05 May

El Teatro Español de Posguerra

Después de la Guerra Civil, el teatro español enfrentó desafíos como la destrucción de locales, la pobreza generalizada y la censura. Inicialmente, surgieron obras propagandísticas y comerciales, como las de Enrique Jardiel Poncela, conocido por su teatro imaginativo y cómico. A finales de los años 40, destacaron «Tres sombreros de copa» de Miguel Mihura y «Historia de una escalera» de Antonio Buero Vallejo, marcando un giro hacia un teatro más social y crítico del régimen franquista. Autores exiliados como Rafael Alberti, Max Aub y Alejandro Casona también contribuyeron al panorama teatral español de la posguerra.

El Teatro Existencial y el Realismo Social

El teatro existencial se centra en los conflictos internos del ser humano, como la soledad, la falta de sentido de la vida y la incomunicación. Por otro lado, el realismo social se enfoca en la crítica y denuncia de las injusticias y desigualdades sociales. Influenciados por autores como Chejov, Gorki, Tennessee Williams, H. Miller, Unamuno y Valle, dos destacados representantes de este teatro entre los años 50 y 70 fueron Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre, quienes abordaron en sus obras las miserias humanas, el compromiso social y la lucha por la libertad.

Antonio Buero Vallejo (1916-2000)

Es un destacado dramaturgo español del siglo XX, reconocido por su compromiso social y su profunda reflexión sobre la condición humana. Utilizó técnicas teatrales innovadoras para transmitir mensajes impactantes y crear una conexión emocional con el público. A lo largo de su carrera, exploró diferentes etapas y enfoques en su obra:

  • Fase existencial: Reflexionando sobre la naturaleza del ser humano.
  • Etapa social: Denunciando las injusticias del régimen franquista.
  • Etapa de innovación: Buscando nuevas formas de expresión teatral mientras seguía abordando temas políticos y sociales.

Su teatro se caracteriza por la presencia de personajes complejos que representan símbolos de la sociedad española de la época. Utilizó a menudo personajes con taras físicas o mentales como metáforas de las heridas impuestas por el régimen político. Entre sus obras más destacadas se encuentra «Historia de una escalera», que examina las frustraciones y aspiraciones de varias generaciones en un contexto social opresivo. Otras obras notables incluyen «En la ardiente oscuridad», que plantea cuestiones sobre la verdad y la libertad, y «La fundación», un drama simbólico que denuncia la tortura en las cárceles franquistas.

Alfonso Sastre (1926)

Fue un dramaturgo español comprometido con la denuncia social y la renovación del teatro. Su obra aborda la lucha del individuo contra la injusticia y la opresión, reflejando la lucha por la transformación de una sociedad injusta. En su trayectoria teatral, destacan tres etapas principales:

1. Etapa inicial

Rechazó el teatro convencional de la posguerra y apostó por un teatro existencialista. Su obra más importante fue «Escuadra hacia la muerte» (1953), que fue retirada tras enfrentarse a la censura por su contenido antibelicista y reflexivo sobre la libertad individual.

2. Etapa de evolución

Entendió el teatro como un medio para despertar la conciencia social. Obras como «La mordaza» (1954) y «Guillermo Tell tiene los ojos tristes» (1955) exploran temas de opresión y represión política, marcando una nueva dirección en su dramaturgia.

3. Etapa de madurez

Fusionó elementos de la tragedia clásica con influencias del teatro de Bertolt Brecht y el esperpento. «La taberna fantástica» (1966) denuncia el abandono social y la marginalidad en los arrabales de Madrid, mientras que «La sangre y la ceniza» aborda el proceso inquisitorial sufrido por Miguel Servet.

En su última etapa

Sastre reelaboró obras clásicas de la literatura española, como «La Tragicomedia fantástica de la gitana Celestina» (1978) y «El viaje infinito de Sancho Panza» (1984), introduciendo elementos mágicos y fantásticos en sus dramas protagonizados por héroes en decadencia.

La Renovación del Teatro

La renovación del teatro español alrededor de 1965 incorporó tendencias vanguardistas europeas y americanas, destacando Fernando Arrabal y su «teatro pánico», influenciado por el surrealismo y el esperpento de Valle-Inclán, con obras como «El cementerio de automóviles» y «Pic-nic». El surgimiento del Teatro Independiente a finales de los años 60 marcó una importante ruptura con el teatro convencional. Estas compañías, muchas de las cuales se consolidaron como profesionales, surgieron en teatros universitarios y estudiantiles, como Els Joglars, El Comediants y La Fura dels Baus en Cataluña. Se caracterizaban por su pensamiento político y social inconformista, la crítica al teatro comercial, la búsqueda de nuevas formas de expresión y la incorporación de elementos carnavalescos. Además, buscaban nuevos lugares de representación y promovían la participación activa del público.

Compañías más destacadas

  1. Els Joglars: Fundada en 1962, destacan por su enfoque en el lenguaje corporal y la crítica social, utilizando la ironía y la fabulación para abordar temas incómodos para el poder establecido.
  2. Els Comediants: Surgida en 1971, se distingue por su combinación de teatro con circo, música y diseño, participando en eventos de gran relevancia como los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
  3. La Fura dels Baus: Creada en 1979, se caracteriza por su teatro urbano y la utilización de diversos recursos escénicos, siendo reconocida por su interacción directa con el público.
  4. Tábano: Originaria de Madrid en 1968, se destacó por su obra «El juego de los dominantes» y su exploración de temas sociales como la propiedad y la familia.

Otros grupos notables incluyen TEM, Los Goliardos, TEI, y La Cuadra, entre otros. Estas compañías contribuyeron significativamente a la renovación del teatro español con sus propuestas escénicas innovadoras y su compromiso con la crítica social.

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