08 Sep

1. Literatura del Siglo XVIII: ensayo y teatro

En el siglo XVII se extiende por toda Europa la Ilustración, surgíó en Francia. Trata sobre un movimiento ideológico y cultura cuyo principio fundamental es la defensa de la razón como fuente del conocimiento. De espíritu reformista y crítico que se caracteriza así mismo, como racionalista, reformista, idealista y por último el didacta. A España la ilustración llegó más tarde, destacaron los monarcas Carlos III y Carlos IV, que seguían el lema del despotismo ilustrado “todo para el pueblo pero sin el pueblo”.

En cuanto a la literatura, se distinguen las siguientes tendencias artísticas y literarias en el Siglo XVIII: la primera, abarca el periodo del Barroco, y es el llamado posbarroquismo. La segunda, es el Neoclasicismo, que implicó el desarrollo de la literatura imaginativa y la composición de obras literarias. Y por último, la tercera, el Prerromanticismo. En este momento aparecieron dos géneros literarios, que son el ensayo y el teatro.

El ensayo se clasifica como el espíritu enciclopedista, que fue recogida por los ilustrados españoles. Esta literatura tuvo intención didáctica aunque después se convirtió en una crítica a la sociedad. Los autores que más destacaron en este género son Feijoo, Jovellanos y Cadalso Vázquez (“Cartas Marruecas”).

Y el teatro, que durante la primera mitad del siglo siguió las formas del siglo anterior, pero en la segunda mitad cambiaron las tendencias teatrales, se ajustaron al teatro clásico francés con su autor cumbre Molíère. En este teatro sobresale la intención didáctica y el cumplimiento de las tres reglas (acción, lugar y teatro). Los autores de este género son Nícolás Fernández de Moratín (“El sí de las niñas”) y Vicente García de la Huerta.


2. Romanticismo literario del Siglo XIX

El Romanticismo es un movimiento carácterístico de la primera mitad del Siglo XIX en Europa. Éste es producto de una profunda crisis social en la que se protesta contra la supremacía burguesa. Sus carácterísticas generales son: el rechazo de la realidad, el análisis a la intimidad, la importancia de los paisajes y ambientes, la reivindicación de elementos populares y por último, la técnica y la estructura que presenta libertad creativa.

A España llegó el Romanticismo mucho mas tarde, de mano de los poetas exiliados, que regresaron al país tras la muerte de Felipe VII. En el léxico abundan las referencias al sentimiento, las imágenes reflejan mundos exóticos y paisajes crepusculares en concordancia con los sentimientos, la métrica es más libre y dinámica y el tema principal es el amor, la muerte y los temas sociales y políticos.

Entre los principales autores se encuentran Espronceda con “El estudiante de Salamanca”, también destaca su poema “El diablo mundo”, otro autor destacado es Bécquer con “Las Rimas”, y por último, Rosalía de Castro con “En las orillas del Sar”.

En la narrativa ROMántica se distinguen tres géneros: la novela histórica que se centra en los hechos pasados, donde destacaron Espronceda y Larra; La novela costumbrista, que muestra la perfección de la sociedad de la época de manera crítica, donde destacan Mesonero Romanos y Estébanez Calderón; y La prensa, donde destacó Larra, aunque dentro de este género surgieron otros géneros mas, como son Los artículos de costumbres, las críticas literarias y los artículos políticos.

Finalmente, el teatro ROMántico, que se vio retrasado en España por la supervivencia del teatro neoclásico. El teatro experimental una notable transformación representándose en teatros más agradables y bien distribuidos, en donde representan obras que rompen las reglas preestablecida. Este teatro compagina la tragedia y la comedia. Algunas obras que destacan son: “La conjuración de Venecia” de Martínez de la Rosa, “Don Álvaro o la fuerza del destino” de Saavedra y “Don Juan Tenorio” de Zorrilla.


3. La novela realista y naturalista del Siglo XIX

El Realismo surgíó en la segunda mitad del Siglo XIX, como reacción contra la estética ROMántica, oponiéndose al abuso de la subjetividad. Todo ello desembocó en la corriente conocida como Naturalismo, que es el reflejo extremo del Realismo, trata explicar la influencia que tiene la cultura y la sociedad en la corrupción del ser humano. Esta tendencia llegó a España a finales de este siglo con Emilia Pardo Bazán.

