14 Sep
1. La Geografía de la Población y su Estudio
1.1. Definición y Alcance
La geografía de la población se enfoca en las interrelaciones entre los territorios y las variaciones espaciales de los fenómenos demográficos, abarcando la distribución, composición, crecimiento y migración de las poblaciones. Es importante notar que el estudio de la población puede generar diversas interpretaciones y debates. Por ejemplo, el aumento de la esperanza de vida, si bien es un dato objetivo, puede ser percibido por algunos como un desafío económico y social, mientras que otros lo ven como un signo de progreso y bienestar.
1.2. Población y Territorio de Referencia
Para analizar la distribución de la población, se consideran dos conceptos fundamentales:
- Población: Un conjunto de seres humanos que residen en un territorio específico, delimitado por criterios de pertenencia y en un momento temporal determinado.
- Territorio de Referencia: Comúnmente se utilizan entidades administrativas como Estados, provincias y municipios, dado que los datos demográficos provienen de censos y registros civiles gestionados por estas instituciones.
1.3. Fuentes Demográficas Clave
Históricamente, en España durante la Edad Moderna, los recuentos de población eran aproximados y se basaban en los ‘fuegos’ o ‘fogajes’, principalmente para fines fiscales y militares. A partir del siglo XVIII, se iniciaron cálculos demográficos más detallados (edad, sexo, estado civil) y con mayor regularidad.
Las fuentes demográficas más relevantes incluyen:
- El Censo: Es un recuento exhaustivo de la población de un país en un momento específico. Proporciona información sobre el volumen poblacional, su composición por sexo y edad, estado civil, tamaño familiar, nivel de estudios, profesión y renta. En España, los censos adquirieron fiabilidad a mediados del siglo XIX y se elaboraron regularmente en años terminados en cero hasta 1981, año a partir del cual se realizan en años terminados en uno.
- El Padrón Municipal: Un registro de ámbito local que documenta nacimientos, defunciones y cambios de residencia a nivel municipal. Gracias a la informatización, el padrón se mantiene constantemente actualizado.
- El Registro Civil: Registra nacimientos, matrimonios y defunciones. El Instituto Nacional de Estadística utiliza estos datos para elaborar las estadísticas del movimiento natural de la población.
1.4. Proyecciones de Población
La demografía no solo examina el pasado y el presente, sino que también proyecta el futuro de la población. El urbanismo, la ordenación del territorio (planificación del crecimiento urbano), la construcción de infraestructuras (escuelas, residencias, hospitales), y la industria y el comercio se benefician enormemente de conocer las tendencias futuras de la población y sus características.
Una proyección de población es una simulación estadística. Al aplicar hipótesis específicas sobre fecundidad, mortalidad y migraciones (y, opcionalmente, actividad económica y distribución territorial) a la población actual, se obtiene una estimación de la población futura. El éxito de estas proyecciones depende de la precisión de las hipótesis planteadas, las cuales pueden verse alteradas por eventos imprevistos como catástrofes naturales, crisis económicas o conflictos bélicos.
2. Evolución de los Regímenes Demográficos
2.1. El Régimen Demográfico Antiguo (Fase I)
Esta prolongada fase de estabilidad demográfica se extendió desde el Neolítico hasta finales del siglo XVIII en Gran Bretaña y hasta principios del siglo XX en España. Sus características principales son:
- Elevada Natalidad: Respondía a una fecundidad media de aproximadamente cinco hijos por mujer. Esta alta tasa era necesaria para compensar la elevada mortalidad infantil, que afectaba gravemente durante el primer año de vida y continuaba siendo alta hasta los siete años. La esperanza de vida en España, entre 1880 y 1890, rondaba los 35 años, debido a las duras condiciones de vida, la falta de higiene y los escasos recursos médicos.
- Alta Mortalidad: Causada por epidemias, malas cosechas, guerras y desastres naturales. La Peste Negra en 1348, por ejemplo, diezmó la población de las áreas afectadas. En estas condiciones, el crecimiento poblacional era mínimo, de ahí la denominación de ‘estabilidad demográfica’. En la España rural, esta fase se prolongó considerablemente, aunque con variaciones regionales. El censo de 1881 muestra tasas de natalidad y mortalidad muy altas en la España interior, y más moderadas en el sur, levante y País Vasco.
2.2. El Crecimiento Demográfico (Fase II)
Esta fase se desarrolló entre 1780 y 1880 en Gran Bretaña y aproximadamente entre 1920 y 1980 en España. Se caracteriza por:
- Natalidad Alta y Mortalidad Descendente: La natalidad se mantuvo elevada, mientras que la mortalidad comenzó a disminuir significativamente, resultando en un notable crecimiento demográfico. Las mejoras en la alimentación y la higiene fueron los principales factores de esta reducción. En Gran Bretaña, los avances agrícolas a finales del siglo XVIII y principios del XIX erradicaron las hambrunas catastróficas mediante la introducción de nuevos cultivos y técnicas más eficientes. La mejora de la higiene urbana, con la difusión del uso del jabón y la recogida de basuras, también contribuyó a mitigar las epidemias.
2.3. El Ajuste Demográfico (Fase III)
Esta fase se vivió en Gran Bretaña entre finales del siglo XIX y la década de 1940, y en España mucho más tarde, a principios de la década de 1980.
- Descenso de la Natalidad: La mortalidad continuó descendiendo gracias a los avances en higiene y medicina (como las vacunas). Sin embargo, la tendencia más destacada fue la disminución de las tasas de natalidad, que se acercaron a las tasas de mortalidad en la década de 1990, marcando el fin del ciclo de crecimiento demográfico de la fase anterior.
Las causas de la reducción de la natalidad en España, al igual que ocurrió previamente en Gran Bretaña, fueron:
- Económicas: El control de la fertilidad se acentuó cuando los hijos dejaron de ser un soporte económico y una garantía para la vejez de los padres. El descenso de la natalidad coincidió con la escolarización obligatoria, la prohibición del trabajo infantil y el establecimiento de pensiones de jubilación.
- Sociales: La baja mortalidad infantil, el aumento del consumo, la incorporación de la mujer al mercado laboral y la transición de la familia rural extensa a la familia nuclear en pareja fueron factores clave que impulsaron la planificación familiar y el descenso de la natalidad.
2.4. El Nuevo Régimen Demográfico (Fase IV)
Europa y España se caracterizan actualmente por tasas de natalidad y mortalidad muy bajas, resultando en un crecimiento poblacional casi nulo o incluso negativo. Paralelamente, los avances médicos han elevado la esperanza de vida a unos 83 años.
Esta cuarta fase, iniciada en España a finales de la década de 1990, experimentó una interrupción en los primeros años del siglo XXI debido a un repunte de la natalidad, en gran medida asociado a la inmigración extranjera.
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