mayo de 1808. Aunque el cuadro fue realizado a la vuelta de Fernando VII en 1814, quizá para ocultar sus ideas afrancesadas, es obvia su denuncia contra el impulso irracional y violento de los hechos, como en su serie de grabados Los desastres de la guerra, orientando el camino del nuevo papel social que tendría la pintura, similar al Guernica de Picasso. En el cuadro hay un interés por retratar individualmente a los patriotas, frente a la masa anónima y deshumanizada del pelotón de fusilamiento. El color se basa en efusivas manchas, con enérgicas pinceladas, y aportará una nueva manera de afrontar el lienzo que marcará todo el arte contemporáneo. Esta obra, por lo que representa para la historia de España y por el nuevo papel que desempeñaría para la historia del arte desde diferentes perspectivas, se vuelve extraordinaria e inabarcable.

Las Pinturas Negras

Las Pinturas Negras es una serie de cuadros que Francisco Goya pintó para decorar su casa, la llamada Quinta del Sordo, aproximadamente entre 1819 y 1823, cuando su sordera había avanzado y se aisló de la sociedad madrileña. Corresponde a la última parte de su vida. Se trataría de trece obras, cuyos títulos incluyen Dos viejos comiendo sopa, Duelo a garrotazos, Aquelarre y Saturno devorando a sus hijos…, obras cuya autoría de Goya ha sido puesta en entredicho en los últimos años.

Son obras con temáticas muy diversas, desde temas mitológicos hasta escenas costumbristas, pero aparecen características comunes, como una gama cromática reducida a ocres, dorados, marrones, grises y negros; escenas nocturnas con ausencia de luz y presencia de la muerte, de lo feo y lo terrible, acentuada por el retrato de personajes con rasgos grotescos, caricaturas cadavéricas o figuras oscuras y de espaldas, como el Diablo o Macho Cabrío en El Aquelarre. Este lenguaje anticipa el expresionismo del siglo XX.

Théodore Géricault: El Dramatismo Romántico

Théodore Géricault fue un pintor francés que nació en 1791 y murió en 1824, situándose dentro de la corriente pictórica del Romanticismo. Comenzó su obra dentro del Academicismo, para adoptar mayor energía, sentimiento apasionado y dramatismo en sus pinturas, donde el caballo aparece de forma repetida como elemento diferenciador. Este cambio se produce además por el estudio de obras renacentistas y barrocas que conoció en sus diferentes viajes, así aparece la terribilitá de Miguel Ángel, los claroscuros de Caravaggio, las proporciones de Rubens o la desesperación de Goya. Su paleta se fue llenando de contrastes entre los marrones, los rojos o amarillos; aparece el movimiento, figuras retorcidas con marcados escorzos, y todo en paisajes tormentosos donde la naturaleza recuerda al hombre su pequeño tamaño y debilidad. Dentro de su obra destacan obras como Derbi en Epsom, El Cleptómano y, sobre todo, La Balsa de la Medusa, que tenía un trasfondo político: narra el sufrimiento de los náufragos de la fragata Medusa en una balsa, señalando a la clase política de la Restauración absolutista. En la obra aparece una estructura piramidal, compuesta por cadáveres y supervivientes que aún intentan hacer señales a algún barco cercano.

Art Nouveau: La Estética de la Curva y la Naturaleza

El Art Nouveau fue una corriente artística que se desarrolló en Europa a partir de 1890 como reacción a la arquitectura industrial y el historicismo. Se denominó de diferentes maneras según los países: Art Nouveau en Francia y Bélgica, Modern Style en Gran Bretaña, Jugendstil en Alemania, Liberty en Italia o Modernismo en España.

Sus características principales son el uso de formas ondulantes, una decoración sobrecargada con motivos exóticos, naturales o arabescos; y la adopción del hierro y el hormigón como elementos estructurales, como en la obra de Gaudí. Formando curvas y creando figuras en las fachadas que recuerdan una estructura ósea. Se concibe el edificio de manera integral; por tanto, se diseñan en función de la fachada las escaleras, las ventanas y el mobiliario. Aparecen vidrieras y mosaicos para crear reflejos y efectos lumínicos, dotando a la arquitectura de gran colorido frente a la «fealdad» industrial, ya que esta opción estética tiene en el fondo una lectura moral de la producción humana.

Entre los principales autores del Art Nouveau destacan en Francia las entradas del metro de París de Hector Guimard; en Bélgica, Victor Horta con la Casa Tassel; en Escocia, Charles Rennie Mackintosh y su Escuela de Arte de Glasgow; el movimiento Secesión en Viena, con elementos más estilizados y abstractos en obras de Otto Wagner; y por último, en España, el movimiento modernista donde destaca sobremanera Antoni Gaudí con obras como el Parque Güell, la Casa Batlló, la Casa Milà o La Pedrera y la Sagrada Familia.

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