04 Oct
Friedrich Nietzsche: Vida, Obra y Contexto Filosófico
Contexto Histórico y Cultural (1844-1900)
Friedrich Nietzsche (1844, Röcken, Alemania – 1900, Weimar) se sitúa en la segunda mitad del siglo XIX. En el contexto histórico-cultural, podemos destacar:
- El proceso de la Revolución Industrial y el desarrollo del capitalismo, basado en el liberalismo económico (Adam Smith).
- Las revoluciones burguesas que impulsan el liberalismo político, la colonización y la formación de grandes imperios.
- El desarrollo del movimiento obrero (socialistas, comunistas y anarquistas), la organización de la AIT y la Comuna de París en 1871. Nietzsche rechaza estas ideologías que propugnan un final feliz para la sociedad humana (trasmundo), considerándolas herederas del Cristianismo.
- La unificación de Alemania (1871).
- Avances científicos (rayos X, radiactividad, atomismo de Planck) y nuevas tecnologías. La publicación de El origen de las especies de Darwin, con la teoría de la selección natural, influye en su filosofía.
- En el ámbito artístico: el Realismo (Dickens), el Naturalismo (Émile Zola), el Simbolismo moderno (Rimbaud y Verlaine), y el Romanticismo, que exalta el sentimiento y el individualismo frente a los ideales ilustrados de racionalidad. Destacan Dostoyevski y Wagner por su influencia en Nietzsche.
Contexto Filosófico
Predomina el Positivismo científico (Comte), que confía en la ciencia para el conocimiento y el progreso. También surgen el Historicismo (Dilthey), que ve la realidad social y al hombre como producto del devenir histórico, y el Vitalismo, donde situamos a Nietzsche.
Nietzsche recibe influencias de Stirner (individualismo) y de Schopenhauer (la razón al servicio de la voluntad, pesimismo), aunque supera el pesimismo de este último. Junto a Marx y Freud, forma la llamada Filosofía de la Sospecha por cuestionar la objetividad de las construcciones racionales.
La Crítica Radical de Nietzsche a la Cultura Occidental
La filosofía de Nietzsche representa una crítica contra toda la tradición filosófica de Occidente, heredera del platonismo. Supone una ruptura con las concepciones predominantes de la realidad, el conocimiento, el ser humano y la moral, proponiendo una nueva manera de entender la vida y al ser humano, y sirviendo de premonición para los cambios del siglo XX.
Es importante señalar la controversia que levanta su obra, debido a las posibles interpretaciones y a la manipulación que de ella hizo su hermana Elizabeth en relación con el Nacionalsocialismo. Es difícil encuadrar a Nietzsche (¿postilustrado?, ¿existencialista?, ¿romántico?). Para muchos, Nietzsche supone el inicio de la Posmodernidad, al dar por fracasado el proyecto ilustrado de la razón. Su influencia es enorme, y gran parte de la filosofía del siglo XX parte del concepto de crisis de la cultura, la metafísica y la filosofía que él introduce.
Obras Destacadas
- El nacimiento de la tragedia
- Humano, demasiado humano
- Así habló Zaratustra
- Crepúsculo de los ídolos (texto de referencia)
Crítica al Dualismo Platónico y Judeocristiano
La filosofía de Nietzsche es una crítica a la cultura occidental dirigida contra la filosofía y la tradición judeocristiana. Parte de una crítica a Platón, quien escinde la realidad en dos mundos: el mundo sensible (apariencia) y el mundo inteligible (verdadero). Este dualismo fue adoptado por el Cristianismo, que infravalora el mundo terrenal para situar el mundo verdadero más allá de la muerte.
Nietzsche rechaza este dualismo por considerarlo una ficción. Piensa que el único mundo que existe es el mundo sensible en el que vivimos, un mundo múltiple y sometido a continuas transformaciones.
Conceptos Fundamentales: Muerte de Dios y Superhombre
Nietzsche sostiene que el desarrollo científico y la Ilustración conducen a la «Muerte de Dios». Esto implica la negación de Dios y de todos los valores absolutos que Él representa, dejando al ser humano en un vacío existencial. Ante este vacío, el hombre puede:
- Buscar otros absolutos (dinero, felicidad).
- Caer en la desesperación.
- Vivir la Muerte de Dios como una liberación, dando lugar al Superhombre.
El Superhombre es un hombre nuevo, una nueva humanidad capaz de vivir al margen de Dios, que construye sus propias normas con absoluta libertad, acepta la vida tal y como es, y acoge todo lo que fortalece su Voluntad de Poder.
La Voluntad de Poder y la Transvaloración
Para Nietzsche, «el mundo es voluntad de poder», un conjunto de fuerzas físicas y materiales en lucha y cambio permanente que ofrece infinitas perspectivas. De igual modo, «el hombre es voluntad de poder», un conjunto de fuerzas, pasiones e impulsos que buscan crecer y manifestarse.
