24 Abr

TÉCNICAS Y RECURSOS DRAMÁTICOS


Se trata del efecto de inmersión: el autor obliga al lector a identificarse con el protagonista, a que vea y sienta lo que él ve y, en este caso, a cambiar su visión de la realidad.
/ Este efecto de inmersión implica una superación de la objetividad “narrativa”, ya que el espectador sólo puede acceder a la historia siguiendo la voluntad del autor, que manipula la acción dramática hasta conseguir que nos sintamos identificados con el protagonista aun sin ser conscientes de ello, ya que “vemos” a través de sus ojos a pesar de que no lo sepamos hasta muy avanzada la obra.
/Podríamos decir que el espectador es “engañado” por el autor que lo hace participar, en cierta medida, del desvarío del protagonista, ya que el público ve lo que ve Tomás, y sólo descubre la realidad a medida que este la descubre. /Sólo al final del cuadro primero de la segunda parte, el escenario se presenta como lo que de veras es: la celda de una cárcel, y a partir de este momento el espectador descubre que su percepción de lo que estaba ocurriendo en el escenario era tan falsa como la del protagonista: también el espectador ha creído que era “real” algo ficticio./ Esta es la primera ruptura de la alucinación de Tomás y un reflejo del subconsciente, que empieza a ver la realidad.

ANÁLISIS DE PERSONAJES

/El conjunto de los cinco personajes constituye un entramado de fuerzas y comportamientos distintos pero complementarios: desde la bajeza de Max, del que averiguamos que traiciona a sus compañeros por fáciles compensaciones, hasta la tolerancia de Asel, para el que la lucha supone una especial dignidad; la intransigencia de Tulio, que se compensa con su personalidad de soñador; y la evolución de Lino, desde la pasividad hasta la acción desesperada, peligrosa y finalmente efectiva, todos forman un conjunto de individualidades con las que Buero ha querido representar reacciones diversas ante una situación límite. Debido a la tortura recibida en la cárcel y a un intento de suicidio, después de haber delatado a sus compañeros, sufre una enfermedad mental que le hace creer que está en una fundación; a medida que la obra transcurre esta idea va desapareciendo hasta que regresa a la realidad por completo. /Al final, cuando Tomás comienza a recuperar la cordura y entrar en la realidad, es Tulio el que empieza a soñar y acaba siendo el que en mayor grado se identifica con él al final de la historia, por lo que, dada su humanidad, su ejecución resulta más dolorosa./ Pero, además, Asel confiesa en la segunda parte que él también ha delatado a sus compañeros en el pasado y eso costó, al menos, una vida. /La actitud final de Asel, al igual que la de Tulio, parecen contagiadas por la fantasía de Tomás, como si de un proceso de “quijotización” se tratase. /Al final sabremos que fue Max quien traiciónó a sus compañeros por un poco de comida y algunas comodidades./El Hombre sin nombre es el compañero enfermo con el que habla Tomás hasta que se da cuenta, cuando se lo llevan los carceleros, de que está muerto desde hace ya seis días.


Berta es la novia imaginaria de Tomás. Él cree que ella está en otro pabellón de la Fundación, que lo visita y que habla con ella. Berta podría considerarse un desdoblamiento de la personalidad de Tomás, un reflejo subconsciente que experimenta los primeros atisbos de la realidad, esa parte que permanece en la realidad, que sabe donde se encuentra realmente, la voz de la conciencia y la razón.

ARGUMENTO Y TEMAS

/Pero, además, como tragedia de nuestro tiempo, adquiere especial interés su simbolismo como análisis de una sociedad y de un mundo con los que el autor no está de acuerdo, y que conducen a los individuos al trágico final de su existencia. /A pesar de las posibles implicaciones autobiográficas de la obra, puesto que Buero estuvo en la cárcel condenado a muerte por motivos políticos en la posguerra, la Fundación trasciende lo autobiográfico, es un símbolo de nuestra sociedad como sistema que anula nuestra personalidad y produce la ceguera mental./ El caso de Tomás corrobora en cierta medida dicha afirmación ya que su mundo irreal no excluye ciertas apreciaciones muy certeras acerca de sus compañeros de celda, así como un entendimiento inconsciente de su situación, reflejado en los imaginarios diálogos con Berta./ Ante el espectador, Tomás es digno de lástima, aunque ha delatado a sus compañeros, que están en la cárcel por su culpa. /Al lado del tema de la traición, es necesario destacar su contrapartida, la dignidad humana, que lleva a algunos personajes a dar su vida por una causa común, a pesar de todas las debilidades que demuestran, y a luchar para conseguir un mundo mejor.

LUGAR, TIEMPO Y ACCIÓN

La obra mantiene la unidad de lugar, ya que toda la acción transcurre en un único espacio, aunque este varíe su configuración a lo largo de la obra, al pasar de ser la habitación confortable de una fundación a la celda de una cárcel./ En la obra no hay indicaciones temporales muy precisas, pero la acción dramática transcurre, sin saltos cronológicos internos, en pocos días./ Toda la obra comprende cuatro días o poco más, tiempo mínimo imprescindible para poder explicar el proceso mental que experimenta Tomás./ A medida que los diferentes elementos del escenario van recuperando su condición carcelaria, es decir, a medida que el protagonista se aproxima a la realidad, se le suministran al espectador los datos referentes al tiempo pasado y que explican la situación presente: la delación de Tomás, la condena a muerte. /Por lo que se refiere a la época y al lugar en que sucede la acción, el autor no encuadra la obra en ningún momento histórico, a pesar de que su estreno se produce durante el franquismo y de que Buero vivíó una situación similar a la de los protagonistas, pues estuvo preso por motivos políticos./ Durante toda la primera parte y casi todo el primer cuadro de la segunda, la acción se centra en el progresivo desmoronamiento del mundo inventado por Tomás y su sustitución por el real.

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