19 Oct
Naturaleza y Cultura: La Esencia Corpórea del Ser Humano
Cuando hablamos de naturaleza y cultura, parece que son dos conceptos que atañen exclusivamente a los humanos. Por una parte, poseemos una serie de elementos naturales propios de un animal: no podemos evitar contraer enfermedades o ser un ser corpóreo; tenemos necesidades ineludibles.
Características Clave del Ser Humano
El ser humano posee dos características clave que nos definen:
- Somos seres libres: Somos nosotros quienes damos forma a nuestra vida.
- Somos seres corpóreos: Para entender esto, debemos tener clara la distinción entre ser cuerpo y tener cuerpo.
Ser Cuerpo vs. Tener Cuerpo: La Falacia del Cuerpo Prótesis
Los seres humanos no tenemos un cuerpo, sino que somos cuerpo. El cuerpo no es algo que yo posea; es algo que yo soy. La esencia humana es corporal. Nos guste más o menos, es así. El cuerpo no es una prótesis de mi yo; el cuerpo soy yo mismo.
Uno de los mayores engaños de la sociedad es la idea del «cuerpo prótesis». La gente habla del cuerpo como una posesión, algo que tú tienes: «Yo hago lo que quiero con mi cuerpo». Pero esto es falso. No puedes quitarte una enfermedad, no puedes dejar de comer, no puedes hacer lo que quieras. El cuerpo no es una posesión. Lo que le pasa a mi cuerpo no le pasa a una cosa externa; me pasa a mí, por ser yo un ser corpóreo.
La Naturaleza como Parte Intrínseca del Ser
Yo soy naturaleza. La naturaleza no es algo exterior a mí. Por eso, atentar contra el medio ambiente es atentar contra el ser humano. La naturaleza es algo que el ser humano es, no es algo superior a él.
Por ser naturaleza, el ser humano tiene que asumir una serie de realidades innegables:
- Estamos expuestos a la muerte: Esto nos pasa porque somos seres corpóreos; es inevitable.
- Estamos abiertos a la enfermedad y a los accidentes: Si no fuéramos cuerpo, probablemente no moriríamos, no tendríamos enfermedades ni accidentes.
- Cumplimos las leyes de la física: Queramos o no, tenemos que mantener nuestro cuerpo. Si tenemos hambre, tenemos que comer; si tenemos sueño, tenemos que dormir; si tenemos sed, tenemos que beber. Son cosas que escapan totalmente a nuestra voluntad.
(Nota: El sexo no se incluye aquí, ya que no es una necesidad fisiológica ineludible para la supervivencia individual.)
Tendencias y Libertad: La Gestión de lo que Ocurre
Los seres humanos tenemos tendencias. Es crucial diferenciar en la vida lo que es tirarse al río y caerse al río:
- Tirarse al río: Es lo que yo hago; depende de mi voluntad y libertad.
- Caerse al río: Es algo que me ocurre; no depende de mi voluntad.
El modo adecuado de gestionar lo que yo hago con lo que me ocurre es el secreto de la felicidad personal. La vida es aprender a gestionar. Nuestros padres, cuando nos educan, nos enseñan a gestionar. Todo lo que nos ocurre (caerse al río) son las tendencias, que tiran de mí muy fuertemente. Sentir es independiente de mi voluntad; las cualidades de las que estamos dotados son algo que nos ocurre.
El hombre no tiene un medio, tiene un mundo, y ese mundo está mediatizado por la cultura. Hay muchas tendencias; un ejemplo sería la tendencia sexual. Sentir esa tendencia es totalmente natural. Las tendencias son controlables, aunque sea muy difícil. Controlar una tendencia es algo que yo hago, y eso forma parte de nuestra libertad.
Esto es como la diferencia entre sentir y consentir:
- Sentir: Es algo que me ocurre, algo incontrolable.
- Consentir: Es lo que yo hago con lo que siento.
Diferencia entre Tendencias e Instintos
Para entender la diferencia entre naturaleza y cultura, podemos distinguir entre:
- Instintos: Propios de los animales (aunque el hombre también tiene instintos residuales). Son inmediatos y rígidos. Cuando un animal siente, va directamente a satisfacer ese instinto. Si las circunstancias lo favorecen, lo llena; si no, no. Por eso el animal no es libre.
- Tendencias: Más propias de los seres humanos. Son mediatas y plásticas. Entre lo que yo siento y la respuesta que doy hay algo en medio.
2 de febrero de 2016: El Dualismo Histórico
Los seres humanos somos seres corpóreos. Esto es mucho más profundo de lo que parece, especialmente si consideramos los dualismos históricos.
El Dualismo Clásico y Moderno
Platón, por ejemplo, decía que el cuerpo es la cárcel del alma; por lo tanto, el cuerpo y el alma son como el agua y el aceite.
Otro dualista clave es Descartes, quien inaugura el Renacimiento. Descartes decía que el ser humano tenía dos partes:
- Cuerpo (Materia): Es divisible hasta el infinito.
