28 Oct

Sofistas y Sócrates: El Debate sobre la Verdad y la Virtud

Los sofistas eran maestros que enseñaban oratoria y retórica a cambio de dinero. Su meta era preparar a los ciudadanos para triunfar en la vida pública, enseñándoles a convencer más que a buscar la verdad. Defendían una postura relativista y escéptica: no existe una verdad universal, sino que “el hombre es la medida de todas las cosas” (Protágoras). Las leyes y normas (nomos) son convenciones humanas, no leyes divinas ni naturales, y por tanto pueden cambiar. Usaban el lenguaje como un instrumento de poder.

Por el contrario, Sócrates buscaba la verdad y la virtud, no el éxito. No cobraba por enseñar y pensaba que el objetivo de la filosofía era formar almas buenas y justas. Su método era el diálogo, dividido en dos partes: la ironía, para descubrir la ignorancia del interlocutor, y la mayéutica, para ayudarle a descubrir por sí mismo la verdad.

Defendía el intelectualismo moral: quien conoce el bien actúa bien; el mal proviene de la ignorancia.

Frente al relativismo sofista, Sócrates creía en valores universales y en la razón como camino hacia la sabiduría.

Los sofistas pensaban que no existe una verdad absoluta, sino muchas verdades según la opinión de cada persona o situación. En cambio, Sócrates creía que sí existe una verdad universal, que puede descubrirse mediante la razón y el diálogo.

En resumen, los sofistas enseñaban a parecer sabio, y Sócrates enseñaba a serlo. Los primeros usaban la palabra para persuadir, el segundo para buscar la verdad.

El Nacimiento de la Razón: Del Mito al Logos

Antes de la filosofía, los pueblos explicaban el mundo mediante mitos, relatos imaginarios que recurrían a dioses y fuerzas sobrenaturales.

El mito se basaba en la fe, la tradición y la autoridad, y no podía demostrarse ni modificarse. Era una forma de pensamiento cerrada e irracional, donde causa y efecto pertenecían a planos distintos (lo humano y lo divino).

En el siglo VI a.C., los griegos comenzaron a sustituir esas creencias por explicaciones basadas en la razón: nació el logos.

El logos significa “palabra” o “razón” y representa una forma de pensamiento racional y demostrable, que busca causas naturales, usa la observación y el diálogo, y se abre al progreso del conocimiento.

Mientras el mito decía, por ejemplo, que Zeus lanza los rayos, el logos explica que el rayo es una descarga eléctrica.

El paso del mito al logos marcó el nacimiento de la filosofía y la ciencia, el inicio del pensamiento crítico y la libertad de pensamiento.

En resumen: el mito explica con la imaginación; el logos, con la razón.

Los Filósofos Presocráticos: La Búsqueda del Arjé

Tales de Mileto

  • Arjé: El agua.
  • Todo procede del agua y en ella se encuentra el principio de la vida.
  • Consideraba que el agua podía transformarse en diferentes estados (sólido, líquido y gaseoso), por lo que era el origen de todo.

Anaximandro

  • Arjé: El ápeiron (lo indefinido, lo ilimitado).
  • No puede ser una sustancia concreta (como el agua o el aire), porque de ella surgen todas las demás.
  • Es eterno, inmortal y en constante movimiento.

Anaxímenes

  • Arjé: El aire (pneuma).
  • El aire se transforma por rarefacción (fuego) y condensación (agua, tierra, piedra).
  • El aire también simboliza el alma que da vida al cuerpo.

Pitágoras de Samos y Teano de Crotona

  • Arjé: El número y las relaciones matemáticas.
  • La realidad es orden, armonía y proporción.
  • Todo en el universo, desde la música hasta el movimiento de los astros, puede expresarse mediante números.
  • Defienden una visión dualista del mundo basada en pares de opuestos: limitado/ilimitado, luz/oscuridad, bueno/malo.
  • Practicaban una vida comunitaria y espiritual orientada a la purificación del alma mediante el estudio, la música y la abstinencia.
  • Teano de Crotona, discípula y esposa de Pitágoras, estudió la proporción áurea, símbolo de belleza y equilibrio.

Heráclito de Éfeso

  • Arjé: El fuego, símbolo del cambio y la transformación.
  • Todo está en constante movimiento (panta rei = todo fluye).
  • El cambio no es caótico, sino que sigue una ley universal o logos que ordena el cosmos.
  • La realidad está formada por la lucha de contrarios (día/noche, vida/muerte), cuya tensión genera equilibrio.
  • La sabiduría consiste en comprender esa armonía de los opuestos.

Parménides de Elea

  • Arjé: El Ser.
  • El Ser es uno, eterno, inmutable e indivisible.
  • El cambio, el movimiento y la multiplicidad son ilusiones de los sentidos.
  • Solo la razón puede conducirnos a la verdad; los sentidos engañan.
  • Esta concepción introduce una visión racional y metafísica del mundo, que influirá en Platón y Aristóteles.

Zenón de Elea

  • Discípulo de Parménides.
  • Intentó demostrar, mediante paradojas, que el movimiento y la multiplicidad no existen realmente.
  • Ejemplo: la paradoja de Aquiles y la tortuga, donde Aquiles nunca alcanza a la tortuga porque siempre queda una distancia por recorrer.
  • Sus razonamientos buscaban defender la unidad e inmovilidad del Ser.

Jenófanes de Colofón

  • Critica la religión antropomórfica de Homero y Hesíodo.
  • Afirmaba que los hombres crean dioses a su imagen (si los bueyes pudieran dibujar, sus dioses serían bueyes).
  • Defiende un Dios único, inmóvil y eterno, que gobierna el universo con la mente.
  • Su pensamiento anticipa ideas de panteísmo y monoteísmo racional.

Los Pluralistas: Múltiples Principios

Empédocles de Agrigento

  • Principios básicos o “raíces”: Tierra, agua, aire y fuego.
  • El ciclo del universo depende del dominio alterno de estas dos fuerzas.
  • Su teoría combina elementos materiales y fuerzas dinámicas para explicar el cambio.

Anaxágoras de Clazomene

  • Todo está compuesto por semillas u homeomerías, diminutas partículas que contienen todas las sustancias.
  • El universo era una masa inmóvil hasta que una fuerza la puso en movimiento: el Nous (la Mente o Inteligencia cósmica).
  • El Nous es un principio inmaterial e inteligente que organiza el cosmos con orden y propósito.
  • Su pensamiento introduce por primera vez una causa racional y espiritual en la filosofía natural.

Leucipo y Demócrito (Atomistas)

  • Arjé: Los átomos (partículas eternas, indivisibles e invisibles) y el vacío.
  • Los átomos se mueven libremente y chocan al azar, formando todos los seres.
  • Existen infinitos mundos nacidos del movimiento y combinación de los átomos.
  • Rechazan la intervención divina: todo ocurre por necesidad y azar, según leyes materiales.

Su pensamiento anticipa la visión científica moderna de la materia.

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