El Realismo es un movimiento literario narrativo donde destacan la novela y el cuento, las principales carácterísticas del Realismo son: la observación objetiva y meticulosa, la ambientación, el planteamiento de tesis, el análisis psicológico de los personajes, la presencia constante del narrador omnisciente y por último el estilo que suele ser natural.

Entre los autores más destacados está Benito Pérez Galdós, cuyas obras son: “Doña Perfecta”, “Fortunata y Jacinta” y “Misericordia”. Otros autores son Leopoldo Alas Clarín con “La Regenta”, Pedro Antonio de Alarcón, Juan Valera con “Pepita Jiménez”, entre otros.


4. El Modernismo y la Generación del 98

A finales del Siglo XIX y principios del XX, España estaba sufriendo el desastre del 98 por la guerra de Marruecos, la crisis económica de los años 20, la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República y la Guerra Civil, fueron acontecimientos que se reflejaron en la cultura y en la literatura.

A finales del Siglo XIX, aparecíó el Modernismo, se difundíó por Rubén Darío con “Prosas profanas”. El Modernismo es un movimiento poética que se dio tanto en la novela como en el teatro. La poesía de Rubén Darío se inspiró en la poesía ROMántica y en el Parnasianismo y el Simbolismo.

Entre los temas podemos distinguir dos líneas temáticas: la línea escapista, donde el modernista se refugió en busca de la belleza en lugares exóticos y en épocas antiguas. En cambio, la línea intima, el poeta refleja su malestar. En cuanto a la métrica y al estilo, los poetas explotan todas las posibilidades del lenguaje para conseguir la ansiada belleza. Los representantes de la poesía modernista son: Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez y los hermanos Machado.

Rubén Darío fue el impulsor del Modernismo, su obra es “Prosas Profanas”. De Juan Ramón Jiménez debemos decir que su trayectoria poética está marcada por su enorme dedicación a la poesía y a la búsqueda de la belleza, entre sus obras destaca “Platero y yo”. Y de Antonio Machado destaca su obra “Soledades”.

La Generación del 98 no está dentro del Modernismo, no comparten los mismos autores, pero es cierto que tienen muchos rasgos que se asemejan, pero existen diferencias entre ellos.

Dicha Generación surgíó en España en un escenario de crisis política, económica y social que agravó la perdida de las últimas colonias españolas. Los noventayochistas rompieron con el movimiento realista anterior, rechazaron su tendencia burguesa, para preocuparse por la situación de España con un estilo muy personal. Además, mostraron un gran interés por la literatura médica, clásica, en especial por Cervantes y el Quijote.


Unamuno escribíó “Vida de Don Quijote y Sancho”.

Comparten la rebeldía y el afán por reformar el arte con los modernistas, pero usan un estilo sencillo y claro. Los autores más conocidos son: Pío Baroja, Antonio Macha y Manuel Machado.

En cuanto a la Novela predomina el gusto por el subjetivismo. La novela del 98 se convierte en un reflejo de la miseria del país y de la pobreza moral de los españoles. Los autores más representativos de esta novela son Unamuno, Azorín, Pío Baroja y Valle-Inclán.  De Unamuno destaca la obra “Niebla”, de Azorín destaca “Don Juan” o “Doña Inés”, de Pío Baroja su obra es “El árbol de la ciencia”, y de Valle-Inclán es “Sonatas”.

En cuanto al ensayo, alcanzó su máximo florecimiento durante el Siglo XX, cobró una gran importancia en la trasmisión de los contenidos científicos, ideológicos y del pensamiento general. En el ensayo de la Generación del 98 destaca Unamuno con “Vida de Don Quijote y Sancho”, también destaca Antonio Machada con la obra “Juan de Mairena” y Pío Baroja con “Juventud, egolatría”.


5. Novecentismo y vanguardias

Durante la primera mitad del Siglo XX en España se desarrolla el Novecentismo o Generación del 14. Estos autores sucedieron a los autores de la Generación del 98 y ahondaran principalmente en dos géneros: la novela y el ensayo.

