12 Mar
Basándonos en el texto de Carbonell, J., vamos a redactar la importancia de estos tres puntos dentro de la educación: el derecho a la educación, la justicia social y la igualdad de oportunidades.
El Derecho a la Educación: Un Pilar Fundamental
En primer lugar, nos centraremos en el derecho a la educación, siendo este un elemento fundamental dentro del servicio educativo. La educación es la mejor inversión, no solo para acceder al mercado laboral y conseguir una estabilidad económica, sino para poder participar en la sociedad. Además, para conseguir realizarse como persona, comprender en qué mundo vivimos y ser capaz de tomar tus propias decisiones.
Para Piaget, el derecho a la educación es: el derecho que tiene el individuo a realizarse como persona en función de las posibilidades de las que dispone, y la obligación de la sociedad de transformar esas posibilidades en realizaciones útiles. De ahí la importancia de garantizar este bien público.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce este derecho en su artículo 26: «Toda persona tiene derecho a la educación». Este derecho es un medio para poder conseguir tanto la igualdad de oportunidades como la equidad y la cohesión social.
Tanto los países democráticos como los que no lo son reconocen este derecho en sus constituciones. De hecho, en las últimas décadas se ha ampliado en un doble sentido: extendiéndolo a una mayor población y aumentando los años de escolaridad. Ya que nos encontramos en la era de la información, el nivel de formación de los ciudadanos ha aumentado considerablemente.
Actualmente, el capital cultural mínimo corresponde con la educación secundaria básica. Sin esta enseñanza, nuestras posibilidades en el mundo laboral quedan muy reducidas. Si queremos acceder a puestos más cualificados, se requiere un nivel de bachiller o título universitario, lo que supone un aumento del nivel de ingresos y, por consiguiente, la calidad de vida y la categoría social.
Es cierto que no todos tienen garantizado un puesto de trabajo dentro de su profesión, y se tienen que conformar con otras ocupaciones. Pero también es verdad que a mayor nivel de estudios, más puertas abiertas puedes encontrar, mientras que los que no los tienen se les cierran casi todas. Se convierten en personas que deben vivir con angustia el paro, la inestabilidad y la falta de expectativas laborales. Es aquí un claro ejemplo donde podemos comprobar que el derecho a la educación es un elemento fundamental en la vida de cualquier persona.
Factores que Influyen en la Calidad del Derecho a la Educación
Podemos encontrar varios factores que diferencian la calidad de este derecho dependiendo del país del que estemos hablando. Por ejemplo:
- Años de escolarización: Varían en los países desarrollados y en vías de desarrollo. Se calcula que la esperanza de escolarización infantil actual en España alcance el 17% e iguale prácticamente la media europea.
- Horas de clase: En algunos lugares, el horario no alcanza las 5 o 6 horas lectivas por falta de escuelas y profesores.
- Gasto por alumno: Varía en función de las prestaciones y la calidad del servicio que recibe (hay gastos muy caros y, por el contrario, otros muy baratos).
- Movimientos migratorios: Tanto externos como internos, que aumentan o disminuyen la demanda escolar. Podemos ejemplificar esta situación con España, ya que es un importante foco de recepción de inmigración, por ello el servicio educativo se ha visto desbordado. Para paliar este problema, se han incrementado las construcciones escolares y la habilitación de barracones.
Como hemos dicho, estos movimientos del campo a la ciudad, la expulsión de población del núcleo urbano u otros tipos de desplazamientos han dado lugar a numerosos problemas en las previsiones de escolarización, la cual no podemos considerar homogénea.
Aun siendo el derecho a la educación un elemento de gran importancia en el desarrollo de las personas, podemos afirmar que no se cumple en numerosos países en vías de desarrollo, sobre todo en África Subsahariana y en la India. Esto se debe a diferentes causas: trabajo infantil, explotación laboral, discriminación de la mujer, prostitución infantil, etc. De nuevo, podemos comprobar que no todo el mundo puede tener al alcance este derecho, el derecho a la educación.
Igualdad de Oportunidades: Un Complemento Esencial
Asimismo, nos dispondremos a hablar sobre otro elemento que tiene un gran peso en cuanto a la educación y que, de alguna manera, está relacionado con el derecho a la educación. Se trata de la igualdad de oportunidades.
El derecho a la educación no es lo mismo que la igualdad de oportunidades. El derecho a la educación no tiene la misma calidad ni significa lo mismo para toda la población, porque los recursos no se distribuyen de forma equitativa y porque algunas ofertas escolares son selectivas e incluso excluyentes. Por eso se habla de justicia social de oportunidades y de justicia distributiva, donde la cantidad de escolarización se asocia también a la calidad.
La escolarización es una condición necesaria pero no suficiente para el cumplimiento del derecho a la educación. Lo cierto es que en muchos lugares los datos apuntan a un aumento de las desigualdades sociales y a un freno de la extensión de las oportunidades educativas.
Este no es el caso de España u otros países, ya que han superado el déficit escolar con nota en las últimas décadas. Pero sí es el caso de países como EE. UU., que registra el índice más alto de extrema pobreza; o Francia, donde la movilidad social se ha detenido para los sectores más pobres, y donde la juventud inmigrante se ve frustrada de cara a su futuro profesional.
En conclusión, la escuela se encuentra ante la imposibilidad de favorecer la inclusión educativa y social.
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