21 Dic

La Filosofía de Platón: Fundamentos del Idealismo

La filosofía de Platón parte de la idea de que la realidad está dividida en dos niveles: el que captamos con los sentidos y el que solo puede alcanzar la razón. Esta división da lugar a su idealismo y a un sistema filosófico completo destinado a superar el relativismo sofista y fundamentar la ciencia, la moral y la política.

Según Platón, la auténtica realidad no es la que vemos, sino la formada por las Ideas, entidades eternas, inmutables y perfectas que sirven de modelo a las cosas sensibles. Las Ideas existen por sí mismas y no dependen del sujeto que las conoce; poseen universalidad y necesidad, las características propias del objeto científico.

Argumentos a Favor de la Existencia de las Ideas

Para justificar su existencia, Platón añade varios argumentos:

  1. Las ciencias trabajan con conceptos universales (como igualdad, belleza o justicia) que no pueden proceder de la observación de objetos cambiantes; deben existir como realidades independientes.
  2. Podemos atribuir la misma cualidad a individuos distintos porque existe una Idea común que los unifica.
  3. Afirma que conocemos conceptos no materiales, lo que demuestra la existencia de un ámbito inteligible.

Dualismo Ontológico y el Demiurgo

De aquí surge su famoso dualismo ontológico:

  • El mundo sensible: cambiante, imperfecto y accesible a los sentidos.
  • El mundo inteligible: eterno y perfecto, accesible solo mediante la razón.

El mundo sensible es una imitación del inteligible, y su orden se explica mediante el Demiurgo, un ser divino que organiza la materia tomando como modelo las Ideas. Dentro de estas, la Idea de Bien ocupa la cima, pues ilumina y da sentido a todas las demás, del mismo modo que el sol ilumina el mundo físico.

Epistemología Platónica: De la Opinión a la Ciencia

Este dualismo ontológico se corresponde con un dualismo epistemológico. Platón sostiene que existen dos tipos de conocimiento: la opinión (doxa) y la ciencia (episteme).

El Símil de la Línea

Para explicar esta progresión, desarrolla el símil de la línea, una representación en la que divide la realidad y el conocimiento en cuatro grados:

Ámbito Sensible

  1. Imaginación (eikasia): se basa en sombras e imágenes.
  2. Creencia (pistis): se refiere a los objetos físicos.

Ámbito Inteligible

  1. Razón discursiva (dianoia): propia del pensamiento matemático, utiliza hipótesis pero aún no alcanza la verdad plena.
  2. Inteligencia (noesis): permite la contemplación directa de las Ideas y, en último término, de la Idea de Bien.

Este símil refleja que el ascenso hacia el conocimiento verdadero es gradual y exige superar las apariencias sensibles hasta llegar a la realidad inteligible.

Vías de Acceso al Mundo Inteligible

Platón completa esta explicación con tres vías que permiten acceder al mundo inteligible:

  1. La dialéctica: entendida como el método racional que asciende desde lo particular hasta las Ideas universales y desciende extrayendo consecuencias.
  2. El amor: que según el *Banquete* impulsa al ser humano a elevarse desde la belleza sensible hasta la Belleza misma.
  3. La reminiscencia: que afirma que el alma conoció las Ideas antes de unirse al cuerpo, y que aprender consiste en recordar ese conocimiento previo.

Antropología, Ética y Política

La Composición del Ser Humano

Esta teoría del conocimiento se conecta con su antropología y psicología. Platón considera que el ser humano está compuesto por un alma inmortal, afín al mundo inteligible, y un cuerpo material perteneciente al mundo sensible. El alma se divide en tres partes:

  • Racional: situada en la cabeza, encargada del conocimiento y destinada a gobernar.
  • Irascible: ubicada en el pecho, relacionada con el valor y las pasiones nobles.
  • Concupiscible: situada en el vientre, ligada a los deseos y apetitos.

Para ilustrar esta estructura, Platón utiliza la alegoría del carro alado: la razón sería el auriga que debe controlar a dos caballos, uno noble y otro indómito, representando así los conflictos internos del ser humano.