Estos escritores se encuentran ligados a la Generación del 98 y sobre todo a los modernistas, con quienes comparten su preocupación por España, aunque dejaron de lado el subjetivismo y el dramatismo. Por el contrario, se decantaron por una postura más intelectual que reflejaron en su arte puro. Debido a este enfoque intelectual de los novecentistas, el ensayo se convierte en uno de los géneros predominantes.

Todos los ensayistas son partidarios de la europeización de España, puesto que ven en Europa el progreso de la ciencia. Esta ciencia es la solución al retraso de España. Los novecentistas mostraron una nueva sensibilidad vital, alejadas del desanimo anterior y basaba en la fuerza, la alegría y el sentido deportivo. Son autores comprometidos con la sociedad y por ello intervienen en la vida política. Por último, se caracterizan por una gran preocupación del estilo. Los ensayistas son Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Eugenio D’Ors.

Ortega y Gasset es el mayor representante del genero ensayista de nuestro país. Defendíó la humanización del arte. La obra de Ortega es “La España invertebrada”.

Gregorio Marañón quien destaca por “Tres ensayos sobre la vida sexual” y “Don Juan”.

Eugenio D’Ors cultivó fundamentalmente la glosa, destaca la obra “Tres horas en el Museo del Prado”.

En cuanto a los autores de la novela, hay que destacar a Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró y a Ramón Gómez de la Serna.

Ramón Pérez de Ayala buscó la originalidad y la innovación sin dejar de lado la elegancia. Entre sus obras destaca “Tigre Juan”.

Gabriel Miró optó por la recreación de un mundo sensorial en su literatura. Destaco la obra “Nuestro Padre San Daniel”.

Ramón Gómez de la Serna, cuya obra se aproxima más a las vanguardias que al novecentismo es “Cinelandia”.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, surgieron el Vanguardismo o ismos. Estos movimientos se dan en toda Europa en el periodo entre las dos Guerras Mundiales. Proponen una visión novedosa y moderna del arte y de la literatura.

Los principales Vanguardia europeas desaparecieron con rapidez, perdieron su efecto con la novedad y el escándalo que produjeron. Sin embargo hubo algunos que llegaron a consolidarse como son: el Cubismo, el Futurismo, el Dadaísmo, el Expresionismo, el Vanguardismo y el Creacionismo.


6. La Generación del 27

A comienzos del Siglo XX, surgíó en España la Generación del 27, año en el que buen numero de ellos se reuníó en Sevilla con motivo de la conmemoración del tercer centenario de la muerte de Góngora. Esta Generación se caracterizó por la creatividad y el esplendor literario bajo el mismo nexo que las vanguardias.

La Generación del 27 nacíó a la par que el auge de las vanguardias pero no imitó la vocación destructora e iconoclasta de los ismos. En los poemas de esta Generación predomina la sencillez lírica de la poesía popular y la complejidad de los hallazgos vanguardistas. Estos poetas sentían admiración por los clásicos españoles, en especial por Góngora. Emplearon formas métricas clásicas y el verso libre y la combinación de su poesía siempre estaba entre la poesía popular y la poesía intelectual.

Podemos distinguir tres etapas aquí: la primera es la Poesía Pura, donde los poetas se inclinaron por el rechazo de los temas humanos. La segunda es, el Surrealismo y la Rehumanización, donde se comenzó a asimilar las novedades del movimiento surrealista. Y la tercera es, la Guerra Civil y el exilio, donde todos los poetas se vieron afectados. Lorca fue asesinado y los demás marcharon en el exilio, excepto Dámaso Alonso y Aleixandre que se quedaron en el país, y que tuvieron un papel decisivo en la poesía de la posguerra.

Los temas destacados de los poetas del 27 son el amor, como deseo de plenitud que muchas veces no se logra, es un amor que causa dolor, lo que les lleva a otros temas como el destino y la muerte. La naturaleza es otro tema fundamental como parte del yo poético.

