13 Nov

El Modelo Lúdico: Fundamentos y Características

Trabajar la capacidad lúdica con los niños desde los primeros momentos consiste en ayudarles a dar un sentido personal y satisfactorio a todo lo que hagan.

Características y Elementos: ¿Jugamos para aprender o aprendemos jugando?

Esta es la base del modelo lúdico, que puede tener diferentes aproximaciones: desde la idea del juego como elemento de motivación hacia las tareas escolares hasta la concreción del juego como recurso didáctico donde se plantean las actividades educativas con apariencia de juego.

Pero el modelo lúdico tiene una misión diferente. El juego no es un mero recurso para conseguir los objetivos, sino que es un objetivo en sí mismo. Basta con que jueguen para que aprendan; no se juega para aprender. El juego es una actitud de espontaneidad y entusiasmo. Es por ello que la función básica como educadores, desde el modelo lúdico, es garantizar a los niños el derecho al juego y concienciar sobre la importancia del papel educativo de este. El modelo consiste en conseguir una intervención educativa que posibilite el mayor número y variedad de experiencias lúdicas, en las que se incluirán los aprendizajes correspondientes.

Las características más destacadas del modelo lúdico son:

  • Precisa un requisito que es el ambiente de seguridad emocional.
  • Presenta actividades atractivas donde adquiere sentido el conocimiento.
  • Conduce a la motivación por aprender.

Otras características complementarias son:

  • Desde el punto de vista del niño, es el principio básico de aprendizaje.
  • Desde el propio juego, es el principio psicopedagógico.

Repercusión Metodológica

Se considera que la metodología abarca el cómo se hace todo con los niños. Para realizar la concreción de esta metodología distinguimos los siguientes elementos:

  • Un diagnóstico previo de la situación de los niños (evaluación inicial).
  • Los objetivos didácticos definidos.
  • Justificación de las diferentes propuestas de intervención o actividades.
  • Situaciones lúdicas adaptadas a las características del grupo.
  • Organización de tiempo, espacios y recursos.
  • Instrumentos para evaluar la consecución de los objetivos.

Cuando pensamos en la planificación de actividades lúdicas, es importante tener en cuenta los aspectos cognitivos, emocionales, afectivos y sociales de los niños; de ahí la evaluación inicial y las características generales del grupo.

Seguridad Emocional, Condicionante del Desarrollo del Modelo Lúdico

La seguridad emocional es muy importante para el desarrollo integral de los niños y, por tanto, para que el modelo lúdico se desarrolle. La seguridad emocional de los niños es el resultado de unas vivencias en las que se les proporcionan varios aspectos.

¿Qué proporciona la seguridad emocional?

  • Unas relaciones afectuosas, ya que la seguridad del cariño es una necesidad básica infantil. Los niños tienen que sentirse queridos y aceptados siempre.
  • También proporciona un tratamiento sobre sus deseos. El niño tiene que confiar en el adulto, el cual está dispuesto a satisfacer sus deseos si son apropiados para las situaciones concretas.
  • Debe proporcionar la confianza de que son capaces de aprender y actuar de forma adecuada y de realizar lo que se les solicita.

A estas edades la mayoría de los comportamientos son educables, y una condición fundamental para ello la constituye la confianza que el educador tenga sobre las capacidades de los niños. Esto es el llamado Efecto Pigmalión.

El Efecto Pigmalión

El efecto Pigmalión se refiere a que si se tienen expectativas positivas hacia una persona, lo más probable es que se desarrolle de manera exitosa, y por el contrario, hará que la persona no sea capaz de desarrollar todas sus potencialidades.

Por ello, nunca se debe, ni jugando, decirle a un niño que es agresivo, nervioso, inquieto, malo, etc., aunque realmente lo pensemos como educadores, porque los niños lo repetirán, y es en este momento cuando se juzga.

Hay que resaltar siempre las acciones positivas y minimizar las negativas.

Seguridad Emocional: Resolución de Conflictos

Definición de Conflicto

Es una situación de confrontación entre dos o más personas cuando existe una rivalidad entre ellas. Es importante diferenciarlo de la violencia.

Tipos de Conflicto
Conflicto Procedural

Se caracteriza por la confrontación al querer alcanzar una meta. Es el más difícil de resolver. Ejemplo: Dos niños que se pelean por sacar la mejor nota de la clase.

Conflicto de Meta

Se produce cuando aparecen dos objetivos diferentes. Ejemplo: Dos niños de clase (el “bueno” y el “malo”), cada uno persigue un objetivo. El “bueno” busca aprobar y el “malo” no. Uno odia al otro por tener un objetivo diferente al suyo.

