11 Jul

1. Medidas para la Valorización Energética del Compostaje según el PNIR

Las opciones de tratamiento a las que pueden ser destinados los residuos biodegradables (RB) dependen en gran medida de la forma en que se lleve a cabo su recogida. Así, para obtener compost de calidad mediante procesos de digestión aeróbica en una instalación que trabaje con unos rendimientos aceptables, es necesario que la alimentación a estas plantas proceda de la recogida selectiva de RB con la suficiente limpieza y ausencia de contaminantes. Además de los residuos más biodegradables (como los de cocina o jardinería), es necesario añadir aquellos que aporten estructura a la masa a compostar (por ejemplo, astillas). Esto implica invertir recursos en la recogida selectiva con este objetivo, así como en la información y sensibilización ciudadana.

Por otra parte, debe disponerse de información suficiente sobre la calidad que puede alcanzar el compost y otros productos obtenidos en la planta, y, por tanto, sobre los mercados de destino que demandarán esos productos en el radio de acción de la planta.

Los ratios que pueden obtenerse en procesos de compostaje son:

  • Producción de compost: 40-50% (en peso) de la cantidad de RB entrante en la planta (siempre que el residuo entrante proceda de recogida selectiva).
  • Degradación de carbono: 50% (en peso) en compost y 50% liberado al aire.

2. Definición de Valorización según la Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE

La valorización se define como cualquier operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales que de otro modo se habrían utilizado para cumplir una función particular, o que el residuo sea preparado para cumplir esa función, en la instalación o en la economía en general. En el Anexo II de la Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE se recoge una lista no exhaustiva de operaciones de valorización.

3. Criterios para la Valorización Energética establecidos según el PNIR

La capacidad de incineración con recuperación de energía de residuos urbanos aumentó durante la vigencia del I PNRU (2000-2006) al entrar en funcionamiento tres nuevas incineradoras situadas en País Vasco, Galicia y Cantabria, cuyas capacidades suman cerca de 867.000 toneladas. Se produjo el cierre de una instalación con recuperación de energía que tenía dificultades para cumplir la normativa, y también se cerraron varias instalaciones de incineración en las que no se recuperaba energía.

En los últimos años, el porcentaje de residuos destinados a incineración con recuperación de energía ha ido aumentando ligeramente, situándose en torno al 9% de los residuos urbanos recogidos. Por otro lado, en algunas comunidades autónomas se ha autorizado la coincineración de determinadas fracciones de residuos urbanos en determinadas instalaciones.

El aprovechamiento de la energía contenida en los residuos juega también un papel importante en la reducción del vertido de residuos urbanos biodegradables, pero es necesario tener en cuenta que, en el caso de la incineración con recuperación de energía, es un tratamiento no finalista con un coste de funcionamiento elevado. Además, para que el proceso de incineración de RSU sea considerado valorización energética, teniendo en cuenta lo establecido en la nueva DMR, deberían incinerarse residuos con alto poder calorífico y aprovechar eficientemente la energía generada. Por otro lado, debe continuar el control riguroso de las emisiones y mejorar la gestión de los residuos generados en el proceso de incineración, valorizándose en la medida de lo posible.

4. Objetivos Cualitativos para la Valorización Energética establecidos según el PNIR

Los objetivos cualitativos para la valorización energética son:

  • Para 2012: Incrementar la capacidad de incineración con recuperación de energía de las incineradoras existentes en 2006. Las nuevas incineradoras deberán cumplir el valor de eficiencia energética establecido en la DMR.
  • Valorar el aprovechamiento del contenido energético de la fracción rechazo procedente de las instalaciones de tratamiento de residuos urbanos en instalaciones de coincineración, bajo las condiciones establecidas o que puedan establecerse en las CCAA.
  • Correcta gestión ambiental de los residuos generados en la valorización energética (escorias y cenizas), en particular, la valorización de las escorias.

