16 Jun

Platón

Contexto histórico


En el siglo VII a.C. Atenas se convirtió en una democracia en la que todos los ciudadanos eran iguales (solamente los hombres). Esta democracia fue derrotada en las guerras del Peloponeso en el año 404 a.C. (durante la juventud de Platón) por los espartanos, quienes impusieron un régimen no democrático: el régimen de los 30 tiranos. Un año más tarde, la democracia volvíó a ser instaurada en Atenas pero esta condenó a muerte a su maestro Sócrates. Este hecho llevó a Platón a dejar de preocuparse por los asuntos públicos y empezar a reflexionar sobre cuestiones más teóricas.
Platón creía en la dialéctica o arte del diálogo como el método para alcanzar el conocimiento (dos posiciones contrarias se debaten hasta que legan a un acuerdo que satisface a ambas). A raíz de la muerte de su maestro, Platón empezó a emprender diversos viajes que le permitieron conocer otras culturas e intentó dejar constancia de la filosofía de su maestro por medio de varias de sus obras.
En su primer viaje a Sicilia, Platón coincidíó con la comunidad pitagórica de Tarento de los cuales heredó las ideas de la inmortalidad del alma, la naturaleza matemática de las cosas y la concepción comunitaria del modo de vida filosófico. Además, estos le mostraron que un conocimiento sólido era posible. Platón fundó en Atenas su propia escuela filosófica llamada La Academia, la cual estaba inspirada en las comunidades pitagóricas y en la que se estudiaron gran diversidad de materias siendo siempre la filosofía su ámbito central.

Contexto filosófico:


En el siglo VI a.C. Surgíó en la Hélade la primera cuna de la filosofía: la escuela de Milteto. Tales, junto con sus dos discípulos Anaximandro y AnaxíMenes protagonizaron el cambio del mito al logos al intentar dar una explicación lógica y racional a la realidad.
Pensaban que bajo todo lo que se capta con los sentidos, bajo el mundo cambiante de apariencias naturales, existe una realidad fija y básica, un principio al que llamaron arkhé. Para Tales, el arkhé era el agua y para Anaximandro, se relacionaba con el aire.
Tras esto, surgíó la segunda cuna: los pitagóricos. Pitágoras, fundó un movimiento que defendía la inmortalidad del alma y buscaba su purificación. Mientras que los pensadores de la escuela de Mileto buscaban el principio material de todo lo emergente, Pitágoras la estructura del cosmos.
Los pitagóricos consideraron que todos los objetos pueden reducirse a figuras geométricas y a expresiones numéricas y, por tanto, la estructura del cosmos es materia.
Contemporáneos a estos movimientos, Heráclito y Parménides fundaron dos visiones del mundo arquetípicas.


Sócrates (470-399 a.C.) fue el maestro de Platón. Para Plató, Sócrates era un crítico y polemizador y aunque fue coetáneo de los sofistas, se diferenció claramente de ellos. Sócrates coincidía con ellos en su preocupación por la educación de los jóvenes y por alcanzar la excelencia o areté. Sin embargo, para Sócrates la excelencia consistía en el conocimiento y decía de los sofistas que querían enseñar a pesar de no saber nada. Sócrates afirmó “solo sé que no sé nada”, sin embargo, no negaba la posibilidad del acceso al conocimiento sino que quería decir que solo quien se reconoce ignorante tiene la posibilidad de iniciar un camino racional hacia el conocimiento. Sócrates utilizó su método (el método socrático) para, mediante el diálogo y gracias a la ironía y la contradicción, llegar al reconocimiento por parte de su interlocutor de su propia ignorancia. Gracias a este método, este filósofo hacía preguntas a su interlocutor a las cuales este respondía sin temor pero, conforme respondían a las preguntas de Sócrates, iban llegando a contradecirse a sí mismos y por tanto quedaban desacreditados. Esta herramienta servía para hacer a las personas conscientes de su propia ignorancia y, una vez se aceptaba, servía para alcanzar el conocimiento. Se transformaba en mayéÚtica (arte de ayudar al interlocutor a buscar, por si mismo, la verdad en su propio interior). Sócrates ayudaba a nacer a las ideas. Para Sócrates, la razón es un instrumento que nos permite distinguir entre lo que es bueno y lo que no lo es y piensa que el verdadero bien de las personas nunca entra en conflicto. Por lo tanto, es la conciencia moral y no la opinión pública la que tiene la última palabra de la moralidad.

