26 Sep

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1931

El 14 de abril de 1931, el Comité Revolucionario se convirtió en Gobierno Provisional, representado por figuras clave como Niceto Alcalá-Zamora, Alejandro Lerroux, Manuel Azaña, Santiago Casares Quiroga y Fernando de los Ríos.

Presidido por Niceto Alcalá-Zamora, este gobierno buscaba establecer un régimen político democrático. Para ello, llevó a cabo una serie de reformas de carácter social, militar y político, y convocó Cortes Constituyentes con el fin de dotar al nuevo régimen de un soporte político y jurídico.

Este gobierno tuvo que enfrentarse a conflictos significativos, como la quema de conventos en Andalucía y Madrid, o las protestas organizadas por la CNT.

El 28 de junio, el Gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes. Las Cortes se abrieron el 14 de julio, con la función principal de redactar una Constitución que definiera a España como una república democrática de trabajadores de todas las clases.

Una vez aprobada la Constitución, las Cortes eligieron a Niceto Alcalá-Zamora como Presidente de la República y a Manuel Azaña como Presidente del Gobierno.

La Constitución de 1931: Pilares de la Nueva República

Una de las prioridades de las Cortes fue elaborar una Constitución que reflejara la nueva realidad política del país. El catedrático Luis Jiménez de Asúa fue el ponente principal encargado de elaborar el texto, el cual fue aprobado el 9 de diciembre de 1931 por 368 votos a favor y ninguno en contra.

La Constitución se estructuró en IX títulos y 125 artículos, caracterizándose por sus rasgos democráticos, progresistas y sociales. Entre sus puntos más destacados encontramos:

  • El artículo 1º, que definía a España como una «República democrática de trabajadores de toda clase».
  • En el Título I, referido a la forma de Estado, se planteaba la posibilidad de que las provincias se agruparan en regiones autónomas mediante un Estatuto de Autonomía aprobado por las Cortes. Esto provocó un intenso debate, ya que los catalanes ya habían aprobado el Estatuto de Núria y los vascos el Estatuto de Estella.
  • En el Título III, se declaraba la aconfesionalidad del Estado, lo que produjo fuertes enfrentamientos y la dimisión de Niceto Alcalá-Zamora como presidente del Gobierno provisional. Posteriormente, tras la aprobación de la Constitución, Alcalá-Zamora fue elegido Presidente de la República y Manuel Azaña, Presidente del Gobierno.
  • El artículo 26 regulaba las relaciones del Estado con la Iglesia, evidenciando la tensión que provocaba un texto constitucional que declaraba laicista al Estado español.
  • Con respecto a la división de poderes:
    • El poder legislativo recaía en las Cortes, que contaban con una única Cámara y eran renovadas cada cuatro años.
    • El poder judicial era independiente.
    • En el poder ejecutivo, la Jefatura del Estado correspondía al Presidente de la República, elegido cada seis años. Sus competencias eran limitadas y estaban controladas por la Cámara.
  • Se recogieron ampliamente los derechos y deberes de los españoles. Se otorgó el derecho de voto a la mujer, el sufragio universal para mayores de veintitrés años, se estableció el matrimonio civil, el divorcio, el derecho a la educación, el derecho a la propiedad privada y se reconocieron las libertades de asociación política y sindical.
  • Se modificaron los colores de la bandera como símbolo de la transformación republicana.

La Constitución de 1931 fue considerada una de las más modernas de su tiempo, con un marcado carácter progresista que buscaba establecer un sistema político abierto a diversas ideologías, tanto de izquierda como de derecha.

