07 Ago

a) Vida y obras. La influencia de Schopenhauer



Nietzsche es sin duda uno de los filósofos más peculiares e interesantes de toda la historia de la filosofía.

Nació en Röcken, Prusia, en 1844. Hijo de un pastor protestante que fallece a los pocos años de nacer Friedrich. Su madre y hermana se ocuparon de su educación, que pronto se orientó hacia la teología y la filología. En la universidad de Leipzig conoce la filosofía de Schopenhauer, cuyos libros siente que “los había escrito para mí”. Con sólo 25 años logra ser nombrado profesor de filología clásica en la universidad de Basilea. Su salud comienza a resentirse, ya que desde joven sentía una gran cantidad de dolores de cabeza, que ahora se recrudecen. Conoce al músico Richard Wagner, a quien admira profundamente, y con quien comienza una gran amistad. A él le dedica su primera obra, El origen de la tragedia en el espíritu de la música. Wagner se siente impresionado por el joven profesor. A los pocos años, Nietzsche romperá de forma rotunda su relación con Wagner. En 1879 la enfermedad le obligó a abandonar el trabajo, y dedica su vida a viajar por Centroeuropa y por Italia, buscando lugares benéficos para sus dolencias. Aprovecha sus viajes para escribir una gran cantidad de obras. Entre 1878 y 1888 escribe la mayor producción de su obra filosófica. Se enamora de Lou Andreas Salomé, que le rechaza, igual que probablemente antes le había rechazado Cósima, la mujer de Wagner. En 1889 es ingresado en un hospital psiquiátrico, donde vive demente once años, hasta su muerte en 1900.

Nietzsche es un filósofo enamorado de la música. La música es lo que nos enseña el misterio, lo oculto. Es lo que nos muestra el ser.

La filosofía de Nietzsche está expresada en obras completamente asistemáticas, es decir, obras que carecen de hilo argumental, en las que no hay un único tema, sino que contienen multitud de pensamientos, ideas, metáforas, contradicciones… El lenguaje de las obras de Nietzsche es tremendamente poético, literario. Únicamente hay un hilo conductor que perdura a través de todas sus obras, y es la vida como problema filosófico central. Nietzsche es un filósofo vitalista, parte de la idea de que la filosofía es reflexión acerca de la vida.  ¿Qué es la vida? L a vida es tragedia, afirma Nietzsche. La vida es constante movimiento, cambio, felicidad y dolor, libertad y necesidad, algo completamente ilógico, no racionalizable. Al afirmar que la vida es trágica, Nietzsche no nos quiere decir que tengamos que estar penando, sufriendo, como hacen los cristianos, sino que tenemos que intentar vivir a fondo la vida, aceptando el cambio, el movimiento constante.

La cultura que defiende una vida trágica es la cultura griega, fundamentalmente la cultura previa a Sócrates. Hay que tener en cuenta que Nietzsche no era filósofo de carrera, sino filólogo. Es en la cultura griega donde encontramos la verdadera libertad, la filosofía más vital. Hay, como  vemos, una gran influencia del filósofo griego Heráclito, que defendía la idea de que todo cambia (no puedes bañarte dos veces en el mismo río). La vida es movimiento, cambio, tragedia. Todo lo que sea quietud, permanencia, es muerte. La razón intenta constantemente poner etiquetas, encerrar en conceptos la realidad, darla quietud, permanencia, es decir, matar la realidad. La vida, en cambio, es creación, belleza, movimiento.

La filosofía de N. se suele dividir en cuatro grandes periodos:

  1. Periodo romántico, o filosofía de la noche. En este primer periodo, con obras como El nacimiento de la tragedia, dedicada, como recordamos, a Wagner, Nietzsche se dedica a analizar en profundidad la cultura griega desde la idea de la vida como tragedia.
  2. Periodo Ilustrado, o filosofía de la mañana. En este periodo, con obras como “Aurora” o “La gaya ciencia”, Nietzsche se ve influido por la crítica al mundo medieval y a las ideas religiosas que elaboró la ilustración francesa. Voltaire se convierte en uno de los autores de referencia que más le influyen en este periodo.

Periodo de Zaratustra, o filosofía del mediodía, que comprende su obra más importante, Así habló Zaratustra. En esta época se desarrollan las ideas más famosas e importantes de Nietzsche, como la muerte de Dios, el superhombre o el eterno retorno. Periodo crítico, o filosofía del atardecer, donde desarrolla su crítica más dura a la religión cristiana, a la moral cristiana y a la filosofía occidental, con obras como La genealogía de la moral, El anticristo, o Más allá del bien y del mal.

Para comprender la filosofía de Nietzsche, tenemos que hacer una rápida referencia a la filosofía del autor que más marcó su pensamiento, A. Schopenhauer. Este excéntrico y genial filósofo alemán elaboró una filosofía que pretendía por un lado continuar con el pensamiento de Kant, de quien se sentía sucesor, y por otro lado criticar duramente a la filosofía idealista hegeliana. La vida de Schopenhauer se convirtió en un ataque personal contra Hegel.

La obra principal de Schopenhauer es El mundo como voluntad y representación. En esta obra, Schopenhauer afirma que existen dos formas de conocer la realidad. Una es a través de la representación (Vorstellung): a través de la racionalidad científica, espacio temporal, acceder a las características físicas, racionalizables, del mundo. Es una interpretación superficial, que se limita a conocer lo fenoménico, lo mensurable. Es una interpretación que cosifica la realidad. Pero, como vislumbró Kant pero no se atrevió a profundizar, la realidad posee una dimensión más profunda que podemos denominar “Voluntad” (Wille). La voluntad es la fuerza interna, no racional, que late en la vida, en todo aquello que cambia, que se modifica, que evoluciona. La voluntad es la fuerza que apreciamos cuando una semilla que aparentemente no puede crecer en un terreno, finalmente estira sus raíces hasta lugares inhóspitos y brota de la piedra. La voluntad, como vemos, es una visión más profunda, y real, de la realidad.

Schopenhauer se ve tremendamente influido por la filosofía hindú. Afirma que la vida es dolor, sufrimiento, y constante deseo. Ante el dolor, tenemos la posibilidad de la música, el arte, para eliminar el sufrimiento que produce el deseo constante. Como defiende la filosofía oriental, Schopenhauer propone la eliminación del yo, la eliminación del deseo.

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