Los poetas que destacaron en esta Generación son Pedro Salinas con “La voz a ti debida”, Jorge Guillen con “Clamor”, Vicente Aleixander con “Espadas como labios”, Federico García Lorca con “Romancero gitano”, Dámaso Alonso con “Poemas puros” y Gerardo Diego con “Romancero de la novia”.

Como hemos visto, la Generación del 27 es poética pero también cultivan algunos autores el teatro como Lorca, Alberti, Salinas y Cernuda.


7. El teatro anterior a 1939

El teatro de la primera mitad del Siglo XX se encuentra condicionado porque las obras debían de adaptarse al público burgués. Por lo tanto, el teatro español es pobre y con grandes limitaciones.

Los antecedentes de este teatro son el drama ROMántico, la época del neorromanticismo y la introducción del Naturalismo.

En el Siglo XX, las obras tenían carácter comercial, donde destacaron dos estilos distintos entre sí: el primero es el Teatro Comercial, lugar donde destacó Jacinto Benavente, obra destacada “La comida de los fieras”. El segundo estilo es la Comedia Costumbrista, donde destacaron Álvarez Quintero con “El Patio” y Carlos Arniches con “El santo de la Isidra”. Otros autores que también destacaron, pero son menos importantes fueron: Eduardo Marquina y los hermanos Machado.

A principios del Siglo XX, los autores intentaron renovar el Teatro Comercial. Esto fue llevado a cabo por los autores de la Generación del 98, entre ellos destacaron Unamuno y Azorín. Pero fue Valle-Inclán quien consiguió alcanzar un teatro renovado, rico y expresivo. Aunque, Valle-Inclán, es vinculado a la Generación del 98, derivó en un nuevo género, El Esperpento.

Valle-Inclán tiene una etapa Modernista donde destacó la obra “Las Sonatas”. En su Ciclo Místico destacó “Divinas palabras”. Valle desarrolló las farsas, que consistían en convertir a los personajes en marionetas ridículas. El Esperpento quedó definido en “Luces de Bohemia”, donde ofrece una denuncia social de la situación de España.

Posteriormente, aparecieron los autores de la Generación del 27, quienes intentaron crear un nuevo público mediante el acercamiento del teatro al pueblo con compañías como La Barraca, de Lorca.


8. Novela posterior a 1939

La Guerra Civil marcó un antes y un después en la literatura española. La consecuencia fue el exilio de gran parte de los escritores de la época. Sin embarga, otros se quedaron en España, y se dividieron en dos bandos: los que apoyaban el régimen franquista y los que no.

En los años 40, algunos escritores escribieron la Novela Nacionalista, en la que ensalzaban los triunfos de la guerra y en sus obras reflejaban una sociedad idealizada. Por otro lado, otros escritores optaron por la corriente del Realismo, cuyos temas eran la sociedad de la época.

Los escritores que estaban en el exilio, escribieron obras que trataban sobre la Guerra Civil española.

En esta época los dos grandes escritores fueron Carmen Laforet, con “Nada” y Camilo José Cela, con “La familia de Pascual Duarte”.

En los años 50, volvíó a surgir la novela en España, con originales innovaciones, como el objetivo de la literatura de reflejar la situación social. Los autores optaron en su técnica por el Realismo y el Objetivismo. Los temas eran los problemas de la época. Dentro de esta generación destacan C. J. Cela (“La familia de Pascual Duarte”) y Miguel Delibes con “El Camino”.

En los años 60, el rumbo de la novela cambió radicalmente. Aparecíó una nueva forma de narrar, que introdujo profundas innovaciones en la presentación formal. Se alejaron de la sencillez de los años 50.

Ya en los años 70, se desarrolló la Generación del 68. Algunos representantes son Eduardo Mendoza y Montalbán.


9. Teatro posterior a 1939

Durante los años 40, se retomó la Comedia Burguesa, que representaba una realidad que no tenía que ver con la española. Algunos autores de este género fueron Jacinto Benavente y Edgar Naville.

También se desarrolló el teatro fantástico y humorístico, como vía de escape de la realidad. El autor que mas destacó fue Miguel Mihura con “Tres sombreros de copa”.