5. Medidas para la Valorización Energética de los Residuos Plásticos de Uso Agrario según el PNIR

Las medidas para la valorización energética de los Residuos Plásticos de Uso Agrario (RPUA) incluyen:

  • Realizar estudios para la identificación de los RPUA no reutilizables ni reciclables que reúnan características adecuadas para su valorización energética.
  • Realizar estudios para determinar posibles mezclas de RPUA con combustibles (blending) que reúnan características adecuadas para su valorización energética.
  • Realizar estudios e identificación de los RPUA cuya valorización energética deba ser limitada o prohibida.
  • Elaborar, desarrollar y proponer una metodología normalizada para la evaluación de riesgo de instalaciones que valoricen energéticamente residuos, en particular los RPUA.
  • Aplicar el RD 653/2003, de 30 de mayo, a todas las plantas que valoricen energéticamente RPUA.

6. Medidas para la Valorización Energética de la Biometanización según el PNIR

La biometanización es un proceso consistente en una digestión anaeróbica, donde se obtiene biogás (principalmente dióxido de carbono y metano) que puede aprovecharse para generar energía mediante su combustión. También se obtiene una fase semisólida denominada digestato, que, sometido a tratamiento adicional (habitualmente compostaje), puede ser utilizado posteriormente en agricultura.

La calidad del residuo destinado a biometanización tiene una gran influencia en la eficiencia de la operación, así como en la calidad del digestato resultante. La biometanización está indicada para residuos con un alto contenido de humedad (60-99%), a diferencia del compostaje, que requiere residuos con menos humedad. Por el contrario, los residuos leñosos, que contienen un alto contenido en lignocelulosa, son más adecuados para el compostaje.

7. Objetivos Cuantitativos para la Valorización Energética establecidos según el PNIR

Los objetivos cuantitativos para la valorización energética son:

  • Incineración de RSU:
    • Capacidad de incineración en 2006: 2.1 millones de toneladas.
    • Capacidad objetivo en 2012: 2.7 millones de toneladas.

8. Medidas para la Valorización Energética de los Tratamientos Mecánico-Biológicos Previos al Vertido según el PNIR

Este tipo de tratamientos mecánico-biológicos está indicado para los residuos recogidos de forma mezclada, con el objetivo de disminuir su capacidad de biodegradación antes de depositarse en el vertedero. En estos procesos se recuperan materiales y se obtiene un material orgánico estabilizado de calidad inferior al obtenido cuando se tratan residuos recogidos de forma selectiva, pudiéndose incinerar o depositar en vertedero la fracción que ya no es biodegradable.

9. Medidas Generales para la Valorización Energética establecidas según el PNIR

Las medidas generales para la valorización energética incluyen:

  • Adaptación de las incineradoras de RU actualmente en funcionamiento a los criterios ecológicos, energéticos y de eficiencia derivados de la legislación de la UE.
  • Caracterización de la fracción de los Residuos Urbanos (RU) destinados a valorización energética.
  • Establecimiento de criterios ecológicos y energéticos para la fracción de RU incinerable.
  • Desarrollo de trabajos técnicos encaminados a la valorización de las escorias obtenidas en el proceso de incineración.
  • Aplicación, en su caso, de las conclusiones alcanzadas.

10. Criterios para Reducir el Vertido de Residuos Biodegradables según el PNIR

Para los residuos biodegradables (RB) generados, debe priorizarse la valorización, que comprende todo procedimiento que permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en ellos. Dentro de esta, puede identificarse el reciclaje, consistente en la transformación de los residuos dentro de un proceso de producción para su fin inicial o para otros fines, incluido el compostaje y la biometanización.

De cara a la estrategia de reducción, conviene configurar enfoques diferenciados para los tratamientos biológicos de RB en función del tipo de recogida, de forma que las fracciones recogidas selectivamente se destinen a la obtención de enmiendas orgánicas de calidad o biogás, y las de recogida mixta se estabilicen para su vertido. De esta forma, se mejoraría el rendimiento de las instalaciones, la consecución de los objetivos de reducción y la calidad de dichas enmiendas.

La siguiente opción, de acuerdo con el principio de jerarquía, es la valorización energética. En esta sección de la Estrategia se analizan someramente las anteriores alternativas, identificando sus ventajas e inconvenientes tanto desde el punto de vista técnico como económico, los requisitos para aumentar su eficacia en las fases de la recogida y el transporte y en la de utilización de los productos/residuos obtenidos de los tratamientos, así como las circunstancias específicas de España que condicionan el establecimiento de prioridades en la elección de unas u otras alternativas.

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