01 Jul

1.1. Los supuestos del método cartesiano

Descartes se apoyó en los siguientes supuestos para conseguir su idea:

  • La **razón humana** está capacitada por naturaleza para alcanzar la verdad. No duda de la capacidad natural de la razón humana, sino de su **mal uso**. Si se utiliza el **método adecuado**, no se tendrán fallos.
  • La educación recibida y la **tradición cultural** no asegura la verdad de las creencias. Desconfía de la **filosofía escolástica** porque sus prejuicios, que empiezan en la educación recibida, impiden el desarrollo natural de la razón humana.
  • Al confiar en la capacidad natural de la razón, es necesario hacer un **examen crítico** de todas las opiniones recibidas. Descartes dice que cualquier creencia recibida que no esté ajustada al nivel de la razón debe suprimirse, pero no todas, solo aquellas que no se mantengan consistentes tras el **examen racional**.
  • No todos pueden ni deben acometer ese examen crítico de todas las ciencias recibidas. El **ejercicio crítico** corre el riesgo de desorientar definitivamente a alguien. Descartes no quiere cambiar creencias generales ni nada por el estilo, sino que se limita a presentar el resultado de sus opiniones, un **ensayo de la verdad**, ya que algunas enseñanzas que le transmitieron eran contradictorias.
  • Un **método adecuado** asegura el acierto en el uso de la razón, puesto que esta es naturalmente apta para conocer la verdad. Para evitar los peligros del **ejercicio crítico** hay que seguir un procedimiento auténticamente racional, un **método** sometido a las reglas y destinado al uso de la **razón natural**. La razón no se equivoca si no se usa de forma errónea.

2.1. La duda metódica

Descartes estaba convencido de la existencia de una **verdad cierta**, y practicó la duda como medio para alcanzarla. En El Discurso del Método distinguió dos ámbitos:

  • El de la **verdad práctica**: es preciso actuar sin estar del todo seguro; de lo contrario, nunca se haría nada.
  • El de la **verdad teórica o filosófica**: es obligatoria una seguridad del saber completa. Descartes propone la **duda metódica** para alcanzarla.

La **duda metódica** es consecuencia de la primera regla del método, ya que pretende encontrar una **verdad intuitiva**, que sea **clara y distinta** para el espíritu humano sin ningún motivo para dudar de ella. Es el empleo de la duda como método, es decir, como procedimiento de averiguación filosófica. Consiste en dudar de todo lo que sea posible, aunque sea con la más mínima duda, para encontrar la **verdad cierta**, libre de cualquier sospecha.

Características de la duda metódica

  • **Voluntaria**: se duda porque se quiere.
  • **Libre**: la duda manifiesta la **libertad del sujeto**, incluso en relación con lo que se conoce.
  • **Teórica**: se duda para encontrar alguna **verdad indudable** (con finalidad científica o filosófica).
  • **Fingida**: se duda de cosas de las que no resulta normal dudar (no se duda realmente o en la práctica).
  • **Universal**: se duda de todo aquello de lo que se pueda imaginar un motivo.
  • **Problemática**: lo dudoso no es solo dudoso, sino que es falso. Solo lo **indudable** es verdadero.

2.2. El Cogito

La primera verdad del sistema cartesiano es “**pienso, luego existo**” (cogito ergo sum), que viene dada de una **intuición** (no es una conclusión de un razonamiento, ya que estos se han puesto en duda). Al dudar, el yo se da cuenta de que existe. Cuanto más se duda, más se da cuenta uno de que está pensando y existe.

Descartes encuentra una **verdad segura** en el “pienso, luego existo” con la que acabar con el **escepticismo**. La duda metódica considera todo de lo que se puede dudar como falso, pero se estrella con la **existencia del yo**, el cual se hace patente mientras se piensa. A partir de aquí, cita otras verdades que considera incluidas en la primera (la **esencia del yo**, el **criterio de verdad** y la **existencia de Dios**).

Para Descartes, es importante el **orden** en el que se desvelan las verdades en el proceso de descubrimiento, ya que estas verdades se encadenan entre sí exclusivamente en relación con el **método** que él ha propuesto. Cada una de las afirmaciones ocupa un lugar preciso que solo se establece cuando se está seguro de su verdad.

2.3. La Res Cogitans

La segunda verdad descubierta por Descartes dice: “**yo soy una cosa que piensa**”. Con “pienso, luego existo” expresa el descubrimiento de la propia existencia, pero ahora da un paso más, averiguando la **esencia del yo**. “Una vez que sé que existo, me pregunto qué soy”. Siguió el **esquema escolástico** distinguiendo entre la **existencia** de algo (fuera de la mente) y su **esencia** (definición, aquello que algo es, en la mente).

Definiciones cartesianas con mucha repercusión en la filosofía moderna

  • **Sustancia**: es aquello que para existir no necesita de otra cosa.
  • **Modo**: es aquello que para existir necesita de otro.
  • **Atributo**: propiedad o característica esencial de una sustancia. La esencia de una sustancia es su definición; la definición de una sustancia viene dada por su atributo.