- Alma (Espiritual): No tiene materia, no es divisible.
La idea de considerar el cuerpo y la mente como algo totalmente diferente llega hasta nuestros días. Esta imagen dualista lleva a que mucha gente defienda la idea del «cuerpo prótesis», como un añadido de mi yo, como algo que yo tengo, como algo que me pertenece. Incluso hay católicos dualistas; como esta idea está tan metida en la sociedad, se confunden los términos.
Responsabilidad y Gestión Personal
La distinción entre caerse al río y tirarse al río es totalmente clave. Nos ocurren muchas cosas, y esas cosas que nos ocurren no dependen de nuestra voluntad. Por el contrario, nosotros podemos hacer muchas cosas, sobre todo para gestionar las cosas que nos ocurren.
La vida es lo que hacemos cada uno, cómo gestionamos lo que nos ocurre haciendo cosas con ello. La educación nos enseña a gestionar. Una persona irresponsable es una persona a la que «le pasa todo»; todo es culpa de los demás, nada depende de él, no reconoce las cosas que dependen de su acción.
Hay gente a la que le ocurren cosas y las gestiona muy bien; también hay gente a la que le ocurren las mismas cosas y las gestiona fatal. El primero es mucho más feliz que el segundo. Gestionar mal siempre es alejarse de la verdad. Un ejemplo de mala gestión es sentirse culpable de algo que me ha ocurrido. Yo puedo gestionar bien o mal el propio mantenimiento de mi cuerpo.
Nos atrae el ejemplo de los otros; tira mucho más el ejemplo que la palabra. Esto se debe a que estamos viendo cómo el otro gestiona su vida.
3 de febrero de 2016: Sexo, Género y la Plasticidad de las Tendencias
La palabra sexo hace referencia a unas determinaciones biológicas. La palabra género es eminentemente cultural. El ser humano no es una cosa u otra, sino una mezcla de ambos. El modo de considerar la virilidad o la femineidad tiene muchos signos culturales insertos en todas partes, como los tiene también la ideología de género.
Concebir al hombre y a la mujer como enemigos es una idea muy equivocada. Ni todo es cultura ni todo es naturaleza. La dualidad en la naturaleza o la cultura está detrás de muchas ideologías que, a menudo, intentan vendernos conceptos.
Cuando muchos ideólogos de género hablan de que el sexo es una opción, lo que hacen es desvincularlo de la naturaleza. Aunque el ser humano es animal, todo lo que animalmente hace está mediado por la cultura, que es distinta en cada país, región, etc. Parece claro que todas las cosas que nos ocurren por ser seres corpóreos son independientes de nuestra voluntad (yo no he elegido nacer, ni cómo ser).
Instintos vs. Tendencias: La Mediación Cultural
Reiteramos la diferencia:
- Instintos: Normalmente animales, inmediatos y rígidos.
- Tendencias: Más propias de los seres humanos. Son mediatas y plásticas (moldeables, capaces de darles forma).
La sed que siente un animal y un ser humano es la misma. Pero el animal tiende a satisfacer el instinto si puede. En el hombre, las tendencias son mediatas: entre lo que yo siento y lo que yo hago hay algo en medio: una interpretación. De acuerdo a esa interpretación, genero una conducta.
Esa interpretación de lo que siento está totalmente mediada por la cultura, los valores en los que hemos sido educados, la cultura que nos rodea, la forma de pensar de las personas que nos rodean. Todo eso determina la interpretación que yo hago de lo que siento.
Varias personas que sienten lo mismo lo pueden interpretar de una manera muy diferente y, por lo tanto, generar conductas muy distintas. Esto ocurre porque la mediación de la cultura que interviene en su interpretación de lo que sienten es distinta. A veces nos resulta muy difícil interpretar lo que sentimos.
Yo consigo manipular a alguien totalmente cuando consigo que interprete lo que siente como yo quiero. Por eso la tendencia es plástica, no rígida.
10 de febrero de 2016: El Control de las Tendencias y el Criterio de la Verdad
Yo tengo una tendencia, que es algo que tira de mí, pero tengo que hacer algo con ella. Necesito algo que me guíe en el control de mis tendencias. Todo el mundo tiene tendencias, pero la manera en la que las controla cada persona es muy diferente.
La Verdad como Criterio Ético
Nuestro criterio para controlar una tendencia es la verdad, lo que la tendencia es, la realidad. La verdad es siempre el criterio para controlar una tendencia, no lo que a mí me parece que son.
Las personas son sujetos dignos y valiosos. Esto significa que cuando yo trato de interponer mis intereses personales al valor de una persona, estoy yendo contra lo que una persona es. Mi actitud hacia los demás debe tener presente lo que los demás son, no lo que yo creo que son. La raíz del mal es anteponer algo (mis deseos, mis intereses) al valor intrínseco de una persona.
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