Nietzsche considera necesaria una transvaloración de todos los valores. Rechaza la moral judeocristiana por considerarla antinatural, ya que valora como buena la moral de los esclavos y como mala la moral de los señores. Propone una moral «más allá del bien y del mal», entendiendo que cada cosa buena está emparentada con una mala, y que todo es necesario porque forma parte de la vida. La filosofía vitalista de Nietzsche no busca imponer un pensamiento, sino invitar a pensar por uno mismo.
Relación Temática: Nietzsche y Platón
La crítica de Nietzsche a la metafísica y a la cultura occidental tiene a Platón (siglo V-IV a.C.) como referente principal debido a su racionalismo y dualismo, expuesto en obras como la República.
El Dualismo Platónico
Platón, a través de su Teoría de las Ideas, escinde la realidad en dos mundos:
- Mundo Sensible: Realidad captada por los sentidos (cosas materiales, múltiples y cambiantes). Genera conocimiento sensible u OPINIÓN (Doxa), que es impreciso y cambiante (conjetura y creencia).
- Mundo Inteligible: Realidad captada por la razón (Ideas, únicas, universales, inmutables e inmateriales). Genera conocimiento intelectual o CIENCIA (Episteme), que es verdadero e inmutable (pensamiento discursivo e inteligencia).
Para Platón, el Mundo Inteligible es la verdadera realidad, principio y causa del Mundo Sensible (apariencia). Platón ilustra esto mediante el Mito de la Caverna.
Contraste de Ideas
Nietzsche rechaza el dualismo platónico, afirmando que el mundo de las ideas es una ficción y que solo existe el mundo físico, múltiple y en transformación.
- Conocimiento: Platón defiende el racionalismo basado en conceptos únicos. Nietzsche propone un conocimiento basado en múltiples perspectivas que nacen de la razón, la imaginación, los sentimientos y los instintos. Propone la metáfora frente a los conceptos abstractos.
- Verdad: Para Platón, la verdad es única y absoluta. Para Nietzsche, la verdad es una construcción de las perspectivas interesadas de cada individuo.
- Ética: Platón defiende un racionalismo moral con principios universales. Nietzsche propone un individualismo/relativismo y la transvaloración de los valores judeocristianos.
Una coincidencia notable es el uso del mito y la metáfora por ambos autores, no solo como recurso didáctico, sino como modo de expresar lo profundo y vital.
Vigencia de la Idea del Superhombre en la Actualidad
La idea del Superhombre planteada por Nietzsche consistía en que el ser humano se diera sus propios valores morales, sin tutela externa, utilizando su propia razón para decidir. En su época, la religión y el gobierno ejercían una fuerte tutela, limitando la libertad de pensamiento.
Actualmente, aunque las personas han desarrollado su capacidad de razonar, la influencia de los medios de comunicación y la publicidad actúa como una nueva forma de tutela. Por ejemplo, la constante imposición de modas o la publicidad engañosa en el sector alimentario dirigen el consumo y las decisiones individuales.
En opinión del autor, la idea del Superhombre no se ha desarrollado al máximo, ya que estas nuevas formas de tutela mediática siguen limitando la autonomía plena del individuo.
John Rawls: La Justicia como Equidad en el Siglo XX
Contexto Histórico y Cultural (1921-2002)
John Rawls (1921-2002), de Estados Unidos, se enmarca en el siglo XX. Destacan:
- Las Guerras Mundiales (I y II, 1939-1945) y la posterior política de bloques: democracias liberales occidentales (OTAN) y el Bloque del Este (Pacto de Varsovia).
- La Guerra Fría y la carrera de armamentos, con conflictos en Corea, Cuba, Vietnam y Afganistán.
- La fundación de la ONU (1945) y la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).
- El desarrollo del Estado de Bienestar en las democracias occidentales.
- La división mundial entre países ricos y empobrecidos, y la contraposición entre la falta de libertad en los países comunistas y la falta de solidaridad en los países capitalistas.
- El Mayo del 68 en Francia, un movimiento social contracultural.
- Cambios geopolíticos: Caída del Muro de Berlín (1989), unificación de Alemania (1990) y descomposición de la URSS (1991).
- Conflictos persistentes (Palestina e Israel, Golfo Pérsico).
- Revolución tecnológica (ingeniería genética, Internet, llegada a la Luna en 1969) y cambios en el modelo científico (Einstein, Planck).
- La era de la Globalización, que prioriza la razón económica sobre la ética y la política, ampliando las desigualdades.
Corrientes Filosóficas del Siglo XX
En la segunda mitad del siglo XX destacan:
- Existencialismo: El hombre tiene existencia en libertad, no una esencia predeterminada (Sartre, Camus).
- Escuela de Frankfurt: Revisionismo marxista que estudia el socialismo en sociedades tecnológicas (Horkheimer, Marcuse, Habermas).
- Filosofía Posmoderna: Considera fracasado el proyecto ilustrado de la razón, caracterizada por la pluralidad cultural y el relativismo (Vattimo, Derrida).
- Neocontractualismo: Nueva teoría del contrato social para explicar la legitimidad del poder político (Rawls, Nozick, Habermas).
La filosofía de Rawls busca la justicia social, intentando sintetizar lo mejor de las tradiciones liberales (libertades individuales) y las tradiciones socialistas (igualdad y distribución de recursos).
