11 Jul
El Teatro Español: Resistencia y Renovación en la Posguerra y Dictadura Franquista
El teatro, al mezclar literatura con espectáculo, se vuelve mucho más vulnerable en tiempos de censura. El régimen dictatorial del general Franco impidió que las obras críticas llegaran a los escenarios con facilidad.
El Impacto de la Guerra Civil en la Dramaturgia
La Guerra Civil aplastó un teatro que estaba alcanzando sus mayores logros. Tras la muerte de Lorca, Valle-Inclán y Unamuno, otros dramaturgos, como Alejandro Casona, optaron por el exilio. Casona, que era maestro, dio a su obra un marcado carácter educativo.
La Renovación del Humor y la Vanguardia
Miguel Mihura: Pionero del Humor Absurdo
Miguel Mihura renovó el humor español y anticipó el teatro del absurdo. Su primera y gran obra, Tres sombreros de copa, escrita en 1932, no llegó a representarse hasta 1952 porque los empresarios la juzgaban demasiado novedosa, arriesgada e incomprensible. Tras esta mala experiencia, Mihura decidió renunciar a la innovación y adaptarse a lo que el público y los empresarios demandaban.
Enrique Jardiel Poncela: Ingenio y Parodia
Enrique Jardiel Poncela (conocido por obras como Eloísa está debajo de un almendro) cultivó el humor del absurdo, la ironía y la agudeza. Se oponía al humor tradicional y al teatro costumbrista y sentimental. Sus obras poseían un marcado intelectualismo, pero eran capaces de interesar a todo tipo de público. Le gustaba inventar situaciones inverosímiles y llevarlas al límite para luego solucionarlas de un modo ingenioso. A menudo introducía asuntos detectivescos y parodiaba las obras de intriga.
La Generación de los Años 50: Compromiso Social y Existencial
En los años 50, una nueva generación de dramaturgos incluyó en sus obras elementos existenciales y sociales.
Antonio Buero Vallejo: El Posibilismo y la Denuncia Social
Antonio Buero Vallejo representó una línea de denuncia social denominada posibilista porque no traspasaba las fronteras de lo tolerado por el régimen. Buero intentaba, mediante recursos escénicos, introducir al espectador en la conciencia de los personajes. Su mensaje reflejaba una profunda confianza en el ser humano y una sincera identificación con los más desfavorecidos. Historia de una escalera marcó una nueva etapa del teatro español al alejarse tanto del teatro comercial como del teatro innovador de Lorca y de Valle-Inclán. Las tres generaciones que habitan los pisos unidos por la escalera compartían un destino común, puesto que, en el abrumador ambiente de la España posterior a la Guerra, resultaba imposible que pudieran prosperar y abandonar aquel espacio de miseria. Los personajes sabían que sus sueños nunca se podrían realizar y eran incapaces de encontrar sentido a su vida. Su lenguaje directo y sencillo aumentaba la verosimilitud de lo representado.
Vanguardia y Experimentación en el Teatro Español
Francisco Nieva: Teatro Furioso y de Farsa
Francisco Nieva (autor de Pelo de tormenta) dividió su teatro en dos tendencias:
- El teatro furioso: Caracterizado por su vanguardismo y difícil comprensión.
- El teatro de farsa y calamidad: También vanguardista, pero con un argumento más explícito, un desarrollo más lineal y un lenguaje menos barroco.
Nieva utilizaba elementos a los que llamaba góticos: la magia, el sueño y los personajes románticos.
Fernando Arrabal: El Teatro Pánico
Fernando Arrabal (conocido por El cementerio de automóviles) escribió un teatro alejado del realismo y próximo a las ideas surrealistas, al que llamó teatro pánico. Este nombre fue escogido en homenaje al dios Pan, y sus características básicas eran el terror, el humor y la simultaneidad. Sus obras rompían con la lógica, adoptaban un lenguaje infantil y carecían en muchas ocasiones de argumento.
El Teatro Independiente y la Transición Democrática
Desde los años 60 se desarrollaron grupos de teatro independientes que representaban obras de autores extranjeros y españoles que no tenían cabida en los circuitos comerciales. A la muerte de Franco, en 1975, existían más de cien de estos grupos; algunos, como Tábano, desaparecieron. Otros, como Los Goliardos, siguen representando en la actualidad. Suerte parecida corrieron los grupos de teatro andaluces: Teatro Estudio Lebrijano desapareció, y otros se profesionalizaron, como La Cuadra o el grupo Atalaya.
El Teatro Actual: Desafíos y Nuevos Espacios
Tras la caída de la dictadura y el fin de la censura, se preveía un despegue del teatro, pero no fue así. Se llevaron a escena desde entonces obras de autores prohibidos hasta el 75, como Lorca, pero lo cierto es que el teatro ha ido perdiendo espectadores. Los autores contemporáneos apenas han encontrado lugar en los escenarios y se ha optado por representaciones clásicas. Puesto que los teatros tradicionales no dejaban espacio para la novedad, los textos dramáticos que pretendían transmitir ideas nuevas se han refugiado en salas alternativas (en Sevilla: La Imperdible, la Sala Cero, la Fundición, TNT, …) a las que acude un público tan interesado como minoritario. Las administraciones públicas han invertido en promover el teatro (como la Compañía Nacional de Teatro Clásico), pero siempre apostando fuerte por los clásicos o, al menos, por obras muy consagradas, lo que dificulta la innovación en el negocio teatral.
José Luis Alonso de Santos: Éxito en la Escena Contemporánea
Entre los pocos escritores dramáticos que han alcanzado cierto éxito se encuentra José Luis Alonso de Santos, que proviene del teatro independiente. La estanquera de Vallecas es una obra costumbrista, comprometida, con un lenguaje familiar, sentido del humor y desenlace trágico.
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