Conflicto Interpersonal

Se produce porque hay un choque entre estilos o necesidades. Es el más difícil de resolver. Ejemplo: Dos niños que son líderes o quieren serlo en un grupo, y entre ellos se odian.

Conflicto Conceptual

Se produce porque hay un choque de ideas. A través de este conflicto se puede llegar al conflicto cognitivo, modificando esquemas de conocimiento. Es decir, que lo convenzan de algo. Ejemplo: Dos niños debatiendo en un tema. Cada uno tiene una opinión e intenta convencer al otro de lo que dice.

Objetivos para Prevenir el Conflicto

Un objetivo es que el niño sea capaz de resolver sus conflictos de forma autónoma y pacífica. Que lo resuelva hablando.

Otro objetivo es que sea capaz de rechazar la violencia como un valor. Para ello llevaremos a cabo una intervención educativa en el aula.

Intervención Educativa en el Aula

Para llevar a cabo esta intervención es muy importante tener en cuenta varios aspectos para evitar el conflicto:

  • Hay que organizar el aula de manera funcional y tener en cuenta:
    • El espacio, para que todos podamos movernos sin molestar.
    • El tiempo, que sea el mismo para todos.
    • Los recursos o materiales, que haya materiales suficientes para todos.
    • Los alumnos, para que todos se lleven bien.
  • Es importante la forma en que el educador tenga que responder a los alumnos.
  • Debemos dar la posibilidad de resolver los conflictos de forma autónoma y pacífica, y de reflexionar acerca de ellos. Todo esto se puede llevar a cabo en la asamblea.
  • Debemos tener coordinación familia-escuela para informarse mutuamente de lo que está ocurriendo.

La Intervención del Técnico Superior de Educación Infantil como Metodología de Aprendizaje

La intervención del adulto en el juego es fundamental. Su función comienza preparando el ambiente adecuado, con elementos que estimulen la diversidad de juegos a través de varios materiales.

Las Funciones del Técnico

Las funciones que desempeña respecto al programa lúdico son:

  • Contribuye al desarrollo integral del niño.
  • Favorece la integración.
  • Organiza el ambiente.
  • Planifica actividades.
  • Coordina actividades.
  • Contempla y vigila las normas de seguridad para prevenir accidentes en el juego y con los juguetes.
  • Controla y se ocupa del mantenimiento de los juguetes.
  • Realiza inventarios y pedidos de material.
  • Investiga sobre el juego y el juguete.
  • Controla el préstamo, en el caso de una ludoteca, etc.

En definitiva, es el que comienza preparando el ambiente para el juego, según los materiales de los que disponga.

  • Tiene que tener interés por el juego y tiene que ser él el que marque los objetivos para que el niño juegue.
  • Debe de conocer el desarrollo evolutivo del niño para adaptar los materiales y los juguetes a él.
  • Tiene que ser observador y animará a los niños a jugar, pero nunca les obligará.
  • Propondrá sugerencias y escuchará a los niños.
  • Tiene que evitar el aburrimiento y conseguir la participación en el juego de todos los niños.
  • Tiene que ayudar a los niños solo cuando estos lo pidan o lo necesiten, pero nunca jugará por ellos.
  • Debe dejar a los niños libertad para que adquieran autonomía, aunque si el juego lo requiere, jugará con ellos.
  • Debe evitar los juegos sexistas o los que conlleven algún peligro para el niño.
  • Enseñará continuamente juegos nuevos y lo hará de forma clara para que los niños lo entiendan.
  • No interrumpirá a los niños cuando estén jugando.
  • Orientará a sus padres sobre los gustos de sus hijos y les dirá actividades y juegos para que se diviertan con ellos, además les ayudará a elegir los juguetes más apropiados.
  • También colaborará con los educadores de los otros centros.

Intervención de 0 a 12 Meses

Hasta el tercer mes de vida, el bebé realiza ejercicios que son funcionales, sin obtener una sensación lúdica.

