12 May

1.3 EL VITALISMO. LA VOLUNTAD DE PODER Y EL SUPERHOMBRE

El tema planteado en esta redacción hace referencia al vitalismo, a la voluntad de poder y al superhombre, principios interrelacionados y cruciales para Nietzsche que le permitirán tanto criticar a la cultura occidental como proponer una alternativa a esta.

Nietzsche es un pensador alemán que vivió durante la segunda mitad del s. XIX, cuya filosofía es vitalista. Tras el fracaso de la Ilustración, surgieron críticas a la filosofía de Hegel, quien había llegado a considerar a la Razón como explicación de toda la realidad. Uno de estos pensadores antihegelianos fue Schopenhauer, representante de una filosofía irracionalista centrada en la voluntad, que influyo en Nietzsche, aunque este transformaría la voluntad de renuncia de Schopenhauer en una voluntad de poder.

Así, empleando su método genealógico, sospechara de toda formación cultural, filosófica, moral o religiosa, investigando sobre sus orígenes y sus verdaderas intenciones, todo ello con la pretensión de someter a crítica toda la cultura occidental, a la que considera decadente y enfermiza, por ser contraria a la vida.

Pasando ya al tema planteado vamos a tratar en primer lugar la teoría vitalista nietzscheana.

La teoría de Nietzsche, contraria al racionalismo, se sitúa dentro de la corriente que entiende la vida en sentido biológico. Este filósofo es un claro representante del vitalismo filosófico y toda su filosofía es un intento de hacer de la vida lo Absoluto. La vida no tiene ningún fundamento exterior a ella, tiene valor en sí misma. Una vida entendida fundamentalmente en su dimensión biológica, instintiva, corpórea e irracional.

El pensamiento de Nietzsche se caracteriza por la aceptación y valoración de la “vida” en toda su complejidad pero ¿qué entiende Nietzsche por vida?, responde a esta pregunta con su principio de voluntad de poder.

En sentido general, la voluntad de poder es la esencia de toda realidad, de la realidad dinámica, sensible y cambiante. Expresa la lucha de fuerzas, que a nivel inconsciente e irracional se da en toda realidad. La voluntad de poder se manifiesta claramente en el mundo orgánico, en el mundo de los seres vivos.

La voluntad de poder es la energía vital que nos lleva a actuar con el fin de autoafirmarnos. Es el entusiasmo, la pasión, la fuerza que nos lleva a crecer, a fortalecernos, a adquirir poder sobre nosotros mismos; es un instinto de vida. La voluntad de poder tiene como objetivo la elevación de la vida, es decir, el afinamiento de los sentidos, la potenciación de la pasión, la búsqueda del riesgo y del peligro.

Algunas características que Nietzsche atribuye a dicha voluntad son:

  1. Inconsciente y previa a la razón: es irreflexiva, es un impulso ligado al cuerpo como la energía que empuja al cuerpo a actuar. La razón y el pensamiento son sus instrumentos
  2. Exige de resistencia y necesita del dolor: para afirmarse necesita de oposición, solo vendiéndola consigue un aumento de poder. La voluntad de poder necesita de la sensación desagradable para crecer; los estímulos dolorosos la excitan.
  3. No tiene finalidad externa: la voluntad de poder se quiere por sí misma, no se busca ni para conseguir el placer ni la felicidad.
  4. Es creativa, libre y diversa.

Al definir la vida como voluntad de poder, Nietzsche se opone a la concepción de Darwin, según  la cual el ser viviente se caracterizaría por el “instinto de conservación” ya que para él es un instinto de crecimiento.

Así, en el análisis ontológico de Nietzsche, el mundo se muestra como un conflicto permanente del que resultan fuerzas vencedoras y fuerzas vencidas. La victoria de unas voluntades de poder sobre otras es lo que da lugar a la organización jerárquica del mundo en un momento dado. Nos encontramos, pues, con dos formas diferentes de afrontar la vida: la vida ascendente y la descendente.

Por un lado, la vida ascendente con individuos de voluntad de poder fuerte, afirman la vida, le dicen si con todas sus consecuencias (dolor, muerte…), potencian la pasión. Son aquellos que actúan.

Por otro lado, la vida descendente con individuos de voluntad de poder débil, niegan la vida y reprimen la sensibilidad y la pasión. Son aquellos que reaccionan.

Por último, daremos paso a explicar que significa el concepto de superhombre en la filosofía nietzscheana.

Para Nietzsche, los valores creados por la cultura occidental conducen finalmente al nihilismo (pasivo) al que el reacciona proponiendo un nihilismo activo que como veremos, utilizando la metáfora de la triple metamorfosis (1. Camello, 2. León y 3. Nino) llega al superhombre, el Ubermensch, que es el proyecto del futuro de Nietzsche como alternativa a la enfermedad que padece la cultura occidental.

Las características que definen al superhombre son:

  1. El superhombre tiene como tarea suprema, la creación de nuevos valores que sean inversos hasta los que ahora han prevalecido en Occidente. Esta tarea es llamada “Transvaloración de todos los valores”.
  2. Es mundano, es decir, rechaza todo más allá. Se opone al más allá cristiano y fundamentalmente al platónico.
  3. El superhombre es vital, a la tristeza de las virtudes cristianas contrapone su alegría de vivir.
  4. El superhombre tiene una voluntad de poder con potencia máxima y una moral de señores (rechaza la moral de esclavos y la conducta gregaria) 

En resumen, toda fuerza impulsora es manifestación de la voluntad de poder, su dinamismo se manifiesta en la vida, no sometida a ningún Dios ni ningún valor superior a la propia vida. El superhombre es la afirmación energética de la vida, creador y dueño de sí mismo y de su vida, el es un espíritu libre.

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