Descartes distingue tres tipos de **sustancia**: el **yo** (atributo: pensar; modo: ideas), **Dios** (atributo: infinitud o perfección; no tiene modo) y el **mundo** (atributo: extensión; modo: figura, número, etc.).

Descartes descubre la **esencia o naturaleza del yo** en la segunda verdad. Responde al **dualismo platónico** distinguiendo entre **cuerpo y alma**, y utiliza la razón para la distinción entre cuerpo y alma: “La existencia del cuerpo es indudable, y en cambio la del pensamiento sí. El yo se da cuenta con total seguridad de su existencia cuando piensa, pero es posible suponer que carece de cuerpo”. El yo es una sustancia cuya esencia consiste en pensar. Esta separación le crea a Descartes el problema de la **indudable comunicación** que existe entre ambas sustancias. Se produce una comunicación entre la **sustancia pensante** y la **sustancia extensa**.

2.5. Las pruebas de la existencia de Dios

Las pruebas de la existencia de Dios tienen las siguientes características:

  • Han de partir del cogito, ya que es lo único seguro.
  • No puede tratarse de demostraciones realizadas mediante la **deducción**, ya que estas no son válidas. Deben ser una especie de prolongación de la **intuición del cogito**.
  • Las dos primeras parten de un efecto y aplican el **principio de causalidad**; son a posteriori. La tercera prueba parte del contenido de la idea de **Ser perfecto**, es por tanto a priori.
  • En las ideas de la mente del sujeto está la **idea de Dios**, como **sustancia eterna e infinita**. No es ficticia, ya que no puede ser modificada por el sujeto debido a su característica de perfección. La idea de Dios ha de ser **innata**. Descartes se pregunta la causa de la **idea innata de infinito** y dice que, si bien el sujeto puede ser la causa de todas las ideas, no lo puede ser de esta porque le supera en grado de realidad. La causa debe ser **proporcional al efecto**, y si el efecto es infinito, la causa es infinita. Por tanto, solo **Dios** como **Ser infinito y real** puede ser causa de la **idea de infinito** que posee el sujeto pensante.
  • Descartes, como **Agustín de Hipona**, piensa que si Dios es causa de la existencia del sujeto, el sujeto es causa de sí mismo. Entonces, se habría dotado de todas las perfecciones, que están en la idea de infinito. Puesto que el sujeto es un **ser finito, imperfecto y limitado**, no puede haber sido su propia causa, y debemos concluir que **Dios es su causa**.
  • La **prueba ontológica**, propuesta antes por **Anselmo de Canterbury**. La formulación cartesiana de esta prueba dice que la **esencia del ser perfecto** contiene la existencia, y no es posible pensar al ser perfecto como no existente (al igual que no se puede pensar en un triángulo sin tres ángulos). Entonces, al ser evidente que es posible pensar el **Ser perfecto**, ha de existir necesariamente.

2.6. Conclusión del sistema cartesiano

Tras probar la **existencia de Dios**, Descartes cuenta con la garantía del **criterio de verdad**. La existencia real del **Ser perfecto**, junto con la convicción de que este Ser perfecto es el creador del sujeto, permite:

  • Cancelar la **hipótesis del genio maligno**, ya que el creador es infinitamente bueno.
  • Asegurar que aquellas ideas que el yo percibe **clara y distintamente** se correspondan con la realidad. Así, Descartes recupera la realidad que había eliminado por la **duda metódica**.

Hay que tener en cuenta que solo se asegura la existencia de lo **claro y distinto**. En el mundo, lo único que viene dado de forma clara y distinta es la **extensión**. Descartes denomina res extensa a la tercera de las sustancias, cuyo atributo es la **extensión geométrica**; por tanto, las propiedades asociadas al atributo son las que podemos percibir de modo claro y distinto.

Análisis de la doctrina cartesiana sobre el mundo

  • Se trata de un **modelo mecanicista**: la realidad física es un sistema determinado de cuerpos en movimiento (lo piensan todos menos **Leibniz**).
  • El **mecanicismo** es **determinista**, puesto que si se conocen los elementos de un estado de la materia, pueden apreciarse con total exactitud los del estado siguiente. La concepción mecanicista del mundo prescinde de la **consideración teológica** de la realidad natural, que era fundamental en **Aristóteles**. El mecanicismo solo tiene en cuenta la **causalidad eficiente**, prescindiendo de la final y de la formal. Las fuerzas mecánicas serían **causas eficientes** sin conexión con los otros significados aristotélicos de la causalidad.
  • El mecanicismo incluye la **reducción de las propiedades de la realidad material**, ya que excluye las denominadas **cualidades secundarias**, aquellas que no pueden traducirse a ecuaciones matemáticas (olor, color, sabor, etc.).

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