El Gobierno Radical y la Polarización Política (1933-1934)

El 16 de diciembre de 1933, Alejandro Lerroux formó un Gobierno Radical con miembros de su Partido Republicano Radical. Este periodo estuvo marcado por diversos desafíos:

  • Problema religioso: Se pretendía normalizar la relación de la República con la Santa Sede mediante la firma de un Concordato y dotar económicamente al clero rural, que era el más desfavorecido. Ambas medidas se frustraron total o parcialmente.
  • Problema agrario: Lerroux confirmó los decretos de aumento de cultivos e insistió en el asentamiento de campesinos sin tierra. Sin embargo, también se anuló la Ley de Términos Municipales, lo que generó descontento.
  • Problema regional: Cataluña y el País Vasco se enfrentaron al Gobierno de la República. Destaca el conflicto con el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, por la cuestión de los rabassaires, y la enemistad del Gobierno Central con los nacionalistas vascos por la paralización del Proyecto de Estatuto.
  • Enfrentamientos políticos: Los choques entre el Partido Republicano Radical y la CEDA no tardarían en llegar. Los sectores más conservadores acusaban a los radicales de debilidad frente a la herencia del periodo de Azaña. Como consecuencia, el Partido Radical se dividió entre el sector liderado por Lerroux y el liderado por Diego Martínez Barrio, lo que provocó, tras el breve intermedio Samper, la entrada de ministros de la CEDA en el Gobierno.

    (El intermedio Samper fue un breve periodo de gobierno dirigido por Ricardo Samper, formado tras la retirada de Lerroux debido a su enfrentamiento con el Presidente de la República).

  • Ley de Amnistía: Se aprobó una Ley de Amnistía que favoreció a militares y monárquicos encarcelados por participar en la Sanjurjada de 1932.

La Polarización Política en 1934

En 1934, la política española comenzó a polarizarse claramente entre las derechas y las izquierdas:

  • En la derecha, destacaban:
    • La Falange Española y de las JONS, con un número reducido de afiliados.
    • Renovación Española, formada por la alta burguesía y la nobleza.
    • La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), con un amplio apoyo de clases medias y populares.
  • En el centro, se mantenía:
    • El Partido Republicano Radical.
  • En la izquierda, se encontraban:
    • Izquierda Republicana, liderada por Manuel Azaña.
    • Unión Republicana, liderada por Diego Martínez Barrio.

El PSOE giró hacia posiciones más izquierdistas, haciéndose con el control de la UGT. El PCE abandonó su enfrentamiento con el PSOE, mientras que la CNT se mantuvo al margen de la política parlamentaria.

Ante las medidas tomadas contra la política agraria, la UGT organizó una huelga general el 5 de junio de 1934, que duró doce días y marcó un punto de inflexión en el movimiento campesino.

La Revolución de Octubre de 1934

La Revolución de Octubre de 1934 fue provocada por una confluencia de factores: el ambiente de enfrentamiento en las Cortes, los continuos conflictos en el campo, los choques en la Universidad entre la FUE (Federación Universitaria Escolar) y los falangistas, la creciente tensión política entre el Gobierno y los nacionalistas, y la radicalización general de la opinión pública.

El 4 de octubre de 1934, Alejandro Lerroux formó un nuevo gobierno en el que, por primera vez, entraron ministros de la CEDA. Ante esta situación, algunos sectores de izquierda hicieron un llamamiento a la huelga general, temiendo un golpe de Estado que pusiera fin a la República.

El 5 de octubre, el paro fue general en todo el país, lo que dio lugar a levantamientos armados, aunque los de mayor gravedad y repercusión fueron los de Cataluña y Asturias.

Focos de la Revolución de Octubre

  • En Cataluña: El conflicto tuvo características predominantemente políticas. El presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó el Estado Catalán (Estat Català) dentro de la República Federal Española, una declaración que fue disuelta rápidamente. Companys fue detenido junto con el resto del gobierno de la Generalitat.
  • En Asturias: La insurrección tuvo un marcado carácter social y revolucionario. La CNT y la UGT pactaron abolir el régimen burgués, participando juntas bajo las siglas UHP (Unión de Hermanos Proletarios).

El Gobierno central entregó plenos poderes militares al general Francisco Franco, quien trajo tropas de la Legión y Regulares desde África. El día 10 de octubre, estas tropas desembarcaron en Asturias y conquistaron Oviedo. El día 19 se pactó una rendición de los sublevados.

Como consecuencia, murieron cerca de 1500 personas, 2000 resultaron heridas y 30 000 fueron detenidas, entre ellas Lluís Companys, Manuel Azaña y los principales líderes socialistas.

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