Obras Principales de Rawls
- Teoría de la Justicia (1971)
- El Liberalismo Político (1993)
- El Derecho de Gentes (1999)
- La Justicia como Equidad. Una Formulación (2002)
El texto de referencia pertenece a La Justicia como Equidad. Una Formulación, donde Rawls reforma la Teoría de la Justicia sin modificar sus ideas esenciales, explicando los principios de justicia y proponiendo una reformulación de los dos principios.
El Liberalismo Solidarista y los Principios de Justicia
La temática central de Rawls es el problema de la justicia en las sociedades democráticas modernas. En su filosofía política desarrolla el liberalismo solidarista, buscando reconciliar las libertades individuales (liberalismo político) con la igualdad social (socialismo).
Rawls sostiene que la justicia social solo es posible en democracias liberales caracterizadas por un pluralismo razonable y la soberanía popular. La legitimidad del poder político se adquiere al ejercerse de acuerdo con una Constitución cuyas esencias básicas son aceptadas por todos los ciudadanos.
El Velo de Ignorancia y la Posición Original
Para establecer los principios de justicia, Rawls recurre al contrato social, que debe realizarse desde una situación de «Velo de Ignorancia» o desconocimiento de la situación social de cada uno. Desde esta posición original, surgirían los principios más justos, ya que todos buscarían maximizar la peor de las situaciones posibles.
Estos principios son:
- Principio de Igualdad de Libertades: Cada persona tiene el mismo derecho irrevocable a un esquema plenamente adecuado de libertades básicas iguales para todos (votar, postularse a cargos de elección, libertad de pensamiento y expresión, etc.).
- Principio de Diferencia: Las desigualdades sociales y económicas son justas si cumplen dos condiciones:
- Están vinculadas a cargos y posiciones abiertos a todos en igualdad equitativa de oportunidades.
- Benefician a los miembros menos aventajados de la sociedad (el Principio de Diferencia).
El Principio de Diferencia es un principio distributivo que va más allá de la mera igualdad formal, buscando una igualdad equitativa de oportunidades mediante la compensación de las desigualdades inmerecidas de los individuos.
Comparación de la Justicia Social: Rawls frente a Platón
Tanto Rawls como Platón se ocuparon de la justicia en la sociedad, aunque sus enfoques difieren radicalmente.
Diferencias Políticas
Rawls es partidario de un sistema democrático con participación ciudadana. Platón, en cambio, rechazó la democracia ateniense por considerarla una demagogia manipulada por intereses particulares, donde la ignorancia y la sabiduría tenían el mismo valor.
En la República, Platón propone una sociedad dirigida por los sabios y estructurada en tres clases sociales según la naturaleza del alma y las necesidades de la comunidad:
- Productores (Alma Apetitiva): Producen bienes materiales para cubrir las necesidades de subsistencia. Virtudes: templanza y moderación.
- Guardianes Auxiliares o Guerreros (Alma Irascible): Defienden la ciudad y mantienen el orden. Virtudes: valentía y fortaleza.
- Magistrados y Gobernantes (Alma Racional): Ordenan y gobiernan en la Polis para que haya justicia. Virtudes: sabiduría y prudencia.
La selección social platónica se realiza mediante la educación. Platón también describe sistemas políticos degenerados (timocracia, oligarquía, democracia y tiranía).
Concepciones de la Justicia
- Rawls: Justicia como equidad e imparcialidad, decidida desde el Velo de Ignorancia.
- Platón: Justicia como equilibrio y armonía, que se produce cuando cada persona y grupo social cumple correctamente su tarea. La injusticia surge de la confusión de tareas.
Similitudes Éticas
Ambos autores buscan principios morales universales sobre lo justo y lo bueno, fundamentados en la capacidad racional del hombre. Sin embargo, Platón los alcanza mediante la educación y la sabiduría, mientras que Rawls los logra mediante un acuerdo entre hombres racionales y libres dispuestos a dialogar en una situación de imparcialidad. En ambos, la ética y la política se fusionan, buscando que los principios justos rijan la convivencia social.
Vigencia de Rawls: Estado de Bienestar y Crisis
Dado que Rawls es un filósofo del siglo XX, su filosofía política mantiene una gran actualidad. Uno de los aspectos más relevantes es su defensa del Estado de Derecho, que implica la igualdad real de oportunidades y requiere la intervención estatal para lograrla.
El autor señala que, en la actualidad, el Estado de Derecho se ve comprometido. Los recortes gubernamentales derivados de las crisis económicas (reducción de becas, por ejemplo) aumentan las desigualdades sociales, haciendo más notables las disparidades.
Rawls enfatiza que, para garantizar el Estado de Derecho, es crucial el Estado de Bienestar. Sin embargo, los recortes en aspectos básicos como la educación, la sanidad y las prestaciones por desempleo provocan un retroceso en el bienestar social.
Se concluye que, para establecer bases sociales justas y garantizar el bienestar, sería necesario aplicar el Velo de Ignorancia de Rawls, de modo que las leyes y normas se establezcan sin conocimiento previo del puesto social que se ocupará, asegurando así la máxima justicia para todos.
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