Ética y Justicia

De esta concepción surge su ética, que es objetiva al basarse en las Ideas (valores universales). La felicidad se alcanza conociendo y actuando conforme a la Idea de Bien. Cada parte del alma posee una virtud:

  • La razón debe practicar la sabiduría.
  • La parte irascible la valentía.
  • La concupiscible la moderación.

La justicia se logra con la armonía interior, cuando la razón dirige a las otras dos, siendo la virtud que sintetiza a todas las demás.

Organización Política

Para evitar la corrupción, Platón sugiere el Comunismo Platónico: los gobernantes deben vivir en austeridad, sin propiedad privada ni familia, para dedicarse exclusivamente al bien común.

Su teoría de la degeneración política establece que la Aristocracia (gobierno ideal) decae progresivamente en:

  1. Timocracia
  2. Democracia (caracterizada por el exceso de libertad)
  3. Tiranía (culminación).

Finalmente, en *Las Leyes*, Platón reconoce la dificultad de encontrar siempre filósofos-reyes y concluye que la mejor alternativa es una ciudad donde todos los ciudadanos y gobernantes estén sometidos a la ley.

Comparativa Filosófica: Platón y Descartes

Platón y Descartes son dos autores de épocas diferentes pero con posiciones filosóficas coincidentes en muchos aspectos. Ambos son considerados autores racionalistas, entienden que la razón es la única fuente posible de conocimiento.

Desconfianza Sensorial y Epistemología

Descartes sostenía cierta desconfianza prudente hacia los sentidos, porque sabemos que en ocasiones nos han engañado. Platón, por su parte, afirmaba que con los sentidos solo tenemos acceso a la doxa, que es cambiante e imperfecta, mientras que el mundo de las Ideas contiene el verdadero conocimiento, la episteme (ciencia).

A nivel epistemológico, ambos pueden ser calificados como idealistas, aunque con matices:

  • Descartes: Las ideas existen en nuestra mente, son contenidos mentales que representan la realidad (representacionismo).
  • Platón: Las ideas son realidades objetivas perfectas e independientes; están en el mundo inteligible y son el modelo para las cosas sensibles.

Innatismo y Matemáticas

Ambos autores defienden el innatismo:

  • Platón: Afirma en su teoría de la reminiscencia que nuestra alma contiene ya el conocimiento de las Ideas, porque ha estado en contacto con ellas. Conocer en Platón es recordar.
  • Descartes: No todas las ideas son innatas (puestas por Dios en nuestra mente); también hay ideas adventicias (proceden del mundo exterior) y facticias (imaginación). Pero las innatas son las más fiables.

Tanto Platón como Descartes tienen una relación especial con las matemáticas. En el caso de Platón, las matemáticas preparan el alma para entender lo inmaterial y lo eterno. Para Descartes, las matemáticas serán el modelo a seguir para construir su método, siguiendo el logro del método resolutivo-compositivo de Galileo.

Dualismo Antropológico y Teología

En cuanto a la psicología, Platón y Descartes sostienen ambos un dualismo antropológico, dividen al ser humano en dos sustancias distintas:

  • Platón: Cuerpo y alma (tripartita: racional, irascible, concupiscible). El cuerpo es mortal y es “la cárcel del alma”.
  • Descartes: Sustancia pensante (equivalente al alma, pero como pensamiento) y sustancia extensa (cuerpo, cuyo atributo es la extensión y está sujeto al mecanicismo). Defiende que interactúan a través de la glándula pineal.

A nivel teológico, en la filosofía cartesiana, Dios tiene un papel fundamental: es el creador de las sustancias finitas, de las ideas innatas y es la garantía epistemológica que permite el salto del *cogito* a la realidad. En Platón, sin embargo, encontramos un Demiurgo que no es creador sino mero ordenador de la materia y no tiene relevancia epistemológica.

Por otra parte, Platón tiene un gran interés por la política que Descartes no comparte. El objetivo último de la filosofía platónica es crear un modelo de una ciudad justa. El objetivo de la filosofía cartesiana es también reformador, pero en otro ámbito: es un intento de ruptura con el pensamiento medieval, reconstruyendo con un nuevo método el edificio del saber de su época.

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