Intelectualismo moral: Considera el conocimiento como base de la moral y que si se obra mal es por ignorancia. Platón defendía esta postura.

Voluntarismo moral: Postura contraria al intelectualismo moral. Considera que lo que la voluntad quiere es el mal.


La teoría de las ideas:


Mediante esta teoría, Platón dice que en caso de observar el mundo que nos rodea, vemos temporalidad y cambio. Sin embargo, si miramos el mundo con los ojos de la mente, somos capaces de captar ideas. Ejemplo de la pera conferencia y la pera limonera. Platón defiende la existencia de dos mundos: el mundo de las ideas y el mundo de las cosas.

Las ideas son universales, eternas, inteligibles e inmutables, mientras que las cosas son particulares, fugaces, mutables y sensibles. Matices de esta teoría:

-La vertiente lógica identifica las ideas con los conceptos generales. Puedo coger un montón de flores, sin embargo, el concepto de flor es único y posee un significado más universal.

-La vertiente metafísica afirma la existencia de una flor ideal, perfecta e inmutable. Todo lo que vemos no es más que una copia de una idea.

Esta teoría defiende la existencia de distintos niveles de realidad. Para Platón, hay cosas más reales que otras, por ejemplo, una sombra es menos real que aquello que la proyecta y una lagartija es menos real que el sol que la calienta. 

Podemos construir un mapa jerárquico de todas las ideas (de más real a menos real): Ideas de bien y belleza /ideas de la justicia, la valentía y el orden /conceptos matemáticos /ideas de cosas naturales.

Platón piensa en el bien, la belleza y la verdad o conocimiento como las mismas ideas y las identifica con el sol.

Ante la pregunta de cuál es la relación entre una idea y su correspondiente cosa, Platón responde diciendo que, por un lado, la flor es bella porque participa de la idea de belleza y por otro, la idea es un modelo de una cosa particular o copia.

El conocimiento: acceso a las ideas


Platón utiliza el mito de la caverna para retratar la conflictiva situación humana. El camino a la salida de la caverna representa el proceso de conocimiento. El conocimiento se entiende como un proceso de aproximación al mundo de las ideas. Platón explica los diferentes niveles de conocimiento: La realidad se puede dividir en dos mundos que a su vez se dividen en dos, el mundo visible (imágenes y animales y cosas) y el mundo de las ideas (objetos matemáticos e ideas).

A las cuatro clases de objetos resultantes, Platón les atribuye una vía de conocimiento diferente y divide los conocimientos en dos tipos.


El primero es la opinión (doxa) que no es un conocimiento verdadero y solo se da dentro de la caverna. Según Platón, solo podemos conocer lo que es constante y, como el mundo es cambiante, la experiencia o sensibilidad no constituye un auténtico conocimiento, solo creencia.

-A las imágenes les atribuye la imaginación ya que son sombras de las cosas.

-A las cosas les atribuye la creencia ya que son copias de la verdadera realidad.

El segundo es el conocimiento o ciencia (episteme) que es el auténtico saber y representa la salida de la caverna. Como las ideas son universales, se convierten también en fuente de conocimiento universal. Solo los más sabios alcanzan este tipo de conocimiento.

-A los objetos matemáticos les atribuye la razón discursiva.

-A las ideas les atribuye la inteligencia pura o razón intuitiva.

Si las ideas, a diferencia de la cosas, son universales, perfectas y eternas ¿cómo llega el ser humano a estas ideas tan diferentes y alejadas de las cosas?