Cuatro Meses

Los primeros juegos los realiza el educador o sus familiares, entre los que destacan:

  • Para estimular la sorpresa y la sonrisa en el niño, el adulto se asoma de repente a la cuna y le asusta.
  • Con las pantomimas, gestos divertidos y cariñosos, el adulto intentará que se ría o que deje de llorar.
  • En cuanto aparece la sonrisa, el pequeño comienza con las “pedorretas” y ruidos con la boca.
  • Para facilitarle sorpresas y balbuceos se recomienda hablarle mucho con un tono de voz agradable y divertido, con cambios de entonación.
  • Se recomiendan las caricias y arrumacos, al cambiarles, al darles de comer, así como al cogerlos en brazos, descubriéndoles las partes más sensibles de su cuerpo. Son los juegos de “Cachorreo”; estimulantes, placenteros, relajantes, para sentirse queridos.
  • La música es uno de los mejores estimulantes para el desarrollo del niño. Su acompañamiento mediante movimientos rítmicos a su vista o sujetándole y moviéndole los brazos y las piernas, favorecen la percepción del pequeño.
  • Los móviles son otro recurso importante para estimularle, y se deben colocar próximos a él para que pueda alcanzarlos.
  • Es importante ofrecerle objetos sonoros y flexibles para que pueda coger fácilmente, como peluches pequeños y suaves.
Seis Meses
  • Muecas o gestos muy forzados que le hagan gracia y le produzcan risa.
  • El “cucú-tras”.
  • Canciones infantiles.
  • Juegos con las manos, como “palmas, palmitas”.
  • Juegos de balanceo, como “aserrín, aserrán”.
  • Las voces de los animales asociadas a los peluches que se les van presentando.
  • Estimular los juegos de guardar, esconder, buscar, lanzar, etc.
  • Enseñarles cuentos con imágenes coloristas de animales u objetos cotidianos. Señalar y nombrar lo señalado, y pasarle las páginas para que los vayan viendo.
  • Bits de inteligencia.
Ocho Meses
  • Juegos de imitación directa. Ejemplo: “Date la mocita”.
  • Los “cinco lobitos”.
  • Repetición de sonidos.
  • Juegos de lanzar y devolver la pelota.
  • Juegos de palabras (canciones como “Caracol, col, col…”).
Diez Meses

A partir de esta edad el niño se puede sostener de pie y por ello se pueden incluir actividades como:

  • Colocarles objetos a distintas alturas para que los alcancen.
  • Jugar a perseguirles.
  • Juegos con el agua.
  • Juegos con la arena.
  • Todos los objetos se personifican (les hablan).
  • Juegos de localizar partes del cuerpo.
  • Continuar con la lectura de cuentos.

Intervención de 1 a 2 Años

Es en esta etapa donde se dan los cambios más significativos del desarrollo, ya que pueden dar sus primeros pasos y comienzan a explorar el mundo.

Para estimular esta etapa se deberá:

  • Facilitarles puntos de apoyo como mesas y sillas.
  • Incentivar los juegos de arrastre, también con sillas y mesas.
  • Promover los juegos de construir torres para que luego las tiren.
  • Lanzar pelotas botando y que las devuelvan.
  • Desarrollar juegos de eco: la familia pronuncia la palabra y los niños pronuncian el eco.
  • Continuar con los cuentos, incluyendo títeres con objetos personajes, incluso dramatizaciones.

Intervención de 2 a 3 Años

En este momento los pequeños comienzan a asimilar los juegos simbólicos. Pero aparte de este juego podemos incluir otros como:

  • El escondite.
  • Las carreras, y que no siempre ganen.
  • Juegos en grupo como “La zapatilla por detrás”.
  • Juegos de rompecabezas.
  • Juego de la Oca con el educador.
  • Memorización de canciones.
  • Canciones rimadas.
  • Juegos como “Pío, Pío”.
  • Etc.

Elementos que Componen la Planificación

  • El momento de los niños. Hay que conocer el momento evolutivo de los niños.
  • Intereses y expectativas. Tipos de juego que practica normalmente.
  • Breve justificación de su elección.
  • Edad de los niños y número de participantes.
  • Objetivos que se quieren conseguir.
  • Actividad concreta con la explicación de su desarrollo.
  • Utilización de materiales propios para cada edad y en cantidad y variedad suficiente.
  • Preparar el espacio para que este sea lo más adecuado y acogedor para los niños.
  • Prever los tiempos de preparación, desarrollo y finalización de la actividad.
  • Actitud del educador ante el juego.
  • Agrupamientos (gran grupo, grupo medio, individual).
  • Evaluación del desarrollo de la actividad y de los niños.

La Evaluación Educativa

Definición de Evaluación

La evaluación nos va a proporcionar información acerca de si se han cumplido los objetivos previstos y en qué grado se han cumplido.

La técnica más idónea para la recogida de datos durante la actividad lúdica será la observación.

