17 Sep
Evolución Demográfica en España: Un Recorrido Histórico
Concentración Poblacional Histórica
Hasta el siglo XX, la población y su crecimiento se centraban predominantemente en la costa. Durante el siglo XIX, la población creció significativamente en núcleos industriales costeros y en Madrid; las demás zonas lo hicieron en menor medida.
Entre 1900 y 1960, las costas se consolidaron como núcleos económicos, experimentando un notable crecimiento poblacional. En contraste, el centro peninsular quedó progresivamente despoblado, a excepción de las capitales de comunidad.
A partir de 1970, se observa una reducción de las tasas de natalidad y un aumento del envejecimiento poblacional. Este fenómeno provocó una disminución de la población en el interior y en las costas atlántica y cantábrica.
Actualmente, la población se concentra en las grandes ciudades, donde se registra el mayor crecimiento, junto con la costa mediterránea.
Factores Clave del Cambio Demográfico
Los indicadores demográficos reflejan el crecimiento o descenso de la población en una región. En este proceso influyen diversos factores:
- Económicos: Crisis económicas, calidad de la sanidad.
- Culturales: La voluntad de tener hijos, valores familiares.
- Técnicos: Disponibilidad y uso de anticonceptivos.
- Políticos: Legislación, ayudas a la familia.
Además, son determinantes la natalidad, la mortalidad y el crecimiento vegetativo (nacimientos – defunciones).
Las Tres Etapas de la Evolución Demográfica
Podemos diferenciar la evolución de la población en tres etapas principales:
Régimen Demográfico Antiguo
Caracterizado por tasas de natalidad y mortalidad muy altas. Al ser ambos valores tan parecidos, la población crecía muy lentamente y, ocasionalmente, se producían crisis de mortalidad provocadas por enfermedades, malnutrición o deficiencias higiénicas y sanitarias.
Transición Demográfica
Se caracteriza por la reducción de las tasas de mortalidad, seguida más tarde por la de natalidad. Este fenómeno es provocado por avances en medicina y por la menor necesidad de hijos en las familias urbanas, que ya no dependían del trabajo agrícola para su subsistencia.
En España, a excepción de periodos como la Gripe Española y la Guerra Civil, el aumento de la población se mantuvo desde mediados del siglo XIX, primero levemente y luego de forma más amplia, culminando en el baby boom de los años 60.
Régimen Demográfico Moderno
Las tasas de natalidad y mortalidad son muy bajas, incluso llegando a ser negativas debido a la escasa natalidad. Es característico de los países desarrollados y europeos. En este contexto, los inmigrantes extranjeros son clave para mantener e incluso aumentar las tasas de población.
Este modelo presenta el desafío de la baja natalidad, que provoca un grave envejecimiento poblacional.
La Natalidad: Tendencias y Factores Influyentes
La natalidad hace referencia al número de nacimientos. En el siglo XXI, las tasas de natalidad son muy bajas, influenciadas por diversos factores:
- Políticos: Legislación sobre el aborto, ayudas a la familia, integración de la mujer en el mundo laboral, servicios sanitarios.
- Demográficos: Tardía edad de formación de parejas, aumento de las rupturas matrimoniales.
- Socioeconómicos: La mujer en el mercado laboral, crisis económicas, búsqueda de bienestar y estabilidad personal.
- Socioculturales: Influencia de la religión, nivel educativo, uso de anticonceptivos.
Las Comunidades Autónomas (CC. AA.) presentan comportamientos diferentes. En las ciudades autónomas, la natalidad es mayor debido a la inmigración. En la península, a excepción de las capitales de comunidad, el crecimiento se centra en la zona sur peninsular y es muy bajo en el noroeste.
La Mortalidad: Dinámicas y Distribución Regional
La mortalidad se refiere al número de fallecimientos. Podemos ilustrar su funcionamiento con el «efecto yoyó»: la mortalidad disminuye cuando hay una alta natalidad; sin embargo, una vez que esa población envejece y fallece, la mortalidad aumenta, y posteriormente la natalidad puede volver a repuntar.
A pesar de este efecto, la mortalidad ha disminuido significativamente desde la segunda mitad del siglo XIX, gracias a los avances médicos, la mejora alimenticia y la generalizada mejora de las condiciones de vida. La población vive más, pero los fallecimientos pueden concentrarse en cohortes envejecidas, lo que provoca repuntes de mortalidad en momentos concretos.
Las regiones con mayor tasa de mortalidad son aquellas más envejecidas y con menor emigración, como el centro y norte peninsular (a excepción de Madrid). Por el contrario, las zonas costeras, al ser núcleos de inmigración, suelen presentar una mortalidad más baja.
Migraciones Internas: El Éxodo Rural y sus Consecuencias
Desde finales del siglo XIX, se produjo un desplazamiento masivo de la población rural hacia las ciudades, conocido como éxodo rural. Este fenómeno fue impulsado por la superpoblación del campo y la creciente oferta de trabajo en las urbes.
Principales Destinos del Éxodo Rural
- Zonas industriales: Especialmente en Euskadi y Cataluña, que se convirtieron en importantes centros económicos.
- Zonas mineras: Como Asturias y Sierra Morena.
- Capitales de provincia: Dada su importancia administrativa.
- Zonas turísticas: Sobre todo en el Mediterráneo y Canarias.
El desarrollismo de los años 60 y 70 supuso un gran reequilibrio poblacional, provocando un crecimiento demográfico y la emigración de gran parte de la población del centro peninsular hacia las grandes ciudades.
A partir de los años 70 y 80, se produjo un ralentizamiento del éxodo rural y un cambio en el destino de estas migraciones. Además, ciudades como Barcelona, Vizcaya y Guipúzcoa comenzaron a ser, a su vez, origen de emigrantes.
Efectos del Éxodo Rural
- En las zonas de salida: Despoblamiento, envejecimiento, pérdida de servicios, riqueza y cultura.
- En las zonas de llegada: Rejuvenecimiento poblacional, mayor disponibilidad de mano de obra y una creciente necesidad de servicios.
Migraciones Externas: Emigración e Inmigración en España
Más de un millón de españoles viven fuera de España. A pesar de que se han producido retornos, los mayores países receptores históricamente han sido Francia, Argentina y Venezuela.
La Inmigración en España
A España llegan numerosos inmigrantes, lo que supone un cambio significativo en el patrón demográfico del país. Además, este flujo migratorio genera importantes transformaciones socioeconómicas y culturales, contribuyendo a las altas tasas de crecimiento real de la población.
Es importante tener en cuenta la inmigración irregular, cuyos datos no siempre se reflejan en las estadísticas oficiales.
La inmigración en España comenzó a intensificarse a mediados de los años 90, coincidiendo con un periodo de auge económico. La población inmigrante presenta un equilibrio entre hombres y mujeres.
La mayoría de los inmigrantes se dirigen a comunidades como Madrid, Cataluña, Valencia y Andalucía. El origen de la inmigración es mayoritariamente europeo, magrebí y chino.
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