La respuesta de Platón es que desde siempre, albergamos en nuestra alma señales de esas ideas en estado latente por lo tanto, lo único que debemos hacer es despertar y hacer que emerjan en nosotros.

Aprender o conocer consiste en recordar las ideas. Esta es la reminiscencia (conocer es recordar).

Platón adopta una posición muy optimista respecto a las posibilidades humanas de alcanzar el conocimiento ya que piensa que todos podemos lograrlo. Para esto pone como ejemplo a un esclavo quien es capaz de resolver problemas geométricos simples sin tener ningún tipo de conocimiento ni formación en geometría.

El piensa que el ser humano es un alma que vivía en el mundo de las ideas y que por actos cometidos en ese mundo, se ve obligado a nacer y a estar atado a un cuerpo. De esta forma, la vida consiste en recordar lo que sabíamos del mundo de las ideas.


Antropología platónica:


Platón utiliza el mito del carro alado para dar su visión del ser humano. Este se caracteriza por tener un marcado dualismo respecto a la concepción del ser humano. Si en la realidad hablamos de ideas y cosas, en el ser humano hablamos de alma y cuerpo.

El mito del carro alado compara el alma del ser humano con un carro alado formado por dos caballos con alas y un auriga. Uno de los caballos es blanco y representa las tendencias positivas del ser humano como el coraje o el valor. Estas constituyen la parte irascible del alma (ánimo) localizada en el pecho. El otro caballo es negro y representa las tendencias negativas del hombre como la sexualidad. Esta es la parte concupiscible (apetito) localizada en el vientre. Por último, el auriga representa la parte racional del ser humano (razón) localizada en la cabeza.

Para que el carro consiga volar y lograr ver el mundo de las ideas, es necesario que el auriga domine a los caballos. 

Platón identifica cada una de las partes del alma con tres virtudes: la sabiduría, la fortaleza y la templanza.

Según Platón, si cada parte del alma hace lo que debe, habrá una armónía y un equilibrio en esta. Platón identifica ese equilibrio con la justicia por lo que, para él, un ser humano justo es un ser humano virtuoso.

Platón tiene una concepción dualista del ser humano. Identifica el cuerpo pon el mundo de las cosas y lo infravalora enormemente y, por el contrario, identifica al alma con el mundo de las ideas y dice que tiene un carácter inmortal.

Platón piensa que el ser humano es fundamentalmente, su alma y que su uníón con un cuerpo es accidental.


El Estado utópico:


En su diálogo La República, Platón describe la sociedad ideal la cual, a pesar de ser inalcanzable, debe ser perseguida si se quiere lograr la justicia de una sociedad y la felicidad de sus miembros.

Platón parte de la premisa de que el ser humano no es autosuficiente y necesita de la vida en sociedad. Además, describe tres clases sociales: los trabajadores, los militares y los gobernantes. Para él, los individuos no son iguales, pero esa desigualdad se basa en criterios naturales como la aptitud física o la intelectual. 

Estas tres clases sociales se corresponden con las tres partes del alma y la parte del alma predominante en una persona es aquello que dicta a que clase social pertenece.

La justicia, máxima virtud, depende de que los gobernantes actúen sabiamente y de que los gobernados se dejen conducir por los primeros.

Para Platón, la educación es muy importante para fomentar una sociedad mejor.

El filósofo propone un modelo de selección de los mejores en el que determinará la clase social a la que pertenece cada uno. Como base, todo el mundo debe estudiar la lectura, la música (que son todas las artes y ayudarán al estudiante a aprender a valorar lo excelente) y la gimnasia. Si a alguno no le apetece seguir estudiando, predominará en él la alma concupiscible y pertenecerá a la clase de los trabajadores. 

Los que continúen estudiando, aprenderán matemáticas y astronomía. Quienes llegan a este punto son los guardianes y llegados a este punto, solamente quedarán los gobernantes quienes son los más sabios.

Platón piensa que los gobernantes deben valerse de los militares para controlar al pueblo y buscar lo mejor para el bien común y para la sociedad. Por lo tanto, defiende un estado aristocrático (el poder de los mejores).

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