Así pues, en Educación Infantil, la evaluación se llevará a cabo mediante una rigurosa observación de las situaciones lúdicas. Esta observación permitirá al educador recoger información tanto de las características de los pequeños como de los diferentes elementos implicados en la intervención educativa.

Esto servirá para que los profesionales reflexionen acerca del grado de acierto en su intervención, o bien de la necesidad de adaptar alguno de los elementos didácticos utilizados.

Esta reflexión implica una autoevaluación. En definitiva, en Educación Infantil la observación directa y sistemática constituye la técnica principal del proceso de evaluación.

¿Cómo y Cuándo se Evalúa?

¿Cómo se evalúa?

La evaluación será global, continua y formativa.

  • Global, porque ha de abarcar el conjunto de capacidades que ha de desarrollar el alumno, expresadas a través de los objetivos, además del contexto sociocultural y las características específicas del centro y del profesorado.
  • Continua. Se debe evaluar durante todo el curso.
  • Formativa. Nos debe proporcionar información acerca de los logros obtenidos y nos debe permitir detectar si ha habido dificultades de aprendizaje y en qué medida.

¿Cuándo evaluar?

Debemos evaluar en tres momentos:

  • Evaluación inicial. Se realizará al principio del proceso enseñanza-aprendizaje y nos informará de en qué nivel se encuentra el niño.
  • Evaluación procesual o formativa. Se realiza durante el proceso de enseñanza-aprendizaje e informa de los problemas y dificultades que pueden surgir.
  • Evaluación final o sumativa. Se realiza al finalizar el proceso enseñanza-aprendizaje y permite conocer si se han conseguido o no los objetivos propuestos.

La evaluación continua consiste en la evaluación inicial, procesual y final, ya que se lleva a cabo durante todo el curso.

Autoevaluación de la Práctica Educativa

Esta autoevaluación nos servirá para saber si han sido adecuadas las programaciones, actividades, recursos, materiales, actitud del educador, etc., para conseguir los objetivos educativos. También nos permitirá saber si el alumno ha alcanzado estos objetivos o si por el contrario es necesaria alguna revisión o adaptación de la intervención.

Modalidades de Observación

En función del momento en que se realiza la observación podemos clasificarla en dos categorías:

  • Observación directa: Esta observación es la que realiza el educador en el contexto de su práctica educativa diaria.
  • Observación indirecta: Se realiza por medio de información recogida en otro momento de la relación educativa y guardada para su posterior utilización. Aquí podemos encontrar:
    • Información documental. Son los informes personales de cada niño.
    • Información procedente de entrevistas e informes. Tras la entrevista familiar es conocer las características personales y familiares del pequeño.
    • Información recogida por medios tecnológicos. Es la información que podemos recoger a través de las videocámaras digitales, previo consentimiento de los padres. Los niños pueden ser grabados durante sus actividades lúdicas para posteriormente ser observados por el educador.

Instrumentos de Evaluación

Existen algunos instrumentos muy utilizados en la observación infantil que el equipo de educadores puede adaptar a sus necesidades específicas. Entre ellos podemos destacar el diario, el anecdotario, la lista de control y las escalas de estimación.

El Diario

Se trata de un registro sistemático donde cada día quedan recogidas las actividades, situaciones o anécdotas ocurridas, en el cual se transcriben las impresiones y valoraciones de los alumnos. Se realiza de manera grupal donde no se especifica lo que se quiere recoger.

El Anecdotario

Es más estructurado que el diario. Acota y registra conductas, comportamientos o acontecimientos que al educador le resultan significativos. En su registro será importante transcribir el hecho tal y como ocurre, e incluso detallando exactamente las palabras de los niños. Se realiza de manera individual, pero no se especifica lo que se quiere recoger.

Listas de Control

Se trata de un listado exhaustivo que recoge todas las conductas que el educador considera relevantes. Es mucho más estructurado que el anecdotario, aunque no indica la frecuencia, la evolución, o el grado de intensidad en que se manifiesta la conducta. Se realiza de manera individual y aquí sí se especifica lo que se quiere evaluar.

Escalas de Estimación o Valoración

Son semejantes a las listas de control pero más estructuradas, ya que en ellas se recoge la frecuencia y el grado en que se manifiesta la conducta o suceso. Pueden ser de tres tipos:

  • Gráficas.

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  • Numéricas.

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  • Descriptivas.

Ejemplo: Durante el juego libre:

  1. Se relaciona de manera espontánea.
  2. Se relaciona de manera espontánea, pero con algunos compañeros.
  3. Se relaciona de manera espontánea, solo si solicitan su implicación.

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