La obra de Miguel Mihura, nos acerca al teatro de los años 50, que refleja los problemas del momento y en el que predomina el Realismo. Los escritores más importantes fueron: Alonso Sastre y Lauro Olmo.

A partir de los años 60, surgíó en España un Nuevo Teatro Renovador, su objetivo era atraer las corrientes europeas a nuestro país: el Teatro Épico, el Teatro underground y el Teatro Absurdo. Muchos autores de esta época crearon sus propias compañías de teatro como Els joglars.

Por otro lado, nacíó un Teatro Simbolista, que buscaba el resurgir de la realidad más que reflejarla. El máximo representante fue José Ruibal.

Con la llegada de la democracia, el teatro se dividíó en dos: el primero consistía en montar de manera novedosa obras de autores como Alberti o Lorca, y el segundo optó por un teatro más convencional y accesible. Los dramaturgos  de  esta ultima corriente son Antonio Gala (“Anillos para una dama”) y Fernando Fernanz Gómez (“Las bicicletas son para el verano”).


10. Poesía posterior a 1939

Después de la Guerra Civil, durante los años 40, se desarrollo en España una poesía ramificada en diversas tendencias. A la par, la Poesía de los autores que permanecieron en España, se dividíó en dos corrientes: los que compartían las ideas del nuevo régimen y los que se negaron a aceptar la dictadura.

Se publicaron algunas revistas marginales, y simultáneamente, surgíó el Postismo, que trató de retomar las vanguardias europeas.

A mediados de esta década se publicaron dos libros: “Sombra del paraíso” de Vicente Aleixandre e “Hijos de la ira” de Dámaso Alonso.

Durante la década de los 50, surgíó una Poesía Social, que reflejaba la situación de España. Los poetas fueron Blas de Otero, José Hierro y Gabriel Celaya.

En los años 60, surgíó la promoción de autores, que desarrollan una poesía influenciada por los poetas sociales anteriores y por Antonio Machado.

Ya en los años 70, nos encontramos con los Novísimos, cuya poesía constituyó un profundo cambó con lo anterior. Fueron influenciados por Cernuda, Octavio Paz y Cesar Vallejo.

En esa misma década, se desarrollaron otras tendencias como la culturalista, la clasicista, la experimental y la metapoética.


11. El boom hispanoamericano

La irrupción hispanoamericana a partir de los años 50 y 60, se produjo un auge marcado por dos momentos: el surgimiento innovador del Realismo mágico y la consolidación de dichas innovaciones a través de los autores del boom.

Los temas de la novela hispanoamericana se central en los problemas existenciales, sociales y la irrupción del Realismo mágico.

Los autores de esta renovación son: Miguel Ángel Asturias con “El señor presidente”, ALEJO Carpentier con “El siglo de las luces”, Jorge Luis Borges con “El Aleph” y Juan Rulfo con “Pedro Páramo”.

Por otro lado, la década de los 60 supuso para la novela hispanoamericana una etapa de máximo esplendor con obras como “Cien años de soledad” de García Márquez, Cortázar con “Rayuela” y Vargas Llosa con “La ciudad y los perros”.


12. Novela española del 75 hasta nuestra actualidad

Desde 1975 se desarrollo la industria editorial y el consumo literario, pero los índices de lectura en España siguieron siendo bajo, comparándolo con otros países.

En la novela lo que destaca es la recuperación de la trama argumental. Abandonaron el culturalismo. La estética dominante en la novela es de carácter realista, no se volvíó al Realismo social de los años 50. Por el contario, las narraciones tienen por objetivo de servir como marco a las preocupaciones individuales de los personajes. Podemos hablar de Novela Postmoderna. De esta manera explicaron las novelas ambientadas en lugares exóticos.

El Relato Tradicional está escrito en tercera persona, manejan el tiempo con gran debilidad, los relatos suelen ser lineales. El rasgo carácterístico es la pluralidad de tendencias.

El giro de la novela se da con la publicación de “La verdad sobre el caso Savolta” de Eduardo Mendoza. Otros autores destacados son José María Merino con “Novela de Andrés Choz”, Antonio Muñoz Molina con “El invierno en Lisboa”, Luis Mateo, Llamazanes y Luis Landero.

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